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Tal cual en mi casa. Y yo soy la última de los últimos. En tierra de nadie es poco. Pero lo mismo, con su dinero pueden hacer lo que quieran.Mi familia dista bastante de ser un ejemplo de armonía, amor y fantasía. De hecho mis padres son unos padres tóxicos de manual y han tenido siete hijos. La parte buena es que estamos desperdigados por el mundo unos lejos de otros y así es más fácil mantener el contacto cordial y tener una buena relación pese a todo. Y diferencias entre los hijos, a todos los niveles y de todos los tipos, económicas, de trato, emocionales, sentimentales, etc, ha habido siempre. Yo soy la penúltima y siempre he estado en tierra de nadie y te aseguro que no soy un ser de luz, pero jamás he reprochado ni reprocharé las ayudas (o no ayudas), la inmensa mayoría de las veces sin que fuera una necesidad que les han brindado a una parte de mis hermanos; y el día que se mueran mis padres me importa entre poco y nada lo que me dejen, si es que me dejan algo y si es más, menos o nada que al resto. Siempre he considerado que con su patrimonio, su dinero y sus historias pueden hacer lo que les venga en gana.
A mi lo que si que me hubiera gustado es que nos hubieran querido lo mismo a todos.
Por ejemplo, a mi nunca me han felicitado unas notas porque siempre sacaba buenas notas... Y a mis hermanos cada vez que traían una o dos suspensas era una fiesta porque no eran 7-8... Ese tipo de detalles si que me hubiera gustado que fueran diferentes.
Ese orgullo de ir a ver a tus hijos jugar al fútbol, a mi nunca vino nadie a verme nadar, por ejemplo. Y también llegué a competir.
Mirar a la grada y ver qué todas tienen a sus familias mirando salvo tú...
El dinero? El dinero no es nada. Es papel pintado.
Pero bueno, es que además, en este caso, al que podría molestarle que es al marido le da igual, pues su señora, si lo quiere y lo respeta, debería callarse.
No es su dinero, ella no tiene nada que opinar ahí.