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Ondina
Guest
Lo de la "secta" obviamente es expresión mía y no de la fuente, siento si ha inducido a error. Me he referido así a ISIS porque su modus operandi se asemeja más al de una secta que al de una organización política armada o un grupo terrorista en sentido tradicional. ISIS tampoco es un Estado islámico, son una banda de delincuentes fanatizados por el odio y la violencia extrema -inducida con psicotrópicos y técnicas de lavado de cerebro- que atentan por igual contra árabes y occidentales --lo que ordene el mando ese día, según sople el viento o así-- y lo hace incluso en contra de los preceptos del Corán en su interpretación más integrista. El autoproclamado Estado Islámico de Iraq y Siria no existe más allá de unas ciudades y territorios inconexos en los que se han hecho fuertes gracias a unas armas high-tech cortesía de no se sabe muy bien quién. ISIS no ha sido reconocido por ningún gobierno musulmán --todo lo contrario, lo han condenado sin ambages-- y es rechazado por las poblaciones locales, que no quieren saber nada de estos locos a los que han visto el plumero desde el primer momento. Esta escisión del Frente Al Nusra que lucha en Siria contra Al Assad solo ha conseguido engañar a unos miles de tropas desmoralizadas y a unos jóvenes desencantados con impulsos violentos y ganas de aventuras en tierras lejanas que han sido previamente adoctrinados en mezquitas y cárceles alrededor del mundo por una ideología sectaria y venenosa, cortesía de nuestros aliados estratégicos del Golfo. Combatientes yihadistas que han embarcado en aeropuertos de la UE y cruzado la frontera hacia Siria desde un país de la OTAN como es Turquía sin impedimento alguno, a pesar de que algunos de ellos estaban fichados por las fuerzas de seguridad. La mayoría de los cuales han querido volver en cuanto han visto el percal o se han regresado meses más tarde algo más grillados de lo que ya estaban para hacerse con armas de asalto en el mercado negro y cometer atentados en suelo europeo. ISIS es un experimento monstruoso que se ha ido de madre y que pronto será un experimento fallido (crucemos los dedos).
ISIS está siendo combatido por los ejércitos árabes legítimos de Iraq y de Siria, una lucha que ha entrado a apoyar Irán ante la inacción de la coalición internacional liderada por USA, que no ha ido más allá de unos tímidos bombardeos que no han servido de gran cosa. Es más, USA ha anulado sus planes para dar cobertura aérea a la toma de Mosul --capital del Estado terrorista-- prevista para esta primavera, mientras que RU se resiste a levantar el embargo de armas de la ONU que pesa sobre Libia, dejando un flanco al descubierto en la ribera sur del Mediterráneo. A mi que me lo expliquen.
A la lucha de los soldados regulares contra ISIS se han unido tanto milicianos tanto chiíes como suníes, de etnia árabe y kurda, y también milicianos cristianos. Incluso el Vaticano se ha mostrado favorable al uso de la fuerza para borrar de una vez a estos indeseables del mapa.
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