Yo coincidí con ella en un tanatorio
A la teta de la mamandurria... ¿ella?. ¡Ohhhhhhh!.
Una ridícula que ha perdido el oremus junto con la vergüenza, carne de chiste fácil, es como Donald Trump pero en cañí, una liberal de boquilla amarrada a la teta de la subvención, un esperpento que si tuviera alguien que la quisiera en su casa le diría que dejara de hacer el ridiculo y se pudiera a hacer macramé, o a jugar al frozen como la Villalobos.
A la teta de la mamandurria... ¿ella?. ¡Ohhhhhhh!.