Libros, libros, libros

Desde mis años, buceando en mi memoria, ha acudido o más bien diría que me ha sacudido como un destello en la oscuridad un título escrito en el 1997 y publicado en el año siguiente en edición de bolsillo, no conociendo otra, se trata de: "Cuerda de Presos" de Jesús Quintero, aún entre nosotros y que sea por muchos años; conocido también por el temple y nivel de comunicación que establecía con sus interlocutores en sus entrevistas tanto televisiva como radiofónicas, medio este último donde se movia como "pez en el agua" estableciendo un grado de confianza en sus interlocutores ganada a base de miradas profundas pero no inquisitoriales sino sinceras y una entonación que te envolvía cual niebla de seda, pero leyendo en los corazones y desnudándolos en su alma como a día de hoy muy pocos lo han logrado; esto es un mérito y así hay que reconocérselo por siempre. Periodista de raza, rara avis en la comunicación actual. Eran otros tiempos, otros principios y otra educación; con sus luces y sombras pero mirándote a la cara y de poder a poder con la limpieza y sinceridad de su palabra; el verbo.
Bueno retomo este tema que se me ha ido el "santo al cielo". Bosquejo: Durante un trimestre el escritor visitó por encima de treinta penales y se entrevistó con más de un centenar de reclusos. Sus testimonios, son tanto el amargo reflejo de una cruda realidad como la aquilatación de que un giro del destino con tintes de broma puede ocasionarte sufrir un error cuya contrapartida será pasarte unos años o el resto de tu vida privado de libertad, como señal de que el Averno existe para unos; otros, en cambio, se metamorfosean convirtiendo las rejas en su nuevo hogar, como si de una madre nutricia y protectora se tratase. Cuestión de adaptarse por instinto de supervivencia o buscando el amparo de los más fuertes y "talluditos". Lo de siempre, cada uno buscando su lugar en el sol, aunque por las claraboyas carcelarias solo se alumbran sombras que te desnudan y desprotegen enseñando tus vergüenzas en un bucle, que se te antoja por angustioso, infinito caminando con pies de plomo a una eternidad que no has buscado, pero que te atraviesa tu mente cual lanzada recurrente.
Muy buen libro por el que no han pasado los años, duro a veces, como tenía que ser, y aunque con cuentagotas destila una regenación improbable; pero a quién le molesta una sonrisa de asombro y sobre todo de esperanza.
 
Cambio de Tercio; hoy os voy a comentar un título "glamouroso" si se me permite la licencia, perdón, por aplicarla al mundo de los libros pero es que no encuentro otra palabra mas afín.
Ahí va pues: "La Ciudad de las Redes. Retrato de Hollywood en los 40"/Otto Friedrich/582 págs. como por costumbre no suelo poner la editorial, mis disculpas foreros por ello. Su localización pasa por una bien surtida Biblio Pública o me temo que habría que echar "la caña de pescar" en los procelosos mares de los mercadillo, librerías de lance ¿existen aún? o similares de segunda mano.
Otto Friedrich, nació en Boston en 1929, estudió historia en la Universidad de Harvard y tras graduarse viajó por Europa donde trabajó para The Stars and Strips y para la United Press International. A su regreso a Nueva York, con el rigor historicista y la profundidad que le caracterizan, colaboró con el Daily News, el Nesweek, y posteriormente con el Saturday Evening Post; el libro que analiza la desaparición de esta publicación, Decline and Fall, ganó en 1970 el George Polk Award como mejor libro sobre la prensa. Por la época que escribió el título del que hablo, colaboraba con artículos de fondo para la revista Time y preparaba una biografía sobre el pianista Glenn Gould, primera pincelada para una posterior historia de la música ligera en la Norteamérica del siglo XX. (de la contraportada del libro)
Esta es la fabulosa historia de un gran imperio entre 1939 y 1949, la historia social y cultural de la edad de oro de la capital del cine. Otto Friedrich nos habla del Hollywood creador de imágenes; de los conflictos entre distinta clases y generaciones; de los enfrentamientos entre radicales, reaccionarios y gángsters; de la mezcla de glamour, bienestar, hipocresía y criminalidad; de las grandes películas y sus realizadores; de las "intrigas palaciegas": de los actores mas controvertidos y de los célebres escritores-guionistas que poblaron la Meca del Cine y que son tema de estudio de esta rigurosa, suculenta, irreemplazable historia de Hollywood, escrita y documentada por uno de los grandes historiadores de nuestro tiempo. (de la contraportada del libro)
Si existen libros de cabecera o que te llevarías a una isla perdida, éste iría a no dudar a la maleta con mucho placer, relamiéndote y con los ojos como platos aguardando impacientemente el festín literario de buena ley que te vas a dar. Buen provecho.
Un diez por su amenidad, un diez por hacernos sentir ciudadanos angelinos en los años 40 (sin olvidar la IIGM, como tragedia de fondo) y un diez por los maravillosos giros argumentales con entrecruzamiento constante,viniendo a cuento, de los diferentes personas, de carne y hueso como tú y yo, aunque no lo parezcan o no se les suponga fisuras o debilidades y pasiones varias.
Termino, creo firmemente que una vez empezado se os pegará a vuestras manos, os entrará por los ojos y tallará su recuerdo en letras de oro en vuestra memoria. Histórico y referencia absoluta de aquella época, de aquella ciudad y de las personas (personajes) que la habitaron.
 
Frases varias o como resucitar la palabra, alargando su dulce muerte pero cumpliendo antes, con creces, su misión comunicativa sin infravalorar y sacar de contexto la época y circunstancias en que alguien las escribió, razones y vivencias resumidas y entrelazadas con la existencia del autor, cual malla de mimbre.

"Para ganarme el pan, cada mañana
voy al mercado donde se compran mentiras.
Lleno de esperanza,
me pongo en la cola de los vendedores"

Bertolt Brecht (Augsburgo 10.02.1898 - Berlín-Este 14.08.1956). Dramaturgo y poeta alemán.
 
No solo de pan vive el hombre.
En libreto original:""Ferma un po'\Non si pasce di cibo mortale chi si pasce di cibo celeste\Altre cure piú, gravi di queste altra brama quaggiú mi guidó""
En "román paladino": ""Detente/No se nutre de alimento mortal quien se nutre de alimento celestial/Otros asuntos mas graves que éste, otros anhelos, me han traído aquí""
Personaje: La Statua (en vida Il Commendatore), obituado por Don Giovanni en un lance a espadas por el honor de la hija de aquel, seducida y abandonada por el libertino. Frase en que con voz de ultratumba este marmóreo ser contesta a la invitación a cenar que le ha recitado "a cenar teco" previamente el donjuan, dicho así en minúscula sin atributos y como una condición que atravesando con nocturnidad y alevosía la noche de los tiempos, llega a nuestros días, por desgracia del género femenino.
Escena quinta del acto segundo de la ópera Don Giovanni. "Don Giovanni, a cenar teco"
Música: W.A. Mozart (Salzburgo 27.01.1956-Viena 05.12.1791)
Libreto: Lorenzo da Ponte (Treviso 10.03.1749-New York 17.08.1838)
Estreno: Praga 29.10.1987
Don Giovanni está considerado y no sólo en la música, también en las letras universales el prototipo del seductor que conquista a la mujer, preferiblemente a las damas, ya veis estamos en el siglo XVIII, mediante el engaño, uso de subterfugios y malas artes; cortejando a toda hembra que se ponga no ya solo a su alcance, con que entre en el marco de su visión ya le vale. Claro que su final, os garantizo que no es digno de envidia. Arderás en el Infierno¡.
Y con esto y un........................, pero no a las ocho, que es sábado, puñetas.
 
No solo de pan vive el hombre.
En libreto original:""Ferma un po'\Non si pasce di cibo mortale chi si pasce di cibo celeste\Altre cure piú, gravi di queste altra brama quaggiú mi guidó""
En "román paladino": ""Detente/No se nutre de alimento mortal quien se nutre de alimento celestial/Otros asuntos mas graves que éste, otros anhelos, me han traído aquí""
Personaje: La Statua (en vida Il Commendatore), obituado por Don Giovanni en un lance a espadas por el honor de la hija de aquel, seducida y abandonada por el libertino. Frase en que con voz de ultratumba este marmóreo ser contesta a la invitación a cenar que le ha recitado "a cenar teco" previamente el donjuan, dicho así en minúscula sin atributos y como una condición que atravesando con nocturnidad y alevosía la noche de los tiempos, llega a nuestros días, por desgracia del género femenino.
Escena quinta del acto segundo de la ópera Don Giovanni. "Don Giovanni, a cenar teco"
Música: W.A. Mozart (Salzburgo 27.01.1956-Viena 05.12.1791)
Libreto: Lorenzo da Ponte (Treviso 10.03.1749-New York 17.08.1838)
Estreno: Praga 29.10.1987
Don Giovanni está considerado y no sólo en la música, también en las letras universales el prototipo del seductor que conquista a la mujer, preferiblemente a las damas, ya veis estamos en el siglo XVIII, mediante el engaño, uso de subterfugios y malas artes; cortejando a toda hembra que se ponga no ya solo a su alcance, con que entre en el marco de su visión ya le vale. Claro que su final, os garantizo que no es digno de envidia. Arderás en el Infierno¡.
Y con esto y un........................, pero no a las ocho, que es sábado, puñetas.

Corrijo, estreno Praga 29.10.1787. "lapsus cálami", al canto.
 
Despertando dulcemente la palabra, por respeto y admiración al autor que nos transmitio conocimientos y sentimientos imperecederos y hasta la eternidad:

""Entre los humanos que han presenciado el saqueo de una ciudad o la desintegración de un pueblo no es frecuente el deseo de escribir lo que se ha visto para los desconocidos que vendrán, o para las generaciones del más lejano futuro; o, si se prefiere para liberarse de los recuerdos. Alguien ha dicho que la muerte por cáncer de un ratón equivale a todo el saqueo de Roma por los godos""

Ford Madox Ford. (Merton, Surrey, 17.12.1873-Deauville, Francia, 26.06.1939). Novelista y editor inglés.
 
Cambio de Tercio; hoy os voy a comentar un título "glamouroso" si se me permite la licencia, perdón, por aplicarla al mundo de los libros pero es que no encuentro otra palabra mas afín.
Ahí va pues: "La Ciudad de las Redes. Retrato de Hollywood en los 40"/Otto Friedrich/582 págs. como por costumbre no suelo poner la editorial, mis disculpas foreros por ello. Su localización pasa por una bien surtida Biblio Pública o me temo que habría que echar "la caña de pescar" en los procelosos mares de los mercadillo, librerías de lance ¿existen aún? o similares de segunda mano.
Otto Friedrich, nació en Boston en 1929, estudió historia en la Universidad de Harvard y tras graduarse viajó por Europa donde trabajó para The Stars and Strips y para la United Press International. A su regreso a Nueva York, con el rigor historicista y la profundidad que le caracterizan, colaboró con el Daily News, el Nesweek, y posteriormente con el Saturday Evening Post; el libro que analiza la desaparición de esta publicación, Decline and Fall, ganó en 1970 el George Polk Award como mejor libro sobre la prensa. Por la época que escribió el título del que hablo, colaboraba con artículos de fondo para la revista Time y preparaba una biografía sobre el pianista Glenn Gould, primera pincelada para una posterior historia de la música ligera en la Norteamérica del siglo XX. (de la contraportada del libro)
Esta es la fabulosa historia de un gran imperio entre 1939 y 1949, la historia social y cultural de la edad de oro de la capital del cine. Otto Friedrich nos habla del Hollywood creador de imágenes; de los conflictos entre distinta clases y generaciones; de los enfrentamientos entre radicales, reaccionarios y gángsters; de la mezcla de glamour, bienestar, hipocresía y criminalidad; de las grandes películas y sus realizadores; de las "intrigas palaciegas": de los actores mas controvertidos y de los célebres escritores-guionistas que poblaron la Meca del Cine y que son tema de estudio de esta rigurosa, suculenta, irreemplazable historia de Hollywood, escrita y documentada por uno de los grandes historiadores de nuestro tiempo. (de la contraportada del libro)
Si existen libros de cabecera o que te llevarías a una isla perdida, éste iría a no dudar a la maleta con mucho placer, relamiéndote y con los ojos como platos aguardando impacientemente el festín literario de buena ley que te vas a dar. Buen provecho.
Un diez por su amenidad, un diez por hacernos sentir ciudadanos angelinos en los años 40 (sin olvidar la IIGM, como tragedia de fondo) y un diez por los maravillosos giros argumentales con entrecruzamiento constante,viniendo a cuento, de los diferentes personas, de carne y hueso como tú y yo, aunque no lo parezcan o no se les suponga fisuras o debilidades y pasiones varias.
Termino, creo firmemente que una vez empezado se os pegará a vuestras manos, os entrará por los ojos y tallará su recuerdo en letras de oro en vuestra memoria. Histórico y referencia absoluta de aquella época, de aquella ciudad y de las personas (personajes) que la habitaron.
Alguna vez lo he citado pero creo que vale la pena. Dices librerias de lance, las hay en Madrid y grandes ciudades pero no todo el mundo tiene acceso, pero existe una especie de cueva de Ali-Babá, www.iberlibro.com. Encuentras de todo y baratisimo. Si los libros son de segunda mano, descripcion completa de su estado etc etc.
 
Alguna vez lo he citado pero creo que vale la pena. Dices librerias de lance, las hay en Madrid y grandes ciudades pero no todo el mundo tiene acceso, pero existe una especie de cueva de Ali-Babá, www.iberlibro.com. Encuentras de todo y baratisimo. Si los libros son de segunda mano, descripcion completa de su estado etc etc.
Totalmente de acuerdo, recuerdo varias en la Puerta del Sol y alrededores, lo de Alí-Babá esta bien, pero quiero entender que los 40 ladrones se han ido a echar una "siestecita" al Magreb, al socaire de un oasis de cristalinas aguas, palmeras de siete brazos con sus sombras acariciadoras. huríes redividas portando cuencos con hidromiel y dátiles en sazón con su contenido proteínico. OK.
Por cierto si ves entrar por la Castellana a Lawrence de Arabia o al Rodolfo Valentino (q.D.g.) de "El Caid" (1921). a lomos de caballo (no unicornio), dromedario o camello (cuestión de jorobas, que no de jorobarse) avísame; te estaré eternamente agradecido. Sobre todo si con éste y en calidad de "vaso comunicante" viaja Lady Diana Mayo (Agnes Ayres), que ya estoy tardando en tomar un té o los que hagan falta con ella; acompañado de unas "butter cookies". Así llegaría al Séptimo Cielo, sin lugar a dudas, certificando que el Cielo existe, "casi ná"
 
"Otra Vuelta de Tuerca / The Turn of the Screw" - Henry James
¿Que puede hacer una institutriz, sola en un aislado caserón, para proteger a sus dos pupilos del lento acoso de los fantasmas?. Nos encontramos ante uno de las mejores narraciones de ficción de la literatura moderna. Se puede leer entre líneas percatándose de que encierra un aviso de la lenta, sutil pero definitiva invasión del Mal, con mayúsculas, en el ámbito doméstico; más allá de toda imaginación, una refinadísima historia sobre los inconvenientes de la bondad, una metáfora de la escritura. Se le pueden aplicar mútiples interpretaciones, hasta el infinito, sin pecar de exagerados. Referencia absoluta e inmortal en la literatura fantástica, sector gótico británico; al que también pertenece por ejemplo un M.R. James y sus cuentos de fantasmas, donde el mal se mimetiza con los objetos, surgiendo en toda su intensidad cuando menos lo esperas, sin estar prevenido.
Henry James (1843-1916), junto con su hermano William, recibió una esmerada educación europea. Estudió Derecho en la Universidad de Harvard, pero abandonó la carrera para dedicarse por completo a la narrativa. En 1882, fijó su residencia en Londres. Cultivó la novela, el ensayo, el teatro y los relatos. Entre su producción novelística, podemos resaltar: Los Europeos, Washington Square o Retrato de una Dama.

Letra Menuda:
""No suelen coincidir los que trabajan en el mismo oficio, ni siquiera para divertirse, pero las conversaciones acaban convirtiéndose en una conspiración contra el público""
Adam Smith. (Kirkcaldy, Reino Unido, 16.06.1723 - Edimburgo, Reino Unido, 17.07.1790)
 
Luisa Carnés, la escritora que no salía en la fotografía de la Generación del 27


Hoja de Lata, una pequeña editorial radicada en Gijón, recupera la obra de una de las autoras más olvidadas de la historia reciente de nuestra literatura
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La escritora Luisa Carnés - ABC

INÉS MARTÍN RODRIGO - imartinrodrigo Madrid11/06/2017 01:04h - Actualizado: 11/06/2017 01:04h. Guardado en: Cultura Libros


Si les pido que enumeren a algunos de los integrantes de la Generación del 27, es probable que se les vengan a la cabeza ciertos nombres, la mayoría masculinos: Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda… Si acaso, y gracias a la labor de la cineasta Tània Balló, recordarán, además, a las integrantes del conocido como grupo de «Las sinsombrero»: María Teresa León, Rosa Chacel, María Zambrano, Ernestina de Champourcín, Concha Méndez, Josefina de la Torre… Pero si les menciono a Luisa Carnés, ¿les suena? Seguramente no. Y, sin embargo, se trata de una de las grandes autoras de aquella corriente que marcó, para siempre, la historia más reciente de la literatura española.

Afortunadamente, su olvido está siendo reparado, en parte, por Hoja de Lata, una pequeña editorial independiente con sede en Gijón. Fundada hace ahora cuatro años por Daniel Álvarez Prendes, un librero que decidió capitalizar así el paro cuando se quedó sin trabajo, Hoja de Lata publicó el año pasado «Tea Rooms. Mujeres obreras», una de las grandes novelas de Carnés, y acaba de editar «Trece cuentos» (1931-1936), una aproximación a la narrativa breve de la autora que incluye cuatro relatos hasta ahora inéditos. Esta última obra cobra aún mayor valor si tenemos en cuenta que los cuentos fue lo único que la escritora llevaba consigo cuando tuvo que partir al exilio con lo puesto.

«El volumen que ahora publicamos tiene el valor literario de pertenecer a la misma pluma que “Tea Rooms”, pero también el valor humano de representar lo que la propia autora quiso salvar de la debacle: relatos mecanografiados y corregidos por ella misma», asegura Álvarez Prendes. Cuando Luisa Carnéscruzó la frontera francesa por La Junquera, en 1939, sólo se llevó una cartera de piel -reproducida en estas páginas- que contenía los originales de su narrativa breve y que su familia encontró intacta, cuarenta años después.

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La cartera de piel que Luisa Carnés llevaba cuando partió al exilio- ÁLEX PUYOL


Pero, ¿cómo llegaron los editores de Hoja de Lata a esta «mujer fuerte y libre, preocupada por poner su obra al servicio de su mundo»? Lo hicieron a través de David Becerra Mayor, profesor de Literatura en la Universidad de Lieja (Bélgica) y autor de «La Guerra Civil como moda literaria», publicado hace un par de años por Clave Intelectual. «Coincidimos con él en una presentación en Barcelona y nos dijo que estaba entusiasmado con “Tea Rooms”», recuerda Álvarez Prendes. Poco después, se hicieron con la edición facsímil de la obra, limitada y numerada, que la Asociación de Libreros de Lance publicó en 2014 gracias, sobre todo, al empeño del profesor Antonio Plaza, uno de los que más ha hecho por recuperar la figura y la obra de Luisa Carnés.

Una recuperación emocionante
«Alucinamos con lo que contaba y cómo lo contaba y quisimos que estuviera presente, el año pasado, en la Feria del Libro de Madrid», recuerda el editor. El propio Plaza les puso en contacto con la familia de Carnés, cuyo único hijo aún vive, y la edición de «Tea Rooms» de Hoja de Plata estuvo lista en mayo de 2016. «Tenemos una relación muy chula, cibernética epistolar, con su hijo. El proyecto de recuperación está siendo muy emocionante, tanto para la familia como para los editores, los lectores y los estudiosos», asegura Álvarez Prendes.

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Cubierta de «Tea Rooms»

Aunque Luisa Carnés escribió «Tea Rooms» en 1932 y la publicó en 1934, el editor de Hoja de Latadestaca la «preocupante vigencia que tienen sus planteamientos». Se trata de una novela, de marcado carácter social, en la que su autora se sirvió de sus experiencias como camarera en un salón de té en el Madrid de la época. «Muchas de las personas que nos hacen llegar comentarios son chicas jóvenes, “sinsombreros” del siglo XXI», confiesa Álvarez Prendes. Es el caso de la escritora María Folguera, que hace apenas unos días explicaba a ABC cómo le impresionó la lectura de «Tea Rooms», a la que emparentaba, directamente, con «La colmena».

Origen humilde
Y es que Carnés sabía de lo que hablaba, y por ello lo escribía. Nacida en 1905 en el seno de una familia humilde y obrera en el madrileño barrio de Las Letras, a los once años empezó a trabajar en un taller de sombrerería. Una «Sinsombrero» que comenzó a ganarse el pan, tan escaso en aquellos días, en una tienda de sombreros… Paradojas de una vida que, pese a los apuros económicos, Carnés dedicó en cuerpo, pero sobre todo en alma, a la escritura. «A los once años aprendí un oficio. Entonces, quizás, surgieron en mí las inquietudes, que aún no me han abandonado, las preguntas a las que todavía no he hallado contestación. ¿Por qué las mujeres se odian entre sí tan terriblemente?», aseguraba, en una entrevista publicada en la revista «Crónica» en marzo de 1830. En esas mismas páginas confiesa que en 1923 cogió «la pluma por primera vez para hacer un cuento» y que, como no se podía «gastar un duro en un libro», se alimentaba «espiritualmente con los folletones publicados en los periódicos y con las novelas baratas» y así fue ascendiendo «hasta Cervantes, Dostoievski, Tolstói...».

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Cubierta de «Trece cuentos»

En 1928, Luisa Carnés publicó su primera novela, «Peregrinos del calvario», a la que siguió «Natacha» (1930), ambientada en un taller textil en el que trabajó durante un tiempo. El año de la aparición de esta última obra coincide con su entrada, como taquimecanógrafa, en la editorial Compañía Iberoamericana de Publicaciones (CIAP), donde conoció al dibujante Ramón Puyol, que poco después se convertiría en su marido. Al estallar la Guerra Civil, Carnés se centró en su labor como periodista militante hasta que, acabada la contienda y con la derrota del bando republicano, se exilió en México (se salvó de terminar en un campo de refugiados en Francia gracias a una petición del Gobierno de Lázaro Cárdenas), donde siguió escribiendo hasta su muerte, en 1964, víctima de un accidente de tráfico.

Inclusión en el canon
Pese a que la semana pasada, un gran sello se puso en contacto con Hoja de Lata para incluir a Luisa Carnés en un libro sobre literatura española escrita por mujeres, el objetivo de los editores es «que pase a formar parte del canon, como autora fundamental de la novela social de la preguerra». Si bien Álvarez Prendes considera que su olvido se debe al «hecho de que era mujer y una de las perdedoras de la guerra», la escritora Marta Sanz añade otras razones, como «una militancia comunista que durante mucho tiempo se ha considerado torticeramente incompatible con la posibilidad de tener un estilo o una “calidad” literaria, y el hecho de escribir ciertos textos muy arriesgados, genéricamente inclasificables, híbridos, como es el caso de la novela-reportaje “Tea Rooms”, cuajada, por otro lado, de fragmentos líricos.

Elena Medel: «Su voz es la voz firme de una trabajadora, de una mujer de familia muy humilde y clase baja, obrera, que habla en primera persona»
En este sentido, la poeta y editora Elena Medel, que con el proyecto «Cien de cien» está recuperando a las autoras silenciadas de nuestra historia, considera que «en la mirada de Luisa Carnés» hay «una diferencia» que a ella le interesa «mucho»: su clase social. «La voz de Carnés es la voz firme de una trabajadora, de una mujer de familia muy humilde y clase baja, obrera, que habla en primera persona sobre su experiencia. El núcleo “oficial”, en todos los sentidos, de la Generación del 27 lo integran autores de clase social acomodada, que han disfrutado del acceso tanto a la universidad como a la cultura. En el caso de Carnés o de Lucía Sánchez Saornil, por ejemplo, deben compaginar sus estudios, si lo consiguen, con el trabajo para mantener a su familia, y no acuden a ciertas reuniones de los intelectuales de la época por una razón muy sencilla: están trabajando. No aparecen en la fotografía, de manera literal. Su origen y su condición las expulsa».

En cualquier caso, Medel considera que «este redescubrimiento de Carnés, y de otras compañeras de Generación, nos está permitiendo ubicarlas en un canon que las había marginado», aunque reconoce que «sería interesante» valorar su figura en la historia de la literatura española «dentro de cinco o diez años». De momento, el Ayuntamiento de Madrid tiene previsto instalar una placa en el número 35 de la calle Fernández de la Hoz, en el barrio de Chamberí, en honor de Luisa Carnés.

«Luisa Carnés ha sido triplemente olvidada: por comunista, por exiliada y por mujer»
Charlamos con David Becerra Mayor, profesor de Literatura en la Universidad de Lieja y artífice de que la editorial Hoja de Lata descubriera a Luisa Carnés.

¿Quién fue Luisa Carnés?

Podríamos decir que fue una sin-Sinsombrero. Las Sinsombrero eran mujeres intelectuales que en su mayoría procedían de la clase media-alta que, desde esa posición, rompieron, en cierta medida, con su clase para luchar por la emancipación de la mujer. Luisa Carnés, sin embargo, fue una mujer de clase obrera, autodidacta, que antes de dedicarse a la literatura había ejercido distintos oficios, entre los cuales se cuenta el de camarera, cuya experiencia fue fundamental para escribir «Tea rooms». Por eso podríamos decir que Luisa Carnés es un caso exepcional, casi único, porque ella no cuenta, desde su posición privilegiada, la vida de las clases subalternas, no se dedica a dar voz a los que no tienen voz; ella misma representa al sujeto subalterno que precisamente porque le han negado la posibilidad de expresarse, porque le han robado la palabra, ha decidido ella misma tomar la palabra para contar su propia historia y la de su clase. Tal vez por eso su olvido ha sido incluso mayor que el que sufrieron las otras mujeres de la (mal) llamada Generación del 27: su discurso era doblemente transgresor, subvertía desde la clase y desde el género. Luisa Carnés ni siquiera fue recuperada en el proceso de recuperación de las mujeres del 27. Ella ni siquiera tuvo el «privilegio» de ser una Sinsombrero.

¿Por qué no hemos sabido nada, o casi nada, de ella en los últimos años?

Ni en los últimos años, ni en las últimas décadas. Luisa Carnés ha sido triplemente olvidada: por comunista, por exiliada y por mujer. «Tea rooms» no se había vuelto a publicar desde 1934. El canon literario español del siglo XX se construye -conviene no olvidar tampoco las relaciones entre canon e ideología- durante el franquismo, y el canon que hemos recibido ha dejado fuera toda una tradición literaria realista, social, comprometida. Apenas nada sabemos de los novelistas sociales de los años treinta, como Carnés, Arconada o José Díaz Fernández, como también casi hemos olvidado ya a los novelistas sociales del medio siglo, como Armando López Salinas, Jesús López Pacheco o Antonio Ferres.

¿Cómo valora la recuperación de la obra de Luisa Carnés por parte de Hoja de Lata?

Creo que Hoja de Lata, con la publicación de «Tea rooms» y la antología de cuentos de Carnés, está haciendo un gran trabajo de recuperación de la memoria literaria de este país -una tarea que está en consonancia con lo que está sucediendo en la sociedad española en los últimos años. En ese volver la mirada hacia atrás de forma crítica, hemos empezado también a reivindicar otra memoria cultural que difiera de la memoria cultural que hemos heredado del franquismo; hemos empezado a reivindicar una memoria cultural donde autoras como Luisa Carnés tengan cabida.

¿Y cómo valorarías la figura de Luisa Carnés en la historia de la literatura española?

Es una figura excepcional en tanto que encarna la voz de un sujeto subalterno que toma la palabra para contar su propia historia y la historia de su clase.

http://www.abc.es/cultura/libros/ab...rafia-generacion-27-201706110104_noticia.html


 
El disgusto de Lorca: sin plaza en la Residencia de Estudiantes
Una correspondencia inédita y estudiada por Roger Tinnell del poeta con el músico Adolfo Salazar desvela el empeño del poeta por ingresar un año más en el centro con sus amigos

JESÚS RUIZ MANTILLA
Madrid 13 JUN 2017 - 05:50 CEST


Federico García Lorca posa en el Jardín de los Poetas, diseñado por Juan Ramón Jiménez, de la Residencia de Estudiantes, en Madrid, en 1919 ©Fundación Federico García Lorca


En ese oasis madrileño que es la colina de los chopos aún se puede sentir la presencia de Federico García Lorca. La Residencia de Estudiantes conserva las mismas fachadas en la calle Pinar, los mismos espacios traseros que emulan un campus de prestigio con toque anglosajón e incluso el jardín con acequia donde Juan Ramón Jiménez plantó sus adelfas. Era el paisaje que le ayudó a abrir los ojos en su juventud, junto a sus compañeros de farras inventivas, cuando como orgullosos integrantes de los putrefactos, ese surrealismo germinal español, se abrían a la vanguardia y todos los caminos del arte. Pero hubo unos meses en que el poeta se quedó fuera. Por tardar en hacer la inscripción.

Es lo que desvelan las eufóricas, cariñosas y desinhibidas cartas que se cruzó en esa época con su amigo músico y crítico, Adolfo Salazar. Un correo inédito que el musicólogo y experto en la generación de la Edad de Plata, Roger Tinnell, ha analizado en el archivo de la Residencia. Ha sido después de que llegara el legado de Salazar desde México —donde este se exilió hasta su muerte en 1959— a Madrid. “Fueron grandes amigos. Le ayudó cuando era muy joven y contribuyó a lanzar su carrera. Desde que lo conoció en 1919 se volvieron muy cómplices”, afirma Tinnell.

Por el tono, queda claro. A través de sus líneas comentan el arte, la vida y las preferencias entre los hombres envueltas en los códigos gais de la época, aunque abiertamente. “No tuvieron ninguna relación amorosa, pero sí una franca amistad donde cabían, claro, las confidencias”.

Entre ellas, la rabia que le dio quedarse en 1922 sin plaza en Madrid. “En la carta sugiere que no quiere ir a otra pensión porque le asustan, dice, los ambientes Baroja y Galdós”. También le camela para que hable con Alberto Jiménez Fraud,el director del centro: “¿Iré a Madrid? Gestiona tú algo…. pero muy delicadamente y sin decir que yo te lo he dicho. ¡Qué fastidio!…. y qué niño soy. Me figuraba que ir a la Residencia era cosa de decir voy y ya está”. Lorca lo suplica porque dice ahogarse en Granada y que necesita ir para darse un baño de amistad.

No podía soportar la idea de quedar sin el fuselaje que le proporcionaban Dalí,Buñuel, Pepín Bello… Meses ausente de esa sala de conferencias por las que pasaron madame Curie, Albert Einstein, Igor Stravinski… Sin las vitaminas de sus correligionarios poéticos y artistas, sin la posibilidad de respirar teatro, sin esas sesiones de espiritismo, güija e hipnosis en las que le encantaba hacerse el muerto.

También en las cartas resuena un presentimiento de tragedia, tan transparente en su obra. “Pocos han sido tan conscientes de la posibilidad de martirio como lo fue él”, asegura Tinnell. De hecho, en una de las cartas, escribe: “Mientras yo viva creo firmemente (como crees tú) que he venido a la tierra para ser Perseo, para ser Hércules, para ser Narciso, para ser Cristo”.

Como mínimo, tamaña confesión, congela la sangre. Es el Lorca visionario de la muerte, el poeta de las pertinentes profecías, el autor de versos como: "Así hablaba yo cuando Saturno detuvo los trenes/ Y la bruma y el Sueño y la Muerte me estaban buscando/ Me estaban buscando... (Poema doble del lago Eden). Un Lorca íntimo que demuestra la confianza y la amistad que le une a Salazar. No extraña, comenta Tinnell, “el músico tenía predicamento en la poesía española de la época y había escrito un artículo en El sol en 1919 titulado: Un nuevo poeta. Federico G. Lorca, que ayuda en gran medida a catapultarlo”.

Compartían además amistad con Falla, mencionado en las cartas, así como con otros músicos como el guitarrista Regino Sainz de la Maza o el compositor Roberto Gerhard. Junto a Salazar, Lorca comparte otra de sus facetas esenciales: la música. “Quiso dedicarse a ello en un tiempo. Pero no lo veían bien en su familia, querían que estudiara Derecho”. Algo que hizo, por cumplir expediente, sin pena ni gloria. Consciente de que no había venido a este mundo para batirse por intereses ajenos en los tribunales. Sino a fijar el rumbo de la poesía y el teatro futuros. Mientras pudo.

“En su casa, sobre todo su madre, andaban preocupados por lo que Federico hacía en Madrid y por ciertas amistades”, asegura Tinnell. Los círculos mágicos tienen eso, que asustan a los mortales si se cubren de cierta excentricidad y misterio. Y de eso, tanto a Lorca como a Buñuel o Dalí, no les faltó nunca. El hijo de un terrateniente de la Vega de Granada que lanzaba verdades como puñales a la cara de un país incendiado, el macarra de Calanda (Teruel) que quería ser boxeador y acabó revolucionando el cine mundial y el escuálido artista de Figueres, con pinta de mohicano, conformaron, desde esa bendita logia de amistades de la Residencia un caudal de diamantes para la cultura universal del siglo XX.


http://cultura.elpais.com/cultura/2017/05/29/actualidad/1496074194_403811.html


 
Yo empecé con 1Q84. Me encantó. Me encantó su fantasía, sus personajes, su manera de escribir...

Luego "Tokyo Blues", "Kafka en la orilla", "de qué hablo cuando hablo de correr" ( lo léi cuando yo corría...no es una novela en sí, es el relato de su experiencia corriendo), "Los anos de peregrinación del chico sin color"...

Pero creo que cualquiera te gustaría. Tal vez no el de correr, si no tienes tú misma una afinidad con ese deporte.

Tener los tengo TODOS :D , pero como me gusta tanto, me los voy racionando para que no se me acaben :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:.
Maravillosos :)
 
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