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Pues no verás una corona pero sí a una profesional (igual que decir que hay que dar un Óscar a alguien por buena interpretación) ha sido de Óscar (otra vez) toda su trayectoria, ni un destello de realidad en ninguna de sus fotos o actos (más bien actuaciones). Se casó sabiendo más o menos lo que le esperaba, igual que las de su edad aproximada, cuernos a mansalva y dientes dientes al por mayor.Ya se que que el tema no es para juergas (doy fe por experiencia propia); es más, esta señora (porque lo es) siempre guarda la compostura que el lugar y la ocasión merece, sin resultar teatrera o falsa.
A lo que me refiero es que, aunque se la note satisfecha/contenta con que le "hayan dado un trabajito, una actividad" de las que nunca rehuyó cuando era titular, a mi me parece que tiene un fondo de amargura en la mirada, una mirada triste, de soledad. Yo me imagino que si le hubieran dicho hace años lo que está pasando en su familia y en su vida ahora, ni de lejos se lo hubiera creído.
No sé si me explico bien: en fin, .que me da pena y cierta ternura aunque represente una institución con la que no comulgo. Pero en esa foto veo una persona, no una corona.
A estos los casaron las circunstancias, los intereses creados, la Federica (que debía ser de alivio) y el mandamás de España por aquel entonces. A Sofía su adorado Harald le había hecho la peineta y a Juan Carlos la Saboya ni le convenía ni se lo consintieron. No deja de ser una pena que se juegue con los destinos de los demás.
A mí en el fondo me da pena esta gente que por "privilegios" (para mí no son tales si no conllevan libertad) no pueden ni divorciarse sin el consentimiento de mogollonazo de personas que les importa una merde si anímicamente han llegado al límite.