OP
pilou12
Guest
52
El doctor Bentsen llevaba gruesos calcetines negros con ligas, que nunca se quitaba mientras " hacia el amor"; ahora, mientras enfundaba sus piernas con ligas en unos pantalones de sarga azul con los fondillos brillantes, dijo:
-- Vamos a ver. Mañana es martes . El miércoles es nuestro aniversario...
-- ¿ Nuestro aniversario ?
-- ! El de Thelma! Nuestro vigésimo . Quiero llevarla a ... Dime, ¿ cual es ahora el mejor restaurante por aquí?
-- ¿ Y que importa? Es muy pequeño y elegante , y el dueño jamás te daría mesa.
Su falta de sentido del humor se confirmó:
-- Esa es una afirmación muy extraña. ¿ Qué quieres decir con que no me daría mesa?
--Exactamente lo que he dicho. No hay más que mirarte para darse cuenta de que tienes pelos en los talones. Ese es uno de ellos.
El doctor Bentsen estaba al tanto de su costumbre de emplear jerga poco familiar, y había aprendido a simular que comprendía su significado; él se encontraba tan fuera del ambiente de ella como ella del suyo, pero la veleidosa flaqueza de su carácter no le permitía reconocerlo.
-- Bueno, entonces -- dijo él --, ¿ está bien el viernes ?
¿ Sobre las cinco?
Ella le dijo:
-- No, gracias --él se estaba haciendo el nudo de la corbata y se detuvo; ella seguía echada en la cama, destapada, desnuda; Fred cantaba By Myself --. No, gracias querido doctor B. Creo que nunca más nos veremos aquí.
Ella notó que se había alarmado.
Musica para camaleones - Truman Capote
El doctor Bentsen llevaba gruesos calcetines negros con ligas, que nunca se quitaba mientras " hacia el amor"; ahora, mientras enfundaba sus piernas con ligas en unos pantalones de sarga azul con los fondillos brillantes, dijo:
-- Vamos a ver. Mañana es martes . El miércoles es nuestro aniversario...
-- ¿ Nuestro aniversario ?
-- ! El de Thelma! Nuestro vigésimo . Quiero llevarla a ... Dime, ¿ cual es ahora el mejor restaurante por aquí?
-- ¿ Y que importa? Es muy pequeño y elegante , y el dueño jamás te daría mesa.
Su falta de sentido del humor se confirmó:
-- Esa es una afirmación muy extraña. ¿ Qué quieres decir con que no me daría mesa?
--Exactamente lo que he dicho. No hay más que mirarte para darse cuenta de que tienes pelos en los talones. Ese es uno de ellos.
El doctor Bentsen estaba al tanto de su costumbre de emplear jerga poco familiar, y había aprendido a simular que comprendía su significado; él se encontraba tan fuera del ambiente de ella como ella del suyo, pero la veleidosa flaqueza de su carácter no le permitía reconocerlo.
-- Bueno, entonces -- dijo él --, ¿ está bien el viernes ?
¿ Sobre las cinco?
Ella le dijo:
-- No, gracias --él se estaba haciendo el nudo de la corbata y se detuvo; ella seguía echada en la cama, destapada, desnuda; Fred cantaba By Myself --. No, gracias querido doctor B. Creo que nunca más nos veremos aquí.
Ella notó que se había alarmado.
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