Marian Rojas Estapé , psiquiatra y escritora. Familia Rojas Estapé.

Hay que quedarse a dormir :cry:?

Llevaré el cubo dorado en la cabeza para defenderlas. Cuando nos vea, por lo menos Primperan ya nos da seguro :cry:

Muy buena idea Pulu. El cubo dorao es fundamental. Yo me lo pasaré completo por la cabeza y le haré una ranura a la altura'los ojoh a lo armadura medieval.
Así que, de momento, tenemos a ambas tres circulando por la calle Serrano de Madrí con 3 cubos doraos (2 pasaos por la cabeza y Helen que a saber cómo lo lleva:LOL:). Entramos al portal nº 100, y en la consulta le hablamos de que Helen es pirómana y ha venido hasta con las cerillas pa pegarle fuego, y que yo me derrito por el masho alfalfa que, mira por donde, tiene el mismo "estilo" que él...:sneaky::sneaky: ¡¡Ay madre, asierto seguro!!
 
Muy buena idea Pulu. El cubo dorao es fundamental. Yo me lo pasaré completo por la cabeza y le haré una ranura a la altura'los ojoh a lo armadura medieval.
Así que, de momento, tenemos a ambas tres circulando por la calle Serrano de Madrí con 3 cubos doraos (2 pasaos por la cabeza y Helen que a saber cómo lo lleva:LOL:). Entramos al portal nº 100, y en la consulta le hablamos de que Helen es pirómana y ha venido hasta con las cerillas pa pegarle fuego, y que yo me derrito por el masho alfalfa que, mira por donde, tiene el mismo "estilo" que él...y cómo lo pille le arreo un par de "estocás" de las mías que lo dejo pal arrastre:sneaky::sneaky: :hungry::hungry::hungry:¡¡Ay madre, asierto seguro!!. Este cae fijo

¿¡Por qué sale repetío si le he dado a editar?!. Lo dicho, necesitamos el cubo pero desde ya, que el foro empieza a hacer cosas raras
 
Última edición:
@Tartadefresa llevo escuchando a la hija 3-4 minutos y no puedo más y eso que quería llegar al momento que @CITROEN dice que cuenta cómo encontrar marido by los rojas. Pero no puedo, es como una mini-papa pero sin los años de práctica en el hablar de su papa :confused: La forma y el fondo de su discurso son un desastre. Las risitas de preponderansiah y el gesto con las cejas de superioridad son el complemento perfecto. Por sus facultades para hablar en público y su amplia experiencia como psiquiatra está ahí, sí, se nota :cautious:
 
Muy buena idea Pulu. El cubo dorao es fundamental. Yo me lo pasaré completo por la cabeza y le haré una ranura a la altura'los ojoh a lo armadura medieval.
Así que, de momento, tenemos a ambas tres circulando por la calle Serrano de Madrí con 3 cubos doraos (2 pasaos por la cabeza y Helen que a saber cómo lo lleva:LOL:). Entramos al portal nº 100, y en la consulta le hablamos de que Helen es pirómana y ha venido hasta con las cerillas pa pegarle fuego, y que yo me derrito por el masho alfalfa que, mira por donde, tiene el mismo "estilo" que él...:sneaky::sneaky: ¡¡Ay madre, asierto seguro!!
Yo os apaño armaduras medievales a todas, mis hijos han fundao noseque liga medieval y se lian a mamporros por toda españa y europa. Tengo un almacén. Y armas. Con poco filo, pero atizar fuerte que son duros de mollera
 
Una curiosidad, por qué decís que la madre es la no-notario?
Entiendo que entraría en el Notariado por ser agente de bolsa o corredor de comercio, con la reforma de 1999/2000. No haría (o aprobaría) oposición a Notarías, pero hizo y aprobó la suya, y en su momento se fusionaron con los notarios, pasando a tener esas atribuciones.
Y hay muchos notarios en las mismas circunstancias. Sin entrar al caso particular de esta señora, no por ello hay que dudar de sus capacidades. Notarios son, aunque vinieran por otra ruta.

Iba a escuchar lo de cómo encontrar marido, pero visto lo que decís, me ahorro el suplicio. Aunque... tengo una pregunta... era una conferencia/curso/simposio "de verdad", "en serio"...?
 
Nadie se ha metido con la religión. Hemos dicho que la decisión de esta chica no parece nacer de una vocación real sino de una mente inmadura, llena de pájaros y auspiciada por un entorno interesado. Y que el OPUS tiene prácticas de secta. Nada que ver con criticar las querencias espirituales de cada uno.
Yo sí que he tenido que leer, en este mismo hilo, algo así como que solo las mentes más inteligentes saben que solo a través de la vida espiritual se puede atisbar la felicidad. Vamos que los que somos agnósticos somos lerdos.

Pues algo de lerda sí debes de tener porque has tergiversado completamente mi comentario.

Se puede ser muy espiritual sin necesidad de ser religioso o adscribirse a una confesión concreta, de hecho todos somos seres espirituales pues no sólo somos un trozo de carne.

Hay personas torpes y religiosas y otras brillantes y agnósticas como tú dices.
 
Última edición por un moderador:
Me gustó mucho ese libro. Lo leí en la página de Opuslibros y posteriormente conseguí encontrarlo en papel y lo compré.
Deberían hacer una película al estilo de la fabulosa "Historia de una monja".
A los de la prelatura les saldría una úlcera.

No sé qué habrá sido de esta señora pero, de seguir viva, tendrá unos noventa años.
A mí me recomendó el libro una compañera que estuvo a punto de "pitar" cuando estudiaba en la Universidad de Navarra. Me lo prestó y luego lo conseguí en papel de segunda mano.
Tienes mucha razón con lo de que sería la base de una buena película. La historia de María del Carmen Tapia es un excelente relato de cómo la búsqueda espiritual y trascendente puede llegar a servir a una organización sectaria y también es la crónica de un desengaño.
 
Releyendo el hilo he caído en la cuenta de que la noticia del ingreso como novicia de Almudena Rojas es de hace poco más de un año.
Estaría bien saber si acaba pronunciando los votos perpetuos y si continúa allí dentro de unos años. Sea como sea, le deseo que encuentre la felicidad y que se sienta realizada como ser humano. De todo corazón creo que esta chica está más segura dentro de la orden del Carmelo que en el Opus Dei. Es mi opinión personal, nada más.

Por circunstancias de la vida he tratado con varios numerarios y supernumerarios de ambos sexos. También con un sacerdote del Opus y con tres numerarias auxiliares (el servicio doméstico del Opus, antaño "numerarias sirvientas" o las "hermanas pequeñas", como las denominaba Escrivá, el eslabón más débil, esclavizado y oprimido dentro del Opus). De mi trato con estas personas, muy distintas entre sí, he sacado como conclusión que hasta las mejores personas se acaban empapando de una convicción de superioridad moral o de pertenencia a un grupo que les salva del "mal" que acecha a la sociedad laica y, según algunos, amoral y relativista. Igual que me he encontrado a personas estupendas he coincidido, por desgracia, con un par de ellas a las que preferiría no haber conocido jamás (una de ellas es la hija mayor de mi padrino, una mujer para mí odiosa antes y después de hacerse supernumeraria).

He visto el testimonio de Almudena y la impresión que he sacado es que, efectivamente, no ha visto mucho mundo más allá del que le han mostrado sus padres. Está imbuida de un sentido de irrealidad y delirios de grandeza de sus padres. Ésto va por sus presuntas aspiraciones profesionales antes de decidir convertirse en monja carmelita. Una mujer tan joven e inexperta se plantearía objetivos más modestos y realistas, sin dejar por ello de lados sus ideales. Eso para empezar.
La hermana mayor, Marian Rojas, autodenominada "doctora", va por la misma senda delirante que papá y mamá (terrible la señora Estapé). Sé que estuvo una temporada formándose en un hospital público de Barcelona, ignoro si haciendo la residencia (especialidad reconocida por el Ministerio de Sanidad) de Psiquiatría pero lo dudo mucho. Tendrá la licenciatura/grado de Medicina por la Universidad de Navarra y formación no reconocida dentro de instituciones afines al Opus y pare usted de contar. Ellos se lo guisan, ellos se lo comen.
 
Otro libro testimonio de una antigua numeraria que también me gustó mucho es "Ser mujer en el Opus Dei", de Isabel de Armas.

Los que me leen saben que me intereso por las religiones. No profeso ninguna y mi impresión personal sobre este tema, es la que refleja León Felipe en su poema. Estudio las religiones desde el punto de vista histórico y siempre, a poco que escarbo, aparecen incongruencias si no mentiras.

Pero acabo de leer un libro que me ha impresionado hondamente por su magnífica espiritualidad. Es éste de Isabel de Armas, una numeraria del Opus Dei con una increíble vida interior. Un alma pura y valiente que al final, no podía ser de otra manera, tuvo que salirse el Opus Dei.

Criticar al Opus Dei es una tarea inútil. Los que están fuera lo consideran ya una secta integrista dentro de la ya por sí integrista Iglesia Católica. Y los que están dentro consideran las críticas, incluso las más suaves, como una manifestación de Satanás. Por eso, abandonaré este trabajo estéril y me centraré en la figura de Isabel de Armas.

Isabel es periodista y escribe sus vivencias estructurándolas en cartas que dirige a una chica más joven que ella, la cual duda de entrar o no en el Opus Dei. El artificio es muy conocido. Yo mismo lo he usado en las charlas con Adso. La de fuera pregunta sobre aspectos de la Obra de Dios e Isabel contesta. Y contesta con el corazón en la mano.

Isabel entra en el Opus con un hándicap: es mujer. Si la iglesia discrimina a la mujer, el Opus lo hace más. Las numerarias ahora llamadas “auxiliares” y antes “sirvientas” son “niñas pequeñas, a las que no se las puede dejar solas nunca” y que están únicamente para desempeñar las labores domésticas de las casas, con su uniforme negro y sus cofias blancas. Las numerarias de primera clase llevan la administración de dichas casas. Algunas privilegiadas, como Isabel trabajan fuera. Pero la diferencia con los numerarios masculinos es el que nos cuenta la propia Isabel. En sus oraciones, en una jaculatoria especial: “Nosotras pedíamos ser esclavas, siervas, criadas del Señor, mientras que ellos pedían ser asiento o sede de sabiduría”. El propio Escrivá dice que “las mujeres no hace falta que sean sabias. Basta con que sean discretas”. (Camino 946)

¿Es una secta el Opus Dei? Juzgad vosotros. Para los sociólogos, una secta es un grupo convencional de gentes que participan de las mismas experiencias religiosas y tienen las características siguientes:

– Factor de seguridad y de certeza. Los miembros de la secta tienen conciencia de pertenecer a un grupo que acapara la verdad y la salvación; ninguna de las dos cosas existen fuera de ellos.

– Factor afectivo. El grupo se considera autosuficiente y no tiene contactos con otros.

– Factor de rigorismo doctrinal, disciplinar y moral. Se concede una primacía total a los principios, a la doctrina y a la interpretación, por encima de los derechos de las personas; lo que prima es la obediencia y el orden, que se identifica con la voluntad de Dios.

Max Weber, contrapone secta e iglesia. Caracteriza a la iglesia:

– La pertenencia a la misma prácticamente por nacimiento, la fe se hereda y se transmite de padres a hijos.

– La tendencia a adaptarse al entorno sociocultural e institucional.

– La aceptación de los valores vigentes.

Por el contrario, la secta busca:

– La incorporación a la misma por adscripción libre, tras una conversión personal.

– Promueve una estructura social cerrada en sí misma.

– No se acomoda al entorno sociocultural; tiende a marginarse del mismo.

Isabel fue captada muy joven, vivió en una atmósfera de fanatismo, pero poco a poco se fue dando cuenta de una serie de cosas que no cuadraban. Y, como dice Bryan Wilson “En la actualidad un sistema religioso no puede ser emocionalmente reconfortante, si no es intelectualmente satisfactorio”. La propia autora confiesa: “Pero si he venido a la Obra con la intención de hacerme mejor, y resulta que cuando voy tocando fondo, se me sugiere que lo que tengo que hacer es malearme; aprender a hacer el juego, convirtiéndome en una persona con más conchas y más retorcida, la verdad es que me quedo perpleja, no sé a qué atenerme. Si por mí misma llego a descubrir que lo que me decís es cierto, no tendré más remedio que huir de este enmarañado montaje. Porque el libre albedrío es lo más rico en ser y en actividad que hay en la criatura inteligente; la acción por la cual ella dispone de sí misma, poniendo corazón y cabeza de acuerdo con la inspiración del espíritu”.

Entonces ¿cuál es el misterio de la expansión del Opus Dei?. En primer lugar, es de todos conocido que es más fácil obedecer a otro que gobernarse a sí mismo. Y la segunda explicación es que todas las sociedades “secretas” crecieron en periodos de manifiesto desasosiego y de convulsiones sociales. Tal vez por eso se puede decir, que una parte importante de quienes ingresan en ellas son, o los que se aferran a modos de vida antiguos que han quedado desbaratados o, por el contrario, también pueden ser personas que se rebelan contra el orden vigente y que juzgan necesario el sigilo como tapadera de su proceder.

A Isabel le costó mucho trabajo salir, porque con su salida perdía su seguridad material e incluso su seguridad espiritual. Escrivá proclamaba que “no daba ni una perra chica por el alma de aquellos que se saliesen de la Obra” ya que “fuera de la barca no hay salvación”. Y la barca no era la barca de Pedro; era la barca del Padre. Pero, en un rasgo heroico de coherencia intelectual y religiosa se fue. Ella misma nos trasmite la frase de Pérez Galdós que hizo suya. “El gran don Benito puntualiza acerca del mismo: “El misticismo, como cualquier otra forma de idealismo exagerado, sólo se justifica cuando se pone al servicio de la vida. Todo sueño o anhelo de perfección ideal de espaldas a los afanes de la existencia real y concreta es inútil e infecunda y sólo conduce a la esterilidad y, a veces, a la locura. Hay que buscar a Dios en la vida… La imaginación ardiente, la loca de la casa, otra de las facultades superiores del místico, no debe huir de la realidad para refugiarse en la contemplación del absoluto”.

No. No voy a cargar las tintas lanzándome a una campaña contra el Opus Dei. Todos tenéis una opinión formada sobre los desvaríos del marqués de Peralta, por lo que no me pondré a buscar argumentos acusatorios ni contra él, ni contra su Obra, ni contra su canonización. Sólo utilizaré dos que se adaptan impecablemente al razonamiento católico. Cristo pone como primer mandamiento el amor, a Dios y al prójimo y establece que el sábado está hecho para el hombre, no el hombre para el sábado. Pero es Isaías el que trata el tema del Opus Dei con mayor extensión cientos de años antes de que surgiera la Obra de Dios.

No me traigáis más dones vacíos, más incienso execrable. Novilunios, sábados, asambleas, no los aguanto. Vuestras solemnidades y fiestas las detesto; se me han vuelto una carga que no soporto más. Cuando extendéis las manos, cierro los ojos; aunque multipliquéis las plegarias, no os escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre. Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien; buscad el derecho, enderezad al oprimido; defended al huérfano, proteged a la viuda” (Is. 1,13-17).

Jesús dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. El Opus Dei tiene el Camino y se atribuye en exclusiva la Verdad. Pero nunca tendrá la Vida, esa vida a la que salió Isabel y en la que vive y lucha dentro de la Iglesia Católica porque, como ella dice “El Opus Dei no es la Iglesia”.

https://fernando2009.wordpress.com/2012/03/02/isabel-de-armas-ser-mujer-en-el-opus-dei/

Más reciente es la publicación de la autobiografía de otro antiguo numerario y ex sacerdote, Antonio Esquivias ("El Opus Dei: el cielo en una jaula"). Este señor dejó la obra con una mano delante y otra detrás después de dedicarle la mejor parte de su vida.

Antonio Esquivias vivió dentro del Opus Dei durante treinta años. Ahora, después de haber sufrido mobbing por parte de la Obra, lograr salir de la organización y fundar una familia, destila en El Opus Dei: el cielo en una jaula (editorial Libros.com) su vida su salida de la Prelatura, a la que califica de "una prisión". "Estás tan institucionalizado que cuando sales no sabes qué es un tetra-brick, cómo usar una tarjeta de crédito o cómo relacionarte con la gente", subraya Esquivias, quien convivió durante años con insignes miembros de la Obra, como el diputado Martínez Pujalte (PP) –quien ya no forma parte de la misma– o el ministro De Guindos, "que sigue siendo supernumerario".

En el libro habla de una pertenencia al Opus Dei total, hasta el punto de que los que salen están tan "institucionalizados" que no saben vivir fuera de ese ambiente. ¿Es realmente así?


Cada uno lo hemos vivido de forma diferente, pero el proceso que has mencionado, de "institucionalización", lo pasamos todos. Tengo un amigo con el que he seguido en contacto que me contó que, después de salirse, fue al funeral de una persona cercana a él, que vio allí a toda la gente llorando y que se dio cuenta de que él no podía; que no sabía llorar. ¡Qué cosa tan sencilla como llorar en un funeral de alguien que no conoces!

¿Por qué no se podía llorar? ¿Era obligatorio ser fuertes?

Es una educación fortísimamente controladora de las emociones. Se pide que des la respuesta adecuada en cada momento. Adecuada no en el sentido de que te hayas adecuado emocionalmente a la situación, sino adecuada a lo que te dicen que tienes que hacer en ese momento.

Cuando deja el Opus, no sabe utilizar un teléfono móvil, una tarjeta de crédito, se pierde en un supermercado... No es autónomo.

La gente, al leerme, ha recordado cosas y me ha escrito que no sabían lo que era un tetra-brik. Elegir un paquete de leche, fíjate que cosa tan sencilla, y no la sabía hacer un hombre que es filósofo. Has perdido el contacto con las cosas más normales de la vida. Cuando salgo del Opus Dei no sé ni manejar una tarjeta de crédito, es como venir de Marte a la Tierra. Yo me mareo en los supermercados viendo los tipos de aceitunas que hay porque no sé cuál tengo que coger.

La gente, durante un tiempo, se mete contigo: yo trabajé en una empresa y se reían de que no sabía quién era Espinete. En España todo el que ha tenido infancia sabe quién es Espinete, pero en el Opus todo eso de la televisión está tan controlado; en la empresa terminaron por llamarme así, Espinete.

Lo que es extraño es que en la Obra se vanaglorian de ser "apóstoles en medio del mundo", de estar dentro de él como políticos, abogados, empresarios... ¿Están en la tierra o desconectados de la realidad?

Sorprende mucho, porque sólo por trabajar ya tienes contacto directo con la gente, pero esa conexión la vives desconectado. Ves las cosas, pero como desde tu burbuja. Suena como a Matrix, pero es cierto: vives una contradicción entre lo que hay en la calle, esa libertad, y tus modos, esas normas. En el Opus Dei hay montones de normas: lo llaman criterios. Yo lo sé muy bien porque en la oficina de numerarios donde trabajaba preparaba todos los años los criterios que les íbamos a dar. Había que repasarlos, aunque la mayoría eran los mismos todos los años. Había que ser exacto con las normas. Sobre las mujeres, sobre las relaciones sociales, sobre los libros, normas sobre todo.

¿Y ahora?

Tiendes a repetir esquemas y además, como mientras estuviste con ellos te hicieron creer que estabas en medio de la calle, tardas mucho tiempo en darte cuenta de que estás metiendo la pata horrorosamente. Para ti lo que haces es normal. Lo de la tarjeta de crédito al final te lo explican y ya está, pero las actitudes como lo de no llorar... O cómo planteas las relaciones. La gente te pregunta quién te crees que eres.

¿En algún momento se arrepiente de haberse salido? ¿Puede más la sensación de estar perdido o la de no mirar más hacia atrás?

Sinceramente, nunca he vuelto a pensar si hice bien o si debería volver, aunque me haya costado manejarme. Sí que he tenido en algún momento la sensación de andar por un bosque muy oscuro hasta preguntarme si en algún momento seré capaz de dominar yo esto o si siempre va a cubrirme. Yo entré, como la mayoría de numerarios, con 16 años. ¿Cómo iba a conocer ni la cosa más sencilla del mundo exterior? En algunas cosas eres, todavía, un adolescente. Incluido el tema sexual, claro.

En todo ese aprendizaje de vivir, todavía tiene un conflicto con la Obra: no reconoce todavía lo que hizo con ellos.

Sí. Normalmente, cuando uno cambia de empresa, aunque afronte un cambio tiene su hipoteca, su casa, sus cosas. Yo salí sin nada en absoluto y me lo tuve que trabajar sin ahorros. Pero lo que no me puedo inventar es que estuve treinta años sin cotizar, que ahora no hay quien los cubra.

¿Sufrió acoso laboral?

Yo he empezado este movimiento un poco por eso, porque he llegado a los 60 años y de pronto me encuentro que tengo cotizados los años después de salir de la Obra, pero no los treinta años que trabajé para ellos. Yo salí con 45 años, y no tenía nada: no tenía una casa, no sabía ni manejar un banco, ni ropa, porque tenía ropa de sacerdote, sotanas y tal, pero no podía quedármela. Trabajaba como un loco, en horarios de catorce o dieciséis horas. La Obra es especialmente dura en hacerte sentir desprotegido. Todas mis relaciones las he tenido dentro de la Obra, porque he estado treinta años. Salvo mi familia, no conocía a nadie fuera de allí.

'El Opus Dei: el cielo en una jaula'. ¿Ha hecho que se sienta en una prisión?

Los tres últimos años de antes de dejarlo, sí. Estaba sin trabajo –hacía una misa por la mañana y nada más– pero estaba encerrado. Encerrado de relaciones, de posibilidades. Cuando te hacen mobbing en un trabajo, a fin de cuentas tienes tu sueldo y llega un momento que te vas a tu casa. Para mí, esa situación no eran ocho horas, sino las 24. No salía ni podía tener otras relaciones y la gente que me rodeaba dentro estaba tratada psicológicamente. Estaba en una prisión y me di cuenta de que no era sensato dejarme hacer eso. Si aceptas estar dentro de una burbuja pero encima no hay nada que hacer dentro de la burbuja... Realmente, yo no digo que no pueda estar ahí el cielo; sólo sé que no puede haber tanta norma, tanta jaula. Tendrían que respetar los derechos laborales y así, quien pensara en dejarlo, lo haría tan libremente como el que quisiera permanecer dentro.

http://www.eldiario.es/sociedad/Antonio-Esquivias-Opus-Dei-prision_0_405259637.html
 
Yo también he conocido exnumerarios y he leido el libro de Carmen Tapia.

Siempre me ha llamado la atención la falta de arrepentimiento y de preocupación de estas personas por aquellos a los que captaron cuando estaban dentro. Carmen Tapia, por ejemplo, se muestra más indignada por el destino de los objetos personales que no le devolvieron que por el de las decenas de mujeres que captó. No parece sentirse mínimamente responsable por el sufrimiento que haya provocado.
 
Almudena Rojas parece una buena chica, pero es un poco lastimoso oir los delirios de grandeza que tenía. Ser licenciada Derecho no te lleva a ser juez de una corte internacional así por tu solo deseo, ni serlo en Políticas te transforma en Churchill. La familia le ha metido muchos pájaros en la cabeza, y ella parece un poco infantil.

Pero por lo demás, que le vaya muy bien en el Carmelo y que sea feliz, si es que llega a profesar.
 

Temas Similares

Respuestas
4
Visitas
657
Back