Uno de mis peores trabajos fue de teleoperadora. La empresa se habia fusionado con otra y el servicio que ofrecía no funcionaba bien con algunos de los clientes antiguos por un fallo informático. Encima el teléfono de atención al cliente era de pago y los clientes estaban super cabreados.
Al final nos despidieron a todas y contrataron teleoperadoras latinoamericanas que atendían desde allí seguramente cobrando cuatro duros.
Me dio igual porque para mi era un trabajo de verano para pagar mis caprichos pero me dio pena por mis compañeras.
Al final nos despidieron a todas y contrataron teleoperadoras latinoamericanas que atendían desde allí seguramente cobrando cuatro duros.
Me dio igual porque para mi era un trabajo de verano para pagar mis caprichos pero me dio pena por mis compañeras.