Felipe y Letizia presiden el XL aniversario de las elecciones del 15 de junio de 1977

en la foto de Bobo saludando a Aznar hay un cruce de miradas entre Letiz y Sanchez muy sospechoso. (Creo que la foto esta en la pagina anterior) ufffffff!! jajaja

Poco después de entrar en el hemiciclo, cuando ya Leticia estaba sentada, miró hacia el palco de los invitados y sonrió., miró varias veces a lo largo del tiempo. Pedro Sanchez estaba solo, en lugar prominente, donde se le viera muy bien.
 
Estaba yo intrigada con las miradas de doñareina, pensé que se las dedicaba a su madre.
Pensé que estaba Culometa.
Pues no.
Frio, frio...
¡Vaya por Dios!, si resulta que estaba Pedro.
Mucho tema hay aqui.
Ya nos contaran los de la prensa, cuando les parezca bien.


 
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Luis Herrero
Ajo y agua
Poco podemos hacer, vino a decir el rey, para salir de esta puñetera situación de incomodidad general. No tenemos otra opción que quedarnos como estamos, nos guste mucho, poco o nada.
2017-07-02
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Felipe VI, durante su discurso en el 40 aniversario de la democracia | EFE.

Un rey, el del 77, combatió la ruptura que demandaba toda la izquierda democrática y buena parte del nacionalismo vasco. Ganó la batalla porque estaba en condiciones de ofrecer una alternativa reformista, de la ley a la ley, que colmaba las aspiraciones de los rupturistas. Ahora, otro rey combate la ruptura que demanda buena parte de la izquierda populista y todo el independentismo catalán. Pero no tiene ninguna posibilidad de satisfacer la demanda de los disconformes porque no hay ninguna alternativa reformista capaz de hacerlo posible.

Los discursos de Juan Carlos I, escritos por él mismo, marcaban el éxodo hacia la tierra prometida de una monarquía constitucional y democrática donde todos pudieran sentirse cómodos. Los discursos de Felipe VI, escritos por el Gobierno, sólo proponen la adhesión obligatoria a un régimen fallido en el que casi todos sus moradores están incómodos. Esa general incomodidad fue patente durante el acto de celebración del 40 cumpleaños de las elecciones constituyentes de 1977 en el Congreso de los Diputados.

Estaba incómodo el rey porque se sabía en pecado después de haber mandado a su padre al cuarto oscuro. Estaba incómodo el presidente del Gobierno porque no sabía qué tenía que decir y de hecho no dijo nada. Estaba incómodo el jefe de la oposición porque ni siquiera sabía dónde tenía que sentarse. Estaba incómodo el decano de los ex presidentes porque fue recibido con una sonora pitada. Estaban incómodos algunos diputados constituyentes porque no sabían si les iban a aplaudir o les iban a detener. Y, en fin, estaban incómodos muchos diputados en curso: algunos se parapetaron tras cartulinas con dibujos de urnas, otros blandieron banderas republicanas y otros exhibieron capullos de claveles rojos como si fueran pasajeros del tiempo venidos del 74 para pedir la caída de la dictadura y la independencia de las colonias.

Como metáfora de la situación, no está nada mal. En el marco constitucional, hoy en día, casi nadie está a gusto. La abrumadora mayoría de los padres de la Patria -213 de 350- exigen cambios en la Carta Magna de diferente cuantía. Una cuarta parte quiere un diseño plurinacional sin efectos jurídicos. Un tercio pretende cambiar el sujeto de la soberanía nacional fraccionándolo entre aldeas para consagrar el derecho a la independencia (una décima parte optaría por ejercerlo) y aproximadamente la mitad, contando a los emboscados en las filas del PSOE, se inclina por un cambio en la forma de Estado que mande a la monarquía al pudridero de El Escorial.

O sea, que no sólo estamos incómodos con el régimen democrático que ahora cumple cuarenta años, sino que tampoco nos ponemos de acuerdo en cómo dejar de estarlo. En estas circunstancias, el discurso de Felipe VI, que a mí no me gustó demasiado, sonó a ajo y agua. Poco podemos hacer, vino a decir el rey, para salir de esta puñetera situación de incomodidad general. No tenemos otra opción que quedarnos como estamos, nos guste mucho, poco o nada. Al negro gubernamental que metió la pluma en el discurso regio se le vio el plumero: el llamamiento al cumplimiento de la ley parecía, más que otra cosa, un modo de dignificar el recurso a la inacción que caracteriza el comportamiento político de Rajoy.

"La mejor protección de la convivencia son las normas que la amparan. El respeto a esas normas, en democracia, no es una amenaza o una advertencia para los ciudadanos, sino una defensa de sus derechos", dijo el rey. Y me gustaría mucho poder decir que tiene razón. Por desgracia, sólo la tiene en el plano del deber ser. ¿Acaso es un mensaje creíble, por ejemplo, para los catalanes que quieren hablar con los poderes públicos en castellano, rotular sus negocios en castellano o escolarizar a sus hijos en castellano? ¿Cuánto tiempo hace que esas leyes que en teoría defienden sus derechos dejaron de aplicarse por desistimiento del mismo Gobierno que le hizo decir al rey que debíamos abrazarnos a ellas?

Ha sido el incumplimiento de la ley, en gran parte, lo que nos ha traído hasta aquí. El independentismo ha ido avanzando posiciones porque las leyes que debían haberles mantenido a raya se convirtieron en papel mojado. Es lógico que quienes se han reído de ellas durante tanto tiempo no terminen de creerse que ahora vayan a obligarles a agachar la cabeza. No mire a los independentistas, majestad, cuando diga que es "dentro de la ley donde cobran vigencia los principios democráticos, donde se deben encauzar los antagonismos y donde se deben resolver las diferencias". Mire primero al Gobierno. Y cuando esté seguro de que el Gobierno actúa en consecuencia, lea el discurso que le mandan desde Moncloa. Tal vez no estemos cómodos, pero al menos estaremos seguros.

 
No, no, aqui no hay culpables. El cortesano, un senior que a lo mejor no esta ya muy alerta, sin intenciones
simplemente solo le dio la mano a Felipe, no creo ni por un segundo que intencionadamente ignora a la esposa
de Felipe. Felipe se sintio obligado a ayudar al viejecito a saludar a la esposa para que no se viera mal de parte de
el anciano. Pero no creo que aqui hay nada que criticar....a menos que asi lo tomen. Yo no lo veo asi.

Felipe no sabe comportarse dignamente. Tendría que haber ignorado el ¿desplante? o ¿despite? del señor mayor y no montar semejante numerito. Más que un rey parece un maestro de ceremonias.
 
No había visto aún la preciosa serie The Crown y deja muy claro que todo lo que hace Letizia es contrario a lo que es la institución monárquica. Habla de que el tío Eduardo abdicó y lo estropeó todo por el individualismo, por querer adaptar la Corona a él. Y que la solemnidad es lo que sostiene una anticualla como es la monarquía.
La reina no debe demostrar su disgusto si lo tiene, ni su euforia. Se va a ver y honrar a la Corona, no a la persona que la lleva.
Vamos, que el rey no tuvo absolutamente ninguna capacidad de elegir a alguien que se conformase con eso. Ni que tuviese ganas de aprender.
A la hermana de Isabel, la apartaron por querer destacar demasiado, y según su hermana, pretender ir de cabaret era.
Por eso esa obsoleta institución se mantiene en UK, por cumplir estrictamente las tradiciones, y eso que han pasado momentos muy convulsos.
Y con esto no estoy diciendo que los admire o que los envidie pero si tenemos que tragar con otra monarquía aquí, que no sea de opereta, y que no se la tomen a cachondeo.
Por mi, se pueden ir todos a otro lado, pero si les pago, que no me dejen en ridículo por el capricho de dos personas que se pasan todo por el forro. Perdón por el rollo :kiss:
 
Poco después de entrar en el hemiciclo, cuando ya Leticia estaba sentada, miró hacia el palco de los invitados y sonrió., miró varias veces a lo largo del tiempo. Pedro Sanchez estaba solo, en lugar prominente, donde se le viera muy bien.

El prepa también mira hacia el palco...
Hay varias opciones de quién pudiese estar sentado en el palco:
a) la suegris del prepa
b) la mum del prepa
c) el entrañable de turno de la KK (duendes, yoguis...)
d) la entrañable del prepa (dicen por ahí que siempre le acompaña):eek: ¿Será?:sneaky:
e) nadie
 
Cuánto mejor hubiera estado Felipe si lo hubiera dejado pasar, en ved de tirar del brazo al señor con andar temblequeante.
La verdad, la acción no tiene recibo.
Una muestra clara de la soberbia de este hombre.

Es una combinación de inseguridad, soberbia, falta de luces, acomplejado por la figura del padre, influencia nociva de la Ortiz. El resultado ya lo llevamos viendo...y cada vez está peor.
 
Felipe no sabe comportarse dignamente. Tendría que haber ignorado el ¿desplante? o ¿despite? del señor mayor y no montar semejante numerito. Más que un rey parece un maestro de ceremonias.
Fue un gesto de grosera mala educación.Lo cogió del brazo con insistencia y quedó el tal Felipe como un hortera gañan.Está dando una imagen de vergüenza ajena,la vulgaridad de la institución está servida y comprobada gráficamente.
 
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