Jajajaja, qué cómico, bajonazo de los teenagers y subidón de los carrozas. Yo tenía 20 años, fuimos con amigos del barrio y, como te decía en el otro post, aluciné bastante de que el estadio estuviese medio vacío. Recuerdo que hacía muchísimo calor en BCN, creo que debí adelgazar 3 o 4 kg, entre la emoción y los bailoteos
Para el canon de 1990 eran, efectivamente, unos carrozas (ella tenia 38 y él 40). Superado el bochorno inicial, como adoptaron una actitud bastante tranquila y no se pegaron a los jovenzuelos que éramos, nos lo tomamos muy bien. Ya te digo que ellos se lo pasaron genial y era de las pocas oportunidades que tenían de trasnochar y romper la rutina de trabajo y familia. Para mí es un recuerdo precioso y la verdad es que me considero afortunada de haber tenido unos padres como ellos.
Lo más chanante de la historia es que el concierto se dio en el colegio Santa María del Mar, de los Jesuitas. En Riazor no pudo ser por mamoneos entre Paco Vazquez, el alcalde de entonces y Augusto César Lendoiro, presidente del Deportivo. Lo cierto es que aparte del genio musical gozamos también de una noche increíble con la vista de la ría de O Burgo un 29 de julio.
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