Cuando no se está de acuerdo con una persona, no hay necesidad de levantar la voz (a nivel internacional escribir todo en mayúsculas significa: gritar). No vive usted en una dictadura donde unos gritan dan órdenes y otros obedecen sin chistar.
Y tampoco es usted quién para repartir bulas e indulgencias, quién está a cargo de la Iglesia como máximo jefe es el Papa y hace ya un par de meses las mujeres que han abortado reciben el perdón de la Iglesia. No tiene usted poder alguno para condenar a alguien a la crucifixión -ni producida, ni auto-inducida (como usted sugiere).
También es pecado juzgar a los demás y apuntarlos con el dedo. Y ese pecado también merece el perdón. Tome ejemplo y sea usted más tolerante con los demás.
Y tampoco creo que lo mejor que Dios le da en la vida a una mujer sea ser madre -descalifica usted a todas aquellas a las que no se les ha dado "ese don"- y muchas que pueden serlo mejor sería que no ejercieran ese derecho por su bien y el de todos.
