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pilou12
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10. Tara Sovtho - Una cubierta nacida de la costilla rusa
A partir de una postura algo inocente, el diseñador ruso lanza una propuesta desprendida de todo prejuicio. Siguiendo el mismo ritmo generado por los pilares y arbotantes de la parte conservada de la catedral, el diseño de Sovtho (Taras Zheltyshev) se relaciona con lo existente a través una serie de costillas que se unen en la crujía, para después ascender hacia lo que sería la aguja actual, fuertemente inspirada en las formas de la tradición arquitectónica rusa.
11. Miysis - Esto sí es un bosque
Valiéndose de nuevo del cristal como elemento para incorporar la contemporaneidad en la propuesta, pero reproduciendo las formas y volúmenes previos al incendio como estrategia para dialogar con su historia, el estudio belga Miysis 3D ofrece un diseño que ya no sorprende. Un aspecto que sí hace particular esta propuesta es la forma en la que plantean recuperar la experiencia del "bosque" —apodo con el que ya se conocía el ático de la catedral que Viollet-le-Duc proyectó en el siglo XIX como un bosque de vigas y pilares de madera—, empleando grandes elementos estructurales de madera en combinación con árboles reales, que serían plantados en los ejes centrales de las naves.
12. Ulf Mejergren Architects - Una piscina para la contemplación
Dotar a la catedral de un uso complementario al del asombroso interior ha sido la decisión del estudio sueco Ulf Mejergren Architects. Para ello, proponen esta gran piscina concebida como un nuevo espacio público para la contemplación, que invitase a la meditación y la reflexión que desencadena un espacio como el de Notre Dame.
No hay aguja ni cubierta reconstruida, los arquitectos recuperan las estatuas de los apóstoles que habían sido retiradas durante la restauración —y sobrevivieron al fuego—, y que ahora actuarán como guardianes de la gran piscina pública. La catedral, enuncian los arquitectos, no debería ser una isla en el tejido urbano sino un espacio que pertenece a la ciudad y a la gente. No solo por su sugerente función, sino por la potencia de la imagen que construye y el diálogo del pasado con situaciones del presente, podría considerarse una de las propuestas más rompedoras y exitosas hasta el momento.
(*) María Buey es arquitecta por la ETSAM y comunicadora. Ha trabajado en diversos estudios internacionales, como OSS -Office for Strategical Spaces-, o Elemental. Sus últimos trabajos se enfocan más a la investigación y la divulgación de arquitectura y pertenece a la mesa de dirección de PAPER/Architectural Histamine.
https://elpais.com/elpais/2019/05/15/icon_design/1557900930_935759.html
A partir de una postura algo inocente, el diseñador ruso lanza una propuesta desprendida de todo prejuicio. Siguiendo el mismo ritmo generado por los pilares y arbotantes de la parte conservada de la catedral, el diseño de Sovtho (Taras Zheltyshev) se relaciona con lo existente a través una serie de costillas que se unen en la crujía, para después ascender hacia lo que sería la aguja actual, fuertemente inspirada en las formas de la tradición arquitectónica rusa.
11. Miysis - Esto sí es un bosque
Valiéndose de nuevo del cristal como elemento para incorporar la contemporaneidad en la propuesta, pero reproduciendo las formas y volúmenes previos al incendio como estrategia para dialogar con su historia, el estudio belga Miysis 3D ofrece un diseño que ya no sorprende. Un aspecto que sí hace particular esta propuesta es la forma en la que plantean recuperar la experiencia del "bosque" —apodo con el que ya se conocía el ático de la catedral que Viollet-le-Duc proyectó en el siglo XIX como un bosque de vigas y pilares de madera—, empleando grandes elementos estructurales de madera en combinación con árboles reales, que serían plantados en los ejes centrales de las naves.
12. Ulf Mejergren Architects - Una piscina para la contemplación
Dotar a la catedral de un uso complementario al del asombroso interior ha sido la decisión del estudio sueco Ulf Mejergren Architects. Para ello, proponen esta gran piscina concebida como un nuevo espacio público para la contemplación, que invitase a la meditación y la reflexión que desencadena un espacio como el de Notre Dame.
No hay aguja ni cubierta reconstruida, los arquitectos recuperan las estatuas de los apóstoles que habían sido retiradas durante la restauración —y sobrevivieron al fuego—, y que ahora actuarán como guardianes de la gran piscina pública. La catedral, enuncian los arquitectos, no debería ser una isla en el tejido urbano sino un espacio que pertenece a la ciudad y a la gente. No solo por su sugerente función, sino por la potencia de la imagen que construye y el diálogo del pasado con situaciones del presente, podría considerarse una de las propuestas más rompedoras y exitosas hasta el momento.
(*) María Buey es arquitecta por la ETSAM y comunicadora. Ha trabajado en diversos estudios internacionales, como OSS -Office for Strategical Spaces-, o Elemental. Sus últimos trabajos se enfocan más a la investigación y la divulgación de arquitectura y pertenece a la mesa de dirección de PAPER/Architectural Histamine.
https://elpais.com/elpais/2019/05/15/icon_design/1557900930_935759.html