No se nada, cuenta, cuenta
Lo ha colgado SOYHELENA en el post 1935.
La hipocresía de los aclamados
Oleh: admin_oyv
April 18, 2012
Por: Elena García Rubio, DOO.
Hace casi un mes la jornada laboral matinal se alargó más de lo deseable y me encontré a las cuatro de la tarde comiendo frente a la pantalla del televisor viendo un programa de Telecinco. Se trata de un programa de emisión diaria que cosecha buenos índices de audiencia y donde los tertulianos despiertan, en general, gran cariño y admiración en el público que sigue el programa. Me sorprendió gratamente ver que tenía una sección a la que han llamado “solidaria” en la que personas que están viviendo momentos difíciles piden ayuda.
Presentaron el caso de una niña de 4 años, Jara, que tenía un tumor cerebral congénito que no le fue detectado hasta los 3 años, en ese tiempo el tumor se había desarrollado de tal manera que le había afectado a varios órganos, siendo uno de los más afectados la visión. Al poco de operarla para extirpar el tumor sufrió una trombosis en una pierna que le limita parcialmente el movimiento.
Jara prácticamente no tiene visión en un ojo, solo percibe luz en la mitad del campo visual del ojo izquierdo y la visión del ojo derecho está reducida a un 40% y el campo visual a la mitad.
Los padres de Jara han gastado lo que tenían ellos y sus familias en intentar que Jara se recupere al máximo, pero no es suficiente. Entre las numerosas cosas que Jara necesita están unas gafas.
Cuando la madre de Jara, sentada a su lado, concluyó de contar la historia, mientras Jara ajena a los problemas de su familia, no paraba de sonreír y moverse de un lado a otro, una de las tertulianas que más cariño despierta en la audiencia, Terelu, se sentó junto a ellas y les dijo:
“Ya se que no es mucha ayuda, pero ya sabes que mi exmarido tiene ópticas y aunque no he hablado con él, tenemos buena relación y se que estará de acuerdo conmigo en regalarle a Jara las gafas que necesita“. A este ofrecimiento le sucedieron el repetitivo agradecimiento de la madre y el emocionado aplauso de toda la audiencia del plató y de los compañeros de programa de Terelu.
Ayer Jara y su familia vinieron a mi consulta, cuando le pregunté a la madre que porqué Jara no llevaba las gafas que le habían regalado me dijo que no había habido tal “regalo”.
Nadie la ha llamado para ver como hacían llegar a Jara las gafas que le prometieron entre lágrimas teatralmente contenidas. “Hace dos semanas –me cuenta la madre– me han llamado de Telecinco para preguntarme si ha habido una respuesta solidaria por parte de la gente que vio el programa, yo le conté las ayudas que gente anónima me está ofreciendo y les dije que hoy venía a Madrid (Jara y su familia viven en Navarra) y que me supone mucho esfuerzo desplazarme allí, que si pudiera aprovechar el viaje para solucionar lo de las gafas que me dijo Terelu sería perfecto. No te preocupes, le dijeron, esta tarde sin falta te llamará…”
La llamada ha quedado en el mismo limbo que la promesa de regalarle las gafas. Poco importa, hoy viernes Jara recibirá en su casa las gafas rosas irrompibles que ha elegido y sé que sus padres y su yaya sonreirán desde Navarra y eso es lo único que cuenta.
Pero me indigna la hipocresía de los que se venden y hacen creer a la gente en una honestidad que no practican y levantan una admiración personal que no merecen.
Puedes ver el video de la sección, con el caso concreto, en la web de Telecinco.
Elena García Rubio es Consejera Editorial de Opticayvision.es. Ejerce su labor como DOO al frente del Instituto Nacional de Optometría (INOP)