Vacaciones de Semana Santa. Abril 2019

Nadie tiene que adorar a su abuela o su suegra, pero si respetarla. No confundas.
Mi abuela ponia a parir a mi padre, por celos. En cambio mi padre siempre nos dijo que era la madre de su mujer y nosotras sus nietas. Por lo cual jamás consintió ningún desprecio hacia mi abuela por nuestra parte y él fué siempre cariñoso con ella. Hasta le compró un piso para que pudiese vivir la vejez sin problemas económicos y le enviaba dinero mensualmente.
Yo, parece ser tradición familiar, me llevo fatal con mi suegra, la que me hizo la vida imposible y me la sigue haciendo si me descuido, por detrás. Pero es la madre de mi marido y abuela de nuestros hijos. Así que la vemos una vez por semana. Jamás he negado a mis hijos verla y jamás he negado a mi marido ayudarla. Lo cortés no quita lo valiente.

A mí nadie me negó ver a mi abuela ni nadie me habló mal de ella. Mi padre (el yerno, ojo) decidió que me llamara como ella. Y mi madre la justificó toda la vida, hasta que se dio cuenta de que las dos nietas (yo y mi prima) no podíamos con ella, e investigó un poco. Ya digo que mi madre sigue queriendo a la suya, pero entiende que las nietas no queramos tener relación con ella. Y ni mi prima ni yo, que yo sepa, le hemos faltado al respeto a la abuela; nos hemos mordido la lengua, hemos tragado carros y carretas, y a día de hoy preferimos evitar la interacción para no crear conflictos. Aunque es verdad que las dos somos adultas y es una decisión a la que hemos llegado después de calibrar y reflexionar, que a lo mejor no lo han hecho estas niñas de 11 y 13 años. Pero no me gusta que me intenten vender que todas las abuelitas son adorables y de cuento, porque no siempre es así.

Y, evidentemente, no tengo ni la más remota idea de cómo sera la reina Sofía en la intimidad. Y por supuesto que es posible que a algunos nietos les caiga mejor (o que dichos nietos tengan más tragaderas), porque mi hermano y mi primo, los dos nietos varones, se relacionan con mi abuela de maravilla. Pero cuando veo a crías que no parecen llevarse bien con su abuela no me escandalizo, sino que empatizo poque sé lo que es eso. No juzgo si sus motivos son más válidos o menos, pero no las crucifico por no mostrar afecto por una señora que ni sé cómo las trata ni qué les dice. Tiempo tendrán de arrepentirse si se están equivocando.
 
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Quien es el del traje azul que le anima las pajarillas?. No he visto en mi vida una mujer mas baja y vulgar, haciendo esos números en cuanto ve unos pantalones. Felipe me parece a mi que no la toca ni con un palo.
 
Y, evidentemente, no tengo ni la más remota idea de cómo sera la reina Sofía en la intimidad. Y por supuesto que es posible que a algunos nietos les caiga mejor (o que dichos nietos tengan más tragaderas), porque mi hermano y mi primo, los dos nietos varones, se relacionan con mi abuela de maravilla. Pero cuando veo a crías que no parecen llevarse bien con su abuela no me escandalizo, sino que empatizo poque sé lo que es eso. No juzgo si sus motivos son más válidos o menos, pero no las crucifico por no mostrar afecto por una señora que ni sé cómo las trata ni qué les dice. Tiempo tendrán de arrepentirse si se están equivocando.

Todo eso está muy bien desde el punto de vista exclusivamente familiar, y que cada cual haga lo que le parezca conveniente o le dejan hacer.

Pero es que esta FAMILIA pretende ser ejemplo de no sé cuantas virtudes entre las cuales sobresale esa, la de la unión familiar, porque si no ¿de que tanto foto con pretensiones de paz y armonia?

Si contemporizamos con ello pues nada, a contemporizar tambien con todos los desmanes que se les ocurran mientras nosotros contemplamos con arrobo la multitud de sus fechorías sobre el respeto y la educación.

¿Que todo vale? Pues nada, a seguir contemplando...¿el qué?
 
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