Muerte en Arabia Sadudí del periodista Yamal Jashogi

Pues nada, oyes, pasamos a otra cosa. Aunque sea crítico con un régimen asesino como en el fondo también pertenece a él pues tiene lo que se merece. Y creo que en la creación del ISIS además de los sauditas también occidente tiene bastante que decir...

hombre, tanto como lo que se merece ... nadie se merece eso.

y sí, puedes entender el régimen en sentido estricto como el régimen de los Al Saud, o en sentido más amplio, para incluir a los cómplices y cooperadores necesarios.
 
¿Qué escribió Jamal Khashoggi para irritar a la monarquía saudí?

En sus columnas más recientes, el periodista desaparecido dirige sus críticas al príncipe heredero y se compromete con la libertad del mundo árabe

JOSÉ MANUEL ABAD LIÑÁN
Madrid 18 OCT 2018 - 21:19 CEST

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Jamal Khashoggi, en Davos (Suiza) en 2011.
En vídeo [hay que ir al artículo], declaraciones de la editora de Opinión del 'Washington Post' sobre el columnista el pasado 10 de octubre. VIRGINIA MAYO (AP) / VÍDEO: REUTERS-QUALITY

"Recibí esta columna del traductor y ayudante de Jamal Khashoggi el día después de que se supiera de su desaparición en Estambul. El Post decidió aplazar su publicación porque confiábamos en que Jamal se pusiera en contacto con nosotros y así, editarla juntos". Quien así se expresa es Karen Attiah, la editora del periodista saudí que, según la policía turca, fue asesinado en el consulado saudí de Estambul el 2 de octubre. Su nota encabezaba este miércoles la última colaboración de Khashoggi en su sección habitual, Global Opinions, en The Washington Post. "Esta columna recoge perfectamente su compromiso y pasión por la libertad en el mundo árabe. Una libertad por la que parece que él ha dado su vida", añade Attiah.

Khashoggi había respaldado en anteriores textos decisiones de la corte saudí, como su intervención inicial en Yemen o la diversificación de la economía. Considerado generalmente como un periodista crítico pero no un disidente, adoptó un tono más duro después de su decisión de abandonar el país, hace algo más de un año, especialmente en sus colaboraciones en el Post, que empezaron en septiembre de 2017.

En su última colaboración, Lo que el mundo árabe necesita es más libertad de expresión, no se encuentran referencias explícitas al príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, que sin embargo ha aparecido en casi todos sus textos de este año. En su lugar, Khashoggi recoge menciones a una de sus habituales bestias negras: la falta de libertad en el mundo árabe. "Los árabes [con la excepción de Túnez] o no reciben información o están mal informados. No pueden abordar adecuadamente y mucho menos debatir en público, las cuestiones que afectan a la región y a su vida diaria".

No repara en alusiones a enemigos acérrimos de Arabia Saudí, como Catar. "El Gobierno catarí mantiene su apoyo a la cobertura de las noticias internacionales, a diferencia de los esfuerzos de sus vecinos de mantener el control de la información en apoyo del viejo orden árabe".

Irán, el gran rival de los saudíes en Oriente Próximo, también aparece en boca de Khashoggi a menudo. En una de sus columnas, ¿Por qué debería el príncipe heredero preocuparse por las protestas en Irán?, celebra las manifestaciones populares del último año contra el régimen de los ayatolás, una celebración que, insinúa, comparte el régimen saudí. A pesar de eso, aprovecha para asaetearlo con una crítica directa: "Ha llegado el momento de que MBS [Mohamed bin Salmán] se libere de su miedo a la democracia y la verdadera Primavera Árabe, y también de sus preocupaciones, justificadas, del expansionismo iraní [en el mundo musulmán]". "¿Qué puede impedir que los saudíes piensen que esa celebración de la libertad, la democracia y la justicia apoyadas por el Estado está reservada a los iraníes?", se preguntó.

Al hilo de las protestas, Khashoggi zahería a la monarquía saudí: "Después de fallar en su intento de cortocircuitar el acuerdo nuclear iraní, y con Irán dominando los conflictos de Yemen, Irak, Siria y Líbano, Arabia Saudí tiene un aliado nuevo e inesperado: el pueblo iraní".

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El periodista abordó también los "errores" de Arabia Saudí en la vecina guerra de Yemen. En una de sus frases reúne a varios enemigos de los saudíes en una única línea: "La continuación de la guerra [entre los yemeníes] dará validez a aquellos que dicen que Arabia Saudí está haciendo allí lo que el presidente sirio Bachar el Asad, los rusos y los iraníes están haciendo en Siria".

No dudó en mencionar de continuo a colegas encarcelados por sus ideas y reivindicaciones. "El equipo de comunicación del príncipe heredero en la corte ha castigado, y lo que es peor, intimidado a todo el que disiente", afirmó en febrero. Criticó el encarcelamiento de Samar Badawi,activista de los derechos de las mujeres y hermana del bloguero Raif Badawi, condenado en 2014 a 10 años de cárcel y a 1.000 latigazos por “insultos al islam”. La detención de la activista abrió una crisis diplomática con Canadá, que protestó por la decisión judicial y cuyo embajador terminó siendo expulsado de Arabia Saudí.

“Hoy los ciudadanos saudíes ya no entienden la lógica que subyace en la ola incesante de detenciones", afirmó. "Esos arrestos arbitrarios han empujado a muchas personas al silencio y a otras incluso a abandonar discretamente el país [...] Hay un modo mejor de que el reino evite las críticas de Occidente: simplemente, que libere a los activistas por los derechos humanos y que interrumpa las detenciones innecesarias que han perjudicado la imagen de Arabia Saudí”.

También aludió a los grandes proyectos constructivos apoyados por la monarquía saudí: "Si [Bin Salmán] ayudara a la gente corriente a reconstruir sus vidas en sus casas y ciudades actuales, y les diera mejores escuelas, formación profesional, carreteras y saneamientos, se daría cuenta de que puede que no necesite levantar ciudades de ensueño lejos del desierto".

Khashoggi también alabó a Bin Salmán cuando consideraba que actuaba de manera oportuna. Así lo hizo cuando se permitió por fin que las mujeres condujeran coches: “El príncipe heredero [...] merece reconocimiento por buscar una conclusión correcta para la cuestión. Cuando dirigentes anteriores a él se resistieron a abordar el asunto, él lo afrontó e hizo lo correcto para Arabia Saudí”. Pero enseguida rebajaba el mérito: "[Lujain al Hathlul, activista por los derechos de las mujeres] le permitió al príncipe heredero llevarse todo el crédito de que se levantara de la prohibición de que las mujeres conduzcan". Al punto, reivindicaba la libertad de ella y otras mujeres presas. “Espero que [Bin Salmán] no olvide las actuaciones valientes de cada saudí que dedicó sus esfuerzos en pro de la libertad y la modernización. Debería ordenar la liberación de Hathlul, Aziza al Yusef, Eman al Nafjan y el resto de las valientes mujeres que hicieron campaña por el derecho de las mujeres a conducir”.

El periodista abundó en sus columnas acerca de esos arrestos. "Se nos pide que abandonemos cualquier esperanza de libertad política, que nos callemos acerca de las detenciones y de las prohibiciones de viajar que penden no solo sobre los críticos, sino también sobre sus familias", aseguraba, para afirmar después: "Se espera que aplaudamos con entusiasmo las reformas sociales y que cantemos las alabanzas del príncipe heredero y, al tiempo, que evitemos cualquier referencia a los saudíes que se atrevieron a abordar estos problemas hace décadas".

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Mostró cierto escepticismo con el alcance de algunas medidas, como la reapertura de los cines en Arabia Saudí, cerrados desde finales de los setenta. “¿Tenemos que escoger entre que haya cines y nuestros derechos como ciudadanos para expresarnos, sea para apoyar o para criticar la acción de nuestro Gobierno?", se preguntaba. "A mí se me ha dicho que tengo que aceptar, con gratitud, las reformas sociales que he reclamado desde hace mucho tiempo y que a la vez me calle sobre otras cuestiones, que van desde el atolladero de Yemen, las apresuradas reformas económicas, el bloqueo a Catar,los debates sobre una alianza con Israel en contra de Irán y el encarcelamiento de decenas de intelectuales y clérigos saudíes del último año".

"A esa decisión me enfrentaba cada mañana desde junio pasado, cuando dejé Arabia Saudí por primera vez desde que el Gobierno me mandara callar durante seis meses”, aseguraba en el mismo texto. En el último publicado, sentenciaba: "El mundo árabe afronta su propia versión del telón de acero". Ahora, como una involuntaria herencia suya, abogaba por crear para los oyentes musulmanes una especie de Radio Free Europe, la emisora financiada por Estados Unidos que emitía para los países comunistas durante la Guerra Fría.

El apellido Khashoggi pertenece a una estirpe de origen turco bien relacionada en Arabia Saudí. Su patriarca, Mohamed Khashoggi, fue médico personal del rey Abdulaziz Bin Saud, fundador de la moderna Arabia Saudí. Algunos de los miembros más destacados de la familia han sido el traficante de armas Adnan Khashoggi o la escritora Samira Khashoggi, madre del multimillonario egipcio Dodi al Fayed, novio de la princesa Diana de Gales.

Jamal Khashoggi, como su abuelo, mantenía una excelente relación con la élite saudí: fue consejero del príncipe Turki al Faisal, exjefe de la inteligencia saudí, durante su etapa como embajador en Londres. Pero también hablaba de manera franca y directa -como explica la corresponsal de EL PAÍS Ángeles Espinosa, que lo conocía personalmente- y eso le hizo caer en desgracia y lo llevó al exilio. Su conocimiento de los entresijos de la política saudí hacía que sus columnas en el Post doliesen aún más en Riad.

https://elpais.com/internacional/2018/10/18/actualidad/1539850695_866027.html

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Las claves de la desaparición de Jamal(..)
https://elpais.com/internacional/2018/10/16/actualidad/1539680827_619039.html

Las claves de la desaparición de Khashoggi: una sierra, 15 saudíes y un dudoso registro

El caso del periodista crítico con el régimen saudí, cuyo rastro se perdió hace dos semanas, ha abierto una crisis diplomática que implica a Riad, Ankara y Washington


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¿Por qué es [era] importante Jamal(..)?
https://elpais.com/internacional/2018/10/10/actualidad/1539178807_608830.html

Un Apple Watch, un ‘jet’ privado y unos vídeos: las últimas pistas sobre el periodista Jamal Khashoggi

Reconstrucción de los hechos que rodean la misteriosa desaparición del saudí, crítico con el príncipe heredero

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[hay videos en todos los enlaces]
 
Última edición:
por el enseñamiento tiene pinta de un ajuste de cuentas (por dinero o revelación de secretos o traición o lo que fuere). el tipo formaba / formó parte de la inteligencia saudí. También puede que se tratara de una interrogación (con tortura) que acabó mal, pero me pega mas lo primero. como no creo que vayan a contar nunca la verdad, toda la verdad y nada mas que la verdad, pues toca especular.

alguna historia pergeñarán y corramos un estúpido velo.
 
El relato turco de un descuartizamiento salvaje

Medios locales reconstruyen el cruel asesinato de Khashoggi en el consulado saudí a partir de unas grabaciones

Estambul 18 OCT 2018 - 15:53 CEST



La policía turca se prepara para entrar en la residencia del cónsul saudí en Estambul. En vídeo, declaraciones de Donald Trump, presidente de EE UU, sobre el caso.EMRAH GUREL (AP) / VÍDEO: REUTERS / EPV

El periodista Jamal Khashoggi entró en el consulado de Arabia Saudí en Estambul el pasado 2 de octubre para recoger unos papeles y nadie volvió a verle vivo. Una cámara registró su entrada en la legación diplomática y, según apuntan los medios turcos, existe también un documento de audio que revelaría con toda crudeza que fue torturado y asesinado. Según el rotativo turco Yeni Safak, de línea oficialista, a Khashoggi “le cortaron los dedos de la mano” mientras aún estaba vivo y, finalmente, fue “degollado”.

El mismo día de la desaparición del periodista, crítico con la monarquía saudí, voló a Estambul un grupo de 15 saudíes de los servicios secretos y el ejército. La policía turca, que ya registró el consulado en busca de pruebas, también ha entrado este miércoles en la residencia del cónsul saudí, Mohamed Al Otaibi, quien abandonó Turquía el martes.

El caso Khashoggi se ha convertido ya en una crisis en la que Riad, Washington y Ankara, principalmente, juegan sus cartas en un baile diplomático en el que alternan sonrisas ante las cámaras con advertencias y presiones fuera de los focos. El asunto amenaza con dañar la reputación del príncipe heredero Mohamed bin Salmán (MBS), hombre fuerte de la monarquía de Arabia Saudí, quien ya había capeado otras polémicas por la represión de la disidencia interna, la implicación en la devastadora guerra de Yemen o el bloqueo a Qatar. Esta es la reconstrucción de la brutal y turbia crisis del caso.

Los hechos probados

Jamal Khashoggi procede de una importante familia bien conectada dentro de la élite saudí. Él mismo ocupó importantes cargos, pero cayó en desgracia por sus críticas al príncipe heredero y tuvo que exiliarse en 2017. Desde entonces vivía a caballo entre Estados Unidos, donde colaboraba con The Washington Post, y Turquía, donde reside su prometida, Hatice Cengiz.

El pasado 28 de septiembre, el periodista saudí entró en el consulado de su país en Estambul para solicitar un certificado de estado civil, necesario para contraer matrimonio.

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Las autoridades consulares le trataron correctamente —según ha explicado Cengiz─, pero le instaron a volver la semana siguiente, cuando tendrían listo el documento. El día de la cita fue el 2 de octubre: a las 13.14, hora local. Las cámaras de seguridad fuera del consulado lo registran entrando a la legación diplomática. Y esa es la última prueba de Khashoggi con vida.

Ese mismo día, en tres vuelos diferentes, llegaron a Estambul 15 saudíes pertenecientes a los servicios secretos, a las Fuerzas Armadas o ligados a la seguridad de la casa real, según información de la policía turca filtrada a los medios. Las cámaras captaron a parte de estos hombres entrando en el consulado una hora antes de la llegada de Khashoggi y saliendo en varios vehículos tres horas después, algunos con dirección a la residencia del cónsul saudí.

La misteriosa grabación del asesinato

Según el diario turco Sabah, se trataba de un “equipo de ejecutores” que llegó a Estambul para matar a Khashoggi. De hecho, fuentes turcas han asegurado a varios medios disponer de un documento de audio que demostraría cómo Khashoggi fue asesinado de forma salvaje. El rotativo turco Yeni Safak, de línea oficialista, es el único medio que, por el momento, asegura haber tenido acceso a dicha grabación. Siempre según la información de este periódico, dirigió la operación Salah Mohamed Al Tubaigy, un experto forense de la Dirección General de Seguridad saudí. Khashoggi fue interrogado y, después, “se le cortaron los dedos de la mano” mientras aún estaba vivo, para ser finalmente “degollado”. El cónsul saudí, Mohamed Al Otaibi, se quejó de lo que estaba sucediendo.

"Haced esto en otro lado. Me vais a meter en problemas", afirma el rotativo que se le escucha decir. A lo que el forense responde: "Si quieres seguir vivo cuando regreses a Arabia Saudí, cállate".

“Se oyeron gritos horrendos”, publica también Middle East Eye, un medio cercano a Qatar que cita a una fuente turca que habría escuchado la grabación. Los gritos habrían cesado cuando se le administró a Khashoggi algún tipo de narcótico. En total, Khashoggi habría aguantado con vida siete minutos de tortura. Después, el forense comenzó a despedazar el cuerpo mientras escuchaba música por unos auriculares. “Cuando hago este trabajo, escucho música. Deberías hacerlo también”, dice Tubaigy a los compañeros en la grabación, según Middle East Eye.

Guerra de filtraciones

Muchos se preguntan por qué Turquía no publica la grabación, ya que supondría una prueba definitiva del asesinato. La respuesta más plausible es que la grabación, si existe, fue hecha por cauces fuera de la legalidad, probablemente a través de micrófonos ocultos o utilizando algún empleado saudí como agente doble de los servicios secretos turcos.

Desde el inicio, fuentes del Gobierno de Ankara han hecho filtraciones a la prensa y a los allegados de Khashoggi: ya cuatro días después de su desaparición decían que había sido asesinado en el consulado, más tarde que había sido descuartizado con un serrucho, posteriormente que había una grabación que lo demostraba. En cambio, en público, las autoridades turcas se niegan a comentar estos extremos y piden esperar a los resultados de la investigación. Quien más se ha acercado a reconocer la existencia de indicios concluyentes ha sido el ministro del Interior, Süleyman Soylu, quien este miércoles, en declaraciones a la agencia de noticias Anadolu, dijo: “Las pruebas son poderosas, pero esto es trabajo de la justicia. La justicia sacará todo esto a la luz”.

¿Por qué actúa Turquía de esta manera? “El Gobierno turco está enfadado porque lo sucedido es una brutal violación de su soberanía y del protocolo diplomático, pero mostrarse demasiado enfadado en público con Arabia Saudí tiene sus riesgos”, sostiene Aaron Stein, autor del libro Turkey's New Foreign Policy, en declaraciones a EL PAÍS: “Es obvio que quien filtra esta información es la propia oficina de [el presidente turco Recep Tayyip] Erdogan para hacer que Arabia Saudí sienta la presión de la comunidad internacional”.

Investigación

Dado que las legaciones consulares son consideradas inviolables conforme a la Convención de Viena para las Relaciones Diplomáticas, la policía turca no pudo registrar el consulado en busca de pruebas hasta recibir el permiso del Gobierno saudí, lo que ocurrió este lunes, casi dos semanas después de la desaparición de Khashoggi, y después de numerosas negociaciones entre Ankara y Riad. Los turcos accedieron antes a trabajar junto a un equipo de agentes saudíes enviados desde su país.

El registro del consulado se inició el lunes mientras que el martes los saudíes hicieron esperar en vano durante horas a los investigadores turcos, que finalmente desistieron de entrar a la residencia del cónsul general al filo de la medianoche. En cambio, este miércoles sí se ha permitido a la policía científica turca acceder al edificio.

El presidente turco explicó el martes que se buscan rastros de “tóxicos”, utilizados, quizás, para disolver y hacer desaparecer el cuerpo del periodista, y también que algunas pruebas habían sido manipuladas “pintando sobre ellas”. Pero la investigación, durante la que se tomaron numerosas muestras y se utilizó el químico luminol para hallar rastros de sangre, sí que logró hallar “ciertas pruebas” del crimen, aseguró una fuente turca a la agencia AP.

Salvar la cara a MBS

Mientras los investigadores turcos se preparaban para entrar en su residencia, el cónsul general saudí en Estambul, Al Otaibi, tomaba el martes un vuelo de regreso a Riad. El Ministerio de Exteriores turco aseguró que no había sido expulsado y tampoco quiso decir que hubiese huido, sino que dio a entender que había sido llamado a consultas por el Gobierno saudí.

Aún se desconoce quién será el que cargue con el muerto. Varios medios estadounidenses han publicado esta semana que Arabia Saudí podría reconocer el crimen pero achacarlo a elementos “incontrolados” dentro de los servicios secretos, que habrían actuado sin el conocimiento de la casa real saudí, lo que permitiría a MBS salvar la cara.

La diplomacia estadounidense también parece estar trabajando en este sentido, con la reciente visita del secretario de Estado, Mike Pompeo, a Riad. El propio presidente de EE UU, Donald Trump, dijo en Twitter que ha hablado con el príncipe heredero y que este “negó cualquier conocimiento de lo ocurrido en el consulado”. Y en una entrevista con AP criticó que se aplique a MBS el “eres culpable hasta que se pruebe tu inocencia”.

Sin embargo, resulta improbable que una actuación de los servicios secretos saudíes de tal calado ocurriese sin el conocimiento de un príncipe que ha demostrado controlar al dedillo lo que ocurre en el Reino del Desierto. De hecho, una investigación de The New York Times ha descubierto que al menos tres de los 15 agentes enviados por Arabia Saudí el 2 de octubre a Estambul forman parte del estrecho círculo de la seguridad personal del príncipe Bin Salmán y que otro ha sido fotografiado junto a él en visitas a Madrid, París, Boston, Houston y Nueva York.

https://elpais.com/internacional/2018/10/17/actualidad/1539791475_026918.html


El caso Khashoggi provoca una desbandada de ejecutivos del ‘Davos del desierto’

Turquía investiga restos químicos y posibles pruebas manipuladas en el consulado saudí

Arabia Saudí, dispuesta a admitir que Khashoggi murió durante un interrogatorio, según medios de EE UU
 
Última edición:
  • ha fallecido uno de los 15 'ejecutores'
  • hubo barbacoa y eso no era nada habitual..

Muere en un accidente de tráfico un implicado en la desaparición de Khashoggi

Mashal Saad al-Bostani formaba parte del comando de quince hombres enviado a Estambul desde Arabia Saudí con la misión exclusiva de interceptar al periodista

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Forenses turcos inspeccionan la residencia oficial del cónsul saudí (Ozan Kose / AFP)

JORDI JOAN BAÑOS
19/10/2018 00:01| Actualizado a 19/10/2018 00:21

Nueva vuelta de tuerca inquietante en el caso Jamal Khashoggi, tras la muerte de uno de los sospechosos de la desaparición forzada del periodista saudí, en el consulado de su país en Estambul. Mashal Saad al-Bostani, un oficial del ejército del Aire saudí, de 31 años, habría perdido la vida en un supuesto accidente de tráfico, en Riad, según el diario turco progubernamental, Yeni Safak. Al Bostani formaba parte del comando de quince hombres enviado a Estambul desde Arabia Saudí y que permaneció menos de veinte horas en Turquía con la misión exclusiva de interceptar al periodista crítico durante su cita programada en el consulado, el pasado dos de octubre.

Mientras tanto, la policía científica turca habría completado su inspección de la residencia oficial del cónsul saudí. En ella habrían recalado varios coches salidos del consulado, en su camino al aeropuerto, en el día de los hechos. Un vecino del cónsul aporta ahora un dato no menos espeluznante: “Llevamos doce años viviendo aquí y no recordamos que jamás hubiera una barbacoa en esa casa. Pero ese día hubo una barcacoa”. El dato lo recoge de viva voz la columnista, Merve Şebnem Oruç, del diario Daily Sabah, bien relacionado con el gobierno turco y uno de los que más filtraciones está transmitiendo.

En su regreso al consulado, el equipo de investigación turco se centró también en el jardín de la embajada en busca de pistas, con la ayuda de perros. Asimismo, según medios como Al Yazira, que también dependen de filtraciones, la policía habría corroborado la identidad de más de la mitad de supuestos miembros del escuadrón de la muerte gracias a sus huellas dactilares. Según filtraciones que hasta ahora no han ido acompañadas de pruebas, Jamal Khashoggi habría sufrido una paliza, antes de ser mutilado y despedazado.

Un vecino del cónsul: “Llevamos doce años viviendo aquí y no recordamos que jamás hubiera una barbacoa en esa casa. Pero ese día hubo una barcacoa”

Pero las pesquisas en busca de sus restos ya no se reducen a Estambul. Uno de los cochazos de once plazas ahora buscados, habría sido visto en Yalova, una zona vacacional a varias decenas de kilómetros al sur de Estambul, en el lado asiático, favorecida por el turismo saudí. Un chalet de la localidad estaría en la diana, así como el Bosque de Belgrado, allí donde termina Estambul. Las cámaras de tráfico habrían permitido reconstruir el itinerario de los vehículos sospechosos.

El poder turco ha dosificado la información con tal maestría, que más allá del misterio del crimen en sí, algunos empiezan a preguntarse qué tipo de compensación espera Turquía. Bien de Arabia Saudí, bien de su protector estadounidense, o de ambos, en un momento de fuerte desaceleración de la economía turca y con el flanco kurdo abierto en Siria. La oportuna liberación del predicador estadounidense, Andrew Brunson, podría servir de excusa para una pronta mejora de relaciones por parte de Washington, tras un lustro de batalla insomne contra Erdogan. El poder turco, acostumbrado a sobrevalorar sus fuerzas, sueña con hacer políticamente inaceptable lo que hasta ahora se daba por seguro: la sucesión en el trono saudí de padre a hijo -para variar- del Rey Salmán al príncipe Mohammed Bin Salmán, azote de todo lo más querido por Erdogan en política internacional. Es este un trofeo que todavía parece inalcanzable, aunque el cambio de percepción en la prensa internacional es ya un hecho consumado. Asimismo, Riad también se mueve y según publica The New York Times, pretende cargar las culpas de la ejecución extrajudicial al general Ahmed al-Assiri, un oficial de inteligencia próximo a Bin Salman, para salvar a este. Según este relato, Al-Assiri se habría extralimitado o habría malinterpretado las órdenes del “príncipe reformista”, que apenas querría secuestrar a Khashoggi y devolverlo a la fuerza al reino, como a tantas otros, para interrogarlo.

Según ‘The New York Times’, Riad pretende hacer responsable de la desaparición a un oficial de inteligencia próximo a Bin Salman para exonerar al príncipe heredero

La columna póstuma de Khashoggi en The Washington Post , por cierto, prueba que sus filias políticas se correspondían milimétricamente con las fobias del actual poder saudí. Sus mejores elogios los dedicaba a los medios de Qatar -país bajo bloqueo de Arabia Saudí, que tiene a la qatarí Al Yazira como bestia negra. Y a continuación, al jardín aplastado de las Primaveras Árabes y a su rosa tunecina, la única flor superviviente. Con el inestimable apoyo, claro está, de los gobiernos de Turquía y Qatar, valedores internacionales de la cofradía de los Hermanos Musulmanes, perseguida a muerte por la monarquía saudí y los vecinos Emiratos Árabes Unidos.

https://www.lavanguardia.com/intern...pechoso-asesinato-khashoggi-arabia-saudi.html
 
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no le deseo la muerte real a nadie, y menos una muerte truculenta, pero este tipo era parte del régimen. la cara "progre" del régimen, vale (era critico con el Donald, la politica de asentamientos de Israel y con los bombardeos en Yemen), pero parte de un régimen infecto en cualquier caso al que le debemos la creación de ISIS sin ir más lejos.

Inocente no era. Tampoco es que la humanidad pierda gran cosa.

¿Por qué no era inocente? ¿Estás intentando justificar que le hayan asesinado (y encima de esa forma tan espantosa)?
 
¿Por qué no era inocente? ¿Estás intentando justificar que le hayan asesinado (y encima de esa forma tan espantosa)?

ya estamos con lo de siempre, adivinando oscuras intenciones, parece que no tenéis nada mejor que hacer.

no estoy justificando la tortura ni el asesinato de nadie, estoy diciendo que el tipo era miembro de un régimen criminal y que su desaparición de la faz de la tierra no es una perdida para la humanidad. A ver si ahora hay que ir llorando su muerte por la esquinas.

aprende a leer.
 
ya estamos con lo de siempre, adivinando oscuras intenciones, parece que no tenéis nada mejor que hacer.

no estoy justificando la tortura ni el asesinato de nadie, estoy diciendo que el tipo era miembro de un régimen criminal y que su desaparición de la faz de la tierra no es una perdida para la humanidad. A ver si ahora hay que ir llorando su muerte por la esquinas.

aprende a leer.

Vuelvo a preguntar: ¿Por qué, según tú, no era inocente? ¿Por qué no es una pérdida para la Humanidad? A lo mejor es que sabes algo que yo desconozco...
 
Vuelvo a preguntar: ¿Por qué, según tú, no era inocente? ¿Por qué no es una pérdida para la Humanidad? A lo mejor es que sabes algo que yo desconozco...

a ver , te lo repito en mayúsculas, no por gritar sino por si tienes un problema de vista:

PORQUE ESTE TIPO ERA MIEMBRO DE UN REGIMEN CRIMINAL CREADOR DE ISIS SIN IR MAS LEJOS.

ISIS ??? TE SUENA ??? TERRORISMO DE ESTADO ??? HELLO ???

Ozú
 
Pero si era bastante crítico con el régimen...

Enemigo (y exaliado) de Riad: por qué Arabia Saudí odiaba al periodista desaparecido
Hubo un tiempo en que el periodista desaparecido tenía acceso a información privilegiada sobre el Reino, gracias a sus lazos con el poderoso exjefe de los espías, Turki al-Faisal

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Retratos del periodista saudí desaparecido Jamal Khashoggi pegadas en una barrera policial ante el consulado saudí en Estambul.

Hubo un tiempo en que Jamal Khashoggi, el periodista desaparecido desde que entró en el consulado de Arabia Saudí en Estambul, tenía acceso a información privilegiada sobre el devenir del Reino. Ayudante cercano del antiguo jefe de la Inteligencia saudí, mantuvo durante décadas un especial protagonismo en los periódicos más importantes del país.

Ahora, cuando el Gobierno turco y otros periodistas sostienen que el columnista del 'Washington Post' fue asesinado dentro de la legación -Ankara ya ha pedido permiso para registrar el consulado-, toca repasar la carrera de un hombre educado en EEUU y que nunca ha sido ajeno a la controversia.

Graduado en la Universidad Estatal de Indiana, Khashoggi comenzó su carrera en la década de los 80 cubriendo la invasión soviética de Afganistán para el diario anglófono 'Saudi Gazette'. Después viajó por numerosos países de Oriente Medio, cubrió la guerra civil de Argelia de 1991 y la sublevación de los islamistas en Sudán. De hecho, entrevistó a Osama bin Landen en Afganistánantes incluso del apogeo de Al Qaeda; ambos se reunieron en Sudán en 1995. “Seguir el ascenso de Bin Laden probablemente ayudó a afianzar los lazos de Khashoggi con el poderoso exjefe de los espías de Arabia Saudí, Turki al-Faisal”, explica Sarah el Deeb en 'Associated Press'.

Khashoggi cerró filas con la familia real saudí y apoyó sus esfuerzos para convencer a los líderes religiosos ultraconservadores de que aceptarán las reformas sociales. Trabajó como editor del diario de tendencia islamista 'Al-Madina' durante nueve años y era citado con frecuencia por medios occidentales como un experto en islam radical y un reformista convencido.

Sin embargo, el periodista fue despedido de su puesto de editor en 'Al-Watan', un diario liberal fundado tras los ataques del 11-S, sólo dos meses después de aceptar el trabajo, en 2003. El estamento religioso había reaccionado ante sus críticas contra la poderosa policía religiosa y contra Ibn Taymiyyah, el teólogo musulmán suní considerado el padre espiritual del wahabismo, raíz de todos los movimientos fundamentalistas y corriente inspiradora del reino saudí.

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El disidente saudí Jamal Khashoggi habla ante los medios en Londres, el 29 de septiembre de 2018. (Reuters)

La ruptura con el poder
Tras aquel despido, Khashoggi comenzó a trabajar como jefe de prensa de Turki al-Faisal, el antiguo jefe de los espías, que en aquel momento era embajador en EEUU. Después, en 2007, regresó a Al Watan, donde continuó cargando contra el estamento religioso a medida que el difunto Rey Abdullah implementaba cautelosas reformas para reducir el poder de los clérigos. Tres años más tarde fue obligado a dimitir tras una serie de artículos críticos con el salafismo, la corriente suní ultraconservadora relacionada con el wahabismo.

En 2010, el billonario saudí Alwaleed bin Talal le contrató para liderar su nueva cadena de televisión, concebida como rival de la qatarí Al Jazeera, el azote mediático del Reino. La nueva cadena, sin embargo, fue cerrada horas después de su lanzamiento por 'hospedar' a un célebre opositor de Baréin.

La ruptura definitiva con las autoridades saudíes se produjo en medio de las 'primaveras árabes'. “Alineándose con la oposición en Egipto y Siria, Khashoggi se convirtió en un crítico feroz de la estrategia de Riad y un defensor del islam moderado, que el Reino consideraba una amenaza existencial”, explica Sarah el Deeb. También cargó contra la ruptura diplomática con Qatar, el papel saudí en la cruenta guerra de Yemen, la peor catástrofe humanitaria de la actualidad, y la política de Arabia Saudí hacia su archienemigo, Irán.

El 23 de septiembre, durante una entrevista, definió la política exterior saudí como “estrecha de miras” y ridiculizó su mano dura contra el Islam político. “Arabia Saudí es el padre del Islam político. Está basado en el Islam político”, declaró. Ocho días más tarde, el 2 de octubre, despareció durante una visita en el consulado.

Ankara ha confirmado que Khashoggi, que vivía exiliado en EEUU y se encontraba en Estambul para preparar la boda con su novia turca, entró el pasado martes en el consulado saudí y no volvió a salir. Mientras, el periodista turco Turan Kislakçi, amigo personal de Khashoggi y dirigente de la Asociación de prensa turco-árabe, aseguró este domingo que el asesinato de su colegaen la legación estaba "confirmado", aunque no aclaró sus fuentes. En declaraciones al diario 'Hürriyet', Kislakçi añadió este lunes que el cadáver de Khashoggi fue troceado y posteriormente sacado del consulado mediante valija diplomática por un equipo de 15 agentes saudíes.

Dicho equipo -que se hallaban en el consulado al mismo tiempo que el periodista y que regresó a su país poco después- habría llegado hace días a Estambul en dos vuelos y estaba siendo investigado por la policía turca, según la agencia de noticias Anadolu. De acuerdo con dos fuentes que cita 'The Washington Post', diario para el que Khashoggi trabaja, el periodista murió a principios de la semana pasada a manos de un equipo saudí enviado "específicamente para su asesinato". El equipo planificó el asesinato "de antemano". Una versión que coincide con las explicaciones de otra fuente a la cadena estadounidense NBC.

Khashoggi optó por exiliarse en septiembre de 2017 en medio de la ola de arrestos de defensores de los derechos humanos, clérigos, economistas, blogueros y prácticamente de cualquiera que criticara a las autoridades en Arabia Saudí. La campaña contra activistas defensoras de los derechos de la mujer que ha emprendido Riad no tiene precedentes.

https://www.elconfidencial.com/mundo/2018-10-08/periodista-saudi-consulado-estambul-muerte_1627362/

 
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