Por ser la madre cocainómana y estar divorciada no les dejaron casarse, vaya error.
Después Leti tenia muchismo peor historial ella y su familia. Felipe ahí te estrellaste por tonto....
www.mujerhoy.com
Isabel Sartorius / GETTY IMAGES
SILVIA VIVASViernes, 22 julio 2022, 14:45
Hasta 2012 todo lo que sabíamos sobre la ruptura de Isabel Sartorius y el entonces príncipe de Asturias, Felipe, eran conjeturas. Pero ese año la que fuera primera novia oficial de Felipe VI (mucho antes de la reina Letizia) decidió contar las traumáticas experiencias que había vivido con su madre, Isabel Zorraquín, en un libro titulado «Por ti lo haría mil veces».
Con la publicación de su historia el mundo descubrió que tras la adolescente insegura a la que la reina Sofía intentó mimar y que no pudo llevar a buen puerto su relación con el príncipe había sobrevivido a una vida marcada por la intensa relación que mantenía con su madre, Isabel Zorraquín. Y también se descubrió que la madre de Isabel Sartorius vivió una existencia marcada por la tragedia, el desamor, la dependencia emocional y la adicción a las drogas.
Ese sufrimiento que invadía la existencia de Isabel Zorraquín tenía como epicentro el desamor. Isabel Sartorius hizo en su libro una descripción amorosa y descarnada de su madre, una mujer que olía a Nenuco y Marlboro y que no dejaba pasar un día sin comunicar a sus hijos cuánto les quería, pero que también una madre capaz de enviar a su hija de 14 años a comprar cocaína.
Argentina de nacimiento, la madre de Isabel Sartorius tenía ascendencia española del mejor pedigrí, motivo por el que pasaba temporadas en España codeándose con lo mejorcito de la alta sociedad. Fue así como conoció a Vicente Sartorius Cabeza de Vaca, marqués de Mariño y deportista olímpico, y se enamoró de él.
En 1964 Isabel Zorraquín y el marqués se casaron por la iglesia, pero acabaron separándose en 1973 tras muchos rumores de infidelidad en los ecos de sociedad y en 1978 la Iglesia anuló el matrimonio. De aquella unión nacieron tres hijos, y la mayor de todos era Isabel Sartorius, la niña con la que Isabel Zorraquín haría su «equipo perfecto» y a la que convertiría en algo más que una hija, también era su amiga y su principal apoyo.
Pero los problemas empezaron después de aquel divorcio, cuando Isabel Zorraquín encontró un nuevo amor en la discoteca marbellí Mau Mau que implicaba mudarse a un nuevo país: Perú. En 1978 se casó con Manuel Ulloa, un político relacionado con las élites del poder que llegó a ser Primer Ministro de Perú de 1980 a 1982. Con la boda llegó el traslado a Lima: Isabel Sartorius tenía 13 años recién cumplidos.
La vida en Perú era muy solitaria y resultó una trampa para Isabel Zorraquín. Su marido la aislaba, no le permitía salir sin él al tiempo que ella recibía anónimos en los que le relataban todas las infidelidades de su esposo. Pero lo peor era que comenzó a consumir cocaína y los episodios violentos de los que tanto Isabel como sus hermanas fueron testigos.
Isabel Zorraquín creía tener el remedio para la depresión que empezaba a gestarse en su interior, su propia hija. Ambas desarrollaron una relación casi fusional. Isabel Sartorius se convirtió en la madre de su madre, la acompañó en la luna de miel con su nuevo marido, grababa con una grabadora las infidelidades de su marido en el dormitorio conyugal y acudía a las direcciones que su madre le indicaba para comprarle droga.
De puertas afuera era como cualquier otra niña de clase alta matriculada en exclusivos centros bilingües, como el de las Madres Dominicas y Saint Chaumon. Pero de puertas adentro la vida de Isabel Sartorius era un calvario. «Con 14 años salía del colegio y mi madre me mandaba a comprar droga. Yo iba: habría hecho cualquier cosa. Simplemente, era mi madre».
En 1982 y tras varios intentos de rehabilitación el matrimonio de Isabel Zorraquín y el ministro peruano era oficialmente un fracaso, pero el final se alargó. La familia se instala de nuevo en Madrid mientras la policía investiga a Isabel Zorraquín porque sospechan que es traficante de drogas. Finalmente el matrimonio se rompe de la peor manera posible y Ulloa expulsa a la madre y las hijas de la vivienda familiar.
Era el año 1989 e Isabel Sartorius ya había intentado respirar lejos de su codependiente relación materna. En 1987 huyó de Madrid rumbo a Estados Unidos, donde estudió Ciencias Políticas. «No me adapté a España, se me hacía pesada. En EE.UU. empecé a reconocer el dolor. Ahí sí lloré, veía a una familia y lloraba», explicó la propia Isabel Sartorius a Mujerhoy.
Unida a su madre pero desconectada afectivamente del resto del mundo antes de conocer a hijo de los reyes Isabel Sartorius vivía con mil defensas contra los hombres; asistir a la destructiva relación de su madre con su segundo marido tuvo ese efecto en ella.
«Los amores con los hombres no me los tomaba en serio. Lo principal era mi madre», confesó tras publicar su libro. Hasta que llegó el príncipe de Asturias y aquella velada que culminó en la discoteca Joy Eslava, la noche en la que empezó a quererle.
Ese mismo año se pudieron ver las primeras imágenes veraniegas de la pareja en un barco en Mallorca. El idilio aportaba paz en la vida de Isabel Sartorius que fuera de las citas en la Zarzuela seguía lidiando con el cuidado y vigilancia de su madre acompañándola en los trámites del divorcio, intentando que dejara las drogas.
En 1993 Isabel Sartorius no fue capaz de seguir lidiando con el contraste de la vida que tenía junto al príncipe y la que tenía junto a su madre. Reconoce que en los últimos meses de relación con Felipe lloraba cada día a medida que se acercaba a Zarzuela. «¿Cómo podía pasar la tarde en un palacio y luego volver a casa a hacer cuentas porque no veía cómo pagar la factura del teléfono de mamá?», se preguntaba.
Finalmente Isabel Sartorius escogió a su madre por encima de ella misma. Dejó al príncipe. El final de la historia llegaría décadas más tarde y no sería feliz. A pesar del apoyo incondicional de su hija, Isabel Zorraquín falleció sola en un apartamento en Buenos Aires que había pagado para ella la viuda de su primer marido, la princesa Nora de Liechtenstein.
Después Leti tenia muchismo peor historial ella y su familia. Felipe ahí te estrellaste por tonto....
La trágica historia de Isabel Zorraquín, madre de Isabel Sartorius, que marcó su noviazgo con el príncipe Felipe
En 2012 Isabel Sartorius escribió un libro en el que exorcizaba la difícil relación con su madre, Isabel Zorraquín, la persona que más afectó a su relación con el prínci
www.mujerhoy.comLa trágica historia de Isabel Zorraquín, madre de Isabel Sartorius, que marcó su noviazgo con el príncipe Felipe
En 2012 Isabel Sartorius escribió un libro en el que exorcizaba la difícil relación con su madre, Isabel Zorraquín, la persona que más afectó a su relación con el príncipe Felipe.
Isabel Sartorius / GETTY IMAGES
SILVIA VIVASViernes, 22 julio 2022, 14:45
Hasta 2012 todo lo que sabíamos sobre la ruptura de Isabel Sartorius y el entonces príncipe de Asturias, Felipe, eran conjeturas. Pero ese año la que fuera primera novia oficial de Felipe VI (mucho antes de la reina Letizia) decidió contar las traumáticas experiencias que había vivido con su madre, Isabel Zorraquín, en un libro titulado «Por ti lo haría mil veces».
Con la publicación de su historia el mundo descubrió que tras la adolescente insegura a la que la reina Sofía intentó mimar y que no pudo llevar a buen puerto su relación con el príncipe había sobrevivido a una vida marcada por la intensa relación que mantenía con su madre, Isabel Zorraquín. Y también se descubrió que la madre de Isabel Sartorius vivió una existencia marcada por la tragedia, el desamor, la dependencia emocional y la adicción a las drogas.
La triste trayectoria de Isabel Zorraquín: dos divorcios y adicción a a cocaína
Afirmaba en una entrevista Isabel Sartorius que la mañana del 22 de abril de 2009, cuando su hermana la despertó con una llamada desde Argentina para comunicarle que su madre había muerto, en vez de desesperación sintió paz: «sabía que mi madre, mi mejor amiga, la persona a la que más he querido junto con mi hija, por fin había dejado de sufrir».Ese sufrimiento que invadía la existencia de Isabel Zorraquín tenía como epicentro el desamor. Isabel Sartorius hizo en su libro una descripción amorosa y descarnada de su madre, una mujer que olía a Nenuco y Marlboro y que no dejaba pasar un día sin comunicar a sus hijos cuánto les quería, pero que también una madre capaz de enviar a su hija de 14 años a comprar cocaína.
Argentina de nacimiento, la madre de Isabel Sartorius tenía ascendencia española del mejor pedigrí, motivo por el que pasaba temporadas en España codeándose con lo mejorcito de la alta sociedad. Fue así como conoció a Vicente Sartorius Cabeza de Vaca, marqués de Mariño y deportista olímpico, y se enamoró de él.
En 1964 Isabel Zorraquín y el marqués se casaron por la iglesia, pero acabaron separándose en 1973 tras muchos rumores de infidelidad en los ecos de sociedad y en 1978 la Iglesia anuló el matrimonio. De aquella unión nacieron tres hijos, y la mayor de todos era Isabel Sartorius, la niña con la que Isabel Zorraquín haría su «equipo perfecto» y a la que convertiría en algo más que una hija, también era su amiga y su principal apoyo.
Pero los problemas empezaron después de aquel divorcio, cuando Isabel Zorraquín encontró un nuevo amor en la discoteca marbellí Mau Mau que implicaba mudarse a un nuevo país: Perú. En 1978 se casó con Manuel Ulloa, un político relacionado con las élites del poder que llegó a ser Primer Ministro de Perú de 1980 a 1982. Con la boda llegó el traslado a Lima: Isabel Sartorius tenía 13 años recién cumplidos.
La vida en Perú era muy solitaria y resultó una trampa para Isabel Zorraquín. Su marido la aislaba, no le permitía salir sin él al tiempo que ella recibía anónimos en los que le relataban todas las infidelidades de su esposo. Pero lo peor era que comenzó a consumir cocaína y los episodios violentos de los que tanto Isabel como sus hermanas fueron testigos.
Isabel Zorraquín creía tener el remedio para la depresión que empezaba a gestarse en su interior, su propia hija. Ambas desarrollaron una relación casi fusional. Isabel Sartorius se convirtió en la madre de su madre, la acompañó en la luna de miel con su nuevo marido, grababa con una grabadora las infidelidades de su marido en el dormitorio conyugal y acudía a las direcciones que su madre le indicaba para comprarle droga.
De puertas afuera era como cualquier otra niña de clase alta matriculada en exclusivos centros bilingües, como el de las Madres Dominicas y Saint Chaumon. Pero de puertas adentro la vida de Isabel Sartorius era un calvario. «Con 14 años salía del colegio y mi madre me mandaba a comprar droga. Yo iba: habría hecho cualquier cosa. Simplemente, era mi madre».
En 1982 y tras varios intentos de rehabilitación el matrimonio de Isabel Zorraquín y el ministro peruano era oficialmente un fracaso, pero el final se alargó. La familia se instala de nuevo en Madrid mientras la policía investiga a Isabel Zorraquín porque sospechan que es traficante de drogas. Finalmente el matrimonio se rompe de la peor manera posible y Ulloa expulsa a la madre y las hijas de la vivienda familiar.
Isabel Sartorius, su madre y el príncipe Felipe
Isabel Sartorius reconoce que el flechazo con el príncipe Felipe estuvo a punto de no producirse: un amigo la invitó a la cena en el que se sentaron juntos, pero Isabel, agotada por velar a su madre, estuvo a punto de no acudir.Era el año 1989 e Isabel Sartorius ya había intentado respirar lejos de su codependiente relación materna. En 1987 huyó de Madrid rumbo a Estados Unidos, donde estudió Ciencias Políticas. «No me adapté a España, se me hacía pesada. En EE.UU. empecé a reconocer el dolor. Ahí sí lloré, veía a una familia y lloraba», explicó la propia Isabel Sartorius a Mujerhoy.
Unida a su madre pero desconectada afectivamente del resto del mundo antes de conocer a hijo de los reyes Isabel Sartorius vivía con mil defensas contra los hombres; asistir a la destructiva relación de su madre con su segundo marido tuvo ese efecto en ella.
«Los amores con los hombres no me los tomaba en serio. Lo principal era mi madre», confesó tras publicar su libro. Hasta que llegó el príncipe de Asturias y aquella velada que culminó en la discoteca Joy Eslava, la noche en la que empezó a quererle.
Ese mismo año se pudieron ver las primeras imágenes veraniegas de la pareja en un barco en Mallorca. El idilio aportaba paz en la vida de Isabel Sartorius que fuera de las citas en la Zarzuela seguía lidiando con el cuidado y vigilancia de su madre acompañándola en los trámites del divorcio, intentando que dejara las drogas.
En 1993 Isabel Sartorius no fue capaz de seguir lidiando con el contraste de la vida que tenía junto al príncipe y la que tenía junto a su madre. Reconoce que en los últimos meses de relación con Felipe lloraba cada día a medida que se acercaba a Zarzuela. «¿Cómo podía pasar la tarde en un palacio y luego volver a casa a hacer cuentas porque no veía cómo pagar la factura del teléfono de mamá?», se preguntaba.
Finalmente Isabel Sartorius escogió a su madre por encima de ella misma. Dejó al príncipe. El final de la historia llegaría décadas más tarde y no sería feliz. A pesar del apoyo incondicional de su hija, Isabel Zorraquín falleció sola en un apartamento en Buenos Aires que había pagado para ella la viuda de su primer marido, la princesa Nora de Liechtenstein.
