Pobre Máxima! La primera anécdota suena graciosa jaja.
La princesa Ariane se rompe la muñeca izquierda mientras patinaba sobre hielo
- AutorHAAKON
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No tanto, si mal no recuerdo se cayó frente a unos periodistas y les gritó "desgraciados" como echándoles la culpa, se la criticó mucho por su reacción. Por suerte luego aprendió que nunca conviene tomárselas con el periodismo y jamás tuvo un encuentro desafortunado con los reporteros amén de los episodios entre ellos y los guardaespaldas.
Ignoraba todo los detalles. Imagino que habrá estado nervios y no es para menos si de un día a otro pasas a estar en el ojo publico.
Los fotógrafos la esperaban a la salida del edificio......los flashes la cegato y resbaló cayendo al suelo....me pilló un cabreo monumental y respondió con malos modos a los fotógrafos.
Es que son hippiesAhora que me toy fijando veo que Ariane tenía el pantalón agujereado
Eso no puedo creerlo!! Máxima o William?
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Máxima frente al edificio de sus padres en Argentina.
Que barbaridad, esa anécdota no la conocía
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Puees a ella le sirvió mucho para aprender que con la prensa mejor no meterse porque así como te pueden vender como la niña de sus ojos te pueden hacer la vida imposible si te cogen tirria. Se la criticó mucho en ese momento. De ahí en más fue correcta siempre dejándole el trabajo sucio a los seguratas y al código de respeto a la intimidad impuesto a los medios. Que supongo a veces le caen como una patada al hígado no me quepa duda pero aprendió a manejarse.
24/04/2001 - 05:00 Clarin
EL TRASPIE DE LA NOVIA ARGENTINA DEL PRINCIPE DE HOLANDA
Máxima se resbaló, se cayó y luego se enojó
Máxima Zorreguieta pasó por un mal momento. Nerviosa por los flashes de los fotógrafos, la novia argentina del príncipe de Holanda resbaló en los escalones de un edificio —salía de ver a unos amigos— y se cayó al suelo. En un segundo, un custodio se acercó y la ayudó tomándola del brazo.
"No pueden ser tan desgraciados", les reprochó a los periodistas, cuando consiguió volver a ponerse de pie.
La prometida del príncipe Guillermo Alejandro viajó por unos días al país. El 30 deberá estar otra vez en Holanda, donde participará de los festejos del día nacional de ese país.
La boda entre Máxima y Guillermo Alejandro está prevista para el año próximo. En Holanda todavía no termina de acallarse la polémica en torno al padre de la prometida, Jorge Zorreguieta, que fue funcionario durante la dictadura de Jorge Rafael Videla.
Los días en Argentina fueron bastante activos para Máxima. El domingo almorzó con unas amigas en un restorán de Puerto Madero y cuando se fue dijo unas pocas palabras. Incómoda, no quiso dar datos sobre su casamiento aunque prometió información para otra ocasión.
Después del almuerzo, estuvo de visita en la casa de otros amigos. Y a la noche pasó a buscar a su familia.
En el Peugeot de su padre, todos fueron hasta un edificio, donde visitaron a unos amigos. A la salida, llegó el tropezón.
Con el paso apurado hacia el auto que la esperaba, Máxima no le prestó atención a los tres escalones —mojados por la lluvia— que bajan hacia la vereda. Resbaló y cayó sentada. Los fotógrafos y los camarógrafos le sacaron provecho a sus reflejos y la escena quedará para la posteridad.
"No tienen ningún respeto", protestó alguien que estaba entre quienes rodeaban a Máxima. Pero el momento de malhumor enseguida quedó atrás.
Los periodistas esperaron una vez más a Máxima en la puerta de su casa. "Esta vez no quiero caerme", casi les rogó la futura princesa, ya de mejor ánimo.
Mal por Máxima pero casi todas las princesas plebeyas han pasado por momentos así, un tanto natural no siendo principescas de cuna.
