Es que es más basta que el esparto la pobre.
O sea, que no quieren que se vea que las niñas quieren ir de la mano de sus padres.
Un asunto interesante...
Cierto, yo también lo noté en el posado. Leonor buscó la mano que debe ser como su máscara de hierro - la aprisiona pero maldita sea la costumbre! - y Letizia la evita.
Es que cantaba demasiado. Nos leen. Ahora, que el buró de imagen haga algo con esos codazos y manazos espabila monas que cuando la veo, me dan ganas de saltar en el ordenador y darle dos en sus productivos morros siliconados!