La España de Franco

Estado
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Por seguir con la cosa, Franco luego fusionó FE de las JONS --secular (ehem, para los estándares de la derecha española), republicanista y nacional-sindicalista-- y Comunión Tradicionalista --católica, monárquica y ultraconservadora-- para crear el Movimiento Nacional (nacional-católico), una adaptación del fascismo clerical que había inaugurado Mussolini años antes, solo que bastante más reaccionario.

El franquismo fue ultranacionalista, corporativista (sindicato vertical) y estatalista/dirigista, es decir, básicamente fascista, si bien a partir de los años cincuenta evolucionó hacia el liberalismo económico de la mano de los usanos, abandonando la autarquía pero manteniéndose conservador en lo social hasta el final. La progresión natural del franquismo fue el PP de Aznar (la versión hepañola de la Thatcher). En cuanto a Falange española, el equivalente hoy sería VOX, con Santi Abascal en el papel de Primo de Rivera lol. A Albert Rivera lo veo más en la línea Lerroux, el emperador del Paralelo jajaja.


la "gloriosa cruzada" les vino estupendamente a los usanos, que nos metieron cuatro bases militares gratis total y se garantizaron un mercado de 40 millones de consumidores, pero para los españoles el franquismo supone uno de los periodos más negros de nuestra historia. Los efectos perniciosos de aquella sublevación aun perviven hoy: así, a grandes rasgos (que enseguida sale alguien con el tema donación de órganos) estamos a la cola de Europa en todo lo bueno y a la cabeza en todo lo malo. De haber prevalecido la República nos hubiera ido mejor, de so no me cabe duda.

Me encanta ver que coincidimos en lo que decimos. Excepto que a principios de los 50, cuando llegaron los useños, el mercado español, tras las matanzas y exilios, fuese de 40 millones de españoles. La población española pasó de 28.117.873 habitantes en 1950 a 37.742.561 habitantes en 1981. Y eso a pesar del baby boom de la segunda mitad de los 50 y la decada posterior. Los 40 millones se alcanzaron ya en los 80.

Desde luego que Franco no se consideraba fascista, era ultraconservador católico y el muy caradura decía que él no era político, su ideologia estaba por encima de la política. Claro que aprovechó lo que quiso del fascismo, pero según el propio Serrano Suñer, fascista acérrimo, que gozaba presidiendo junto a Hitler, Mussolini y Ciano los desfiles nazis y fascistas (y más desde que habian asesinado a sus dos hermanos fascistas y ministro de Exteriores y - por si corres a aclarármelo - cuñadísimo de Franco, el intermediario entre Franco y Hitler y Musollini, y muchos fascistas nostálgicos de Jose Antonio, Franco traicionó al movimiento fascista, de hecho, muchos reprochaban que Pilar Primo de Rivera hubiese traicionado la memoria de su hermano aceptando el poder de adoctrinamiento y sometimiento de la mujer española según las tesis de la Iglesia.

El tal Payne fué durante años un historiador que era considerado demócrata e imparcial y de esa época data su historiografia sobre la definición del fascismo italiano y su diferencia del nazismo y del nacional-catolicismo. Pero con los años, este eminente profesor, referencia para muchos investigadores, experimentó a partir de cierto momento una curiosa transformación, pasando de ser un historiador serio y riguroso a un apologeta del franquismo, en la línea trazada por la historiografía franquista clásica, iniciada en la posguerra por Joaquín Arrarás, y continuada por nuevos apologetas como Luis Suárez y otros, aparentemente más presentables como Ricardo de la Cierva o Salas Larrazábal, hasta desembocar en la caricatura de los citados, con el esperpéntico Pío Moa.

En cualquier caso, Franco se quiso deshacer de Jose Antonio porque éste tenia mucho tirón y cuestionaba a la derecha tradicional que representaba Franco. Y Franco y las élites que lo apoyaban, terratenientes, banca, industria e Iglesia, no querian ninguna revolución fascista en estado puro. De ahí la fusión Falange Española + las JONS + Comunión tradicionalista, para que de la Falange quedase lo del sindicato vertical y poco más, pero completamente desvirtuado de su ideario original. El fascismo fué un invento de masasque se sacaron las derechas para hacer frente al socialismo y el comunismo, fingiendo que el poder vertical que llegaba al Lider descansaba en las masas. Y Jose Antonio se lo creía.

En fin, más preocupante es que sigan vivos en los movimientos que citas ¡y me he reido mucho imaginando a Rivera como el nuevo emperador del Paralelo, ya quisiera tener el poder que llegó a tener Lerroux y cruzo los dedos para que no lo consiga! Y los VOX son franquistas, pero ni saben en que consistia el fascismo original, creen que es el mèlange que se montó Franco a su medida.
 
Mi opinión es que no debes permitir que un grupo de gente,impida que des tu punto de vista,sobre el tema que sea.Debería darte igual lo que digan y hagan,total indiferencia.Es lo que se espera,lo contrario seria sorprendente.Un aspa roja, un no me gusta,o un me parto,es un premio según de quien venga.A mi esas personas me son completamente indiferentes.Que más da??,Seguramente a esas personas te las encuentras en tu vida personal y pones tierra por medio.por lo tanto,cada una a decir lo que considere sin tratar de personalizar en nadie,(aunque sea difícil) y a seguir avanzando.
No quieren debatir, ni leer opiniones ajenas. Cada vez que les dejo en evidencia me denuncian el comentario por "offtopic" o peor aun, insultos. Y yo no he insultado a nadie, mas bien al revés, ya lo he explicado.
Es lo que hacen cuando ven que han quedado en ridículo. Ignoradas por supuesto que ya están.
 
¿Llamas sectarios a esas dos personas que lloran por el motivo que ya he expuesto?

La educación que he recibido me impide contestarte con las palabras claras, precisas y contundentes que mereces.:confused:
los mismos que se algran de que quiten cruces y placas con el nombre de victimas asesinadas por los republicanos, los que encuentran una fosa con muertos de bando nacional y miran para otro lado, esta ley de la desmemoria histérica es sectaria y cruel
 
"la republica estaba desembocando en una dictadura" A toro pasado, PREDICES UN SUPUESTO FUTURO de una situación que sucedio cuando TU NO HABIAS NACIDO. jajajajajajajajajajaja

No viviste porque no habias nacido aun cuando había republica y afirmas que otros tergiversan la historia, cuando tu actuas de pervertidora de la historia.

Cuando alguien cita la ONU , tu afirmas que se te caliente la boca.

Decididamente lo tuyo es distorsionar, embarullar, confundir y enredar cualquier cosa contraria a tu opinion y gusto.

En donde hay personas nada es perfecto ya que las personas somos imperfectas y cometemos errores.

Pero de cometer errores a soltar las perlas que escribes tu hay un abismo.
no hace falta haber vivido esa época, basta con leer los discursos de largo caballero, ver los documentos que prueban el amañamiento de elecciones, ver las fotos y estatuas de lennin y estalin, el asesinato de calvo Sotelo y puedo seguir
 
TODO: Revisar qué hace the_post_thumbnail_creditos
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POLÍTICA

Los servicios secretos aconsejaron a Arias Navarro enterrar a Franco en el Valle de los Caídos
Publicado el 16 de Septiembre de 2018 - 01: 07
ANTONIO SALVADOR REDACTOR antonio.salvador@elindependiente.com @ajsalvador70 YGIULIO MARIA PIANTADOSIgiulio.piantadosi@elindependiente.com @gmpiantadosi


A espaldas de Franco, durante meses y con el máximo secreto, un grupo de cuatro militares destinados en el primitivo servicio de Inteligencia del Estado desarrolló una misión sensible: diseñar cómo tendría que llevarse a cabo el entierro del jefe del Estado cuando ocurriera el fallecimiento, dado que el dictador ya había cumplido entonces los 81 y se tenía la certeza de que encaraba los últimos años de vida. Fue la Operación Lucero, el plan confidencial encargado por Carlos Arias Navarro semanas después de alcanzar la Presidencia del Gobierno tras el asesinato de Carrero Blanco y que ya detallaba el lugar de la inhumación del dictador.

Nada de improvisación. Desde antes del verano de 1974, casi año y medio antes de que se produjera el fallecimiento por un “shock tóxico por peritonitis” en la Ciudad Sanitaria de La Paz, ya estaba escrito cuál sería el destino del cuerpo sin vida de Franco: un sepulcro en el Valle de los Caídos, el monumento que el propio dictador ordenó levantar el 1 de abril de 1940 a fin de “perpetuar la memoria de los que cayeron en nuestra gloriosa Cruzada”, como el régimen justificó en el decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) al día siguiente. Pero ni de forma verbal ni en su testamento dejó instrucciones precisas acerca de dónde deseaba ser enterrado, en contra de los que creen que ése fue uno de los motivos de la erección del colosal monumento en Cuelgamuros.

“No hay un solo documento oficial de que Franco pensase en algún momento de su vida, ni por escrito ni de palabra, ni a la familia ni a los próximos, que quería enterrarse en el Valle de los Caídos. Lo demás son chorradas o imaginaciones. La gente que trabajaba allí y le recibía cuando iba a ver cómo marchaban las obras no recuerdan que él dijera que algún día acabaría allí. Jamás. No hay ni una sola mención”, afirma a El Independiente Juan María de Peñaranda, antiguo general del Ejército de Tierra y autor de Operación Lucero. El plan secreto para mantener todo atado tras la muerte de Franco (2017). Se trata de uno de los tres libros que parcialmente dieron forma con posterioridad a su tesis doctoral -titulada Los servicios de Inteligencia y la Transición política española (1968-1979) y compuesta por 3.050 páginas- junto a Los servicios secretos de Carrero Blanco(2015) y Desde el corazón del CESID (2012), todos publicados por la editorial Espasa.


Vídeo: G. M. Piantadosi | A. Salvador
Peñaranda realiza dicha afirmación no sólo tras haber mantenido unas 300 conversaciones y haber buceado durante una década en numerosos archivos del país en busca de documentos oficiales que sustentaran su trabajo universitario, leído en julio de 2010 en la Universidad Complutense y calificado con sobresaliente cum laude. También tras haber vivido en primera fila aquellos años del tardofranquismo y liderar el equipo de trabajo que diseñó la Operación Lucero, bautizada así por el entonces Servicio de Inteligencia en alusión a las ‘estrellas’ de cuatro puntas de los generales.

No hay documento escrito ni testimonio oral que avale la tesis de que fue Franco quien ordenó que se le enterrara en el Valle de los Caídos

En febrero de 1974, Juan María de Peñaranda era un comandante de 40 años al frente de la jefatura de Sección de Estudios e Informes del Servicio Central de Documentación (SECED) de la Presidencia, organismo creado en 1972 para dar cobertura administrativa a la Organización Contrasubversiva Nacional (OCN) y antecesor del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) y del actual Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El 2 de febrero de aquel año, el oficial recibió un encargo del director del SECED: la constitución de un equipo para diseñar un plan con las medidas a poner en marcha en caso de la muerte de Franco. La idea es que todo estuviera pensado para, llegado el momento, evitar improvisaciones como había ocurrido tras al magnicidio de Carrero Blanco.

De ese grupo de los servicios secretos coordinado por este militar palentino e integrado por los capitanes Emilio Atienza Vega, José González Soler y Juan Hernández Rovira salió la idea -en la primavera de 1974- del Valle de los Caídos como emplazamiento para la inhumación de Franco, propuesta que fue aceptada por el presidente del Gobierno y plasmada en un primer borrador fechado el 18 de mayo de dicho año. Al frente de la Gobernación hasta entonces, Arias Navarro fue el ministro elegido por Franco el 29 de diciembre de 1973 para relevar al almirante Luis Carrero Blanco, asesinado nueve días antes por ETA al hacer volar la banda terrorista el coche en el que viajaba cuando éste circulaba por la madrileña calle de Claudio Coello.

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Audiencia ofrecida por Juan Carlos I el 8 de febrero de 1976 en La Zarzuela al grupo de trabajo que diseñó la ‘Operación Lucero’. De izquierda a derecha, los entonces comandantes José González y Juan María de Peñaranda, el hoy rey emérito, y los capitanes Emilio Atienza y Juan Hernández. 'OPERACIÓN LUCERO' (ESPASA)

“Cuando Franco decide que el jefe de Gobierno sea Arias Navarro, éste cree que, en su mandato como presidente, se va a morir Franco y le iba a tocar esa responsabilidad. Él venía de ministro de la Gobernación y recordaba que allí no había un solo papel de qué había que hacer en caso de fallecimiento del jefe del Estado. Consultó al Estado Mayor y allí no había nada, ni tampoco en los papeles que deja Carrero Blanco. Él se queda con esa profunda preocupación y, en uno de los primeros despachos que mantiene con la persona que puso al frente del SECED, el comandante Valverde, le cuenta el problema que tiene: ‘Se nos va a morir Franco en estos cinco años y aquí no hay nada preparado. El SECED se tiene que encargar a fondo de este tema desde el principio hasta el final. Encarga a una persona que lo lleve con máximo secreto y que no hablen con nadie”, rememora Peñaranda a sus 84 años en su domicilio madrileño. La conversación con este diario tiene lugar el día antes de que el Congreso de los Diputados convalide el decreto-ley con el que el Gobierno de Pedro Sánchez pretende exhumar y trasladar los restos del dictadorcasi 42 años después.

La elección de Cuelgamuros como emplazamiento para el sepulcro del dictador se decidió en la primavera de 1974, año y medio antes del óbito

Y se pusieron manos a la obra, sin tener claro en un primer momento cuál era el deseo del dictador y si éste lo había dejado expresamente por escrito o le había indicado a la familia dónde debía ser enterrado. “En la primera reunión cogimos un tocho de folios e íbamos escribiendo: ¿Cuándo se muere Franco? Deja eso en blanco. ¿Dónde se muere Franco? En el Azor, en el Pazo de Meirás, en San Sebastián, en algún viaje a Portugal, en Canarias… Así media docena de papeles. Uno de ellos era dónde se entierra Franco. Pensamos que a lo mejor quería que lo enterrasen en el Tercio de la Legión, quizá en el Pazo de Meirás o en El Pardo. Pusimos tres o cuatro sitios y naturalmente todavía no salió el Valle de los Caídos”, añade.

Sí fueron viendo cada vez de forma más clara que tendría que ser en Madrid y preferentemente lejos de la capital, dado que coincidiría en el tiempo con la coronación de Juan Carlos I y si el lugar elegido para enterrarlo era próximo -como el cementerio de El Pardo- se facilitaría que a partir de ese día hubiera concentraciones de partidarios. En cambio, a 54 kilómetros… Y fue así como se pensó la posibilidad de que sus restos acabaran en el Valle de los Caídos, junto a la Sierra de Guadarrama.

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Juan María de Peñaranda, el pasado miércoles en su domicilio madrileño al término de la entrevista con ‘El Independiente’. G. M. PIANTADOSI

Ello motivó que, en la primavera del 74, dos de los subordinados de Juan María de Peñaranda se desplazaran a Cuelgamuros para sondear esta posibilidad con el abad, Luis María de Lojendio e Irure. Vía libre. Tras echarse la mano a la cabeza al interpretar equivocadamente que la presencia de esos militares de paisano se debía a que el óbito era inminente, el responsable de la basílica trasladó a los servicios secretos que no veía inconveniente para que Franco fuera enterrado en el Valle de los Caídos y así se puso en el correspondiente informe que el grupo de trabajo redactó tras la visita. Bajo el máximo secreto, la opción finalmente elegida iba ganando forma mucho antes de que expirara el jefe del Estado.

Solemnidad y espiritualidad
“Era un sitio solemne, una abadía protegida por la espiritualidad y custodiada por una orden religiosa de primera fila”, justifica Peñaranda, que alude a una conversación entre Arias Navarro y Carmen Polo de Franco en la que ésta debió aludir la posibilidad de El Pardo como emplazamiento. La respuesta del sucesor de Carrero Blanco fue elocuente: “El que se muere no es Francisco Franco Bahamonde sino el jefe del Estado. Y por tanto el que decide las honras y el sitio es el Estado, no la familia”.

El plan que con tanto sigilo se iba preparando desde febrero de 1974 hubo de acelerarse en julio de ese año, a raíz de que Franco tuviera que ser internado en la ciudad sanitaria madrileña a la que él daba nombre a consecuencia de una flebitis. El ingreso se produjo el día 9 y no pudo regresar a El Pardo hasta el 30 de dicho mes. Arias Navarro entendió que aquello era un serio aviso y que todo tenía que estar detallado por si se producía el desenlace en cualquier momento, ya fuera en la capital o lejos de Madrid. Las principales autoridades del Estado tenían que saber qué pasos precisos dar en esa situación, cada vez más cercana.


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Portada del ‘Plan de urgencia’ elevado por el SECED a la Presidencia en julio de 1974 -con Franco en el hospital- y del documento afinado un año después (‘Plan general’), al que hubo de introducirse luego modificaciones ante el temor de que ETA pudiera cometer un magnicidio. 'OPERACIÓN LUCERO' (ESPASA)

Ello explica que el SECED elevara a la Presidencia del Gobierno aquel mismo verano un documento mecanografiado de 19 páginas en el que, con el nombre de ‘Operación Lucero’ en mayúsculas y la palabra ‘Secreto’ estampada en sello con tinta de color rojo, se detallaba un ‘plan de urgencia’. El trabajo está fechado el 27 de julio de 1974, cuando Franco se encontraba aún en el centro sanitario. “Siendo tan imprevisible como inevitable el momento en el que se cumplan las previsiones sucesorias es preciso contar con los planes necesarios en los que se recojan cuantas medidas de carácter general deban de tomarse y cuantas instrucciones convenga dar a las autoridades que tengan que cumplimentarlas”, se justifica en el epígrafe de ‘Antecedentes’.

Dicho plan incluía instrucciones precisas para el ministro de Jornada -miembro del gabinete que en verano acompañaba a Franco y atendía sus necesidades- en caso de que el dictador cayera gravemente enfermo. “Lo primero que tenía que hacer era informar a la Casa de Franco, al jefe del Gobierno y al Rey”, detalla Peñaranda. Éste recuerda que a ese ministro se le proporcionaba un “teléfono con pilas” para que, si ocurría lo descrito, pudiera llamar de inmediato a las autoridades y organizar el traslado a Madrid si la muerte ocurría fuera de la capital.

El plan con los detalles del futuro entierro de Franco se aceleró en el verano de 1974 después de que el jefe del Estado estuviera 22 días ingresado por una flebitis

“A medida que iba pasando el tiempo se va ampliando el número de autoridades que van recibiendo los papeles de ese plan súpersecreto del que no se podía hablar ni siquiera dentro del SECED. Al principio era el jefe del Alto Estado Mayor, el presidente del Gobierno, el Príncipe y punto. Pero a medida que hay que ir organizando los desfiles, los honores militares…. la información trasciende a otros ministros”, precisa.

Al plan cada vez más afinado en el que equipo dirigido por el comandante Juan María de Peñaranda trabajaba desde hacía 20 meses hubo de incorporársele un anexo en octubre de 1975, semanas antes de que acaeciera la muerte. El motivo fue que la Jefatura Superior de Policía de Madrid había descubierto la existencia de un comando de ETA en el Hotel Plaza -ubicado en la Plaza de España de Madrid- y que en el registro de la habitación de Isidro Garalde Mamarru se había localizado un fusil con mira telescópica. Ello llevó a pensar a los investigadores que el terrorista estaba “dispuesto a pegarle un tiro al Príncipe el día que se entierre Franco”, recuerda Peñaranda.

Bajo el nombre de ‘Variante en caso de lluvia’, nombre camuflado que se utilizó en el plan para no desvelar el motivo real de los cambios introducidos a última hora, se decidió colocar mástiles con banderolas de gran tamaño en las calles Bailén y Ferraz -recorrido que cubriría el cortejo fúnebre desde el Palacio de Oriente en su salida de la ciudad hacia el Valle de Cuelgamuros- para que un eventual francotirador no tuviera opciones de hacer blanco. “También se tomó como decisión que el Rey no fuera a pie sino en coche cubierto y además en circulación rápida por un determinado recorrido, una variación sobre el plan inicial”, apunta.

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Acta notarial del fallecimiento de Franco, acaecido el 20 de noviembre de 1975. 'OPERACIÓN LUCERO' (ESPASA)

A las 14.20 horas del 23 de noviembre de 1975, tres días después de fallecer, una losa de granito de tonelada y medio de peso cerró el sepulcro que de forma urgente se había habilitado entre el altar mayor y el coro de la basílica del Valle de los Caídos con el féretro que albergaba el cuerpo embalsamado de Francisco Franco. Entre los miles de asistentes al entierro se encontraban Juan María de Peñaranda y los tres capitanes que le ayudaron durante meses a diseñar la Operación Lucero, el plan que decidió que el cuerpo sin vida del dictador descansaría en Cuelgamuros. La incógnita que se plantea ahora es si el Ejecutivo de Pedro Sánchez podrá consumar la exhumación y traslado de los restos, como ha decidido la mayoría parlamentaria, o si Franco seguirá enterrado donde los servicios secretos plantearon año y medio antes de morir.

https://www.elindependiente.com/pol...n=not&utm_source=not_web&utm_medium=navegador
franco esta donde debe estar
 
ahí va! y si Osoro ha hablado claro ¿por qué la periodista no cita sus palabras TEXTUALES??
la periodista no se va a inventar nada, si no lo quieres creer, tu misma, el vaticano que es el que tiene la ultima palabra, o sea el Papa , aun no se ha pronunciado pero el arzobispado si, y en este sentido
 
la periodista no se va a inventar nada, si no lo quieres creer, tu misma, el vaticano que es el que tiene la ultima palabra, o sea el Papa , aun no se ha pronunciado pero el arzobispado si, y en este sentido

El único sentido en que se ha pronunciado el Arzobispado de Madrid es éste y NO es en el que tú dices (y así todo, te inventas la realidad, se llama fanatismo):

Precisiones tras la aprobación del real decreto ley que modifica la Ley de Memoria Histórica


El Gobierno ha aprobado este viernes, 24 de agosto, un real decreto ley por el que modifica la Ley de Memoria Histórica. El Arzobispado de Madrid quiere hace las siguientes precisiones:

Desde el primer momento, hemos insistido en que un eventual traslado de los restos mortales de D. Francisco Franco Bahamonde se debería hacer con el mayor consenso posible, particularmente entre el Gobierno y la familia del difunto.

Como Iglesia no nos compete valorar la conveniencia ni la urgencia de la modificación legal; sí mostrar nuestra efectiva disposición para acoger en terreno sagrado los restos mortales de un bautizado. También volvemos a invocar la oportunidad de un acuerdo entre el Gobierno, las distintas opciones políticas y la familia del finado. Sin perjuicio de lo anterior, la Iglesia acatará el mandato legal una vez sea firme y ejecutivo.

La Iglesia Católica en Madrid quiere preservar su independencia política, fomentando el espíritu de concordia entre todos los españoles y cultivando la oración para el logro de una convivencia en paz, justicia y libertad.

https://www.cope.es/religion/noticias/comunicado-del-arzobispado-madrid-20180824_251958
 
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Me encanta ver que coincidimos en lo que decimos. Excepto que a principios de los 50, cuando llegaron los useños, el mercado español, tras las matanzas y exilios, fuese de 40 millones de españoles. La población española pasó de 28.117.873 habitantes en 1950 a 37.742.561 habitantes en 1981. Y eso a pesar del baby boom de la segunda mitad de los 50 y la decada posterior. Los 40 millones se alcanzaron ya en los 80.

Desde luego que Franco no se consideraba fascista, era ultraconservador católico y el muy caradura decía que él no era político, su ideologia estaba por encima de la política. Claro que aprovechó lo que quiso del fascismo, pero según el propio Serrano Suñer, fascista acérrimo, que gozaba presidiendo junto a Hitler, Mussolini y Ciano los desfiles nazis y fascistas (y más desde que habian asesinado a sus dos hermanos fascistas y ministro de Exteriores y - por si corres a aclarármelo - cuñadísimo de Franco, el intermediario entre Franco y Hitler y Musollini, y muchos fascistas nostálgicos de Jose Antonio, Franco traicionó al movimiento fascista, de hecho, muchos reprochaban que Pilar Primo de Rivera hubiese traicionado la memoria de su hermano aceptando el poder de adoctrinamiento y sometimiento de la mujer española según las tesis de la Iglesia.

El tal Payne fué durante años un historiador que era considerado demócrata e imparcial y de esa época data su historiografia sobre la definición del fascismo italiano y su diferencia del nazismo y del nacional-catolicismo. Pero con los años, este eminente profesor, referencia para muchos investigadores, experimentó a partir de cierto momento una curiosa transformación, pasando de ser un historiador serio y riguroso a un apologeta del franquismo, en la línea trazada por la historiografía franquista clásica, iniciada en la posguerra por Joaquín Arrarás, y continuada por nuevos apologetas como Luis Suárez y otros, aparentemente más presentables como Ricardo de la Cierva o Salas Larrazábal, hasta desembocar en la caricatura de los citados, con el esperpéntico Pío Moa.

En cualquier caso, Franco se quiso deshacer de Jose Antonio porque éste tenia mucho tirón y cuestionaba a la derecha tradicional que representaba Franco. Y Franco y las élites que lo apoyaban, terratenientes, banca, industria e Iglesia, no querian ninguna revolución fascista en estado puro. De ahí la fusión Falange Española + las JONS + Comunión tradicionalista, para que de la Falange quedase lo del sindicato vertical y poco más, pero completamente desvirtuado de su ideario original. El fascismo fué un invento de masasque se sacaron las derechas para hacer frente al socialismo y el comunismo, fingiendo que el poder vertical que llegaba al Lider descansaba en las masas. Y Jose Antonio se lo creía.

En fin, más preocupante es que sigan vivos en los movimientos que citas ¡y me he reido mucho imaginando a Rivera como el nuevo emperador del Paralelo, ya quisiera tener el poder que llegó a tener Lerroux y cruzo los dedos para que no lo consiga! Y los VOX son franquistas, pero ni saben en que consistia el fascismo original, creen que es el mèlange que se montó Franco a su medida.

A mi también me encanta coincidir contigo :). Solo comentar que José Antonio nunca se desmarcó de la Corona y de la Iglesia (entre otras cosas tenia titulo nobiliario), y tampoco cuestionaba la derecha tradicional que representaba Franco, si bien sentía antipatía personal por él. El sentimiento era mutuo. Algún feo le haría JA y el otro, que era un rencoroso / acomplejado de libro, se la guardó pa los restos. Podrían ser celos porque JA era más guapo, más alto y más listo . A saber. El caso es que no había química.

Creo yo que Franco le abandonó a su suerte porque al poco de estallar la guerra José Antonio, viendo el horror que había provocado el golpe (o las escasas posibilidades de que aquello pudiera acabar bien), empezó a hablar de diálogo y reconciliación, llegando a proponer un pacto para el cese de hostilidades. Y ahí se cayó con todo el equipo. Las palabras diálogo y reconciliación no entraban en el vocabulario de Franco, él solo entendía de rendición incondicional.
 
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los mismos que se algran de que quiten cruces y placas con el nombre de victimas asesinadas por los republicanos, los que encuentran una fosa con muertos de bando nacional y miran para otro lado, esta ley de la desmemoria histérica es sectaria y cruel
Que chorradas dices? Se sacan a todos los muertos. Pero nacionales, al haber sido lo “ vencedres”, su familias los pudierón reclamar y sacar de sus fosas... Los otros no tuvierón tanta suerte.
 
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