Eso se dijo desde el principio, que de asustarle nada, que fuera algo definitivo, y eso fue cosa de Maje.
Maje sabía lo atontao que es Salva y tendría miedo de que encima le dejase al marido tullido, pero vivo. Tenía que asegurarse de que el cuerpo triste hiciese bien su "trabajo"