Todos con Cristina. Todos los Urdangarín y pocos Borbones. La familia de Iñaki se ha volcado con la infanta, sola en Ginebra para celebrar la graduación de Pablo Nicolás, el tercero de sus hijos. Allí estaba hasta la segunda madre de Cristina, su suegra Claire Liebaert, triste pero digna y entera, con la cabeza muy alta, de la mano de su nieto Miguel. Luego se publica que la madre de Iñaki Urdangarín también ha visitado a su hijo en la cárcel. Claire Liebaert, de 83 años y con delicada salud, habría estado el miércoles viendo a su hijo, según El Confidencial Digital.¿Será que opina, como tantos, que su hijo es la carnaza entregada por la Corona al pueblo para sobrevivir como institución?
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La verdad es que no hay que creer nada ni estar convencida de nada para visitar a su hijo en la cárcel, no creo que sea un viaje mucho más duro que a Ginebra o la playa de Francia o a Barcelona y tampoco tiene que esperar en colas, o compartir espacio con otras madres o esposas. Estoy segura de que el personal se lo hace lo más cómodo posible.
Otra cosa sería si tuviera que esperar como otras ancianas en las colas que se forman a la entrada de las cárceles, empujones, prisas haga frio o calor. Y seguro que también lo haría como miles de madres ancianas, todas convencidas de que sus hijos son inocentes, que fueron las malas compañías. De esa madera están hechas las madres.