Salvar al soldado Felipe VI: la república es el objetivo del nuevo gobierno de izquierdas

EL PARTIDO QUIERE QUE LA LEY IMPIDA AL MONARCA DAR DISCURSOS SIN EL AVAL DEL GOBIERNO

Unidas Podemos exige amordazar a Felipe VI y reclama la ‘decapitación’ de Juan Carlos I

La formación de Pablo Iglesias reclama al Gobierno quitar el título de emérito a Juan Carlos I

CRISTINA LÓPEZ MANTAS
27 Sep 2020 - 12:30 CET


Unidas Podemos exige amordazar a Felipe VI y reclama la 'decapitación' de Juan Carlos I

Felipe VI, Pablo Iglesias y Juan Carlos I
Archivado en: Casa Real | Gobierno | Partidos Políticos | Periodismo | Política
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Comienza la dictadura podemita.
Unidas Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias, quiere acabar con la Monarquía para así imponer su adorada república, ese periodo de terror que llevó al país al caos más absoluto. Esos mismos ministros que prometieron su cargo ante el rey Felipe VI ahora quieren ‘liquidarlo’.
La nueva barrabasada es plantear una reforma legal en el Congreso para que se impida por ley que el Rey pueda dar discursos sin el visto bueno del Gobierno, o lo que es lo mismo, amordazar a Felipe VI. El asunto no acaba ahí, y es que la medida también incluye pedir a Sánchez que se quite el título de emérito al Rey Juan Carlos, que le fue otorgado por real decreto tras su abdicación.
Así lo anunció Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, que apuesta por acabar con «las cloacas de la Monarquía» -¿y qué pasa con las de Podemos?-.



El de la formación morada apunta que aunque la Monarquía «es un órgano constitucional que se transmite de forma hereditaria», estima que «no es de propiedad privada» y por eso «debe someterse a los principios de neutralidad y transparencia«.
Según Podemos, Juan Carlos de Borbón «no se merece» el título de emérito que le fue concedido tras su abdicación en 2014 mediante un real decreto.
Podemos quiere retirar los cuadros de Juan Carlos I en las instituciones públicas
El también líder de En Comú Podem asegura que la Monarquía no rinde cuentas ante la ciudadanía y ante el Congreso. «Tenemos derecho a saber cada ingreso, cada gasto, cada cuenta bancaria, cada sueldo, cada comisión de la Casa Real, la verdad de lo que nos cuesta y de cómo funciona», señala Asens.
Los miembros del Gobierno de coalición también quieren que los discursos del monarca pasen el filtro de La Moncloa. Eso es lo que sucedió con el discurso del rey Felipe VI del pasado 3 de octubre de 2017, dos días después del 1-O.
Para Asens, aquellas palabras «se parecían más al discurso de Vox que al de un jefe del Estado que debe mantener su neutralidad e imparcialidad». Lo que la formación morada plantea es acallar a Felipe VI y someter al monarca a su dictadura.
Pero hay más, y es que el dirigente de En Comú pretende que se retiren los cuadros de Juan Carlos I que haya en las instituciones públicas como el Congreso: «No nos parece lo más importante, pero sería un ejercicio de higiene democrática después de todo lo que ha pasado con el Rey emérito retirar esos honores». Quizá lo que pretenden es colgar uno de Stalin.
Esta noticia llega una semana después de que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, anunciara que su objetivo es liquidar a la Casa Real: «Es la tarea política fundamental de Podemos y avanzar hacia un horizonte republicano. Hay que trabajar y construir alanzas para avanzar hacia un horizonte republicano, tiene que ser una tarea política fundamental de Podemos en los próximos tiempos«

www.periodistadigital.com

Unidas Podemos exige amordazar a Felipe VI y reclama la 'decapitación' de Juan Carlos I - Periodista Digital
Comienza la dictadura podemita. Unidas Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias, quiere acabar con la Monarquía para así imponer su adorada república, ese periodo de terror que llevó al país al caos más absoluto. Esos mismos ministros que prometieron su cargo ante el rey Felipe VI ahora...
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EL PARTIDO QUIERE QUE LA LEY IMPIDA AL MONARCA DAR DISCURSOS SIN EL AVAL DEL GOBIERNO

Unidas Podemos exige amordazar a Felipe VI y reclama la ‘decapitación’ de Juan Carlos I

La formación de Pablo Iglesias reclama al Gobierno quitar el título de emérito a Juan Carlos I
CRISTINA LÓPEZ MANTAS
27 Sep 2020 - 12:30 CET


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Unidas Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias, quiere acabar con la Monarquía para así imponer su adorada república, ese periodo de terror que llevó al país al caos más absoluto. Esos mismos ministros que prometieron su cargo ante el rey Felipe VI ahora quieren ‘liquidarlo’.
La nueva barrabasada es plantear una reforma legal en el Congreso para que se impida por ley que el Rey pueda dar discursos sin el visto bueno del Gobierno, o lo que es lo mismo, amordazar a Felipe VI. El asunto no acaba ahí, y es que la medida también incluye pedir a Sánchez que se quite el título de emérito al Rey Juan Carlos, que le fue otorgado por real decreto tras su abdicación.
Así lo anunció Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, que apuesta por acabar con «las cloacas de la Monarquía» -¿y qué pasa con las de Podemos?-.



El de la formación morada apunta que aunque la Monarquía «es un órgano constitucional que se transmite de forma hereditaria», estima que «no es de propiedad privada» y por eso «debe someterse a los principios de neutralidad y transparencia«.
Según Podemos, Juan Carlos de Borbón «no se merece» el título de emérito que le fue concedido tras su abdicación en 2014 mediante un real decreto.
Podemos quiere retirar los cuadros de Juan Carlos I en las instituciones públicas
El también líder de En Comú Podem asegura que la Monarquía no rinde cuentas ante la ciudadanía y ante el Congreso. «Tenemos derecho a saber cada ingreso, cada gasto, cada cuenta bancaria, cada sueldo, cada comisión de la Casa Real, la verdad de lo que nos cuesta y de cómo funciona», señala Asens.
Los miembros del Gobierno de coalición también quieren que los discursos del monarca pasen el filtro de La Moncloa. Eso es lo que sucedió con el discurso del rey Felipe VI del pasado 3 de octubre de 2017, dos días después del 1-O.
Para Asens, aquellas palabras «se parecían más al discurso de Vox que al de un jefe del Estado que debe mantener su neutralidad e imparcialidad». Lo que la formación morada plantea es acallar a Felipe VI y someter al monarca a su dictadura.
Pero hay más, y es que el dirigente de En Comú pretende que se retiren los cuadros de Juan Carlos I que haya en las instituciones públicas como el Congreso: «No nos parece lo más importante, pero sería un ejercicio de higiene democrática después de todo lo que ha pasado con el Rey emérito retirar esos honores». Quizá lo que pretenden es colgar uno de Stalin.
Esta noticia llega una semana después de que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, anunciara que su objetivo es liquidar a la Casa Real: «Es la tarea política fundamental de Podemos y avanzar hacia un horizonte republicano. Hay que trabajar y construir alanzas para avanzar hacia un horizonte republicano, tiene que ser una tarea política fundamental de Podemos en los próximos tiempos«

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Comienza la dictadura podemita. Unidas Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias, quiere acabar con la Monarquía para así imponer su adorada república, ese periodo de terror que llevó al país al caos más absoluto. Esos mismos ministros que prometieron su cargo ante el rey Felipe VI ahora...
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¿ Decapitacion de JC ?, yo creia que en España es tipico GARROTE VIL
 
El ministro de justicia dejando como mentiroso a su Gobierno, en RNE hoy, que prohibieron ellos ir al Rey, por la convivencia, jajajaja
 
¿ Decapitacion de JC ?, yo creia que en España es tipico GARROTE VIL

Lo que es típico en España es poner aviones, alfombra roja, personal de escolta y demás servicios a ex Jefes que han defraudado a Hacienda y a corruptos por no explayarme en mas temas, para que pueden viajar a países del Golfo Pérsico.

Y a quienes lo critican denunciarlos como a Valtonyc, al revés de un país serio y respetable.
 
El Gobierno reconoce que vetó la presencia del Rey en Barcelona para no molestar al independentismo

De esta forma, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha explicado que la ausencia de Felipe VI en la Ciudad Condal no fue sólo por razones de seguridad
El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, acompañado por el ministro de Justicia del Gobierno, Juan Carlos Campo.

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, acompañado por el ministro de Justicia del Gobierno, Juan Carlos Campo. EFE
ALFONSO C. SUÁREZ
PERFIL
EMAILTWITTER

PUBLICADO 28/09/2020 09:39ACTUALIZADO28/09/2020 10:20
El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha asegurado este lunes que la decisión de que el rey Felipe VI no fuese a Barcelona se debió para facilitar o no empeorar la "convivencia" con el independentismo. Además, ha insistido en que la decisión no sólo se basó en razones de seguridad, como se indicó en un primer momento. "No sólo era la seguridad del monarca, también la inminencia de la sentencia de Torra, la cercanía del 1 de octubre...", ha explicado.
MÁS INFO
En una entrevista en Las mañanas de RNE, Campo ha reconocido instó al presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, a posponer la celebración del acto. "Si se podía hacer unos días después... ¿por qué íbamos a generar una tensión?", se ha preguntado, para después asegurar que el propio Lesmes rechazó el aplazamiento.
Desde Moncloa se sugirió que la razón por la que el Monarca no iba a acudir al acto de entrega del despacho de los nuevos jueces en Barcelona era por "motivos de seguridad". Pero ahora, con las declaraciones del titular de Justicia, se abre la vía a una supuesta concesión al independentismo en plena negociación de los Presupuestos Generales del Estado de 2021.
Así, Campo ha querido dejar claro que no existe "ningún frentismo con la Casa Real", y que lo único que ha existido son "una serie de actuaciones" por parte del Gobierno ante las razones que "desaconsejaban la presencia" del propio Felipe VI de la capital catalana.
Con todo, el ministro de Justicia no cree que la polémica generada en torno a la ausencia del Rey sea "imputable a Lesmes" por no acceder al aplazamiento de la entrega de despachos. "Con una cierta normalidad se pidió si se podría trasladar a una fecha posterior... el presidente Lesmes tenía la competencia y lo ha hecho", ha añadido.
Acto excepcional
Así, y para justificar lo excepcional del acto, Campo ha recordado que solo acudieron ocho vocales del consejo y no los 20 que debían de haber asistido. "No había ningún miembro de la sala de Gobierno, faltaron 20 alumnos, de los 17 presidentes de Tribunales Superiores de Justicia solo fue uno... no fue invitada la consejera de Justicia de Cataluña... todo ha sido un tanto extraño. Pero tampoco hay que hiperbolar porque generamos tensiones", ha apuntado.
Según Campo, la gestión de este asunto "se podría haber hecho mejor", aunque ha afirmado que "hay veces que da igual" cómo se expliquen las decisiones que adopta el Gobierno. "Yo ya tengo mi decisión y no voy a permitir que la realidad me estropee un buen titular", ha lamentado, para después añadir: "Hay veces que interesa poner estos problemas para disipar otros".


Es más, ya el pasado jueves los guardias civiles destinados en Barcelona consideraron "incomprensible" que esa, la seguridad, fuese el motivo real, ya que indicaron que eso no se corresponde con la realidad y recordaron dispositivos mucho más complejos para blindar la capital catalana: entre otros, el despliegue de cientos de agentes para que Pedro Sánchez celebrase el Consejo de Ministros en la Llotja de Mar o la visita del propio Felipe VI a la Ciudad Condal en los actos de homenaje a las víctimas de los ataques terroristas de Las Ramblas y Cambrils.
Recursos de sobra para garantizar la seguridad del Rey
Fuentes consultadas por Vozpópuli consideraron entonces que el Estado cuenta con recursos suficientes para garantizar la seguridad de Felipe VI en un acto como el que se celebró en Barcelona.
Así, tanto el Gobierno como la Casa Real rechazaron dar explicaciones sobre una decisión que provocó confusión y que rompió con una tradición de más de dos décadas. La única que ha hecho alguna valoración hasta hoy fue la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo: "Hay decisiones que están muy bien tomadas".

 
Los países más avanzados y pacíficos de Europa son mayoritariamente Monarquías. Holanda, UK, Dinamarca.
En Holanda están de la familia real hasta el moño. Menuda representación. ¿Por qué no nombras como paises avanzados a Francia, Italia, Almemania, Suiza, Finlandia...? Tan solo hay una nación con un país monárquico que forme parte del G4 y es el Reino Unido. El resto son todo repúblicas.
 
El Gobierno reconoce que vetó la presencia del Rey en Barcelona para no molestar al independentismo

De esta forma, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha explicado que la ausencia de Felipe VI en la Ciudad Condal no fue sólo por razones de seguridad
El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, acompañado por el ministro de Justicia del Gobierno, Juan Carlos Campo.

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, acompañado por el ministro de Justicia del Gobierno, Juan Carlos Campo. EFE
ALFONSO C. SUÁREZ
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PUBLICADO 28/09/2020 09:39ACTUALIZADO28/09/2020 10:20
El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha asegurado este lunes que la decisión de que el rey Felipe VI no fuese a Barcelona se debió para facilitar o no empeorar la "convivencia" con el independentismo. Además, ha insistido en que la decisión no sólo se basó en razones de seguridad, como se indicó en un primer momento. "No sólo era la seguridad del monarca, también la inminencia de la sentencia de Torra, la cercanía del 1 de octubre...", ha explicado.
MÁS INFO
En una entrevista en Las mañanas de RNE, Campo ha reconocido instó al presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, a posponer la celebración del acto. "Si se podía hacer unos días después... ¿por qué íbamos a generar una tensión?", se ha preguntado, para después asegurar que el propio Lesmes rechazó el aplazamiento.
Desde Moncloa se sugirió que la razón por la que el Monarca no iba a acudir al acto de entrega del despacho de los nuevos jueces en Barcelona era por "motivos de seguridad". Pero ahora, con las declaraciones del titular de Justicia, se abre la vía a una supuesta concesión al independentismo en plena negociación de los Presupuestos Generales del Estado de 2021.
Así, Campo ha querido dejar claro que no existe "ningún frentismo con la Casa Real", y que lo único que ha existido son "una serie de actuaciones" por parte del Gobierno ante las razones que "desaconsejaban la presencia" del propio Felipe VI de la capital catalana.
Con todo, el ministro de Justicia no cree que la polémica generada en torno a la ausencia del Rey sea "imputable a Lesmes" por no acceder al aplazamiento de la entrega de despachos. "Con una cierta normalidad se pidió si se podría trasladar a una fecha posterior... el presidente Lesmes tenía la competencia y lo ha hecho", ha añadido.
Acto excepcional
Así, y para justificar lo excepcional del acto, Campo ha recordado que solo acudieron ocho vocales del consejo y no los 20 que debían de haber asistido. "No había ningún miembro de la sala de Gobierno, faltaron 20 alumnos, de los 17 presidentes de Tribunales Superiores de Justicia solo fue uno... no fue invitada la consejera de Justicia de Cataluña... todo ha sido un tanto extraño. Pero tampoco hay que hiperbolar porque generamos tensiones", ha apuntado.
Según Campo, la gestión de este asunto "se podría haber hecho mejor", aunque ha afirmado que "hay veces que da igual" cómo se expliquen las decisiones que adopta el Gobierno. "Yo ya tengo mi decisión y no voy a permitir que la realidad me estropee un buen titular", ha lamentado, para después añadir: "Hay veces que interesa poner estos problemas para disipar otros".


Es más, ya el pasado jueves los guardias civiles destinados en Barcelona consideraron "incomprensible" que esa, la seguridad, fuese el motivo real, ya que indicaron que eso no se corresponde con la realidad y recordaron dispositivos mucho más complejos para blindar la capital catalana: entre otros, el despliegue de cientos de agentes para que Pedro Sánchez celebrase el Consejo de Ministros en la Llotja de Mar o la visita del propio Felipe VI a la Ciudad Condal en los actos de homenaje a las víctimas de los ataques terroristas de Las Ramblas y Cambrils.
Recursos de sobra para garantizar la seguridad del Rey
Fuentes consultadas por Vozpópuli consideraron entonces que el Estado cuenta con recursos suficientes para garantizar la seguridad de Felipe VI en un acto como el que se celebró en Barcelona.
Así, tanto el Gobierno como la Casa Real rechazaron dar explicaciones sobre una decisión que provocó confusión y que rompió con una tradición de más de dos décadas. La única que ha hecho alguna valoración hasta hoy fue la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo: "Hay decisiones que están muy bien tomadas".



"Responsabilidad al maestro Armero........... "
 
El asistir a actos públicos está refrendado por el gobierno. Las llamadas que haga el Rey no. A quién no le guste ajo y agua.

Ahora el malo es Felipe, el que crea crispación en tiempos de pandemia. El gobierno que lamenta muertes de etarras o que no facilita que el Rey asista a un acto al que siempre ha asistido no. Ellos son buenos buenísimos y sus talibanes aún más.

Yo no sé que más tienen que hacer para que se les pueda criticar..."no volverán a gobernar", apartar al Rey, llamar abiertamente a la república...pero OJO que eso NO crea crispación.

Anda ya. Estáis muy vistos.

Si queréis república a ser mayoría en elecciones y después a cambiar la constitución. Todo lo que no sea eso y sea un pataleo y una chulería por twitter es CREAR CRISPACIÓN y ENFRENTAR a la ciudadanía. Pero qué malo Felipe por una llamada.

Venga, aspitas a mí :cool:.
 
A VITA NUOVA (III)
Borboneo en Las Gaunas
El rey no entendió, nuevamente, la neutralidad de la institución. Ni la neutralidad hipotética del Poder Judicial. Los jueces, si bien pueden, no deben gritar vivas. Al Betis. O al rey
Guillem Martínez Barcelona , 26/09/2020
<p>Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial.</p>

Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial.
LUIS GRAÑENA
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Cuando había prensa republicana –años 20, El Sol, por ejemplo–, sólo se informaba de la agenda real cuando atañía a sus funciones de Estado. Apertura del año judicial, pues atañía. Concurso hípico o regata, pues no atañía. Discurso en el Congreso, atañía. Enlace matrimonial de una prima, pues no atañía. Informe Picasso, que explicaba la intervención de Alfonso XIII en la disciplina del desastre militar en el Rif, así como la asociación del rey con varios empresarios para acceder al pelotazo durante esa guerra, atañía, pero no se escribía nada, que para eso había censura posterior al golpe de Estado de Primo, realizado a tales efectos y el mismo día en el que se tenía que leer el informe en el Congreso. De esta estilización democrática, realizada por nuestros bisabuelos, de lo que es el trato a la monarquía en la prensa, se deduce que la monarquía solo puede aparecer en ella en caso de a) cumplimiento de sus funciones, o b) incumplimiento de sus funciones, o intensificación de sus funciones informales/huelga japonesa de pelotazos.
El acto del viernes en BCN entraba en la categoría a). Una entrega de despachos a una promoción de jueces es un acto de Estado como una casa. Es una función del rey. Va con el sueldo. El año pasado hubo, no obstante, un escaqueo. El acto se hizo en MAD. La razón oficial fue un aniversario. La razón oculta tras la razón era el mal-rollito en BCN por la cosa rey. Un divorcio en toda regla, tal vez ya sin solución, tras el discurso real del 3-O en 2017. Recordemos los entresijos de aquel discurso, útiles para observar el concepto refrendo, básico en la historia del viernes. El 3-O de 2017 el rey se descuelga con un discurso. En ese momento, en la Gene se estaba estudiando convocar elecciones, tras el éxito del 1-O. El éxito de aquella protesta consistió, precisamente, en la participación del Estado, con una violencia inaudita, exagerada y fuera de madre. A su vez, en Moncloa, Rajoy estaba evaluando, visto lo visto, rebajar la tensión. Fue en ese momento cuando llegó el discurso del rey. Un gesto que impidió la convocatoria de elecciones en Cat, y rebajar el marrón en Moncloa. Un discurso que, leído fuera de su contexto –su contexto: aquellos días de octubre– no parece gran cosa. Pero que en su contexto supone la apuesta por la violencia, la renuncia al diálogo y la cronificación de un problema que aún no había adquirido forma definitiva. Un jalón. Una decisión fundamentada en mitos, y una apuesta por el conflicto a tutiplén y por todo lo alto. Que fue, zas, refrendada, sin cambiar una palabra –potestad del Gobierno–, por Rajoy.

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Todos los actos del rey –todos– deben ser refrendados por el Gobierno. No refrendo, no acto. La irresponsabilidad del rey el 3-O tiene dos responsables. El rey, que mantuvo una iniciativa gore más allá del deber, y el Gobierno que lo refrendó. Pues bien, esta semana el Gobierno no refrendó el acto del rey en BCN. Algo importante –recuerden, hablamos de un acto del tipo a)–. Por lo que deben ser importantes, por tanto, las razones. Por lo visto, no fue por seguridad. En una manifestación contra el rey peligra más la seguridad del manifestante que la del rey. La razón, a la que aluden fuentes gubernamentales, fue que en el acto estaba previsto tratar la sentencia a Torra, que ya sería pública. Y que en ese tratamiento político sería colaborador necesario el rey. Para ello era necesaria una entente, un acuerdo, una predisposición, una coordinación entre el rey y Lesmes, presi del CGPJ –cargo caducado, lo que confiere al conjunto un carácter caduco– y, por ello, del TS. La cosa, vamos, tendría una estética muy del Senado de la Guerra de las Galaxias. Sánchez, que informó de la movida a sus socios de Gobierno, decidió no refrendar el acto, observado como una suerte de confusión entre el Judicial y el Jefe del Estado, una parcialidad propagandística. Una quema de la neutralidad de dos objetos. Otro 3-O. Y ya van dos. Sería lo que en el siglo XIX y XX se denominaba un borboneo. El acceso del rey a la política, a través de la intensificación de sus funciones –lo a)– y de atajos no decorosos, para potenciar un bloque político más acorde a su modo de vida –lo b–. Para evitarlo bastó denegar el refrendo, potestad del Gobierno en Esp, UK, Holanda, Bélgica, Escandinavia. Y a otra cosa, mariposa. Los medios públicos y concertados informan de ello como de un ataque a la libertad del rey, libertad que –sus actos están refrendados– no existe.
Si todo esto es así, el rey luchó contra la decisión gubernamental –una potestad cósmica de los gobiernos en monarquía y una dinámica establecida en la CE78, con cuyo lomo tanto se nos ha arreado en la frente–, a través de filtraciones desde mediados de semana, para dibujar el hecho de que el Gobierno no le permitía una actividad escolar en BCN, y a través de las declaraciones que hizo Lesmes en el acto, citando al rey. El rey, vamos, no entendió, nuevamente, la neutralidad de la institución. Ni la neutralidad hipotética del Poder Judicial. Ni la monarquía constitucional. Y selló, estéticamente, un bloque con el Judicial. Un bloque netamente antigubernamental, visualizado en la invitación de un vocal del PP, al final del acto, a proferir un viva al rey. Un tanto obsceno. Los jueces, si bien pueden, no deben gritar vivas. Al Betis. O al rey. Los jueces no deben gritar, en general.

La situación se enturbia. Más. El Poder Judicial, en el que prima el constitucionalismo –dos partidos y pico, y una de las dos ultraderechas disponibles en la sala, fundamentada en una lectura preconstitucional de la CE, y en la potenciación del nacionalismo–, gana la intensificación de su asociación con el Jefe del Estado, que da estética neutral a un posicionamiento radical y que acota la democracia. Todo ello en la semana que se apuntan soluciones, vía indulto o reforma legal, para canalizar el conflicto cat. El rey, a su vez, sella una relación con un estamento muy valioso en caso de que se confirme la corrupción estructural de la institución, a través de una política extractiva tan intensa que le hace fatalmente necesaria la permanencia, la posesión de la irresponsabilidad jurídica.
Crisis económica, crisis social, crisis sanitaria, crisis democrática y de Régimen, un Judicial fuerte, que parece ver en la socialdemocracia moderada y en un patriotismo laxo un gran enemigo. Y, al fondo, crisis Picasso. ¿Qué puede salir mal?






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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo) y de 'Caja de brujas', de la misma colección
 
La realidad es que el flip ye tonto. Sabe perfectamente que toda su agenda debe estar refrendada por el gobierno. Pero no.....No esperó a que el gobierno le autorizase ir al acto. Y...el nene montó en pataleta llamando al Lesmes, (que con su actitud se ha situado fuera de la democracia al decir que el Poder Judicial tiene una relación especial con la monarquia. Lo cual significa que no es independiente). Y el Flip con la llamada queriendo demostrar "el que mando soy yo y porque me da la gana. L'état c'est moi " Pues no, no estamos en el siglo XVII, ni él es Luis XIV, ni es el rey sol, ni estamos en el absolutismo.

Ha pateado la constitución, ha pateado la "democracia" y ha tirado al vater la monarquia constitucional y ha demostrado que el poder judicial NO ES INDEPENDIENTE.
 
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