Felipe viaja a Baqueira Beret para pasar allí el fin de semana

No es una cantinela.

Criticar a una persona por no ir a un evento dando a entender que es importante o casi un delito que no haya ido cuando otros miembros de la familia, mucho mas cercanos y otros en la misma calidad de parentesco que el tampoco han asistido da a entender que no era un acto al que haya que ir si o si.

De hecho mira, ni su padre ha ido.
Sí. Es una cantinela.
 
Da igual lo que Margarita haga.
Esta tendencia a comparar con otros para buscar excusas es ridícula y es usada cuando no hay defensa posible.
Hilo monarquía española, no sueca o griega.
Tu observación es correcta.
El equipo de comunicación de CR es un desastre.
Sí es un desastre , y lo lleva la empresa de comunicación de Lalo Azcona , famoso pirata . Donde dieron trabajo al papichulo de Leti y le despidieron porque parece que las cuentas no estaban nada claras . Entonces se produjo
la presentación imprevista totalmente de la novia oficial del príncipe Felipe , y Lalo Azcona , dió marcha atrás , y readmitió al padre de la criatura . Ahora , y , desde que han tocado trono , llevan todo el tema de comunicación
desde los fotógrafos - que son malísimos por cierto - a cubrir todas las visitas y viajes , audiencias y el toston de Navidad , cuya magnífica idea de sacar a Flip en una salita clase media-trabajadora con un sofá de skay , fué la chufla del país . De eso pasaron a sacarlo en el salón del trono del Palacio Real , hablándonos de apretarnos el cinturón por el bien del país y bla bla ... más chufla ... A Rafael Spottorno , antiguo jefe de la CR le dieron puerta , por ser uno de los íntimos de JC que utilizaba tarjeta BLACK . Tuvo una condena de algo más de dos años de cárcel y , su mujer se separó , porque salió a la palestra que muchos de los gastos eran en casas de masajes tailandeses y prost-- ón .




Spottorno, condenado por las tarjetas ‘black’ de Caja Madrid, se permite dar lecciones a Felipe VI​

10 de junio de 2022

Confidencias

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Rafael Spottorno junto al rey Juan Carlos en una fotografía de archivo.
Rafael Spottorno junto al rey Juan Carlos en una fotografía de archivo.


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Rafael Spottorno, que pasó de jefe de la Casa Real de Juan Carlos I, a dirigir la Fundación de Caja Madrid, como hombre de la máxima confianza de Blesa, y de ahí a la cárcel, se permite dar consejos de lo que hay que hacer con Felipe VI, de cuyo Consejo Privado, en el que participan todos los que han ocupado la jefatura de la Casa del Rey, tuvo que dimitir por el escándalo de las tarjetas ‘black’ de la caja.
Spottorno, en unas declaraciones a La Sexta, lamenta «un progresivo arrinconamiento de la Corona en la irrelevancia», algo que sólo podría «corregir» el Gobierno. «Al final – augura–, por no recibir un golpecito en la cabeza por parte del Gobierno acaba siendo uno irrelevante”. Y concluye: “Eso es el principio del fin». Por otra parte, Spottorno niega que el Emérito tenga obligación de dar explicaciones.
Sorprende la audacia de este personaje, que fue encarcelado por obtener 223.900 euros, a una media anual de 28.000 euros con su tarjeta ‘black’, de los que devolvió el dinero correspondiente al ejercicio 2011 y la mitad de 2012, alrededor de 17.000 euros. Según publicó ‘El País’, exdirectivos de Caja Madrid, entre ellos Spottorno, pidieron ampliar el crédito de sus tarjetas. Spottorno aseguró al periódico que nunca pidió aumentar el límite de su visa. Sin embargo, el diario tiene en su poder correos electrónicos que demuestran lo contrario.

A la puerta del juzgado que le condenó a dos años de cárcel, fue recibido a gritos de “ladrón de Palacio”. Spottorno pidió a la policía que impidiera los insultos que recibió, a lo que la policía se negó argumentando que la gente tenia derecho a expresar su opinión en un lugar público.
 
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El príncipe Felipe y la reina Letizia, durante la entrega de los premios Princesa de Asturias. / JUAN CARLOS ROJAS
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El fajín y la bengala de capitán general. Un traje, una corbata –si el protocolo lo impone– y una nube de micrófonos y cámaras. De cuando en cuando, de sport, en Mallorca o en Baqueira Beret. Son los tres uniformes con que se presenta al público el rey de España, Felipe VI. Los tres le vinculan con las tres estructuras en torno a las que se desarrollan los primeros años de su reinado. Los ejércitos y el complejo industrial-militar español; el sistema representativo y comunicativo; y el mundo de la empresa familiar, lo que a finales de los 80 se llamó la Jet Set.

La nueva generación del poder​

Cada uno de los monarcas de las dos restauraciones ha recogido el espíritu de su tiempo, tanto en lo militar e industrial-militar como en lo político –a nivel exterior e interior– y en cuanto a sus relaciones económicas. Así, Alfonso XII basó una parte importante de sus alianzas en el entendimiento con los traficantes de esclavos y el comercio de algodón ultramarino origen del crecimiento de la industria textil en el Mediterráneo.
Alfonso XIII estuvo entre los principales beneficiados del nacimiento de la industria extractivista y el desarrollo de monopolios estatales. La historia de los Borbones de la segunda restauración se escribe con el petrodólar y la explotación del ciclo financiero-inmobiliario entre 1995 y 2010, en el caso de la generación de Juan Carlos I, y con el auge de la llamada industria financiera, negocio al que se dedican varios miembros de la corte “no oficial” de Felipe VI.
Un editorial de Mongolia a raíz de los mensajes interceptados entre la pareja real y el yerno de Juan Miguel Villar Mir, terminaba preguntándose por la herencia que Felipe VI habría recibido de la cuenta suiza de su abuelo, Juan de Borbón, Conde de Barcelona. No hay información sobre la fortuna personal de Felipe de Borbón más allá del presupuesto de la Casa Real, como tampoco se conoce el origen de la fortuna de Juan Carlos I, más allá de los casi reconocidos 2.000 millones de dólares que, según Forbes, posee el anterior monarca, una cantidad que otras fuentes elevan bastante más.
En la prensa promonárquica, el Caso Nóos ha servido para hacer borrón y cuenta nueva en cuanto a la percepción de limpieza de los negocios reales –descartando como ya amortizado el periodo de Juan Carlos I– y para una operación que consiste en reafirmar el compromiso de Felipe VI con la transparencia, a pesar de que los datos que se aportan sobre los dineros del rey siguen siendo los mismos que en 2012.
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Foto de la Casa Real, con los miembros de la Junta Directiva del Círculo de Empresarios.
El seguimiento informativo –especialmente por parte de la prensa rosa– permite identificar quiénes son y a qué se dedican las “afinidades electivas” del nuevo monarca. Amistades que se dividen grosso modo en dos grupos: el entorno que acompaña al monarca desde sus años de formación y el nuevo empresariado al que se ha acercado en los últimos años. Entre los primeros destaca Álvaro Fuster que, como el empresario Javier López Madrid, fue compañero de colegio en el centro de Santa María de los Rosales, el mismo donde estudian las infantas Leonor y Sofía y de cuyos órganos de dirección forman parte los dos amigos, Fuster como vicepresidente y Felipe VI como presidente de honor. Las ramas de negocios de la familia Fuster –Álvaro y ‘Ricky’ son los más cercanos al Príncipe–, se centran en dos campos básicos: los aviones y las renovables. Son herederos del representante en España de la aeronáutica McDonell Douglas –hoy parte de Boeing–.
Otra figura influyente en la moderna corte del poder en España es Kyril Saxe-Coburg, conocido en la prensa monárquica como Kyril de Bulgaria. Saxe-Coburg es un tiburón de la City londinense y dirige en España el fondo de capital riesgo Man Group, donde aporta su experiencia como ex de Lehmann Brothers.
Por su parte, su hermano Konstantin Saxe-Coburg trabaja para la banca Rotschild. Otro heredero de las casas reales extintas, Pablo von Schleswig (Pablo de Grecia), también trabaja en la City londinense. Su suegro es el multimillonario Robert Warren Miller, quien ofreció en 2013 un empleo al por entonces ya exiliado Iñaki Urdangarin. Los periodistas Daniel Forcada y Alberto Lardiés, autores de La corte de Felipe VI, también reseñan la vieja amistad del monarca con Christoph Von Reiche, director institucional de la banca JPMorgan en Europa.
El actual Rey mantiene también buenas relaciones con el empresario venezolano Lorenzo Mendoza, dueño del holding Empresas Polar y opositor declarado al gobierno de Nicolás Maduro. El giro político a favor de las oligarquías en Latinoamérica es, sin duda, una buena noticia para el conglomerado en torno a la Constitución del 78, incluido Felipe VI, que tiene un conocimiento profundo y relaciones personales con exmandatarios y actuales gobernantes de todo el continente latinoamericano.

Más conocidas son las relaciones de la Casa del Rey con varias de las familias más influyentes del postfranquismo, los citados Villar Mir, los Cortina, los Entrecanales, los Urquijo, los Valls Taberner o los Abelló. Pese al cambio de rumbo de la economía hacia las nuevas vetas de negocio del sector financiero, las grandes empresas y bancos han mantenido una línea de colaboración más clásica con la monarquía.
Es el caso de Telefónica, la relación de la compañía y la Casa Real se remonta al origen de la primera de 1924. La casa de Alba y los
Urquijo fueron los introductores en la corte del Coronel Behn, fundador del que sería el monopolio de la compañía ITT. Telefónica ha servido desde la segunda restauración como acomodo para personajes vinculados a la Casa Real, como Fernando Almansa. Urdangarin es otro de los beneficiados por la buena relación. La compañía pagó 1,4 millones por indefinidos trabajos de representación.
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Urdangarin en un partido de baloncesto en Washington. Foto de Antonio Zugaldia.
La Caixa –que mantiene como directora del área internacional de su Fundación a la infanta Cristina, imputada en el Caso Nóos–, o Mapfre, que emplea a la infanta Elena. Por último, la Sociedad General Inmobiliaria, filial de la líder europea en construcción de centros comerciales, es el acomodo que ha encontrado Jaime de Marichalar, el divorciado duque de Lugo, también presente en puestos de representación de la marca Loewe.
Con permiso del discurso de Navidad, el periodo de exaltación de la monarquía felipista tiene unas fechas señaladas, las de la entrega de los Premios Princesa de Asturias en el mes de octubre. El despliegue, que ha sido criticado por parte del equipo del Ayuntamiento de Oviedo, cuenta con el patronazgo de las principales fortunas del país. En torno a la Fundación Príncipe de Asturias, cuyo presidente de honor es Felipe VI, se reúnen los presidentes de los tres principales bancos del país –Ana Patricia Botín, Francisco González e Isidro Fainé– junto a representantes de las principales constructoras y empresas como El Corte Inglés o Mango. La Fundación tiene un presupuesto de 5,1 millones de euros, de los cuales el 87% son aportadas por los empresarios presentes en el patronato, y el 13% procede de presupuestos de las administraciones públicas. El patrimonio de la Fundación es de 30 millones de euros.

Ases de la comunicación​

Hoy, pese al papel destinado a algunos compañeros de armas de Felipe VI como Emilio Tomé de la Vega dentro de la Casa del Rey, la profesión militar ha perdido peso en el equipo de trabajo que rodea al monarca con respecto a la influencia de abogados y a los profesionales de la comunicación.
El cambio comunicativo de la Casa Real se ha fortalecido mediante encuestas que dicen que la imagen de la monarquía ha remontado desde 2014 y sigue muy por encima de la de cualquier otro líder político. Como signo del proyecto a nivel de difusión que media en torno a un rey y otro ha quedado el cambio de escenario en el pasado discurso de Navidad el 24 de diciembre. La monarquía felipista se reivindicó entonces mediante el recurso a “la grandeza de España”, supuestamente simbolizada por el salón del trono del Palacio Real –Palacio de Oriente– un lugar que, según Felipe VI “ayuda a entender nuestro presente y orientar nuestro futuro”.
El ‘jefe’ de la casa del Rey es Jaime Alfonsín. Este abogado del Estado controla el servicio jurídico al servicio de la Corona tras la salida de Rafael Spottorno, salpicado por el caso de las Tarjetas Black. Alfonsín es también uno de los asesores con que cuenta el monarca en el periodo que llega hasta el próximo 2 de mayo, cuando finaliza el plazo dado para los intentos de investidura en el Congreso de los Diputados.
Celebrado por su “discreción”, Alfonsín es el primero en un gabinete volcado hacia la comunicación en el que destaca también la figura de Jordi Gutiérrez. En el apartado de imagen pública hay que señalar, cómo no, las aportaciones de la reina Letizia Ortiz en su papel de extrabajadora de varios medios de comunicación y por su relación de amistad con varias periodistas. Además, Ortiz proviene de un entorno en el que destaca el empresario asturiano Ladislao ‘Lalo’ Azcona, periodista en la etapa de Adolfo Suárez en RTVE y fundador y presidente de Estudio de Comunicación, una de las agencias más prestigiosas del sector, en la que ha hecho parte de su carrera el padre de la reina. Azcona también ha tenido participaciones de OHL desde la fusión de constructoras que dio lugar a la constructor
 
El que Urdanga hay podido entrar en esa casa es algo que me extraña, y el hecho de que haya estado alli me parece que son ganas de querer dar qué hablar, y jorobar al personal.
 
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