Muere Laura Boyer, la hija de Miguel Boyer y Elena Arnedo, a los 57 años

La infeliz madre de Julio Iglesias, María del Rosario de la Cueva y Perignat (1919-2002).

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A los 82 años, falleció en Miami María del Rosario de la Cueva y Periñán, madre de Julio Iglesias. La vida de Charo, como todos, familiares y amigos, la conocían, no fue lo que se dice una vida feliz o un camino de rosas, particularmente en lo sentimental.

Su padre fue José María de la Cueva y Orejuela (1887-1955) fue un conocido periodista andaluz, y su madre se llamaba Dolores de Perignat y Ruiz de Benavides, natural de Guayama (Puerto Rico) cuando la isla pertenecía a España, antes de la guerra hispano-estadounidense.

Su matrimonio con el doctor ginecólogo Julio Iglesias Puga fue más bien un calvario, dicen que para los dos. Y como suele suceder cuando hay matrimonio sin amor, hubo amor sin matrimonio. Aunque vivían juntos entonces no existía posibilidad de divorcio , la relación de Charo y Julio, como la de muchas parejas en la misma situación, se convirtió en la más odiosa de las mentiras, con un abismo entre marido y mujer.

Hasta 1976. En ese año, Julito, el hijo de la pareja, fija su residencia en Miami y se lleva a su madre, quien hasta ese momento, y a pesar de todo, había seguido viviendo junto a su esposo en la madrileña calle de San Francisco de Sales. Curiosamente, en el mismo edificio en el que también residían Julito e Isabel Preysler, por la que Charo no sentía simpatía alguna. Es posible que el sentimiento fuera recíproco.

Con todo, el hijo preferido de Charo no fue Julio sino Carlos.El hermano pequeño del cantante también se había mudado a Miami, a la sombra de un Julio que le estaba haciendo rico, riquísimo.

Hasta 1984 Charo vivió como una reina en la mansión de Julio en Indian Creek, donde tenía un lujoso apartamento y disfrutaba de un Cadillac último modelo a su única y entera disposición.

En ese año de 1984 se trasladó a vivir con sus tres nietos, Chabeli, Enrique y Julio José, a la casa que había pertenecido a Alfredo Fraile, en Bay Point. Todavía existe un desagradable contencioso entre Fraile y el cantante por incumplimiento de liquidación.Allí vivió Charo hasta que los tres nietos abandonaron el nido y se independizaron. Ella, entonces, se marcha a vivir al lujoso apartamento en Coral Gables, donde ha fallecido. En 1995 tuvo que ser operada a corazón abierto después de un grave infarto.Se recuperó, pero su salud ya nunca fue la misma.

Como muchísimos otros matrimonios que, de haber existido el divorcio, hubiesen podido quizás rehacer sus vidas, la convivencia forzosa es indeseable y un horror para los que la viven.
 
La infeliz madre de Julio Iglesias, María del Rosario de la Cueva y Perignat (1919-2002).

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A los 82 años, falleció en Miami María del Rosario de la Cueva y Periñán, madre de Julio Iglesias. La vida de Charo, como todos, familiares y amigos, la conocían, no fue lo que se dice una vida feliz o un camino de rosas, particularmente en lo sentimental.

Su padre fue José María de la Cueva y Orejuela (1887-1955) fue un conocido periodista andaluz, y su madre se llamaba Dolores de Perignat y Ruiz de Benavides, natural de Guayama (Puerto Rico) cuando la isla pertenecía a España, antes de la guerra hispano-estadounidense.

Su matrimonio con el doctor ginecólogo Julio Iglesias Puga fue más bien un calvario, dicen que para los dos. Y como suele suceder cuando hay matrimonio sin amor, hubo amor sin matrimonio. Aunque vivían juntos entonces no existía posibilidad de divorcio , la relación de Charo y Julio, como la de muchas parejas en la misma situación, se convirtió en la más odiosa de las mentiras, con un abismo entre marido y mujer.

Hasta 1976. En ese año, Julito, el hijo de la pareja, fija su residencia en Miami y se lleva a su madre, quien hasta ese momento, y a pesar de todo, había seguido viviendo junto a su esposo en la madrileña calle de San Francisco de Sales. Curiosamente, en el mismo edificio en el que también residían Julito e Isabel Preysler, por la que Charo no sentía simpatía alguna. Es posible que el sentimiento fuera recíproco.

Con todo, el hijo preferido de Charo no fue Julio sino Carlos.El hermano pequeño del cantante también se había mudado a Miami, a la sombra de un Julio que le estaba haciendo rico, riquísimo.

Hasta 1984 Charo vivió como una reina en la mansión de Julio en Indian Creek, donde tenía un lujoso apartamento y disfrutaba de un Cadillac último modelo a su única y entera disposición.

En ese año de 1984 se trasladó a vivir con sus tres nietos, Chabeli, Enrique y Julio José, a la casa que había pertenecido a Alfredo Fraile, en Bay Point. Todavía existe un desagradable contencioso entre Fraile y el cantante por incumplimiento de liquidación.Allí vivió Charo hasta que los tres nietos abandonaron el nido y se independizaron. Ella, entonces, se marcha a vivir al lujoso apartamento en Coral Gables, donde ha fallecido. En 1995 tuvo que ser operada a corazón abierto después de un grave infarto.Se recuperó, pero su salud ya nunca fue la misma.

Sabía que Julio Iglesias tiene familiares en Guayama, P. R. Se relacionaba mucho con ellos. De hecho, cuando tenía salud , Julio se desplazaba a Guayama a visitarlos , de riguroso incógnito.
 
A veces es imposible citar correctamente, no sé por qué.
Yo he soltado la parrafada porque me quedé reflexionando cuando leí la entrevista, he tenido cerca a personas que han estado cuidando años a enfermos. Con o sin cuidadores. Toda mi admiración por ellos. Y he tenido que escuchar críticas de otras personas o incluso que al ser familiares llegaban a la casa a imponer sus ideas. Son cosas que me entristecen muchísimo y en las que pienso mucho ahora que mi madre, mis suegros se están haciendo realmente mayores.
Es muy difícil cuidar a personas mayores y enfermas en casa. Yo lo he visto y lo he vivido. Toda la admiración para esas personas.

Eso no quita que haya gente que desgraciadamente no puede. La vida ya no es como antes y la gente no tiene tiempo (por los trabajos) y tampoco formación ni psicología como para tratar a personas enfermas y con problemas mentales. Es duro.

La gente no debería juzgar sin conocer.
 
Bueno, la única que no tuvo culpa de nada fué Ana, y era y es su hermana. No incluirla en la esquela muestra un odio y rencor enfermizos. Ana no tuvo culpa del divorcio Boyer, ni de los problemas con Padre Boyer.
A veces los familiares nos dejan unos marrones terribles.
En mi familia una persona quiso excluir de su esquela a familia muy directa sin ninguna razón de peso, y solo nos iba a causar a los vivos problemas familiares con primos y tíos. Lo siento, pero yo me negué…¡que hubiera solucionado los problemas en vida!pero yo no voy a perder relación con mi familia por historias que no tienen nada que ver.
Y afortunadamente, todos respondieron muy bien.
En este caso, por poner a Ana como hermana, que lo es, no creo que le hiciera un favor a a nadie. Y hubieran quedado como buenas personas.


Para poder exigir primero hay que dar . No la han incluido en la esquela porque no hay relación, es hermana como podría ser vecina, no hay relación. A Ana no le dejaron ningún marrón, a lo sumo la injusticia de su padre hacia sus hijos mayores en cuanto a herencia, pero ella y su madre nunca se han querido relacionar. Ella es adulta, de haber querido relacionarse lo hubiera hecho. Así que tonterías las de estas dos, las justitas. No merece estar en una esquela en la que no es nadie para la difunta ni para sus hijos.

El "bienqueda" les va mucho a las Preysler pero no todo el mundo es tan hipócrita y con tan poca coherencia por aparentar.
 
Èl le dejò a Isabel una buena parte de su patrimonio… casi todo? y ha desheredado, supuestamente, en la práctica, a sus 2 hijos mayores…
Enferma, la relación con su mujer dicen que se fue enfriando, y una vez muerto, en pocos meses ( o seguramente bastante antes) ya había otro en su lugar…
Entiendo el dolor y la furia de los hijos mayores, si es que así fue
 
Última edición:
Herencia el terreno... El casoplón ya sabemos de donde sacó el dinerito...
No, el terreno no fue la herencia. El terreno fue comprado directamente por Isabel. Esto ya se intuía porque fue ella la denunciada por lo del pozo y bastante pronto. Ahora lo ex plica la abogada. Un cambio de propietario o la herencia puesta en una cuenta a nombre de Isabel hubiera sido descubierta inmediatamente por los abogados de los hijos.
Después ya en la obra faraónica se invertiría herencias y mordidas. No nos olvidemos de que mantener Villameona ya costaba más de lo que ganaba entonces Boyer.
 
No, el terreno no fue la herencia. El terreno fue comprado directamente por Isabel. Esto ya se intuía porque fue ella la denunciada por lo del pozo y bastante pronto. Ahora lo ex plica la abogada. Un cambio de propietario o la herencia puesta en una cuenta a nombre de Isabel hubiera sido descubierta inmediatamente por los abogados de los hijos.
Después ya en la obra faraónica se invertiría herencias y mordidas. No nos olvidemos de que mantener Villameona ya costaba más de lo que ganaba entonces Boyer.
Boyer ganó muchísimo dinero y durante muchos años.

El truco de donde fue parte del dinero de Boyer está muy claro, en la casa que no está registrada, es una forma de dejar latente de donde procedía el dinero para su edificación, y por tanto su titularidad, para más adelante decidir. Si hubiera querido regalársela pues la casa se hubiera registrado a nombre de Isabel, como el solar y el panteón. Pero no se inscribió, directamente, con lo legalistas que eran y con abogados de cabecera por todas partes. No necesitaron hipoteca, a riñón.

Y por derecho de accesión, si no se estipula nada, todo lo edificado sobre un suelo se presume que es del titular del mismo. Sin impuestos de donaciones, en su día por supuesto pero lo más importante, con la puerta abierta a escriturar y que quedara claro cuánto era de cada uno, por si hiciera falta en caso de separación o divorcio. Y por supuesto sin impuesto de sucesiones.

A mi juicio, los hijos no se metieron en profundidad por varias razones, la primera y más importante porque tenían dinero de su madre, que los dejo forrados al año siguiente, y la segunda porque es un pleito largo y complicado, costoso que sacaría a la luz todos los movimientos de dinero de su padre que a lo mejor, no era tan transparentes.
 
No, el terreno no fue la herencia. El terreno fue comprado directamente por Isabel. Esto ya se intuía porque fue ella la denunciada por lo del pozo y bastante pronto. Ahora lo ex plica la abogada. Un cambio de propietario o la herencia puesta en una cuenta a nombre de Isabel hubiera sido descubierta inmediatamente por los abogados de los hijos.
Después ya en la obra faraónica se invertiría herencias y mordidas. No nos olvidemos de que mantener Villameona ya costaba más de lo que ganaba entonces Boyer.
Ignoro completamente como han hecho las cosas y desde el más absoluto desconocimiento, no parece que el Sr. Boyer fuese ningún imbécil al que se le pudiese engañar. Entiendo por tanto, que si hizo las cosas de una determinada manera fue por algo, básicamente porque le dió la gana. Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que se puede morir dentro de un rato, por tanto, considerando que cuando se compró el terreno y se hizo la casa ese señor estaba en plenas facultades mentales, yo supongo que si no puso nada a su nombre será porque no habrá querido y cada uno, de lo suyo, dispone como mejor le parece. Si tengo yo algo claro de todo este asunto es que al Sr. Boyer sus hijos no le preocupaban excesivamente....
 
Boyer ganó muchísimo dinero y durante muchos años.

El truco de donde fue parte del dinero de Boyer está muy claro, en la casa que no está registrada, es una forma de dejar latente de donde procedía el dinero para su edificación, y por tanto su titularidad, para más adelante decidir. Si hubiera querido regalársela pues la casa se hubiera registrado a nombre de Isabel, como el solar y el panteón. Pero no se inscribió, directamente, con lo legalistas que eran y con abogados de cabecera por todas partes. No necesitaron hipoteca, a riñón.

Y por derecho de accesión, si no se estipula nada, todo lo edificado sobre un suelo se presume que es del titular del mismo. Sin impuestos de donaciones, en su día por supuesto pero lo más importante, con la puerta abierta a escriturar y que quedara claro cuánto era de cada uno, por si hiciera falta en caso de separación o divorcio. Y por supuesto sin impuesto de sucesiones.

A mi juicio, los hijos no se metieron en profundidad por varias razones, la primera y más importante porque tenían dinero de su madre, que los dejo forrados al año siguiente, y la segunda porque es un pleito largo y complicado, costoso que sacaría a la luz todos los movimientos de dinero de su padre que a lo mejor, no era tan transparentes.
El odio que ha dejado patente la hija no lleva a pensar que lo dejara porque tenía dinero.
Se da por hecho que Isabel no compró el terreno aunque todo apunta a que lo hizo, y seguramente fue el chocolate del loro. Para afirmar tal hecho que constituye por lo menos un delito y seguramente algo hay que tener pruebas. Todo lo demás no sirve. Ella tenía dinero y lo vio una gran oportunidad de invertir.

Boyer ganó y no ganó porque estuvo periodos sin trabajo. Y con cada empleo ganaba menos. Boyer en las empresas era un bluf y en casa había que pagar muchos sueldos todos los meses.
Cuando enfermó algún consejo le pagó un tiempo hasta que al poco ya los médicos certificaron que la situación era irreversible.
Los gastos seguían corriendo.
Si los hijos piensan que había más y ellos querían su parte, no estaban pidiendo herencia sino su parte de un botín. Entonces sería un problema entre delincuentes. Y se las debían arreglar entre ellos, a la hurtanga.
 
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