A
Apesta
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La Monarquía apesta, cada vez más y más perceptiblemente. Secreto a voces, el Rey siempre ha estado, y está, bajo sospecha por sus amistades peligrosas, su secreta vida privada y por la dudosa procedencia de su fortuna personal, cuantiosa, lograda fulgurantemente desde su ascensión al trono.
El Rey, y solamente él, goza de inmunidad e impunidad constitucional (“la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. Art.56.3), lo que entiendo debe referirse a sus actuaciones en el ejercicio de su función institucional, refrendadas siempre por el Gobierno, el que asume y sobre el que recae la responsabilidad. ¿Pero en sus actividades privadas?. A cumplir con la ley como todo súbdito, aún más por su posición, que debe ser ejemplarizante.
Desde la restauración monárquica, el Rey, su familia y todo lo concerniente a la Monarquía ha sido tratado reverencialmente, sin crítica alguna, por los medios de comunicación. En el caso de la prensa rosa, cayendo en el esperpento y lo grotesco en su afán glorificador. El motivo, lavar la imagen de quién en extrañas circunstancias, con 18 años, mató de un disparo a su hermano Alfonso, de 15, jugando con una pistola (29/3/1956). Enmascarar su falta de legitimidad democrática: le designó Franco, se educó junto al dictador, le alabó a su muerte, traicinó a su padre y jamás juró la Constitución.
El tiempo pasa, los infantes crecen y la familia aumenta. Interesadamente se pretende modernizar la imagen de la Monarquía, ligando dos antónimos imposibles de aparecer juntos en la misma frase: modernidad y Monarquía. Con este fin, violando sus propias leyes, las Infantas y el Príncipe se casan con quién quieren, no con quién deben. Como resultado, la figura de un dandy de pacotilla con aficiones caras llenándose de polvo en los sótanos del museo de cera y el escándalo Urdangarín.
Para proteger al monarca, se discute si el personaje es familia real o familia del Rey.¡ Qué más dará!. Está bajo el paraguas de la Institución, sin el que jamás se hubiera enriquecido malversando cientos de miles de euros de dinero público. Iñaki “Mangarín” siempre se ha ganado la vida a pelotazos: de soltero como jugador de balonmano, de casado, ya vamos sabiendo cómo.
Se pretendieron acallar las primeras sospechas que le señalaban apartándole a un exilio dorado en Whasington. Pero es de tal magnitud la madeja tejida por este sinvergüenza, que la indignación crece a medida que lo hacen las informaciones.
La Casa Real teme que el “caso Urdangarín” salpique a la Infanta Cristina. No es que la salpique, está empapada: formaba parte de dos de las empresas de la red de corrupción investigadas, incluído el Instituto Nóos, sinónimo de lucro, quiero decir, sin ánimo de lucro. Además, es la lista de las hermanas, cómo no va a reconocer a un tuno en su cama.
Ante un enriquecimiento tan rápido y ostentoso, si no han participado, no hay quién se crea que no levantara sospechas ni en su mujer, ni en su suegro. Ignorantes o condescendecientes, en ambos casos es para despedir fulminantemente a la familia y finiquitar definitivamente tan anacrónica institución. Si son incapaces de detectar un golfo en su casa, cómo coxx van a reinar.
La actitud de mutismo absoluto que mantienen, tanto la Casa Real, como el propio Urdangarín denotan una desfachatez y un desprecio hacia los españoles intolerables. Son indignos de la representación que ostentan y de los millones que nos cuestan.
Pero aún hay más. Esta trama de corrupción salpica también a la familia de la experiodista, hoy princesa. Según el Extraconfidencial.com, David Rocasolano, primo hermano de Letizia y ya implicado en un caso de corrupción en el Ayuntamiento de Ciempozuelos, aparece vinculado, junto a otros personajes muy próximos a la Familia Real, con Urdangarín y sus chanchullos financieros.
(David Rocasolano, 1º escalón, 1º izda.)
Fraude, falsedad documental, malversación de caudales públicos, prevaricación, estos son algunos de los cargos que la fiscalía anticorrupción está planeando presentar contra Urdangarín. El Fiscal General del Estado, Conde Pumpido preguntó al Fiscal Anticorrupción de Mallorca, Pedro Horrach, “¿Hay datos objetivos para imputarlo?”. La respuesta: “No sólo para imputarlo, para condenarlo”.
¡VIVA LA TERCERA REPÚBLICA! (cada vez más cerca)
http://www.izaping.com/16462/la-monarquia-apesta.html
El Rey, y solamente él, goza de inmunidad e impunidad constitucional (“la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. Art.56.3), lo que entiendo debe referirse a sus actuaciones en el ejercicio de su función institucional, refrendadas siempre por el Gobierno, el que asume y sobre el que recae la responsabilidad. ¿Pero en sus actividades privadas?. A cumplir con la ley como todo súbdito, aún más por su posición, que debe ser ejemplarizante.
Desde la restauración monárquica, el Rey, su familia y todo lo concerniente a la Monarquía ha sido tratado reverencialmente, sin crítica alguna, por los medios de comunicación. En el caso de la prensa rosa, cayendo en el esperpento y lo grotesco en su afán glorificador. El motivo, lavar la imagen de quién en extrañas circunstancias, con 18 años, mató de un disparo a su hermano Alfonso, de 15, jugando con una pistola (29/3/1956). Enmascarar su falta de legitimidad democrática: le designó Franco, se educó junto al dictador, le alabó a su muerte, traicinó a su padre y jamás juró la Constitución.
El tiempo pasa, los infantes crecen y la familia aumenta. Interesadamente se pretende modernizar la imagen de la Monarquía, ligando dos antónimos imposibles de aparecer juntos en la misma frase: modernidad y Monarquía. Con este fin, violando sus propias leyes, las Infantas y el Príncipe se casan con quién quieren, no con quién deben. Como resultado, la figura de un dandy de pacotilla con aficiones caras llenándose de polvo en los sótanos del museo de cera y el escándalo Urdangarín.
Para proteger al monarca, se discute si el personaje es familia real o familia del Rey.¡ Qué más dará!. Está bajo el paraguas de la Institución, sin el que jamás se hubiera enriquecido malversando cientos de miles de euros de dinero público. Iñaki “Mangarín” siempre se ha ganado la vida a pelotazos: de soltero como jugador de balonmano, de casado, ya vamos sabiendo cómo.
Se pretendieron acallar las primeras sospechas que le señalaban apartándole a un exilio dorado en Whasington. Pero es de tal magnitud la madeja tejida por este sinvergüenza, que la indignación crece a medida que lo hacen las informaciones.
La Casa Real teme que el “caso Urdangarín” salpique a la Infanta Cristina. No es que la salpique, está empapada: formaba parte de dos de las empresas de la red de corrupción investigadas, incluído el Instituto Nóos, sinónimo de lucro, quiero decir, sin ánimo de lucro. Además, es la lista de las hermanas, cómo no va a reconocer a un tuno en su cama.
Ante un enriquecimiento tan rápido y ostentoso, si no han participado, no hay quién se crea que no levantara sospechas ni en su mujer, ni en su suegro. Ignorantes o condescendecientes, en ambos casos es para despedir fulminantemente a la familia y finiquitar definitivamente tan anacrónica institución. Si son incapaces de detectar un golfo en su casa, cómo coxx van a reinar.
La actitud de mutismo absoluto que mantienen, tanto la Casa Real, como el propio Urdangarín denotan una desfachatez y un desprecio hacia los españoles intolerables. Son indignos de la representación que ostentan y de los millones que nos cuestan.
Pero aún hay más. Esta trama de corrupción salpica también a la familia de la experiodista, hoy princesa. Según el Extraconfidencial.com, David Rocasolano, primo hermano de Letizia y ya implicado en un caso de corrupción en el Ayuntamiento de Ciempozuelos, aparece vinculado, junto a otros personajes muy próximos a la Familia Real, con Urdangarín y sus chanchullos financieros.
(David Rocasolano, 1º escalón, 1º izda.)
Fraude, falsedad documental, malversación de caudales públicos, prevaricación, estos son algunos de los cargos que la fiscalía anticorrupción está planeando presentar contra Urdangarín. El Fiscal General del Estado, Conde Pumpido preguntó al Fiscal Anticorrupción de Mallorca, Pedro Horrach, “¿Hay datos objetivos para imputarlo?”. La respuesta: “No sólo para imputarlo, para condenarlo”.
¡VIVA LA TERCERA REPÚBLICA! (cada vez más cerca)
http://www.izaping.com/16462/la-monarquia-apesta.html