Horrorosa, el final se acerca a pasos agigantados. Está desatada, descontrolada y fuera de este mundo. No llega ni a ser una sombra de "mujer", aquella le ha abandonado. Verla venir, es correr y huir en noche oscura sin estrellas en el cielo. Qué dolor, como español; y digo dolor, no pena. Saludos.
Salud, fuerza y honor.
Jose Antonio Cebrían (1965-2007). Nunca morirás, porque no te has ido.