Yo la conocí y traté brevemente por temas de trabajo en una exposición que se organizó con fotografías supuestamente suyas y guapa era un rato. Muy educada, con saber estar y eso sí, parecía un poco simplona, como que más allá de ponerse mona, sonreír y decir cuatro saludos convencionales no tuviera o supiera qué más decir.
Cuando dijo algo más fue que Quevedo había escrito El Quijote. Creo que ya se definió suficiente.