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Si uno disecciona el atuendo hay cosas que uno llevaría, los pitillos, los zapatos, la chaqueta, pero bien puestas y no para ocasiones como estas, ésta ropa es para una salida casual con las amigas o el marido, es verla a ella toda desprolija y es rechazar la ropa todo un uno. La blusa y chaquetas del mismo estilo de cuello, en fin. Con ese cuerpecito de talla infantil contrahecho, mala postura, un pelucón ridículo para ese conjunto y el rostro a plena luz fatal pues demerita la ropa, y no hay que ser bella ni semi anoréxica para lucir pero la que tiene, tiene y la que no ni aunque se vista de Chanel. Ella no le da importancia a los actos, lo que lleva encima cuesta miles de euros en total y luce vestida de cualquier marca baratucha, ni los complementos caros le levantan el atuendo. No es elegante, no tiene percha, no sabe combinar sobre todo texturas y no sabe peinarse para la ocasión, a veces vale más una coleta perfectamente peinada que denote limpieza y aporte el toque de outfit casual y no un pelucón ridículo, seco y mega abultado. Además, ella tiene presupuesto para marcas buenas con prendas perfectamente cortadas en lugar de doscientos looks iguales más baratos que al final cuestan lo mismo que treinta de los buenos, ahorro cero pa lucir mal, mejores marcas aunque sean menos prendas, que aprenda a combinar y nunca parecerá la misma ropa. Lo peor sigue siendo su actitud, llega y es anodina, no le pone presencia al evento, más bien resta, en mi modesta opinión.
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