Octubre 30: S.M. la Reina Asistencia Conferencia Mundial de las OMS sobre contaminación. Suiza


Pero era ella. Con una napia y una mandíbula que sobresalían, cms y cms, pero era ella. Vulgar y cursi pero parecía una mujer.
Ahora es un rejunte de plástico y postizos. Tan vulgar como antes pero inexpresiva y artificial.
Hoy pretende parecer sería, formal tipo ejecutiva. Pero igual la caga. Una falda enorme, una chaqueta que le baila, una camisa escotada que ameritaria un collar o un foulard al cuello. Monocrómica, insulsa.
Opaca, gris. Pelucón color ratón de campo, sin cepillar. La gente pasa de ella, sin embargo no pierde su expresión de perdonavidas.
Pero agradezcamos que, al menos hoy, no ha ido tipo embutido sexy. Con sus modelos condón ni colores estridentes ni pintada como una cabaretera.
Otra aparición para el olvido.
 
Pero era ella. Con una napia y una mandíbula que sobresalían, cms y cms, pero era ella. Vulgar y cursi pero parecía una mujer.
Ahora es un rejunte de plástico y postizos. Tan vulgar como antes pero inexpresiva y artificial.
Hoy pretende parecer sería, formal tipo ejecutiva. Pero igual la caga. Una falda enorme, una chaqueta que le baila, una camisa escotada que ameritaria un collar o un foulard al cuello. Monocrómica, insulsa.
Opaca, gris. Pelucón color ratón de campo, sin cepillar. La gente pasa de ella, sin embargo no pierde su expresión de perdonavidas.
Pero agradezcamos que, al menos hoy, no ha ido tipo embutido sexy. Con sus modelos condón ni colores estridentes ni pintada como una cabaretera.
Otra aparición para el olvido.
Debe haber digerido mal los comentarios sobre su aspecto sexy de las últimas apariciones, o mejor dicho, alguien le ha señalado que no es para presentarse a las conferencias con vestido rojo ajustado, tacones de aguja y maquillaje de cóctel, y ella se presenta así, disfrazada de profesional sin recursos, con esa cara de estreñida.
 
Pero era ella. Con una napia y una mandíbula que sobresalían, cms y cms, pero era ella. Vulgar y cursi pero parecía una mujer.
Ahora es un rejunte de plástico y postizos. Tan vulgar como antes pero inexpresiva y artificial.
Hoy pretende parecer sería, formal tipo ejecutiva. Pero igual la caga. Una falda enorme, una chaqueta que le baila, una camisa escotada que ameritaria un collar o un foulard al cuello. Monocrómica, insulsa.
Opaca, gris. Pelucón color ratón de campo, sin cepillar. La gente pasa de ella, sin embargo no pierde su expresión de perdonavidas.
Pero agradezcamos que, al menos hoy, no ha ido tipo embutido sexy. Con sus modelos condón ni colores estridentes ni pintada como una cabaretera.
Otra aparición para el olvido.
Ahora me explico la cara que lleva el Jelipe en los últimos años,y esa mirada de perdonavidas.Se siente frustrado en la decisión que tomó en su momento.El eligió a una mujer con su nariz,su cara sus ojos y resulta que se ha transformada en otra distinta y está hecho un lío,parece que esta no le gusta ni un pimiento.por eso mira a los que le rodean de esa guisa."Ya se que me miráis como a un gilipollas,y a lo peor hasta lo soy,pero vosotros a callar,que ya bastante tengo con cargar con este error garrafal,No me lo hagáis más difícil".
 
De acuerdo en que hoy va discreta, sin colores estridentes ni pintada como una puerta.
Pero sigue sin acertar en el vestuario.... Esas botas que no se ve a donde le llegan y con esos taconazos de infarto, como se caiga se estropea la napia recién estrenada por centésima vez. El escote hasta el ombligo y la falda le queda grande por los 4 costados, parece un trapo atado a la cintura.

Lo de siempre.... De donde no hay, no se puede sacar nada.
 

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