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Cualquier persona nacida después del 1 de enero de 2009 tendrá prohibido comprar tabaco en Reino Unido. Prohibición de por vida, gracias a una ley, criticada por los propios conservadores, y apoyada por la oposición
Fumar mata. Desde 2003, lo advierten las propias cajetillas de tabaco. Y por si no quedaba suficientemente claro, desde 2017 el mensaje también se acompaña con unas (más que desagradables) fotografías sobre los efectos que produce la nicotina en el organismo, tanto para el que consume como para los que están a su alrededor. Las imágenes no son pequeñas. Por ley deben cubrir el 65% de la superficie de la cajetilla. En definitiva, los ciudadanos tienen información más que suficiente, pero son muchos los que, aun así, optan libremente por seguir con un cigarro en la mano. Pero ¿se puede hablar de libertad cuando existe una adicción? ¿Debe intervenir el Gobierno cuando esa adicción cuesta a la economía 20 mil millones de euros al año? ¿Deben costear los no fumadores el tratamiento para dejarlo a los fumadores? ¿Es peligroso cuando el 'Papá Estado' dice lo que se puede y no se puede hacer?
Este es el debate que existe en Reino Unido después de que el primer ministro conservador Rishi Sunak se haya marcado el gran reto de crear la primera "generación libre de humo". Para ello, cualquier persona nacida después del 1 de enero de 2009 tendrá prohibido comprar tabaco. En definitiva, los menores que hoy tienen 15 años —la llamada "Generación Alfa"— nunca podrán adquirir un paquete de cigarrillos. Nunca. Prohibición de por vida.
La medida entrará en vigor en 2027 (cuando los jóvenes ahora con 15 años cumplan 18). La edad legal para comprar tabaco se aumentará un año cada doce meses, por lo que, básicamente, se está prohibiendo la venta de tabaco a las nuevas generaciones.
Este es el objetivo que busca el proyecto de ley de Tabaco que se tramita en Westminster y ha tenido este martes el primer debate y votación en la Cámara de los Comunes. La prohibición no se extenderá a los productos de vapeo. Pero sí impondrá algunas restricciones nuevas al restringir los sabores disponibles y regular el empaquetado para que sea menos atractivo para los niños. El número de menores que vapea se ha triplicado desde 2021.
Al contar con el respaldo de la oposición, se espera que el proyecto de ley se convierta en normativa antes de las elecciones previstas para finales de año. Será el legado más importante que deje Sunak: convertir al Reino Unido en el país más restrictivo del mundo con los fumadores.
"No se trata de criminalizar a quienes fuman ni de impedir que cualquiera que fuma actualmente lo haga. Fumar nunca será ilegal y, si actualmente alguien fuma legalmente, los minoristas podrán seguir vendiéndole cigarrillos y otros productos de tabaco", defiende un portavoz del Gobierno. "Pero ningún padre quiere que su hijo empiece a fumar. Se trata de proteger a las generaciones futuras de los daños del tabaco, salvando miles de vidas y miles de millones para el Sistema Nacional Público de Salud", añade.
"Se trata de proteger a las generaciones futuras de los daños del tabaco"
Fumar cuesta a la economía y a sociedad británica 17 mil millones de libras al año (alrededor de 20 mil millones de euros), lo que, según las autoridades, "supera con creces los ingresos anuales que recibe el Tesoro por los impuestos sobre los productos del tabaco". Según las cifras oficiales, prohibir fumar supondrá un coste neto para el Tesoro de alrededor de 9 mil millones de euros por año.
El Gobierno defiende que el tabaco es el responsable de una pérdida anual de productividad de 17 mil millones de euros, debido a la pérdida de ingresos relacionada, entre otros, con el desempleo y muerte prematura, así como costos para el Sistema Nacional de Salud de 5 mil millones de euros. Esto equivale a los salarios anuales de más de medio millón de enfermeros, 390.000 médicos de cabecera, 400.000 agentes de policía o 400 millones de nombramientos de médicos de cabecera.
Las multas inmediatas que el Gobierno impondrá para los establecimientos que violen la ley serán de 100 libras. Esto se suma a una multa máxima de 2.500 libras que los tribunales ya pueden imponer. Las autoridades locales retendrán el 100 % de los ingresos para reinvertirlos en la aplicación del proyecto de ley y otros controles existentes sobre el tabaco y el vapeo.
Nueva Zelanda tenía planes similares para conseguir su 'generación sin humos', pero recientemente los abandonó debido a presiones políticas. En Londres, el primer ministro también se está encontrando con oposición. Y no precisamente por parte de los laboristas, sino de sus propias filas conservadoras.
El que fuera inquilino de Downing Street, Boris Johnson, asegura que es una idea "absolutamente descabellada". "Cuando miro algunas de las cosas que estamos haciendo ahora o que se están haciendo en nombre del conservadurismo, creo que son absolutamente una locura. Estamos prohibiendo los cigarros. ¿Cuál es el punto de prohibir? El partido de Winston Churchill quiere prohibir los cigarros... Donnez moi un break, como dicen aquí en Quebec", recalcó recientemente en un evento en Canadá.
Por su parte, Liz Truss —cuyo gobierno apenas duró 49 días— denuncia que "un gobierno conservador no debería buscar ampliar el estado niñera". "Solo brinda socorro a quienes desean restringir la libertad", matiza.
El proyecto de ley fue aprobado en la Cámara de los Comunes el martes por 383 votos a favor frente a 67 en contra, por lo que pasa ahora a la Cámara de los Lores. Para evitar la imagen de rebelión que habría mermado aún su autoridad, el primer ministro decidió dar a los suyos libertad de voto. No hubo tantos críticos como predecían los rotativos, pero varios parlamentarios conservadores sí mostraron su oposición. Todas las encuestas vaticinan el fin de la era `tory´ para las próximas generales, por lo que hay que ir preparando posiciones para las primarias.
Entre los críticos, se encuentra Simon Clarke, quien recalcó que era mucho mejor centrarse en la educación y el sistema fiscal para disuadir a los jóvenes de fumar, en lugar de imponer una prohibición total. "Se corre el riesgo de crear un mercado negro y también de crear un problema inmanejable para las autoridades", matizó. Pero el Ejecutivo defiende que "la historia demuestra que las medidas específicas de control del tabaco tienen un impacto positivo a la hora de abordar los problemas del tabaco ilícito".
"Cuando la edad para fumar aumentó de 16 a 18 años, el número de cigarrillos vendidos de manera ilegal se redujo en un 25%", recalca el portavoz del Ejecutivo.
"Cuando la edad para fumar aumentó de 16 a 18 años, el número de cigarrillos vendidos de manera ilegal se redujo en un 25%"
Por otra parte, Clark, que es también director del grupo de derechos de los fumadores de Forest, denunció que la "prohibición infantilizará a las futuras generaciones de adultos". "Cuando tienes 18 años eres legalmente un adulto y debes ser tratado como tal. A los 18 años puedes conducir un coche, alistarte en el ejército, poseer una tarjeta de crédito, comprar alcohol y votar, por lo que también deberías poder comprar cigarrillos y otros productos de tabaco. No se trata de proteger a los niños. La edad legal para la venta ya es 18 años, por lo que si se quiere evitar que los niños fumen, la respuesta es tomar medidas enérgicas contra los vendedores ilícitos, no contra los adultos que deciden fumar libremente", explicó.
Sin embargo, el doctor Chris Witty, director médico del Gobierno, recalcó que "es un problema de salud realmente grave y que la gran mayoría de los fumadores desearían no haber empezado nunca, pero se vuelven adictos a una edad temprana y luego quedan atrapados, por lo que es la adicción lo que les priva de una elección".
El consumo de tabaco es actualmente la principal causa de muerte prevenible en Reino Unido. Mata a dos tercios de los consumidores a largo plazo y provoca 80.000 muertes cada año. Asimismo, casi cada minuto en Inglaterra, un paciente ingresa en el hospital con una enfermedad relacionada con el tabaco, como dolencias cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer de pulmón.
Fue en 2019 cuando el Ejecutivo británico se comprometió a acabar con el tabaquismo para 2030, lo que significa que el número de fumadores de Reino Unido debe ser inferior al 5%. Pero la campaña no tuvo el éxito que esperaba. En 2021 se estimaba que había un 14,1% de fumadores en Reino Unido y en 2023 un 13%.
'Swap to Stop'
Para acercarse a su objetivo, a principios de este año lanzó 'Swap to Stop' (Vapear para Parar). El programa consiste en dar vaporizadores gratuitos a las personas que quieran dejar de fumar. En enero, se comenzaron a entregar los primeros 259.000 vaporizadores a las autoridades locales de todo el país para distribuirlos en los centros y farmacias con programas para ayudar a los adictos al tabaco. Con la nueva ley, el Ejecutivo asegura que las tasas de tabaquismo entre las personas de entre 14 y 30 años podrían ser cercanas a cero para 2040.Médicos, expertos en salud pública, organizaciones benéficas contra el cáncer y Gobierno coinciden en que, según la evidencia actual, los cigarrillos electrónicos conllevan menos riesgo que el tabaco. Desde 2015, la industria del vapeo promociona sus productos asegurando que son "al menos un 95% menos dañinos que los cigarros".
La cifra corresponde a un estudio independiente encargado por las autoridades. Pero aún se están recopilando pruebas sobre los posibles riesgos para la salud del vapeo.
La ministra de Sanidad, Victoria Atkins, señaló que "demasiadas personas conocen a alguien cuya vida se ha visto truncada trágicamente o cambiado irreversiblemente a causa del tabaco". "A pesar de los importantes avances, sigue siendo la mayor causa de muerte evitable en Reino Unido. Este proyecto de ley salvará miles de vidas, aliviará la presión sobre nuestro Sistema Nacional de Salud y mejorará la productividad de Reino Unido", enfatizó.
Según una encuesta de YouGov, encargada por el grupo de campaña Acción sobre el Tabaquismo y la Salud (ASH), tres cuartas partes (76%) de los británicos apoyan el principio de crear una generación libre de humo y sólo un 9% se opone.
De los 74 países de todo el mundo con políticas antitabaco, Irlanda fue el primero en prohibir fumar en todos los lugares de trabajo e interiores, en 2004. Los países con restricciones notables para fumar incluyen México, que tiene prohibiciones de fumar en playas, parques y algunos hogares. Por su parte, Portugal aspira a ser un país libre de humo para 2040, con planes para prohibir la venta de productos de tabaco en bares y cafeterías. Mientras tanto, Canadá se convirtió en el primer país en exigir que se impriman advertencias sanitarias en cada uno de los cigarrillos de manera individual. Según la Organización Mundial de la Salud, más de una cuarta parte de la población mundial está cubierta por prohibiciones de fumar en espacios públicos.
