La verdad yo nunca he sido partidario de que un niño acuda a un funeral, ni a un tanatorio, ni al cementerio. Ni aunque esa persona que ha fallecido sea alguien tan cercano como en el caso de estos niños. La muerte es una cosa traumatica y dificil de entender para un adulto, cuanto mas para un niño. Ya tendran tiempo, por desgracia, de tener que acudir y de estar presentes en este tipo de vicisitudes de la vida.
La imagen tan impactante que se crea en la mente de un niño pequeño puede ser una imagen que le cueste borrarse de su cabeza. ...
Yo pienso que los niños pueden acudir a funerales y demás, pues hace que les prepare para la vida de adulto. Ellos entienden incluso estos hechos, o al menos los viven con más naturalidad que los adultos.
A mí no me llevaron al funeral de mi hermano (yo tenía nueve años) y siempre he pensado que porqué no fui, que hubiera sido mejor estar. Los meses posteriores (aún más: años), con las visitas para dar el pésame y la situación en casa sí que fueron duros de verdad, además de las últimas semanas de enfermedad, cuando se espera el fatal desenlace: y eso se vive con mucho sufrimiento ya se sea un adulto o un niño.