ESPAÑA EN JUEGO: DISGREGACIÓN, CONFEDERACIÓN, UNIÓN FEDERAL O UNIÓN JACOBINA

Ahora me arriesgo a llevarme una (merecida) colleja. No me importa. Tienes todo mi permiso para darmela. He leido este hilo muchas veces...hace años me parecia absurdo. Pero siempre he vuelto a el. Seguro que en un u otro momento he respondido en plan borde. Ya he contado cual era mi background familiar, politico y cultural: independencia, nacionalismo...es lo que habia.

Desde fuera, reconozoco que mi interes por CAT y ES tiene altos y bajos segun epocas, porque es muy pesado, y a ratos no puedo ( mi entorno de CAT es 99% indepe hoy, hace 20 años era del 10%) ... y recogiendo recuerdos, y visto el desarrollo de los acontecimientos, tiene TODO el sentido del mundo lo que has expuesto. Desde el minuto uno.

Lo que te quiero preguntar , solo si quieres responder : Dentro de todo este surrealista escenario, si yo te dijera que en los 90 ya sabia ( por relaciones personales) que tal o cual persona estaba “llamada” a liderar tal o cual grupo politico años despues...y hoy son los encarcelados-heroes de CAT...Ellos estaban en la uni, los conozco personalmente, primeros años de carrera en la UAB, eran absolutamente desconocidos. Una mezcla entre don-nadies y herederos del puesto politico de papa en CiU . Entonces pense que me tomaban el pelo. Porque uno era un inutil anti-indepe de manual ( encima vecino mio ) y el otro un empollon sin ni siquiera capacidad de tener amigos...Pero...

tiene sentido ?

“Llamados”...no sé por quién. Los conocí, formaban parte de la vida de personas que yo sí conocía bien, pero no directamente de la mía.
En ese momento lo tomé como un rumor extraño. Dos rumores extraños, en realidad, puesto que me llegaron por sitios completamente distintos.
Me dejó muy desconcertada el caso de uno de ellos, que ni siquiera era militante, ni lo sería hasta muchos años después, y la seguridad con que se me explicó el cargo que un día ocuparía. Y que se ha cumplido. De hecho cuando vi su fulgurante ascenso ya saltaron las alarmas. Casualidad ?
El otro, me pareció muy sucio todo de ser cierto, pero tenía buenos padrinos, y no me sorprendió tanto que actuaran en plan mafia, la verdad. Otra casualidad?

Por eso preguntaba a Titanic. Si sabe que sea habitual una planificación así o son sólo dos casualidades...y como esto se está volviendo insoportable, simplemente estoy desvariando, que no lo descarto ;) Igual me estoy metiendo en un berenjenal sin ningún sentido.

Hola Biscuit.

No me siento autorizado para hacer una radiografía sociológica de Cataluña porque es una zona en la que me he movido menos que en otras de España. Pero tenemos amigos allí y estamos cansados de oírlos decir que los 40 años de franquismo y los 40 de nacionalismo han sido administrados en esa región por un puñado de familias y "círculos de intereses compartidos" -los mismos antes y ahora- que funcionan como una mafia. "Han cambiado de chaqueta, pero siguen mandando y promocionando a los suyos", suele decirnos uno de esos amigos. Lo que cuentas podría encontrar su explicación en ese contexto.

Pero la verdad es que a veces es imposible no hacerse preguntas que van más allá . Por ejemplo, @Las Navas y una amiga que a veces se pasa por este foro se conocieron en la Universidad de Edimburgo en sus tiempos de estudiantes. Y allí fueron testigos ambas de una curiosa escena en los años 80. Un reputado profesor de Historia de esa universidad, medievalista e hispanista, dio un día una conferencia sobre la historia política de Escocia en el siglo XX. Un alumno extranjero le interrogó en el turno de preguntas sobre cómo veía el futuro de Escocia en el siglo XXI. Y entonces respondió algo que dejó atónita a la sala: "Escocia saldrá del Reino Unido y será independiente. Como Cataluña también lo será. Bueno..., "independientes" dentro de una gran estructura política europea que será la verdaderamente soberana". Los estudiantes se miraron desconcertados. ¿De qué estaba hablando? ¿Había merendado un vaso palmero de güisqui sin hielo? El Partido Nacionalista Escocés por entonces no tenía ni un diputado, su arraigo social era mínimo y sólo interesaban sus delirios indepes a cuatro frikis. Escocia era por entonces un feudo fuerte del Partido Laborista británico. Y la CEE de entonces estaba lejos de la superestructura política controlada por el eje germano-francés que es hoy. Y sin embargo, aquel tipo, académico reputado y presumiblemente bien informado, hizo esa afirmación con la seguridad de quien habla, no de una conjetura, sino de un plan trazado. Quiero decir, hoy sabemos que el plan político de la UE como un supraestado "federal" controlado por Alemania + Francia implica desarmar o neutralizar de algún modo los 4 estados-nación grandes que podrían -hipotéticamente- unir fuerzas y ejercer una contestación a ese eje, esto es, Gran Bretaña, España, Polonia e Italia. Pero a mediados de los 80 eso no se sabía y los agentes de esa partida geopolítica (la propia UE, los entramados independistas fuertes, incluso la entente francoalemana) no estaban ahí. ¿Cómo lo sabía aquel profesor entonces? ¿En que conciliábulo había visto los modelos geopolíticos del futuro? Da que pensar.
 
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Hola Biscuit.

No me siento autorizado para hacer una radiografía sociológica de Cataluña porque es una zona en la que me he movido menos que en otras de España. Pero tenemos amigos allí y estamos cansados de oírlos decir que los 40 años de franquismo y los 40 de nacionalismo han sido administrados en esa región por un puñado de familias y "círculos de intereses compartidos" -los mismos antes y ahora- que funcionan como una mafia. "Han cambiado de chaqueta, pero siguen mandando y promocionando a los suyos", suele decirnos uno de esos amigos. Lo que cuentas podría encontrar su explicación en ese contexto.
Un artículo muy interesante sobre este tema - bajo mi punto de vista fundamental - de quién, desde cuándo y cómo maneja los hilos - y las masas - en Cataluña.
A lo mejor @SoyBiscuit puede hacer algún comentario (gracias).

Ya que es muy largo y detallado, cito sólo el contenido tipo Índice:

Esbozo histórico: hacia una “música nacional de Catalunya”
Félix Millet padre, hombre clave del catalanismo político de postguerra
El último Millet
Las 100 familias, las 300 familias, las 400 familias
Pretoria construido con la misma materia que el Palau
De la omertá al Nou Estatut
La oligarquía catalana y su tupida red
Camaleonismo político en Catalunya de ayer a hoy
Lo que han demostrado los Casas Palau y Pretoria


...algunos párrafos y las conclusiones:

Los 300… de la burguesía catalana: Corrupción estructural en la Generalitat

Publicado: Miércoles, 07 de Julio de 2010 11:21 por Ernesto Milá en
Infokrisis.-

Desde hace 150 años hacen y deshacen a su antojo en Catalunya. Son 300 familias ligadas por lazos de parentesco endogámicos que acumulan patrimonio, lo fusionan, a través de matrimonios de sus hijos e hijas y controlan los negocios, la sociedad, la cultura y la política catalana. Ellos construyeron el catalanismo político y ellos lo han gestionado en exclusiva. No se han enterado todavía, pero su ciclo toca a su fin. Su canto del cisne han sido los casos Palau y Pretorio, tras los cuales nada será igual en Catalunya.

(el artículo es del 2010. se ve que los oligarcas catalanes se han movido desde entonces!! para juntar su hambre con las ganas de comer que viene de fuera - los planes de desmembrar España)

.....

"Carles Carretero, ex conceller de la Generalitat y ex dirigente de ERC, actualmente embarcado en la aventura independentista del Reagrupament junto al presidente del Barça, Joan Laporta, lo dijo muy claramente el pasado otoño: “no queremos una patria empobrecida en la que 400 personas lo deciden todo y lo reparten todo”. Esta alusión a “los 400” parece enigmática sin embargo deriva de una frase pronunciada por Fèlix Millet i Tusell: “Somos unos cuatrocientos y siempre somos los mismos”, citando como lugares de encuentro el Orfeó Català, el Círculo del Liceo, la tribuna del FC Barcelona y La Caixa… No se trata de los “organismos de gobierno” de la sociedad catalana pero sí en donde se relaciona la gente que tiene poder real. Cuando Josep Lluís Núñez quiso ampliar sus relaciones lo hizo en el marco del Barça. Su problema era que sus apellidos carecían de pedigrí catalanista. No era de los 400… Es curioso que Fèlix Millet se incorporara a la candidatura de Núñez, continuara con el siguiente presidente de la entidad, Joan Gaspart incluso a pesar de que se hubiera presentado en la candidatura rival de Bassat O’Ghilvy… Si Millet fue requerido por Núñez se debió solamente a su “pata negra catalanista”…

Sin embargo, en el libro L’oasi català, de Pere Cullell y Andreu Farras se hablaba de las 100 familias que se reparten el poder en Catalunya y Antonio Santamaria en su artículo en El Viejo Topo, alude a “300 familias” de las que dice Vivens Vives que “ya figuraban en el censo de fabricantes de 1829”. ¿En qué quedamos? ¿100, 300 ó 400 apellidos ilustres componen la oligarquía catalana? Poco importa. Habitualmente los apellidos indican hasta qué punto la endogamia ha mezclado a estas familias (300 según Vicent Vives). Por otra parte, no todas las familias oligárquicas han sobrevivido, algunas se han empobrecido, generalmente a causa de los nietos no estaban a la altura de sus padres y optaron por vender patrimonio en los 80, pateárselo en los 90 y vivir penurias en el siglo XXI. Los que han sobrevivido fueron republicanos bajo la república, franquistas durante el franquismo y demócratas de centro-derecha y de centro-izquierda desde la transición y mañana serán lo que haga falta que sean, impulsados por su espíritu camaleónico.

A lo largo de estas últimas décadas, y ya que había que pasar por la “voluntad popular”, su habilidad ha consistido en legitimar su mecanismo de poder utilizando el catalanismo como elemento emotivo y sentimental para obtener el refrendo de las urnas
, pero está bastante claro que para ellos “Catalunya” no es más que una proyección para seguir manteniendo su posición hegemónica. Nacionalistas sobre todo, algunos de ellos optaron por el PSC, como forma de socialdemocracia moderada y teñida de un fuerte sentimiento catalanista cuya tarea histórica fue denunciada por el propio Leguina: “esos chicos que eran progres en su juventud y que hoy nos sirven para que los votantes charnegos no se nos salgan del redil”…

...

"Lo que han demostrado los Casas Palau y Pretoria

- La existencia de una oligarquía económica en Catalunya.

- El carácter camaleónico y arribista de esa oligarquía.

- Su utilización del catalanismo como excusa emotiva y sentimental para ocultar su red de intereses oligárquicos.

- El carácter institucional y estructural de la corrupción en Catalunya.

- La transversalidad de la corrupción en Catalunya que ha abarcado desde el PP, FAES, hasta CiU, el PSE, el independentismo.

- La existencia de redes que centralizan el poder económico de la oligarquía catalana.

- El carácter subordinado de los partidos políticos catalanes a los intereses de esa oligarquía.

- El valor “interés” situado por encima del valor “Catalunya” para la oligarquía catalana.

- La permanencia de estos 300 linajes oligárquicos desde el primer tercio del siglo XIX en los mecanismos de poder.

- Las razones de la población catalana para inhibirse de los últimos procesos electorales que han registrado niveles de abstención inéditos."

Ernesto Milá
 
Parece que el conteo electoral supersónico, con su célebre algoritmo y las infinitas irregularidades en los colegios electorales, es el _oño de la Bernarda.


ELECCIONES TRANSPARENTES DESCUBRE EL ALGORITMO EMPLEADO PARA DETERMINAR LOS RESULTADOS DE ESTAS ELECCIONES 10N (con el 4 como protagonista)

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Los expertos en análisis de fraudes electorales en la Asociación Elecciones Transparentes descubrieron esta pasada madrugada el algoritmo empleado para determinar los resultados de estas elecciones. Si bien es más complicado que en el anterior, del estudio sobre el resultado en estas elecciones se deduce que la aparición de numerosos pequeños grupos regionales o independentistas pretenden la declaración de la república federal.

Los 120 escaños del PSOE más los 88 del PP dan 208 diputados, que son cuatro veces los escaños de Vox. A+B=Cx4
Los 88 escaños del PP más los 52 de Vox son 140, que son cuatro veces los escaños de Podemos. B+C= Dx4
Por último, los 52 escaños de Vox son 4 veces más que los de Esquerra Republicana de Cataluña.

Es importante que el miércoles acudáis a la junta electoral de vuestra provincia para evidenciar que SE DAN LOS RESULTADOS PROVISIONALES COMO VÁLIDOS Y NO SE PROCEDE A SUMAR LOS RESULTADOS REALES DE LAS ACTAS, COMO DICE LA LEY. SABED QUE ESTE HA SIDO EL MOTIVO PARA EVIDENCIAR EL PUCHERAZO EN BOLIVIA, Y LA RENUNCIA DE EVO MORALES. Y no lo dice Elecciones Transparentes, lo dice El Mundo en esta crónica. “Se usaron datos del conteo rápido para 175 actas del conteo oficial”.

Ayer, entre las numerosas incidencias detectadas por los miembros de la Asociación, se evidenció que se incumple sistemáticamente la norma de publicar las actas en la puerta del colegio electoral, así como el secretismo con el que se realiza el conteo del voto por correo. También comprobamos que en pueblos del País Vasco se tiraban votos a la basura.


____________

Nuestros asociados comprueban que NO SE ESTÁN SUMANDO LOS RESULTADOS CONSIGNADOS EN LAS ACTAS Y LAS JUNTAS ELECTORALES PROVINCIALES SE LIMITAN A COTEJARLAS CON LOS RESULTADOS OFRECIDOS POR INDRA

Bloqueos, expulsiones (como en Sevilla) y, salvo en Madrid, en general, desconfianza ante los activistas de Elecciones Transparentes que se han acercado a ver el recuento general de las votaciones del pasado domingo 10 de noviembre. Por el momento (y dado que hay acciones legales en curso), lo que os podemos contar es que se está violando sistemáticamente la Ley Electoral y no se está procediendo al recuento y sumatoria de los resultados provenientes de las actas, y que en cada una de las juntas electorales provinciales se limitan a cotejar los resultados provisionales proporcionados por Indra (y el subcomité de resultados provisionales, controlado por el Ministerio del Interior) con lo que pone las actas, PERO NO SE SUMAN LOS VOTOS PARA COMPROBAR QUE LOS RESULTADOS QUE SE HAN PROCESADO SON LOS MISMOS QUE LOS DE LAS ACTAS.

En las siguientes provincias no se ha realizado el recuento manual:
-Sevilla. (Se ha tomado constancia con un notario).
-Cuenca.
-Guadalajara.
-Gerona.
-Granada.
-Cádiz.
-Toledo.
-Zaragoza.
-Almería.

 
Parece que el conteo electoral supersónico, con su célebre algoritmo y las infinitas irregularidades en los colegios electorales, es el _oño de la Bernarda.


ELECCIONES TRANSPARENTES DESCUBRE EL ALGORITMO EMPLEADO PARA DETERMINAR LOS RESULTADOS DE ESTAS ELECCIONES 10N (con el 4 como protagonista)

Ver el archivo adjunto 1222349

Los expertos en análisis de fraudes electorales en la Asociación Elecciones Transparentes descubrieron esta pasada madrugada el algoritmo empleado para determinar los resultados de estas elecciones. Si bien es más complicado que en el anterior, del estudio sobre el resultado en estas elecciones se deduce que la aparición de numerosos pequeños grupos regionales o independentistas pretenden la declaración de la república federal.

Los 120 escaños del PSOE más los 88 del PP dan 208 diputados, que son cuatro veces los escaños de Vox. A+B=Cx4
Los 88 escaños del PP más los 52 de Vox son 140, que son cuatro veces los escaños de Podemos. B+C= Dx4
Por último, los 52 escaños de Vox son 4 veces más que los de Esquerra Republicana de Cataluña.

Es importante que el miércoles acudáis a la junta electoral de vuestra provincia para evidenciar que SE DAN LOS RESULTADOS PROVISIONALES COMO VÁLIDOS Y NO SE PROCEDE A SUMAR LOS RESULTADOS REALES DE LAS ACTAS, COMO DICE LA LEY. SABED QUE ESTE HA SIDO EL MOTIVO PARA EVIDENCIAR EL PUCHERAZO EN BOLIVIA, Y LA RENUNCIA DE EVO MORALES. Y no lo dice Elecciones Transparentes, lo dice El Mundo en esta crónica. “Se usaron datos del conteo rápido para 175 actas del conteo oficial”.

Ayer, entre las numerosas incidencias detectadas por los miembros de la Asociación, se evidenció que se incumple sistemáticamente la norma de publicar las actas en la puerta del colegio electoral, así como el secretismo con el que se realiza el conteo del voto por correo. También comprobamos que en pueblos del País Vasco se tiraban votos a la basura.


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Nuestros asociados comprueban que NO SE ESTÁN SUMANDO LOS RESULTADOS CONSIGNADOS EN LAS ACTAS Y LAS JUNTAS ELECTORALES PROVINCIALES SE LIMITAN A COTEJARLAS CON LOS RESULTADOS OFRECIDOS POR INDRA

Bloqueos, expulsiones (como en Sevilla) y, salvo en Madrid, en general, desconfianza ante los activistas de Elecciones Transparentes que se han acercado a ver el recuento general de las votaciones del pasado domingo 10 de noviembre. Por el momento (y dado que hay acciones legales en curso), lo que os podemos contar es que se está violando sistemáticamente la Ley Electoral y no se está procediendo al recuento y sumatoria de los resultados provenientes de las actas, y que en cada una de las juntas electorales provinciales se limitan a cotejar los resultados provisionales proporcionados por Indra (y el subcomité de resultados provisionales, controlado por el Ministerio del Interior) con lo que pone las actas, PERO NO SE SUMAN LOS VOTOS PARA COMPROBAR QUE LOS RESULTADOS QUE SE HAN PROCESADO SON LOS MISMOS QUE LOS DE LAS ACTAS.

En las siguientes provincias no se ha realizado el recuento manual:
-Sevilla. (Se ha tomado constancia con un notario).
-Cuenca.
-Guadalajara.
-Gerona.
-Granada.
-Cádiz.
-Toledo.
-Zaragoza.
-Almería.

¡Fundamental!

gracias.
 
Expediente Pedro Jota: La siniestra idea de España que posee el más fiel periodista del constitucionalismo
Respetado a la par que temido, Pedro José Ramírez Codina, más conocido como Pedro J. Ramírez, es sin duda uno de los periodistas más laureados, polémicos y sobre todo,...

37 sin título

por Andrei Kononov6 noviembre, 2019291 Lecturas

Expediente Pedro Jota: La siniestra idea de España que posee el más fiel periodista del constitucionalismo http://www.azperiodistas.com/expedi...s-fiel-periodista-del-constitucionalismo/6343

Respetado a la par que temido, Pedro José Ramírez Codina, más conocido como Pedro J. Ramírez, es sin duda uno de los periodistas más laureados, polémicos y sobre todo, influyentes de la historia reciente de España. De postura marcadamente centrista y liberal, este periodista riojano es ampliamente conocido por ser uno de los más fervientes defensores de esa ideología tan difusa (y mitificada) que hoy conocemos como «constitucionalismo», la cual no pocos tienden a identificarla de manera harto equívoca con el sano patriotismo español.

Pero la controvertida actividad profesional del actual director del medio digital «el Español», que algunos compañeros de profesión como David Jiménez clasifican como propia de los «ministroperiodistas» (reporteros provenientes de la Transición que hoy tratan de fusionar periodismo y política, la mayoría de ellos muy bien avenidos con la flor y nata del poder económico que les da cobijo), posee numerosas lagunas biográficas que es preciso clarificar, sobre todo en lo que concierne a su poco conocida visión de España.

Pedro Jota y su temprana predilección por el catalanismo

La primera de ellas tiene que ver con su papel en la famosa «Operación Roca», donde desde la dirección de Diario16 mostró su firme apoyo al Partido Reformista Democrático (PRD) de Miquel Roca y Antonio Garrigues Walker, una malograda formación sustentada por las élites financieras y empresariales del momento, y que a la postre supuso un vano intento del catalanismo por hacer viable un proyecto reformista desde la política nacional. Se da la circunstancia de que el hermano de Garrigues Walker, Joaquín, un destacado miembro de UCD que necesitaba hacerse con los servicios de un medio que le ayudase a destronar a Suárez al frente del partido, fue un personaje clave en la elección de Pedro J. como nuevo director de Diario16 [1]. Si bien la «operación Garrigues» fracasó debido a la repentina muerte de Joaquín en 1980, su hermano Antonio se ha convertido con el tiempo en un reputado miembro de la Comisión Trilateral y ha escrito numeroso artículos de actualidad política, entre los que sobresalen algunos bastante inquietantes como el que hace unos años escribió para el diario ABC, donde pronostica que la evolución económica, política y tecnológica a nivel global favorecerán de manera inexorable que Cataluña alcance la «soberanía profunda» en un futuro no muy lejano [2].

No obstante, los devaneos de Pedro Jota con el catalanismo van mucho más allá: en 1996, ya como flamante director de «el Mundo», recomendó al Partido Popular pactar con la Convergéncia de Jordi Pujol. Y no crean ustedes que se limitó a aconsejar esta alianza, sino que puso todo su empeño periodístico (y puede que algo más) para conseguirla. Para ello lanzó una agresiva campaña contra Alejo Vidal-Quadras, que por entonces era el líder de los populares en Cataluña y que se oponía a dicho pacto. Pedro Jota llegó a escribir lo siguiente sobre Aznar:

«se ha equivocado en Catalunya al apostar por un hombre tan proclive al radicalismo antinacionalista como Vidal-Quadras. Es así de elemental, no se puede hacer política en Catalunya contra la inmensa mayoría de los catalanes» [3].

Por aquellos días, Pedro Jota mantenía sus legendarias intervenciones radiofónicas en las tertulias de la cadena COPE, donde abogaba sin descanso por la destitución de Vidal-Quadras y por la imperiosa necesidad de congraciarse con los catalanistas convergentes, enfatizando que «hay que entender que España necesita reforzar su carácter federal» ya que «no se ha entendido la realidad plural de España ni el federalismo como la suma de cosas muy diferentes” [4]. También en su obra «Amarga Victoria» reivindicaba un encaje específico para Cataluña que consistía en “un plan de transferencias que implante la Administración única, a través de un federalismo asimétrico, en el que el techo teórico sea igual para todos, pero las diferentes realidades tengan un tratamiento distinto” [5].

Finalmente, el tenaz esfuerzo de Pedro J. por integrar «las diferentes realidades» que habitan en España daría sus frutos y Vidal-Quadras sería sustituido por Josep Piqué (un personaje mucho más abierto a las demandas nacionalistas), un hecho que sin duda ayudó a desbloquear la situación política y permitió la consumación del conocido «pacto del Majestic», gracias al cual Aznar se convirtió en uno de los gobernantes españoles más condescendientes con el nacionalismo catalán de toda la historia, hasta el punto de que bajo su mandato Jordi Pujol pudo desplegar sin ningún impedimento su ambicioso proyecto de catalanización forzosa bautizado como «el Programa 2000» [6], el cual es en gran medida el causante de esa ruptura generacional y de esa enfermedad social, tan furibundamente nacionalista e hispanófoba, que impregna buena parte de la sociedad catalana contemporánea.

Pedro Jota y «el derecho de autodeterminación» para Euskadi

Si bien los escarceos de Pedro Jota con el catalanismo nos ofrecen interesantes indicios de cuál puede ser su peculiar idea de España, no lo son menos sus también célebres simpatías por el nacionalismo vasco. Si ya fueron polémicas sus reuniones con la cúpula de ETA en 1988 [7], tampoco pasarían desapercibidas las opiniones que años después este ya consagrado periodista plasmaría en papel sobre cómo se debía afrontar el problema vasco. Así, durante la presentación de un atlas que tuvo lugar en 1994, Pedro Jota afirmó sin tapujos que «los vascos tienen derecho a la autodeterminación” [8]. Y lo hizo apelando a que España abriese un «segundo consenso constitucional que posibilite la necesidad de vertebración». Tal era la enconada «defensa del federalismo» que se exhibía desde el diario el Mundo, que su director reiteró por segunda vez que:

«Sostenemos que en el Estado español confluyen muy diversas fuentes de soberanía, lo que viene a subrayar el derecho inalienable a la autodeterminación de los pueblos».

Más adelante, también en 1994, Pedro Jota escribió un editorial titulado “Euzkadi ante el sueño de la razón” [9], donde de nuevo incidía en que «defendemos el inalienable derecho de la autodeterminación de los pueblos» rematando que «nada tendríamos que oponer si limpia y democráticamente el País Vasco optara un día por la separación del resto de España».

Sin embargo, en 2014 el propio Pedro Jota matizaba estas palabras en otro extenso editorial [10], indicando en esta ocasión que en ningún caso se refería al derecho de separación unilateral, sino más bien a resaltar lo que para su autor era la palmaria «realidad asimétrica de España», para la cual era necesario buscar urgentemente una solución de tipo reformista:

«Estamos abocados a una reforma de la Constitución en la que se promedien e integren los planteamientos legítimamente defendidos por el PSC, la izquierda federalista y en cierto modo por Durán Lleida y el nacionalismo pactista, con los de quienes como UPyD, Ciudadanos y yo con ellos, anhelamos que se fortalezcan las competencias del Estado en ámbitos como educación, justicia, sanidad o urbanismo y se refuercen los mecanismos que garanticen la lealtad institucional de todas las autoridades.»

Pedro Jota: el reformista ilustrado

Por si fuera poco, en octubre de 2012 y en plena crisis económica, Pedro Jota Ramírez publicó también para El Mundo un artículo titulado «The Wellington Memorandum» [11], en el que presentaba un proyecto de reforma de la Constitución. Si bien en él se criticaba la visión plurinacional que el PSOE había adoptado del PSC, insistía en la conveniencia de una modificación con tintes casi confederales y abiertamente asimétrica del modelo territorial español:

«Urge salir al encuentro del problema y no existe otro instrumento -si alguien lo conoce que lo diga- sino iniciar un proceso de reforma constitucional que sirva a la vez para reforzar los poderes del Estado, reducir el coste del modelo territorial y diferenciar a Cataluña, el País Vasco y Galicia del resto de las autonomías o regiones. (…) Si la negociación fracasa seguiríamos como hasta ahora, sólo que más cargados de razón, y si tuviera éxito desembocaría en una España unida pero asimétrica, como lo es en realidad.».

Por increíble que parezca, la polémica en torno a la postura del periodista riojano con los nacionalismos periféricos no termina aquí, ya que este mismo verano Pedro Jota concedió una entrevista para un programa de TV3 en la que pidió al futuro gobierno que reformara la Constitución para permitir la inclusión de mecanismos que posibilitaran la secesión pactada de «un territorio, que no tiene por qué ser necesariamente una Comunidad Autónoma, ya que una provincia o incluso una ciudad-Estado podrían llevar la iniciativa». En ese mismo programa aseveró que:

«Yo no tengo una idea ontológica de la unidad de España, por lo que pienso que lo mismo que una vez empezó a construirse como nación, en un momento determinado también se podría destruir» [12].

Esta indisimulada falta de apego que Pedro Jota muestra hacia la unidad de España y su soberanía cobra especial sentido si tenemos en cuenta que estamos ante un acérrimo europeísta que está convencido de que las naciones políticas que conforman la UE se dirigen inexorablemente hacia su unión/desintegración, incluida España. Así lo expresó el propio Pedro Jota durante su participación en el debate «Retos ante un nuevo orden económico mundial» [13]:

“Soy un federalista europeo, creo en unos Estados Unidos de Europa. Servirían para superar todas las tonterías automutiladoras.»

El triángulo Pedro Jota- Félix Revuelta- Manuel Valls

A pesar de todos estos indicios, hoy Pedro J. Ramírez es considerado como uno de los periodistas más intransigentes con los nacionalismos, circunstancia que le ha granjeado cierta fama como abanderado del españolismo moderado y baluarte del orden constitucional. Sin duda, ha contribuido a extender semejante fama su insistente demanda, convertida en la línea editorial de El Español, de que se establezca en nuestro país una especie de «gobierno de concentración» formado por los tres partidos constitucionalistas (PP, PSOE y C’s) que sería temporalmente liderado por un «candidato de consenso» [14]. También ha contribuido a ello su estrecha vinculación con el empresario Félix Revuelta, conocido por ser el gran financiador de la plataforma antiseparatista Societat Civil Catalana (dado que Félix forma parte del patronazgo de la Fundación Joan Boscá, encargada de trasvasar fondos de las grandes empresas del IBEX a la conocida plataforma constitucionalista [15]). Como informaron en su día algunos medios como Periodista Digital, se rumoreaba que Revuelta podría ser uno de los primeros financiadores de ‘el Español’, el nuevo periódico digital creado por Pedro Jota tras su expulsión del diario el Mundo [16]. Además, tal y como apunta RamblaLibre.com [17], existiría una importante relación de amistad por parte de Pedro Jota y su mujer con el matrimonio Revuelta, lo que explica que el año pasado el director del Español acudiera junto a su esposa a la pomposa boda que celebró en Marbella la hija del empresario riojano [18].

Más aún: existen ciertos indicios que apuntan directamente a Pedro J. Ramírez como la figura que ejerce en la sombra una notable influencia sobre determinados medios catalanes del ámbito constitucionalista muy vinculados a la plataforma de Societat Civil Catalana. El principal de ellos es Crónica Global, un medio estrechamente ligado a SCC que a mediados de 2016 selló una alianza con el Español de Pedro Jota. Además, la noticia que en su día publicó Europa Press resalta que:

«Pedro J. Ramírez se incorporará al consejo de administración de la publicación catalana, mientras que el director y primer accionista de ‘Crónica Global’, Xavier Salvador, ejercerá como asesor editorial del director de ‘El Español’.» [19]

Quizá esta circunstancia justifique la errática línea editorial de Crónica Global ante determinados sucesos que han despertado una intensa polvareda mediática. Por ejemplo, varios personalidades del ámbito antiseparatista en Cataluña, entre los que se encuentra el historiador Javier Barraycoa, acusaron a Pedro Jota de haber utilizado a Crónica Global para difundir un artículo difamatorio (y de muy dudosa ética profesional) en el que se les trataba de identificar como los dirigentes y autores del conocido blog unionista Dolça Catalunya [20], no sin previamente dedicarles toda clase de calumnias, llegando a compararles con la «ultraderecha más cavernaria» e incluso con el «Ku kux klan» [21].

A todo lo anterior hay que añadir una nueva conexión no menos significativa: la de la magnífica relación que une a Pedro Jota Ramírez con Manuel Valls, el conocido ex Primer Ministro francés y actual concejal de Barcelona. Un Manuel Valls que aterrizó en España gracias a la labor de SCC, tal como admitió hace tan sólo unos días Sánchez Costa, actual presidente de esta entidad [22]. Y también resulta bastante inquietante comprobar que fue precisamente Félix Revuelta, el antes mencionado empresario y amigo predilecto de Pedro Jota, quien se encargó de reunirse con Valls en Marbella [23] para buscarle los mejores contactos entre los grandes mecenas del IBEX de cara a costearle los primeros pasos de su proyecto político municipal, según admitió el propio Revuelta [24].

Otra conexión más que añadir a la lista: como si de una campaña perfectamente coordinada se tratara, tanto Manuel Valls como Societat Civil Catalana han insistido durante todos estos meses en la necesidad de abordar «un pacto de Estado transversal» entre las fuerzas constitucionalistas [25], una combinación que, como antes hemos visto, es exactamente la misma que defiende Pedro Jota Ramírez junto a los más importantes lobbys económicos y empresariales. La pregunta surge por sí misma: ¿es el ex-Primer Ministro francés el candidato de consenso u «hombre bueno» que Pedro Jota y sus secuaces vienen buscando desde al menos 2016 para liderar ese gobierno de «gran coalición» que contaría con escaños suficientes para dotarlo de estabilidad y, lo más importante, para permitirle «abordar cambios constitucionales» [26]?

Numerosos indicios apuntan en esa dirección. La cercanía entre ambos personajes se hizo notoria cuando Valls y Pedro Jota se dejaron ver juntos esta pasada primavera en Madrid, acudiendo a la presentación de la obra de teatro «Looking for Europe», una circunstancia que los asistentes no podían pasar por alto dado que el autor y principal protagonista de dicha obra no era otro que el intelectual francés Bernard Henri Levy (BHL), amigo y hagiógrafo de Manuel Valls, y por lo visto también del propio Pedro Jota, según relata uno de los periodistas allí presentes [27]:

«Sí se entendió perfectamente que Bernard-Henri Lévy y Pedro J. Ramírez son amiguitos, porque el intelectual no dudó en elogiar y nombrar al periodista, así como a Manuel Valls, candidato a la alcaldía de Barcelona con el apoyo de Ciudadanos.»

De hecho, Pedro Jota recibió en aquella velada una grata sorpresa, ya que BHL le hizo subir al escenario para felicitarle por su cumpleaños, no sin que el propio Félix Revuelta se sumara a la improvisada celebración [28]. Y no sería la última vez, ya que el pasado mes de junio Valls y Pedro Jota viajarían hasta Estepona y allí «compartirían mesa» para celebrar el aniversario de Luisa Rodríguez Marot, la esposa de Félix Revuelta [29]. Y como no hay dos sin tres, los matrimonios de Pedro Jota y de Félix Revuelta fueron dos de los selectos «invitados VIP» que tuvieron el privilegio de asisitir a la maratoniana boda que este pasado mes de septiembre organizó Manuel Valls en Menorca para contraer nupcias con su actual mujer, Susana Gallardo [30].

Todas estas conexiones indican una sólida relación entre los integrantes del triángulo formado por Pedro Jota Ramírez, Félix Revuelta y Manuel Valls. Ahora bien, ¿con qué objetivo? ¿Qué clase de inconfesables ambiciones se esconden detrás? Aún es pronto para decirlo con seguridad, pero sí podemos advertir que, si bien en un primer momento Pedro Jota había mostrado desde el Español un inusitado entusiasmo por Albert Rivera [31], hoy parece que su apuesta más decidida es la de Manuel Valls, tal y como transluce uno de sus últimos artículos [32]:

«Pese a haber subido ya unas cuantas veces las escaleras de la gloria y haber sido arrojado otras tantas, peldaños abajo, con inquina, Valls ha tenido la inteligencia de preservar su “mejor camisa», según los cánones menorquinos, para la ceremonia de este sábado en Binidali Nou . Y, desde hoy, para lo que pueda suceder. Valls es ahora un hombre a la espera. Algún día puede ser el hombre que se espera.»

Mientras Manuel Valls, el «hombre bueno» que vino de Francia, se erige en protagonista de la actualidad política española, comprometiéndose ante los medios a pasar a la historia como el gran «catalizador del constitucionalismo» [33], convirtiéndose así en el único dirigente capaz de desbloquear la insólita situación política por la que atraviesa España ante la tormenta perfecta que se avecina, la tétrica sombra de Pedro Jota Ramírez y, sobre todo, la de su no menos siniestra visión de España, escudriñan desde muy cerca cada uno de sus inquietantes movimientos.


Referencias:
[1] lahemerotecadelbuitre.com/piezas/juan-tomas-de-salas-nombra-a-pedro-j-ramirez-nuevo-director-de-diario16-por-recomendacion-de-joaquin-garrigues-walker/
[2] https://www.abc.es/opinion/abci-solucion-digna-y-civilizada-201707270326_noticia.html
[3] https://www.periodistadigital.com/p...nacionalistas-catalanes-noticia-689400078960/
[4] http://lahemerotecadelbuitre.com/pi...sde-la-cope-para-sorpresa-de-pablo-sebastian/
[5] Así lo relata Iñaki Anasagasti desde su blog: https://ianasagasti.blogs.com/mi_blog/2009/12/pedro-j-lidera-la-campaña-contra-el-estatut-pero-llegó-a-ser-partidario-de-la-independencia-de-euzkadi.html
[6] https://www.abc.es/espana/abci-infi...0-desde-generalitat-201812301956_noticia.html
[7] https://elpais.com/diario/1988/12/21/espana/598662009_850215.html
[8] www.radiocable.com/pedro-j-y-el-derecho-a-la-autodeterminacion.html
[9] Puede acceder al documento escaneado pinchando sobre el siguiente enlace: 2.bp.blogspot.com/-3EX5bU8NFqU/T6lT_v5rheI/AAAAAAAAANc/lYgSlNMSjnU/s1600/Pedro+J.+Ramírez+y+la+autodeterminación-00002.jpg
[10] https://www.elmundo.es/opinion/2014/04/05/5340661322601d1c1e8b457e.html
[11] episodionacinaldehoy.blogspot.com/2012/10/the-wellington-memorandum-de-pedro-j.html
[12] https://www.periodistadigital.com/p...mos-independizarse-espana-video-689403848831/
[13] https://www.elespanol.com/economia/empresas/20170526/218978624_0.html
[14] https://www.elespanol.com/opinion/20151221/88631138_14.html
[15] https://maldita.es/malditodato/soci...bv-caix-sant-y-tel-a-traves-de-una-fundacion/
[16] «Sobre quiénes pueden financiar ‘El Español’, al menos en parte, suena con mucha insistencia el nombre de Félix Revuelta, dueño de Naturhouse.» https://www.periodistadigital.com/p...panol-saldra-otono-2015-noticia-689401994447/
[17] ramblalibre.com/2019/10/21/felix-revuelta-el-hortera-de-la-mano-del-lacayo-pedro-j-ramirez/
[18] https://www.semana.es/corazon/pedro...nlace-heredera-naturhouse-20180916-002026528/
[19] https://m.europapress.es/catalunya/...nica-global-espanol-alian-20160830095146.html
[20] https://www.periodistadigital.com/p...hecho-pedrojota-inmoral-noticia-689404132691/
[21] https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/ku-klux-klan-dolca-catalunya_273315_102.html
[22]
[23] https://www.elespanol.com/espana/20...arios-impulso-felix-revuelta/323968734_0.html
[24] «Uno de los que reúnen estas dos condiciones es Félix Revuelta, presidente de Naturhouse, que no esconde haber ayudado financieramente a Manuel Valls y haberle abierto muchas puertas. “Le presenté a casi todo el IBEX 35, también a Felipe González , a José María Aznar …”, rememora.» https://www.ara.cat/es/economia/Operacion-Manuel-Valls-financiar-campana-electoral_0_2252174872.html
[25] https://www.eldiario.es/politica/SCC-PSOE-PP-Cs-Gobierno_0_914809023.html
[26] https://www.elespanol.com/espana/20160306/107489410_0.html
[27] https://elpais.com/cultura/2019/03/21/actualidad/1553152662_022397.html
[28] https://www.elespanol.com/espana/20190327/politica-empresa-cumpleanos-pedro-ramirez/386491357_3.html
[29] https://informalia.eleconomista.es/...y-Carla-Bruni-en-la-fiesta-de-Naturhouse.html
[30] «Invitados: El director de El Español Pedro J. Ramírez, el presidente de Grupo Planeta y corporación Atresmedia, José Creuheras, y su esposa, Columna Martí, y el empresario, Félix Revuelta, propietario de Naturhouse, también han acudido al enlace.» https://www.vozpopuli.com/gritos/boda-manuel-valls-susana-gallardo-invitados_0_1281773223.html
[31] www.ikusle.com/pedro-jota-ramirez-cerebro-ciudadanos-llama-albert-rivera-20-veces-al-dia/
[32] https://www.elespanol.com/opinion/c...5/mejor-camisa-manuel-valls/429407057_20.html
[33]
 
Hola Biscuit.

No me siento autorizado para hacer una radiografía sociológica de Cataluña porque es una zona en la que me he movido menos que en otras de España. Pero tenemos amigos allí y estamos cansados de oírlos decir que los 40 años de franquismo y los 40 de nacionalismo han sido administrados en esa región por un puñado de familias y "círculos de intereses compartidos" -los mismos antes y ahora- que funcionan como una mafia. "Han cambiado de chaqueta, pero siguen mandando y promocionando a los suyos", suele decirnos uno de esos amigos. Lo que cuentas podría encontrar su explicación en ese contexto.

Pero la verdad es que a veces es imposible no hacerse preguntas que van más allá . Por ejemplo, @Las Navas y una amiga que a veces se pasa por este foro se conocieron en la Universidad de Edimburgo en sus tiempos de estudiantes. Y allí fueron testigos ambas de una curiosa escena en los años 80. Un reputado profesor de Historia de esa universidad, medievalista e hispanista, dio un día una conferencia sobre la historia política de Escocia en el siglo XX. Un alumno extranjero le interrogó en el turno de preguntas sobre cómo veía el futuro de Escocia en el siglo XXI. Y entonces respondió algo que dejó atónita a la sala: "Escocia saldrá del Reino Unido y será independiente. Como Cataluña también lo será. Bueno..., "independientes" dentro de una gran estructura política europea que será la verdaderamente soberana". Los estudiantes se miraron desconcertados. ¿De qué estaba hablando? ¿Había merendado un vaso palmero de güisqui sin hielo? El Partido Nacionalista Escocés por entonces no tenía ni un diputado, su arraigo social era mínimo y sólo interesaban sus delirios indepes a cuatro frikis. Escocia era por entonces un feudo fuerte del Partido Laborista británico. Y la CEE de entonces estaba lejos de la superestructura política controlada por el eje germano-francés que es hoy. Y sin embargo, aquel tipo, académico reputado y presumiblemente bien informado, hizo esa afirmación con la seguridad de quien habla, no de una conjetura, sino de un plan trazado. Quiero decir, hoy sabemos que el plan político de la UE como un supraestado "federal" controlado por Alemania + Francia implica desarmar o neutralizar de algún modo los 4 estados-nación grandes que podrían -hipotéticamente- unir fuerzas y ejercer una contestación a ese eje, esto es, Gran Bretaña, España, Polonia e Italia. Pero a mediados de los 80 eso no se sabía y los agentes de esa partida geopolítica (la propia UE, los entramados independistas fuertes, incluso la entente francoalemana) no estaban ahí. ¿Cómo lo sabía aquel profesor entonces? ¿En que conciliábulo había visto los modelos geopolíticos del futuro? Da que pensar.

Muchas gracias.

la misma sensacion de desconcierto que vivi al “enterarme” de los “grandes” planes de futuro de uno de lo futuros politicos.
Importancia residual de aquella posicion en aquel momento. Y que pense, “pues que mierda de planes“ :D lo juro. Y ahora es un heroe.
 
Un artículo muy interesante sobre este tema - bajo mi punto de vista fundamental - de quién, desde cuándo y cómo maneja los hilos - y las masas - en Cataluña.
A lo mejor @SoyBiscuit puede hacer algún comentario (gracias).

Ya que es muy largo y detallado, cito sólo el contenido tipo Índice:

Esbozo histórico: hacia una “música nacional de Catalunya”
Félix Millet padre, hombre clave del catalanismo político de postguerra
El último Millet
Las 100 familias, las 300 familias, las 400 familias
Pretoria construido con la misma materia que el Palau
De la omertá al Nou Estatut
La oligarquía catalana y su tupida red
Camaleonismo político en Catalunya de ayer a hoy
Lo que han demostrado los Casas Palau y Pretoria


...algunos párrafos y las conclusiones:

Los 300… de la burguesía catalana: Corrupción estructural en la Generalitat

Publicado: Miércoles, 07 de Julio de 2010 11:21 por Ernesto Milá en
Infokrisis.-

Desde hace 150 años hacen y deshacen a su antojo en Catalunya. Son 300 familias ligadas por lazos de parentesco endogámicos que acumulan patrimonio, lo fusionan, a través de matrimonios de sus hijos e hijas y controlan los negocios, la sociedad, la cultura y la política catalana. Ellos construyeron el catalanismo político y ellos lo han gestionado en exclusiva. No se han enterado todavía, pero su ciclo toca a su fin. Su canto del cisne han sido los casos Palau y Pretorio, tras los cuales nada será igual en Catalunya.

(el artículo es del 2010. se ve que los oligarcas catalanes se han movido desde entonces!! para juntar su hambre con las ganas de comer que viene de fuera - los planes de desmembrar España)

.....

"Carles Carretero, ex conceller de la Generalitat y ex dirigente de ERC, actualmente embarcado en la aventura independentista del Reagrupament junto al presidente del Barça, Joan Laporta, lo dijo muy claramente el pasado otoño: “no queremos una patria empobrecida en la que 400 personas lo deciden todo y lo reparten todo”. Esta alusión a “los 400” parece enigmática sin embargo deriva de una frase pronunciada por Fèlix Millet i Tusell: “Somos unos cuatrocientos y siempre somos los mismos”, citando como lugares de encuentro el Orfeó Català, el Círculo del Liceo, la tribuna del FC Barcelona y La Caixa… No se trata de los “organismos de gobierno” de la sociedad catalana pero sí en donde se relaciona la gente que tiene poder real. Cuando Josep Lluís Núñez quiso ampliar sus relaciones lo hizo en el marco del Barça. Su problema era que sus apellidos carecían de pedigrí catalanista. No era de los 400… Es curioso que Fèlix Millet se incorporara a la candidatura de Núñez, continuara con el siguiente presidente de la entidad, Joan Gaspart incluso a pesar de que se hubiera presentado en la candidatura rival de Bassat O’Ghilvy… Si Millet fue requerido por Núñez se debió solamente a su “pata negra catalanista”…

Sin embargo, en el libro L’oasi català, de Pere Cullell y Andreu Farras se hablaba de las 100 familias que se reparten el poder en Catalunya y Antonio Santamaria en su artículo en El Viejo Topo, alude a “300 familias” de las que dice Vivens Vives que “ya figuraban en el censo de fabricantes de 1829”. ¿En qué quedamos? ¿100, 300 ó 400 apellidos ilustres componen la oligarquía catalana? Poco importa. Habitualmente los apellidos indican hasta qué punto la endogamia ha mezclado a estas familias (300 según Vicent Vives). Por otra parte, no todas las familias oligárquicas han sobrevivido, algunas se han empobrecido, generalmente a causa de los nietos no estaban a la altura de sus padres y optaron por vender patrimonio en los 80, pateárselo en los 90 y vivir penurias en el siglo XXI. Los que han sobrevivido fueron republicanos bajo la república, franquistas durante el franquismo y demócratas de centro-derecha y de centro-izquierda desde la transición y mañana serán lo que haga falta que sean, impulsados por su espíritu camaleónico.

A lo largo de estas últimas décadas, y ya que había que pasar por la “voluntad popular”, su habilidad ha consistido en legitimar su mecanismo de poder utilizando el catalanismo como elemento emotivo y sentimental para obtener el refrendo de las urnas
, pero está bastante claro que para ellos “Catalunya” no es más que una proyección para seguir manteniendo su posición hegemónica. Nacionalistas sobre todo, algunos de ellos optaron por el PSC, como forma de socialdemocracia moderada y teñida de un fuerte sentimiento catalanista cuya tarea histórica fue denunciada por el propio Leguina: “esos chicos que eran progres en su juventud y que hoy nos sirven para que los votantes charnegos no se nos salgan del redil”…

...

"Lo que han demostrado los Casas Palau y Pretoria

- La existencia de una oligarquía económica en Catalunya.

- El carácter camaleónico y arribista de esa oligarquía.

- Su utilización del catalanismo como excusa emotiva y sentimental para ocultar su red de intereses oligárquicos.

- El carácter institucional y estructural de la corrupción en Catalunya.

- La transversalidad de la corrupción en Catalunya que ha abarcado desde el PP, FAES, hasta CiU, el PSE, el independentismo.

- La existencia de redes que centralizan el poder económico de la oligarquía catalana.

- El carácter subordinado de los partidos políticos catalanes a los intereses de esa oligarquía.

- El valor “interés” situado por encima del valor “Catalunya” para la oligarquía catalana.

- La permanencia de estos 300 linajes oligárquicos desde el primer tercio del siglo XIX en los mecanismos de poder.

- Las razones de la población catalana para inhibirse de los últimos procesos electorales que han registrado niveles de abstención inéditos."

Ernesto Milá


La capacidad de analisis de esta oligarquia a mi me queda lejos. Sorry.
Soy catalana, con raices, que conozca, documentadas, desde el XVI, con nombres de mis antepasados en alguna plaza y calle, con un titulo nobiliario que mis hermanos y yo hemos decidido dejar extinguir...Pero “semos pobres” ;)

Lo que si he vivido muy claramente son dos cosas de las que escribes :

1. El concepto “pata negra” . Eso fue exactamente lo que en mi adolescencia causo el primer sentimiento de rechazo al nacionalismo. Mil anecdotas tengo. Todas ellas acompañadas de un mal rato. Y mis hermanos y yo siempre nos hemos plantado ante esta forma de supuesta “superioridad catalana“. Ellos siempre han vivido en CAT y son absolutamente impermeables ante esto tambien. De hecho los delirios recien estrenados indepes de nuestra madre ( monarquica española de CiU de toda la vida ) nos ameniza alguna cena;). Que la tia cogio el coche y se fue a Belgica para apoyar a Puigdemont!!! :D :D que la veo despues de mil meses y antes de preguntar como estoy pregunta que “que hago yo por mi patria”??. Como no nos llevamos mucho aprovecho para darle alguna colleja ;) Y se enfada :D

2. PSC. Es que no quiero dar nombres. Que los tengo, tambien con conocimiento personal...altisimos cargos. Pero si. Alta burguesia convertida a la “izquierda socialista” canalizando y controlando a la masa que habia emigrado de otras regiones de ES. A los “charnegos”. Odio esta palabra :( pero sigo la linea de lo arriba escrito.


Voy a leer mas sobre lo que has aportado.
 
Última edición:
Lo que si he vivido muy claramente son dos cosas de las que escribes :

1. El concepto “pata negra” . Eso fue exactamente lo que en mi adolescencia causo el primer sentimiento de rechazo al nacionalismo. Mil anecdotas tengo. Todas ellas acompañadas de un mal rato. Y mis hermanos y yo siempre nos hemos plantado ante esta forma de supuesta “superioridad catalana“. Ellos siempre han vivido en CAT y son absolutamente impermeables ante esto tambien. De hecho los delirios recien estrenados indepes de nuestra madre ( monarquica española de CiU de toda la vida ) nos ameniza alguna cena;). Que la tia cogio el coche y se fue a Belgica para apoyar a Puigdemont!!! :D :D que la veo despues de mil meses y antes de preguntar como estoy pregunta que “que hago yo por mi patria”??. Como no nos llevamos mucho aprovecho para darle alguna colleja ;) Y se enfada :D

2. PSC. Es que no quiero dar nombres. Que los tengo, tambien con conocimiento personal...altisimos cargos. Pero si. Alta burguesia convertida a la “izquierda socialista” canalizando y controlando a la masa que habia emigrado de otras regiones de ES. A los “charnegos”. Odio esta palabra :( pero sigo la linea de lo arriba escrito.

Sobre la mentalidad supremacista del catalanismo, es interesante un artículo que escribió Antonio Santamaría para el Viejo Topo en 2001. Es largo, pero merece la pena. El autor es marxista, cosa que se puede intuir sin demasiada dificultad.


INMIGRACIÓN, NACIONALISMO y RACISMO: EL CASO CATALÁN.
Antonio Santamaría

Las declaraciones xenófobas de la primera dama catalana, Marta Ferrusola, seguidas por el libro y las manifestaciones racistas del ex-President del Parlament de Cataluña y dirigente histórico de ERC, Heribert Barrera, desataron un vendaval de críticas y abrieron un interesante debate en la sociedad catalana sobre el concepto democrático de ciudadanía y sobre las relaciones entre nacionalismo y racismo. La coincidencia de ello con la aplicación de la contestada reforma de Ley de Extranjería y por la situación creada por el encierro de unos 700 sin papeles en varias iglesias de Barcelona, confiere una mayor relevancia al tema. Las opiniones de Barrera-Ferrusola no son nuevas, ni siquiera originales y se inscriben en estricta continuidad con una tradición de más de un siglo de antigüedad. Una historia poco conocida, que en parte ya está escrita, y que en el futuro nos proporcionará valiosas claves para comprender la evolución de los componentes étnicos del nacionalismo catalán.


I. Crónica de un escándalo

Ferrusola


El martes 20 de febrero de 2001, Ferrusola pronunció una anodina conferencia en un acto organizado por La Caixa de Gerona ante un público mayoritariamente femenino, de edad madura y convergente. Según el corresponsal de lujo de El País, Antoni Puigverd, «todo cambió a la primera pregunta del respetable: ¿qué opina de la inmigración?». La primera dama se transfiguró y entonó «un discurso visceral que fluyó entre indignado y contenido, con abundantes exclamaciones (...) No sé si pretendía conquistar al auditorio. Era algo más intimo lo que le impulsaba a hablar hasta convertirse en una inconsciente vecina del viejo Le Pen».(1)

Para la primera dama, Cataluña se enfrenta, a «un alud muy distinto de las emigraciones de 50 años atrás» porque «la inmigración que ahora llega tiene una religión y una cultura distinta y quieren que se respete». Por ejemplo, a los kurdos embarrancados en la costa francesa no basta con acogerles y alimentarles, sino que encima «tiene que ser con su comida». Andando el tiempo, «las iglesias románicas ya no servirán y servirán las mezquitas» y no hará falta esperar mucho: «Ahora mismo esos los tenemos encerrados en las iglesias de Barcelona». La situación es peor que durante la gran emigración de los 60 -al fin y al cabo los andaluces son tan católicos como los catalanes, aunque la expresión cultural de su religiosidad sea distinta- y la lengua se puede aprender. La asimilación lingüística se rebela el factor esencial del proceso de «integración» del inmigrante y de su incorporación a la plena catalanidad. Así, Ferrusola expresó sus temores de que la inmigración actual aprenda únicamente el castellano y se sume a la masa de andaluces y extremeños, a los que dedicó estas palabras, mostrando una parte ínfima del dedo gordo: «ésa gente saben hablar el catalán muy bien y no hay que ceder ni así». Una actitud beligerante que ilustró con una anécdota de la infancia de sus hijos, cuando los llevaba al parque: «Hoy no puedo jugar, madre, todos los niños son castellanos».

Un problema cuya raíz se halla en la baja natalidad de los catalanes y agravado porque las insuficientes ayudas van a parar precisamente a los extranjeros que «tienen poca cosa, pero lo único que tienen son hijos (...) Mi marido dice que hay que tener tres hijos, pero (...) las ayudas sólo son para esa gente que no saben lo que es Cataluña. Sólo saben decir: dame de comer». La primera dama alertó sobre el peligro que se cierne contra la esencia del país: «Si los catalanes no nos preocupamos por Cataluña, los otros la destruirán. Todas las baterías apuntan contra Cataluña. Estamos retrocediendo no cinco, sino 19 o 20 años», en manos de una gente que «quieren imponer sus cosas. Ahora bien, nosotros seguiremos con la lengua: que la hablen».

El aluvión de críticas no se hizo esperar; desde la sociedad civil, Cáritas denunció la falsedad de los datos sobre la ayuda a los inmigrantes y SOS Racismo la acusó de caer en la «Xenofobia y en la descalificación genérica de los inmigrantes». Los sindicatos UGT y CCOO calificaron las declaraciones de propias de una persona de «mentalidad intolerante, nacionalcatolicista y excluyente».

Entre los partidos políticos las reacciones fueron diversas. El PP no desaprovechó la ocasión y expresó su preocupación porque en el entorno de Pujol haya «personas que están haciendo un discurso contradictorio y preocupante» en esta delicada materia. Una toma de posición un tanto cínica, pues el 9 de febrero, días antes de las polémicas declaraciones de la Ferrusola, aunque esto no se sabrá hasta un mes más tarde, Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo popular, tramitó una proposión no de ley ante el Parlament de Catalunya para que la Generalitat promueva la enseñanza de la religión católica en las escuelas públicas y vele «para que la enseñanza de las religiones, la demanda de las cuales no llega al 0,5%, no desplace la enseñanza católica». Una propuesta que va en el mismo sentido que las polémicas declaraciones de Ferrusola. (2)

Desde la izquierda, el PSC no quiso cargar las tintas y pasó de puntillas sobre el tema, aunque se mostró preocupado por «el modelo de catalanismo que continúa necesitando enemigos exteriores en lugar de apostar por la convivencia» y ERC advirtió sobre la «alarma social» que generaban estas manifestaciones. IC-V fue la formación más coherente al exigir a Pujol que se posicionase claramente y se desmarcase de las opiniones de su esposa.

Para comprender la situación hemos de tener en cuenta una norma no escrita de los códigos de conducta del nacionalismo catalán: existen cosas que se piensan o se comentan en el círculo más íntimo, pero que jamás se dicen en público, pues si se dicen estalla el escándalo. Una doble moral «farisaica», por utilizar la expresión de Oriol Malló y Alfons Martí, que resulta una peculiar adaptación nacional-catalana de la doble moral victoriana de las burguesías conservadoras. (3)

En este sentido, desde distintos sectores se aplaudió «farisaicamente» la actitud valiente de la primera dama, que rompiendo los tabúes y moldes, se atreve a decir lo que piensa, sin pelos en la lengua. Ferrusola, por su parte, ante la presión mediática y política, da marcha atrás y matiza sus primeras declaraciones diciendo que «no pretendían herir ningún tipo de sensibilidad» y asegura que siempre ha defendido una sociedad «acogedora y que diese un trato justo a la inmigración».

Mas, Pujol

El escándalo experimentó una súbita e inesperada subida de nivel cuando los máximos responsables de la Generalitat justificaron las declaraciones de Ferrusola. Primero, Artur Mas, sucesor oficial de Pujol y flamante conseller en cap, que dicen las malas lenguas contó con el apoyo incondicional de la primera dama en su ascensión, disculpó a su mentora el miércoles con el argumento de que sus ideas «son compartidas por miles de personas».

Dos días después, el President Pujol no puede sustraerse a la presión y, en declaraciones a la emisora Ona Catalana (23/2/01), defiende el derecho a opinar de su consorte, con idéntico argumento que su delfín, «lo que piensa Marta Ferrusola es lo que piensan la mayoría de ciudadanos» y alabó su valentía, pues «no se puede dejar de lado la opinión pública» y saber tener en cuenta sus reacciones a veces negativas respecto a la inmigración. En este sentido, justificó el apoyo de CiU a la Ley de Extranjería y se mostró sensible a los temores de un sector de la población que quieren «mantener la identidad» del país amenazada ante la oleada inmigratoria.

La gravedad que supone que los máximos responsables políticos del país le hagan un guiño tan descarado al racismo y la xenofobia hace sonar las alarmas. Así, Josep Ramoneda, un agudo observador de la política catalana, formula estas inquietantes preguntas: «Todos sabemos que CiU vive una crisis de fin de etapa (...) ¿En el vértigo de la pérdida del poder estará la clave de su empeño en dar naturalidad a las declaraciones de Ferrusola? ¿Quieren aprovechar el fenómeno de la inmigración para echar mano del peor nacionalismo populista y xenófobo? Puede que esta estrategia les diera votos, pero sería una grave irresponsabilidad que marcaría para siempre al que se va y al que llega» y finaliza el artículo con una vibrante apelación político-moral al President: «Dudo que sean mayoría los que piensan como Ferrusola. Tengo mejor opinión de mis conciudadanos. Pero si fuera así, la opinión de la mayoría no justifica nada cuando es xenófoba y, por tanto, antidemocrática, y la obligación de un político democrático es luchar contra la xenofobia -aunque pueda costarle votos-, explicar su sinsentido y desarrollar políticas que refuercen la cohesión social. Pujol, a quien le gusta tanto la pedagogía política, tenía una buena oportunidad de practicarla explicando por qué su mujer está profundamente equivocada». (4)


Heribert con Barrera


No se habían apagado los ecos del affaire Ferrusola, cuando el martes 27 de febrero salta a la palestra Heribert Barrera, con motivo de la publicación del libro "Qué pensa Heribert Barrera", fruto de una larga entrevista con el periodista Enric Vila y trufado de manifestaciones xenófobas y racistas (5). Una obra que estaba prevista fuera presentada por Jordi Pujol en persona, el jueves 1 de marzo en el Ateneo Barcelonés, una entidad que Barrera había presidido. Todos los grandes diarios catalanes reproducen amplios pasajes del libro y de sus abundantes declaraciones a los medios de comunicación:

«Si continúan las corrientes migratorias actuales Cataluña desaparecerá (...) Eso claro está si la entendemos como una nación, con su lengua, su cultura y su historia y no como un simple territorio (...) ¿Hasta qué punto el asimilacionismo español triunfará por cuestión de número? No lo sé. Tengo la esperanza de que quizá podamos aguantar , que podremos ir integrando a la población de origen español y la llegada de los de fuera de España. Ahora bien, no lo veo seguro». Pero resulta «evidente que cualquiera que quiera españolizar Cataluña tiene interés en que la inmigración venga hacia aquí. Es una fórmula muy eficaz».

El discurso de Barrera guarda numerosos puntos de contacto con el llamado etnodiferencionalismo de Alain de Benoist y la Nouvelle Droite francesa de los 70: «Para mí el significado antiguo del racismo es el que vale. Es decir, racista es aquel que cree que hay razas superiores a otras o acepta discriminaciones en función de la raza. Pero cuando el señor Haider dice que en Austria hay demasiados extranjeros no está haciendo ninguna proclama racista. Quiere decir que quiere preservar la sociedad austríaca tal como a él le gusta, tradicional, lo que resulta imposible desde el momento en que se incorpora un número considerable de extranjeros». Barrera, que cree que existe una base genética que determina las características de las razas humanas , como la inteligencia, rechaza el multiculturalismo y el mestizaje: «A mi que me digan qué ganamos nosotros porque ahora se bailen tantas sevillanas. No ganamos absolutamente nada. Ni con tener tantas mezquitas y con que haya un porcentaje más alto de musulmanes». Cataluña no ganó nada con la emigración española de los 60: «Aquí vivieron un poco mejor, trabajaron, se les pagó y no creo que nosotros les debamos nada a ellos ni ellos deben agradecernos nada a nosotros (...) El país en conjunto creo que salió perdiendo. Encontraría muchos argumentos. Ahora mismo tenemos escasez de agua. Si en vez de ser seis millones fuéramos tres, no tendríamos este problema». Para Barrera, preservar la diversidad cultural consiste en mantener la existencia separada de las etnias en sus respectivos nichos identitarios, sin mezclas, ni impurezas.

Ante la magnitud de la tragedia, el líder de IC-V, Joan Saura, exige a Pujol que no asista a la presentación del libro, una petición a la que después se suman el PP y el resto de partidos. Sin embargo, el President se mantiene en sus trece y el mismo jueves declara a una emisora que acudirá al acto «porque puede presentarse un libro desde la discrepancia».

Inesperadamente, los mismos inmigrantes objeto de tan duras descalificaciones se convierten en sujeto activo y toman el protagonismo concentrándose ante el Ateneo Barcelonés horas antes de la presentación. Ante el temor de incidentes, la Editorial Proa comunica la suspensión del acto y se producen duros duelos verbales entre partidarios de Barrera e inmigrantes. La cosa no acaba aquí, otro grupo de sin papeles les espera frente a la céntrica emisora de la cadena SER, y le increpan con gritos de «racista y fascista». En la entrevista, emitida para toda España, Barrera, que se negó a hablar en castellano, se presentó como una «víctima» de los medios y calificó la situación «propia de república bananera» que «grupos de inmigrantes sin papeles» presionasen con éxito hasta conseguir la suspensión de un acto al que iba a asistir el President de la Generalitat. Su actitud provocadora a la salida de la radio propició que los incidentes continuaran en las Ramblas.

ERC, cuyo congreso estaba a punto de celebrarse (17 y 18 de marzo), se encontró ante una situación delicada, tanto por la relevancia iconográfica de Barrera como símbolo histórico del partido, como sobre la posición de esta formación respecto a la Ley de Extranjería, que Barrera considera demasiado blanda. De hecho PSC, IC-V y ERC se han unido para presentar recurso de inconstitucionalidad contra la citada ley, que fue rechazado por un voto de diferencia del bloque PP-CiU. En un primer momento, su portavoz parlamentario, Josep Huguet, se desmarcó del apoyo a Haider y aseguró que las ideas de su ex-presidente sobre los peligros de la inmigración para la identidad catalana eran «opiniones personales» que «no se corresponden con las posiciones del partido». No obstante, reinvindicó la figura histórica de Barrera, al que la senilidad había trastornado, y pidió «que no se criminalice la opinión de la gente que tiene miedos». En el desarrollo del escándalo, las juventudes y otros sectores del partido piden la expulsión o la apertura de un expediente disciplinario contra su ex presidente; una iniciativa que la dirección, en vísperas del congreso, desestima. El líder de la formación, Josep-Lluís Carod-Rovira, que tiene que comparecer a diario ante los medios para contrarrestar la orgía de declaraciones de don Heribert, prefiere no plantear el fondo de la cuestión y desviar la atención con el socorrido recurso de atribuir el escándalo a una operación del españolismo más rancio que se aprovechaba de la chochez de Barrera para destruir el nacionalismo catalán igualado a racismo. El catalanismo siempre ha sido democrático, integrador y progresista; por el contrario, el españolismo siempre ha sido imperialista, racista y excluyente, como demuestra la actuación del alcalde de El Ejido. «¿Qué se puede esperar de un pueblo que eligió el Día de la Raza como fiesta nacional?» -preguntó ante las cámaras de TV3 en el programa Ágora.

Una trinchera defensiva cuyos ejes ideológicos fueron expuestos con gran claridad y precisión por uno de los ideólogos y publicistas más reputados del nacionalismo catalán, el historiador Joan B. Culla i Clará.(6) ERC acabará planteando, en un patético esfuerzo por conciliar los extremos, una polémica propuesta para seleccionar a los contingentes de inmigrantes en los países de origen a los que se aleccionaría sobre la realidad nacional del país de acogida.

La actitud del líder del PSC, Pasqual Maragall, fue de una gran suavidad, siempre comprensivo e ingenuamente «sorprendido» de que Barrera, un político al que tanto aprecia, pueda defender estas tesis. En un extraño ejercicio de funambulismo lamentó que el acto se hubiera suspendido. «No es una buena noticia que no hable, la mala noticia es que piense lo que piensa». Una tibieza que le costó las críticas de intelectuales como Francesc de Carreras ante «el ruidoso silencio de Maragall que ha desaprovechado otra ocasión para hacer pedagogía democrática» o, en el mismo sentido, de Ramoneda y la requisitoria del líder de IC, Joan Saura, «se han hechado en falta voces que condenaran más claramente» la deriva xenófoba de algunos sectores del nacionalismo.

Aquí, tanto Maragall como Carod- Rovira no pueden alegar ignorancia, pues este discurso integrista era de sobras conocido, al menos desde hace más de 20 años. Por ejemplo, en 1980, en otro libro Barrera utilizaba casi exactamente las mismas palabras que ahora:

«Hemos de eliminar todos los complejos de culpabilidad, todas las relaciones de subordinación, todos los intentos de paternalismo. Tiene que quedar claro que en la situación actual hay dos comunidades, las dos comunidades no tienen nada que agradecerse. La inmigración no ha significado para Cataluña ningún beneficio a fin de cuentas (...) Para Cataluña habría sido preferible otro tipo de desarrollo que no requiriese esta inmigración masiva (...) Tendríamos menos problemas respecto al paro, la estructura de las empresas, la concentración en el área metropolitana de Barcelona, menos problemas respecto de algunos productos naturales como el agua, menos problemas de destrucción del medio ambiente» (7).

La cuestión a dilucidar es doble: ¿por qué los líderes de la izquierda catalana se esfuerzan en taparle las vergüenzas a Barrera?, ¿por qué hace veinte años las mismas manifestaciones no provocaban ningún escándalo y no impidieron que Heribert Barrera fuese el primer presidente del Parlament de Cataluña y socio político de Pujol de 1980 a 1987 y ahora sí?

Para más inri sale a la luz un oscuro episodio de la juventud del veterano político; según diversas fuentes, Heribert Barrera, Alexandre Cirici-Pellicer y un sector de jóvenes nacionalistas exiliados en la zona de Vichy impulsaron la toma de contactos con los nazis para explorar la posibilidad de crear un estado catalán en el marco del Nuevo Orden que, al parecer, Josep Tarradellas cortó en seco. (8)


Epílogo

Jordi Pujol, consumado maestro de ceremonias de la política catalana, quiso cerrar la crisis y deshacer la ambigüedad y el peligroso coqueteo con la xenofobia que duraba ya diez días. Una hora después de la anulada presentación, convoca una rueda de prensa para dar lectura a una declaración oficial donde, aunque alabó la trayectoria política de Barrera como demócrata y antifranquista, mostró «su desacuerdo profundo» con sus tesis y sin citarlas, se desmarcó de las de su esposa. Pujol señaló que los objetivos de la política sobre la inmigración deben ser «la integración de las personas, la cohesión social y la convivencia ciudadana». Los inmigrantes deben conocer y exigir que se respeten sus derechos, pero también deben cumplir con sus deberes, que son los mismos que los del resto de los ciudadanos. Además, han de aceptar que el país receptor posee una identidad propia que los recién llegados deben respetar». Éstos, a su vez, tienen el derecho de «reclamar que su estilo de vida no sea alterado sustancialmente y que no sea amenazada su identidad como colectividad». Para subrayar sus distancias de Barrera y Ferrusola, quiso dar una imagen optimista de Cataluña que ha superado pruebas muy difíciles para construir «una sociedad de convivencia y progreso individual y colectivo». El President de la Generalitat concluyó que el país no podía perder, este «tesoro» cívico que habían levantado todos, «los seis millones de catalanes», que invita a mirar con confianza y «autoestima» el futuro.


II. Teoría de la raza humana.

Los orígenes del pensamiento racial catalán arrancan de la década de 1880, en plena Renaixença, con la aparición de los primeros estudios etnográficos y raciológicos de Sampere i Miquel, J. M. Batista i Roca y especialmente Pompeu Gener. Para el historiador, Joan- Lluís Marfany, uno de los mejores conocedores de este periodo, el catalanismo no se aparta de la pauta marcada por el resto de nacionalismos identitarios nacidos a finales del XIX, «el racismo los impregna a todos, como impregna toda la cultura de la época». (9)

Ya en la obra de Valentí Almirall "Lo catalanisme" (1886) se elabora una distinción de las diferencias entre el «carácter» castellano y catalán que se aproxima mucho a la «teoría racial de la nación catalana» que Pompeu Gener sería el primero en enunciar en su influyente libro Herejías (1887). Según Pompeu, existe una raza catalana, de origen ario-gótico, superior al resto de pueblos peninsulares, de raíces supuestamente semíticas. Mientras los catalanes "reconquistaron pronto sus territorios y entraron bajo la benéfica influencia aria de los francos, Castilla pasó largos siglos dominada por los semitas «árabes y bereberes» lo que explicaría la radical diferencia y la incompatibilidad de ambos pueblos, segun este autor. Joaquim Casas-Carbó en 1891 en sus Estudis d´etnografia catalana utilizará argumentos filológicos para demostrar el irrefutable origen ario de los catalanes. (10)

Unas ideas que pasan a formar parte del corpus doctrinal del naciente catalanismo. En marzo de 1899 se produce un gran escándalo que recuerda vivamente al que un siglo después ha protagonizado Barrera; además, ambos se suceden en el mismo escenario del Ateneo Barcelonés. El doctor en medicina Bartomeu Robert, recientemente nombrado alcalde de Barcelona por designación real, a instancias del político catalanista Durán i Bas y del primer ministro conservador Francisco Silvela, pronunció el día 13 en la citada institución la primera de una serie de conferencias tituladas La rassa catalana. En una sala abarrotada, el doctor Robert disertó sobre la heterogeneidad racial de la Península motivada por las invasiones germánicas y semitas. Utilizando los métodos de la frenología sobre las medidas del cráneo tan de moda en la época, distinguió tres áreas raciales: braquicéfalos de cabeza redonda de las regiones del Atlántico, dolicocéfalos o cráneo alargado de las regiones mediterráneas y mesicéfalos, mezcla de ambos en la España central. Se desencadenó una fuerte polémica en la prensa madrileña y catalana sobre el tema, que los medios catalanistas atribuyeron a una interpretación maliciosa del discurso del doctor Robert, cuyas palabras no habían querido ofender, ni mucho menos enfrentar, a Castilla y Cataluña por la cuestión del cráneo. Una polémica, además, decían que atizada interesadamente por la oligarquía centralista y corrupta de Madrid para desacreditar el catalanismo. Finalmente, la segunda conferencia del médico-político, aunque estaba anunciada en los diarios, fue suspendida. (11)

Lo cierto es que en las publicaciones nacionalistas de la época como Tralla, Cut-cut, La Esquella de la Torratxa, La Nació Catalana... abundan artículos y cartas titulados «Moros mal qu´els pesi», «Sí, hi ha rasses», «Contra´ls els semites» o firmados «Un que li repugnen els castellans»; la lista es inacabable. Los castellanos son calificados de «bereberes de la Península», cuyo temperamente muestra su «afinidad con todos los pueblos semitas», y que resulta incompatible con las características «europeas» de la raza catalana, una dominación que estrangula las posibilidades de desarrollo económico de la patria. Otro prócter del catalanismo, Joan Bardina, dedicó una larga serie de conferencias divulgativas sobre el tema donde se va conformando la imagen de una España «africana» agrícola, burocrática y semita, frente a una Cataluña «europea», industrial y aria; para Domingo Martí i Juliá resulta una cuestión «de higiene social» impedir la entrada de «elementos personales, intelectuales, morales y políticos degenerados y producto de razas inferiores y además decadentes».

Marfany cree que la principal función del racismo catalanista es denunciar la presencia de miembros de otra «raza», a la que se desprecia o criminaliza como causante de todos los males de la sociedad. El catalanismo «se inventa un problema castellano y divulga la teoría de una inmigración castellana» que viene a Cataluña para vivir a expensas de una riqueza que no han contribuido a crear y, lo que es más grave, a causar unos problemas sociales que de otro modo no existirían. Sobre este humus ideológico, Enric Prat de la Riba, el arquitecto del catalanismo político, reformulará estas ideas, puliendo sus aristas más biológicas y racistas; así, los catalanes no son una «raça antropológica», sino una «raça histórica». Las naciones son distintas porque la raza, pero sobre todo la historia, las han hecho diferentes. La «castellanización» de Cataluña sólo es «una costra sobrepuesta, una costra que se cuartea y salta, dejando salir intacta, inmaculada, la piedra indestructible de la raza».

En el análisis de Marfany, la categoría tierra es la que da sentido a todo, «un auténtico fundamento sólido e inmutable» y donde nacen o van a parar «todas las teorizaciones de la nación catalana (...) Es la tierra, en definitiva, la que hace la nación». Bonaventura Riera en 1899 desarrollará este tema en el artículo" L´anima del catalanisme". La tierra es como una esponja que recoge las razas, asimila a los hombres y les informa de una misma fisonomía, una tierra que hace hablar a los hombres la misma lengua y tener las mismas costumbres. Así, siguiendo esta lógica, «si fuera posible hoy exterminar a todos los catalanes poblar nuestra tierra de gente de otros países, dentro de un plazo más o menos remoto volvería a existir el pueblo catalán» tal y como lo conocemos ahora».(12)


Demografía e inmigración


Paralelamente, a finales del XIX, una serie de tratadistas y médicos de orientación higienista y natalista, católicos y antimaltusianos como Escudé Bartolí, García Faria, Joan Viura, Josep Blanc, A. Planelles... alertan sobre los peligros del descenso de la natalidad y fecundidad catalanas. Según Josep Termes estos tratadistas consideran la baja natalidad un síntoma de decadencia moral y la inmigración como algo inevitable, pero sin «connotaciones étnicas y lingüísticas». La obra de P. Nubiola (1906) marca la transición, un cambio que se verifica con R. Boquet (1916), que defiende «la regeneración de la raza y de la estirpe catalana» y se completa con la obra de otro médico, el doctor E. Puig i Sais, "El problema de la natalitat a Catalunya. Un perill gravíssim per a la nostra pátria" (1915), que apunta los riesgos de que la inmigración pueda descatalanizar el país y defiende la necesidad de aumentar el número de «catalanes de raza pura» (13).

La oleada inmigratoria de los años 20 y 30 procedente de Murcia y Almería suscitó un intenso debate político, social y sindical. Un tema recurrente en los diarios de sesiones del Ayuntamiento de Barcelona, en el Parlament de Catalunya, en la prensa y en todo tipo de publicaciones y que, generalmente, plantean un diagnóstico negativo sobre el impacto de la iinmigración sobre la lengua y cultura catalana. Un ejemplo extremo de ello es el radical Daniel Cardona; en el artículo "La ocupació castellana" se imagina la inmigración como arma de una guerra contra Cataluña y por ello cada patriota debía llevar «una browning en cada bolsillo para hacer respetar nuestro derecho y nuestra dignidad de catalanes ofendidos por una sumisión vergonzosa». (14)

Otra muestra notable de este clima es el manifiesto "Per la preservació de la raça catalana" (1934) firmado por prohombres del catalanismo como Alcobé, Batista i Roca, Pompeu Fabra, Jaume Pi i Sunyer, Nubiola, Puig i Sais o Vandellós, entre otros y que alerta de los peligros de la inmigración, cuyas graves consecuencias «nos pueden hacer pensar en la transformación o retroceso de la capacidad genética». Una inmigración incontrolable, y como no se puede impedir «la mezcla de razas» -en el sentido político de la palabra-, se propone sentar las bases de una política catalana de población a través de la Societat Catalunya d´Eugénica que estudie las características de la «mezcla» y los mecanismos de «defensa de la nostra raça».(15)

En la obra de Pere Mártir Rosell i Vilar se hallan las posiciones más racistas y xenófobas. Veterinario de profesión , director de los Servicios de Ganadería de la Mancomunitat y posteriormente diputado al Parlament como representante del ala radical de ERC, publicó en 1917 el folleto "Diferéncies entre catalans i castellans. Les mentalitats específiques" donde se deduce de las imaginadas "grandes diferencias" entre ambos pueblos que la mezcla conduce a la degeneración biológica. La exposición sistemática de su pensamiento se halla en su obre cumbre, "Raça" (1930); la raza constituye la única fuente de cultura y debe mantenerse pura evitando el mestizaje que propicia la inmigración. Rosell i Vilar intenta construir una teoría política del hecho nacional catalán donde la raza es el factor fundamental de cohesión colectiva y donde cualquier alteración racial constituye un peligro, y acaba exponiendo su plan de mejora de la raza catalana, como subrayan Malló y Martí, tomado directamente de sus experiencias sobre la mejora genética del ganado.

El economista Josep Antonio Vandellós i Solá es el autor más destacado del nacionalismo catalán sobre la inmigración. Primero en su serie de artículos en La Publicitat entre 1927 y 1933 y después en sus libros "Catalunya, poble decadent "y "La inmigració a Catalunya", ambos de 1935, realiza una interpretación global e ideológicamente sesgada de los dos grandes hechos fundamentales de la demografía catalana: la baja natalidad y la fuerte corriente migratoria procedente del resto de España. Las estadísticas muestran que si siguen estas tendencias se llegará a la esterilización de la «raza» catalana. Ciertamente, la inmigración es imprescindible para el desarrollo industrial; sin embargo, a nivel cultural y racial ésta amenaza con diluir el patrimonio espiritual de Cataluña. Vandellós distingue entre la población de Valencia, Baleares y Aragón, fácil de asimilar por sus afinidades culturales y lingüísticas de la procedente de Murcia y Andalucía, que suponen un peligro de «descatalanización de la patria». Ante esta situación, el autor plantea una propuesta que recuerda vivamente a la que ahora ha formulado ERC: el gobierno autónomo, que lamentablemente no tiene competencias en el tema, debe seleccionar y regular los contingentes de mano de obra inmigrada.

Tampoco la izquierda catalana se libra del discurso xenófobo y racista. Antoni Rovira i Virgili, considerado uno de los pioneros del catalanismo de izquierdas, en sus artículos en La Publicitat de los años 20 y 30 y en su libro "La nacionalització de Catalunya" (1914) plantea que la relación entre Cataluña y "Castilla" (el resto de España) está marcada por «una irreductible oposición espiritual», con dos visiones del mundo antagónicas. La inmigración resulta un factor objetivo de «descatalanización» y propone una decidida política de exaltación de la lengua regional y la asimilación lingüística forzosa de los inmigrantes para esquivar este peligro. Otro nacionalista de izquierdas como Aymá i Baudina distingue «entre los obreros auténticos que pasan hambre en silencio» y «los vagos forasteros que hablan siempre en castellano», contra los que propone «vigilancia a la entrada de la ciudad y energía por parte de las autoridades». (16)

Gabriel Alomar, fundador de la Unió Socialista de Catalunya (USC), escribe en 1932, refiriéndose a estos inmigrantes: «Son los que fuerzan una igualdad hacia abajo, los que por falta de necesidades superiores se contentan con cualquier salario y llenan el trágico vacío interior con truculencias negroides. Son la base del lerrouxismo y para la labor paciente y constructora no son útiles». Comunistas heterodoxos como Jordi Arquer o Joaquim Maurín, que fundarán el Bloc Obrer i Camperol (BOC), también alertan sobre los peligros del proletario inmigrante analfabeto poco formado políticamente, proclive al anarquismo y alejado del hecho "nacional" catalán. Así Arquer escribe en 1932: «Todos esos jabalíes -ninguno catalán- sólo especulan sobre la masa española que vive en Cataluña (...) gentes no educadas políticamente y cargadas de prejuicios sobre la cuestión catalana y que aún no han tenido tiempo de ser asimilados. Pero esas masas no son un peso específico ni es posible con ellas formar una organización sólida». Un punto de vista semejante al de Maurín, en 1928: «El ascenso del anarcosindicalismo a partir de 1917 es debido principalmente a la afluencia de peonaje a Barcelona atraído por la prosperidad industrial. Los fenómenos morbosos que posteriormente se producirán son producto de esta circunstancia. El proletariado catalán, que no tiene nada de anarquista, fue incapaz, ante el alud, de asimilar toda la gran masa. Fue impotente para dominar la invasión. El número se impuso a la calidad (...) No es casualidad que los «ases» del anarquismo en Barcelona, los Pestaña, Buenacasa, Picos, Rico, etc., no sean catalanes» (17).

Son raras las excepciones que escapan a esta profunda corriente. Desde la izquierda, puede rastrearse en la obra de Rafael Campalans, de la USC, que, en 1923, publicó "El socialisme i el problema de Catalunya", un alegato a favor de la integración cultural de la inmigración. La nación catalana es «el grupo de hombres que viven en Cataluña y tienen una voluntad colectiva de convivencia y progreso, vengan de las tierras que vengan (...) a los que son hijos de Cataluña y los que han nacido sometidos aún a la esclavitud del caciquismo». Desde la derecha el canónigo tradicionalista Carles Cardó escribía en 1934: «Destruido el mito de la nacionalidad como un hecho de orden racial fundado en la unidad de la sangre y establecido que la nacionalidad es un fenómeno cultural que puede unir perfectamente individuos de las razas más distintas (...) es preciso reforzar nuestra potencia asimilatoria. Entonces veríamos que no sólo no perderíamos nada, sino al contrario, ganaríamos mucho (...) el cruce de razas y culturas diversas da resultados magníficos» (18).


III. Integración / Asimilación

Con la victoria del franquismo el debate sobre la cuestión de la inmigración queda congelado. Jordi Pujol, que aunque se doctoró en medicina nunca ejercerá la profesión, será uno de los primeros en replantear el tema en sus artículos de 1957 y 1958, recogidos en el libro "La inmigració, problema i esperança de Catalunya", editado posteriormente (19). Una cuestión que desarrollan en la década de 1960 autores como Jordi Nadal, J. Maluqueri Sostres o J. A. Badia Margarit y que tendrá una amplia resonancia ciudadana a partir de 1964 con el best-seller de Francisco Candel "Els altres catalans" (20).

Sería excesivamente prolijo detallar la evolución del desarrollo de este debate interminable que continúa hasta nuestros días. Aquí, sólo apuntaremos los ejes de la redefinición ideológica del nuevo discurso nacionalista y que tiene su precedente histórico en ciertos pasajes de Rovira i Virgili o Campalans. Tras la derrota y el desprestigio del nazismo, la pertenencia a la patria catalana deja estatégicamente de ser una cuestión pseudo-biológica, de "raza", de emanación directa de la tierra, y se la reconvierte en un fenómeno cultural, histórico, antropológico. Y es que el término raza había quedado contaminado semánticamente después de los horrores del nazismo y de los proceso de (des)colonización europeos. En este contexto, el concepto de etnia tomado de la antropología vendrá a sustituir a la desprestigiada noción de raza. Como escribe Marc Aureli Vila en 1965, «los catalanes no somos una raza sino una etnia» y como es la «regla general» entre todas «las nacionalidades europeas se singulariza por su lengua (...) Basar la nacionalidad en la sangre de los que la integran es simplemente absurdo» (21).

Pujol, en la obra citada, que no utiliza el término de etnia, sino el más aséptico de "poble", o "nació", seguido del adjetivo catalá/ catalana. Distingue entre el «tradicional concepto de asimilación» -estático y negativo- que define como «la aceptación total, sin aportación propia y sin protagonismo por parte de los inmigrantes, de la cultura y la forma de vida de la sociedad que los recibe», del nuevo concepto de «integración» -dinámico y positivo- que «tiene un sentido total. Integración, por tanto, social, política y humana, no sólo cultural o lingüística (...) que no quiere decir aceptación del marco social de la sociedad receptora. Puede justamente querer decir rechazo, combate por el cambio social». Retomando el discurso de Vicens Vives, que concibe Cataluña como tierra de paso y crisol de mestizaje donde se han fundido los pueblos, Pujol predica la existencia de un «núcleo integrador esencial», de unos linajes catalanes puros y guardanes de las esencias, que entronca con la categoría mágica de tierra de la tradición del catalanismo. El enorme movimiento migratorio, «excesivo» y descontrolado, producido por «la presión del subdesarrollo español», cambiará sin duda «mentalmente» y en las costumbres, y quizá lingüísticamente -al menos de momento- la fisonomía de la región; esto no supone ninguna contradicción con el «proceso dialéctico que ha de ser la integración» pues «el hecho permanente, el esencial núcleo integrador, es el catalán. Vienen -y han venido- migraciones de occitanos, aragoneses, murcianos, andaluces, castellanos... de peones, de funcionarios, incluso de ejército de ocupación (sic), pero el hecho permanente -evolutivo y abierto a la innovación, pero permanente-, el hecho permanente, la roca firme es siempre el catalán. Si un día no fuese así, los hombres que habitasen este rincón de la península, fuera cual fuese su origen, dejarían de ser un pueblo, dejarían de tener un pueblo» (p. 36).

En esta clave se explican las contradicciones de su discurso, como se hace evidente en su doble respuesta a la pregunta ¿qué es ser catalán? Mientras, por un lado, «catalán es todo hombre que vive y trabaja en Cataluña (p. 42), por otro, «Ahora bien, la lengua es un factor decisivo de la integración de los emigrantes en Cataluña. Es el más definitivo. Un hombre que habla catalán y habla catalán a sus hijos, es un catalán de pura cepa» (p.83).

Según Pujol, «todos los hombres tenemos un derecho inalienable, un derecho al que no podemos renunciar: formar parte de un pueblo capaz de darnos una coherencia espiritual y mental». "Castilla", en su historia-ficción, no había estado a la altura de esa misión asimiladora: «Estuvo muy cerca. Fue a finales del siglo XVIII. Cataluña lo aceptaba. Los espíritus, la situación política, cultural y mental, todo lo favorecía. Pero a Castilla le faltó impulso. Porque, así como para destruir hay suficiente con ser más fuerte que el otro, (...) en cambio, para asimilar bien es preciso ser superior al otro. Y Cataluña era superior a Castilla en cuanto a impulso vital y energía interior; era superior en casi todo lo que no fuera poder político. Castilla no pudo aprovechar su oportunidad. Hoy la situación es otra. Castilla continúa siendo incapaz de asimilar a Cataluña, pero tiene fuerza suficiente para intentar destruirla, que es lo que está haciendo». La prueba eficiente de ello se halla en: «Andalucía es un país víctima de una asimilación destructora. Quien más lo sufre es el hombre andaluz, que es una prueba viviente de cómo los hombres necesitan un pueblo seguro de sí mismo, un pueblo sólido y bien definido en sus valores fundamentales: el hombre andaluz no es un hecho coherente, es un hombre anárquico. Es un hombre destruido» (pp. 66-65)

La solución pasa por integrar a ese «hombre destruido» en una comunidad "nacional-popular" pretendidamente abierta, acogedora, que "reconstruya" su identidad y su humanidad; ayudándole en su difícil tránsito de su vieja condición social de jornalero a la de obrero industrial, y a su nueva condición nacional de catalán y ex-andaluz. Llegados a este punto, Pujol rinde un elogioso tributo político al PSUC que «después de un largo período -y esto también es cierto y se ha de decir- de haber actuado en términos no precisamente pro catalanes, ya hace tiempo que tiene una política catalana de signo netamente positivo y que concretamente en este campo de la inmigración juega la carta de la integración . De integración quizás más política y de inserción social que propiamente, aunque también lingüística o cultural. En cualquier caso, es una aportación muy importante a lo que podríamos llamar reconstruir de la unidad básica de Cataluña". (p.45).

J. Maluquer precisará notablemente esta diferenciación conceptual en torno al par adaptación/asimilación, distinguiendo entre «adaptación», que concibe como el proceso de acomodación de los campesinos analfabetos procedentes de una sociedad atrasada, agrícola y rural, a una sociedad moderna, urbana e industrial, al de «asimilación», que verifica la integración de los inmigrantes en esta sociedad como conjunto nacional-cultural.

La propuesta de catalanismo católico renovado y asimilador que representa Pujol y en cierto modo la del PSUC vía Candel, despierta la crítica del sector fundamentalista. Así, el dirigente de la organización clandestina de carácter independentista Front Nacional de Catalunya (FNC), Manuel Cruells, publica en 1965 el libro "Els no catalans i nosltres", una respuesta al sentimentalismo de Candel y al nacionalismo light de Pujol: «O Jordi Pujol no se ha expresado bien, o no lo entiendo... Integrar es más que convivir. Convivir supone dos comunidades que buscan una forma de relación, integrar supone que una comunidad se diluye dentro de la otra. ¿Hay voluntad y fuerza de absorción entre los catalanes? ¿Hay voluntad de ser diluidos entre los inmigrantes? Si pedimos la integración es que de momento sólo convivimos o malconvivimos. O sea que, aquí, en Cataluña, hay de momento dos comunidades que se observan o se maljuzgan, que se acusan mutuamente o se disculpan, se valoran o se desprecian» (...) «No se compra ni se vende esto de ser catalán, pero sí que gana. Y no serán catalanes hasta que hablen como nosotros, hasta que no hagan suyas nuestras necesidades particulares... hasta que no se sientan heridos cuando vean no triunfantes las cosas de Cataluña (...) Es preciso admitir de grado o por fuerza esta masa excesiva de forasteros. Los tenemos y no lo podemos evitar, tampoco podemos expulsarlos; además, es una mano de obra que necesitamos; por tanto los hemos de digerir, aunque a veces resulten indigestos. Ni tan sólo podemos evitar que crezcan» (22).

La cuestión de los llegados del resto de España con la industrialización continuó, desde el punto de vista nacionalista, siendo objeto de gran interés por parte de sociólogos, demógrafos, antropólogos y todo tipo de especialistas de las ciencias sociales. Entre la gran cantidad de documentos destacan los trabajos, en clave integración / asimilación, de Esteve i Fabregat, Strubell, Botey, Solé y Recolons (23).


La crítica marxista del modelo nacionalitario


La posición aparentemente más moderada de Pujol se hará hegemónica en la sociedad catalana y, desde la izquierda, sólo encontrará la crítica de algunos, pocos, intelectuales marxistas.

Por un lado, la publicación en 1967 de la obra de Jordi Solé Turá "Catalanisme i revolución burguesa" desencadenará una amplia y agria polémica; el autor, desde una perspectiva gramsciana, rechaza los mitos de una nación eterna e inmutable y muestra cómo el catalanismo es un movimiento cuyo origen se explica por «las diferencias estructurales entre Cataluña y el resto de España» y por el fracaso de la burguesía catalana, «incapaz de imponer su orden en toda España, incapaz de llevar a cabo, en una palabra, su revolución burguesa» y esta contradicción es la que explica que «un gran sector de la burguesía catalana se lanzó entonces en manos del catalanismo. En el momento en que se están construyendo los mitos de un catalanismo popular y de izquierdas, el sólido trabajo de Solé Turá resulta peligroso, pues pone sobre el tapete la matriz conservadora y reaccionaria del catalanismo y la obvia utilización política por parte de la burguesía de la lengua regional y de una idea inventada de nación (24).

Por otro lado, intelectuales cristiano-marxistas como Juan N. García Nieto y Alfonso Carlos Comín o Antoni Jutglar 25 y Antoni Peréz González realizan una crítica de fondo de los presupuestos ideológicos de la doctrina de la «integración «. Aquí, nos detendremos en el ensayo de Pérez González, "Problemática sociológica de la integració dels inmigrants" (1968), que constituye una de las más lúcidas y aún insuperadas críticas a los entonces nuevos planteamientos del nacionalismo catalán. La izquierda política -primero el PSUC, después el PSC- harán suyos en distinto grado el «imperativo categórico» de la integración/ asimilación a la tierra, lengua y cultura catalanas propuesta por los intelectuales catalanistas de la década de los 60 y por Pujol (26).

Pérez González expone con gran brillantez sintética los «cinco presupuestos dogmáticos implícitos e indiscutibles que hay que admitir sin juicio crítico y a falta de los cuales todo el edificio integracionista se derrumbaría»:

1. La «bondad intrínseca de la integración», que hace del «no integrado (...) un enfermo inadaptado, como un asocial».

2. La «absoluta plasticidad de lo humano» en manos de una concepción de la cultura que «puede modelar e integrar totalmente a todo hombre (...) se prescinde de que el hombre normal es normativo, es decir, capaz, no solamente de asumir normas sociales, moldes culturales y valores tradicionales, sino también de rechazarlos y, sobre todo, de crear nuevos».

3. La «posibilidad y conveniencia de una integración mística, no crítica, de orden propiamente mágico» que ignora las «mediaciones objetivas (estructuras económico-sociales y socio-culturales), cuando son éstas realmente las que definen el contenido humano de aquella área territorial y las que determinan la forma de inserción real de cada hombre en esta área».

4. La «visceral convicción de la inferioridad del Otro, del “innegable”, es decir, del inmigrante. Se da por supuesto que los inmigrantes no pueden aportar con ellos unos valores propios que, todo y siendo específicamente no catalanes, sean capaces y merecedores de enriquecer y modificar los de la “sociedad receptora”. Se establece así una imaginaria y extraña dialéctica catalanidad-inmigración en la que el único polo activo y positivo es la “catalanidad”, de manera que al inmigrante le corresponderá siempre integrarse en todo aquello -y asumir todo aquello- sea lo que sea, que es positivo por el hecho de ser catalán, y desprenderse de todo aquello que es negativo porque no es catalán: p.e., la lengua propia, si es la castellana o el propio folklore si es andaluz».

5. El «carácter determinante de la lengua catalana en tanto que promotora de vida “comunitaria” y, por tanto, de “integración”. Simplificando la compleja valoración del hecho lingüístico y omitiendo sus implicaciones sociológicas, se otorga a la lengua el poder de crear, de manera entre mística y mecánica, una nebulosa conciencia común que afecta a todos los que la hablan... Así es como se llega a un imperialismo de la lengua en tanto modeladora del individuo y creadora de la conciencia común que implica que, como dice Maluquer i Sostres, la “comprensión y dominio de la lengua” aparezca automáticamente como el índice principal de la integración de los inmigrantes» (pp. 83-87).

Estos cinco presupuestos «son el soporte de un lenguaje esencialista a base de abstracciones, de una terminología trascendentalista que somete la realidad histórico-social concreta y en marcha a un proceso de sublimación y abstracción mistificadores. Se trata de un bloque de conceptos “esenciales”, faltos de sentido histórico y de sensibilidad que reflejan lo que J. Gabel denomina “ilusiones de la totalidad”, caracterizadas por la “ilusión de una homogeneidad de estructura y de voluntad que no existe en la realidad”. Así, se nos habla de “una plena incorporación” de los inmigrantes “bajo los aspectos económico, social y cultural” y también de una integración en la sociedad receptora considerada globalmente y esto en particular bajo el aspecto "nacional"-cultural». (p.88).

En el capítulo de conclusiones, Pérez González recomienda como una tarea «indispensable, en primer lugar, una visión crítica de la noción de “cultura nacional”, base sustentadora del “aspecto nacional-cultural” que se pretende asuman los inmigrantes como una paga y señal de la “integración”. Por un lado, es preciso desvelar críticamente la mitología implícita en una definición unitarista y trascendental del concepto de “cultura nacional”, concebido erróneamente como un continuo histórico perdurable. Y por otro lado, prolongando este ejercicio de realismo crítico, es preciso mostrar como, desde un punto de vista sociológico, la “cultura nacional” -en tanto que fenómeno o producto histórico y en tanto que concepto que intenta traducir estos fenómenos- se inscribe en la dinámica de las sociedades de clase, que son las que le dan su sentido real. En segundo lugar, es preciso someter también a juicio crítico la hipótesis, científicamente gratuita e inverificable, de una radical subordinación del proceso histórico-social de una colectividad a un principio nacionalitario determinante el cual, como si se tratase de un mecanismo de relojería, daría lugar en todo tiempo y coyuntura a un mismo encadenamiento fatalista: lengua y cultura-pueblo-nacionalidad-nación. Un nacionalismo de este tipo desvaloriza, no solamente la realidad, históricamente objetivada, de la lucha de clases, sino también el derecho humano y fundamental de sociabilidad».

Finalmente, el autor señala que la «temática integracionista está animada por una devoción casi religiosa respecto a los supuestos “rasgos diferenciales” o particularismos catalanes, acompañada de un gran miedo a que se pierdan o degraden a causa de la inmigración. Nos referimos a ese voluntarismo diferencialista desmedido que, inspirado en un etnocentrismo a veces ingenuo, a veces soberbio, y dominado por una enfermiza pasión particularista, concibe los referidos “rasgos diferenciales” como elementos invariables, autosuficientes y buenos por esencia y por excelencia, y a los que es preciso preservar celosamente de toda posible contaminación o influencia extraña. Creo, por ello que se puede hablar, en este sentido, de devoción casi religiosa e, incluso, en muchos casos, de culto mitológico. Una devoción que deviene sectarismo» (p.p.93-95).

Como ya hemos apuntado, esta vena crítica es sumamente minoritaria en el paisaje intelectual, político y mediático catalán. Pero incluso en los desiertos más áridos se encuentran refrescantes oasis. En los años 80, y sin pretender ser exhaustivos, son de especial interés los escritos de Pep Subirós, el trabajo de Izquierdo Escribano sobre el papel que desempeña la Asemblea de Catalunya en la construcción de los mitos y símbolos del nacionalismo popular antifranquista y de izquierdas y en la progresiva sumisión ideológica de los partidos de izquierda PSUC y PSC a los dogmas de la integración/asimilación (27) y es de obligada referencia la ingente obra historiográfica de Josep Mª Colomer que le lleva, a efectos de una curiosa evolución, a asumir posiciones muy críticas con los nacionalismos28.

En la década de los noventa, continúa y se acrecienta esta difusa corriente crítica que, desde la izquierda, ha cuestionado los dogmas del modelo nacionalitario, asumidos por los partidos de izquierda durante el final del franquismo y la transición. Los escritos del historiador Ucelay da Cal, la obra publicista de Miquel Porta Perales, el magnífico libro de Marfany, las aportaciones de Malló y Martí, los manifiestos del Foro Babel, los debates sobre la lengua... son una muestra de un cambio en el signo de los tiempos. Una tendencia que se pone de manifiesto en las crecientes dificultades de los ideólogos nacionalitarios para defender sus posiciones en la discusión racional y el constante recurso a presentar la más mínima crítica como el producto de una campaña orquestada del españolismo con el objetivo de criminalizarlos; pero, incluso aunque esto fuese cierto -y el PP alimenta constantemente este temor- ello no les exime de presentar sus argumentos en el debate.


Ciudadanía e identidad

El concepto de ciudadanía del nacionalismo catalán presenta un carácer restrictivo, limitado, derivado de su fuerte compenente etno-lingüístico. Toda la cuestión de la integración gravita, como hemos visto, en torno al sobreentendido de que la plena condición de catalán sólo se adquiere tras franquear el peaje lingüístico-cultural hacia la catalanitat. Un punto de vista que resulta contradictorio con el concepto democrático de ciudadanía.

El estado democrático, como garante de las libertades, no debe intervenir en asuntos privados de la ciudadanía, como su confesión religiosa o sus sentimientos identitarios, y ha de respetar esa diversidad subjetiva y cultural. Claro está que cuando ciertas prácticas religiosas o culturales vulneran derechos fundamentales de la persona, entonces su obligación, como garante de la seguridad, es intervenir, sea cual sea la justificación religiosa o étnica de estas costumbres. Así, las administraciones públicas, más allá de educar en el respeto de un cierto «patriotismo constitucional» y en una serie de valores cívicos y democráticos, no deberían manifestar una particular inclinación por ninguna de estas identificaciones que pertenecen al ámbito de la privacidad, ni desde luego fomentar discursos nacionalitarios que priman una de esas subjetividades por encima de las otras y que cuestionan el principio de igualdad al establecer implícitamente ciudadanías de primera, para los naturales de la tierra, y de segunda, para los forasteros, hasta que no se complete su asimilación.

Cataluña se enfrenta a la cuarta oleada inmigratoria desde su industrialización, ahora procedente de los países del Sur, y resulta evidente que los dogmas de la integración/asimilación son un obstáculo para una solución democrática a los complejos problemas planteados por la diversidad cultural de unos movimientos migratorios que, a su vez, son un efecto del desarrollo desigual y de las relaciones de explotación económica Norte/Sur.

Hace más de un siglo que la sociedad civil y la clase política catalana discuten apasionadamente sobre este tema y, al parecer, aún no han sabido encontrar una respuesta satisfactoria. La izquierda catalana, a la luz de los procesos en curso, tendría que abrir un proceso de reflexión sobre estas cuestiones y replantearse desde la raíz los axiomas asimilacionistas de su doctrina oficial.


Notas

1. El País, 22 de febrero de 2001.
2. El País, 6 de febrero de 2001.
3. Malló, Oriol y Martí, Alfons, En tierra de fariseos. Viaje a las fuentes del nacionalismo católico, Espasa Calpe. Madrid, 2000.
4. Ramoneda, Josep. La tentación del populismo xenófobo, El País, 27 de febrero de 2001.
5. Vila, Enric, Qué pensa Heribert Barrera. . Editorial Proa, Barcelona, 2001.
6. Culla i Clará, J.B. Inmigración y responsabilidades. El País, 2 de marzo de 2001.
7. Jornadas de la Fundació Jaume Bofill sobre la inmigración celebradas en 1978, que fueron publicadas en forma de libro Col-loqui sobre inmigració i reconstrucció nacional a Catalunya, Ed. Blume, Barcelona, 1980 y que contaron con la presencia de especialistas en la materia y líderes políticos como Pujol, López Raimundo, Raventós y Barrera.
8. El Triangle, 7/3/01, nº523. El semanario cita referencias del exilio catalán como el artículo de J. Roure- Torrent Un projecte alemany de la revista Poble Catalá editada en México y otro artículo de J. Ventosa i Roig Contagis perillosos, publicado en los años 40.
9. Marfany, Joan-Lluís. La cultura del catalanisme. El nacionalisme catalá en els seus inicis, Ed. Empúries, Barcelona, 1995.
10. Marfany, op.cit. pp.196-97.
11. Jardí, Enric. El doctor Robert i el seu temps. Ed. Aedos, Barcelona, 1969. pp 73-75.
12. Marfany, op. cit. pp195-200.
13. Termes, Josep. La inmigració a Catalunya: Política i cultura, del libro Reflexions critiques sobre la cultura catalana. Departament de Cultura de la Generalitat, Barcelona, 1983.
14. Antoni Simón i Tarrés. Inmigración y nacionalismo catalán, Enciclopedia del nacionalismo. Ed. Tecnos, Madrid 1997. p.246-47.
15. Diari de Sabadell, 17 de mayo de 1934.
16. Citado por Izquierdo Escribano, Antonio, Prensa y opinión pública. Un modelo de análisis sociológico: la experiencia catalana, Ed. Mitre, Barcelona, 1985, p.96.
17. Citado por Termes, op. cit. p.224.
18. Citado por Termes, op. cit. p.229.
19. Pujol, Jordi, La inmigració, problema i esperança de Catalunya.Ed. Nova Terra, Barcelona, 1976.
20. Jordi Nadal, L´assimilation des Immigrés en Catalogne, (1962). J. Maluquer i Sostres, Població i societat a l´area de Barcelona (1965), J. A. Badia Margarit, Integració idiomática i cultural (1966).
21. Citado por Termes, op. cit. p.251-52

 
...De hecho los delirios recien estrenados indepes de nuestra madre ( monarquica española de CiU de toda la vida ) nos ameniza alguna cena;). Que la tia cogio el coche y se fue a Belgica para apoyar a Puigdemont!!! :D :D que la veo despues de mil meses y antes de preguntar como estoy pregunta que “que hago yo por mi patria”??. Como no nos llevamos mucho aprovecho para darle alguna colleja ;) Y se enfada :D

Pues si quieres chinchar a tu madre de verdad, dile que fue hasta Bélgica para apoyar a un antiguo confidente del CNI.

Porque Puigdemont fue informador a sueldo de los servicios secretos españoles y sus informaciones fueron claves en la desarticulación de todo el entramado de Terra Lliure. Su inestabilidad psicológica hizo que el CNI prescindiera de él. Se convirtió en indepe ejerciente tras ese despido, que no le debió sentar precisamente bien. Esta historia se la contaron al amigo Carles Enric gente de los propios servicios de información (nunca ha querido revelar de cuál servicio) y hace dos años se lanzó y la contó en Twitter. Nadie le desmintió ni tomó medidas legales contra él. Por entonces Carles estaba convencido de que Puchi estaba a la vez protegido y chantajeado por algún servicio de inteligencia extranjero, que lo estaba utilizando en su estrategia de balcanización de España. El tipo no se podía echar atrás porque posiblemente lo tenían chantajeado con su pasado como "chivato" de los servicios españoles. "O haces esto o filtramos pruebas de lo que fuiste".

Aquí está el hilo de Twitter donde contó, más o menos, lo que he relatado arriba.


La cosa no termina aquí. Porque hace unas horas Carles Enric se ha lanzado a contar otra historia de espías, que esta vez afecta a Gabriel Rufián. Desde 2015 tenía sospechas, o más bien indicios, de que era un infiltrado en el mundillo indepe. "¿Puede alguien salir de la nada y convertirse en la persona con más proyección de un proyecto, ya dudoso, como Súmate?", escribió sobre él. Insinuaba que la llamativa falta de pasado de Rufián, la ausencia de rastros, de un curriculum y de un historial laboral comprobables, era la típica de la gente que hace trabajos de infiltración.

Pues bien, hoy Carles ha dado un pasito más y ha elegido Twitter para contarlo, como en el caso de Puchi, porque estas cosas chungas ningún periódico las quiere publicar por si las querellas. Plantea la posibilidad de que Rufián sea, no un informador como Puigdemont, sino un agente del CNI, cosa que son palabras mayores. Y lo hace citando al interesado, para que sepa que está contando esto sobre él. Un agente "cuyo fin no es tanto desarticular el independentismo como llevar al poder único a un grupo de personajes". La operación Rufián tiene dos objetivos: 1) "aniquilar a Junqueras y colocar a un títere, hijo del franquismo como Pere Aragonés, en el poder" y 2)
"sobre todo servir como soporte a la izquierda mas reaccionaria para gobernar con mano de hierro el país".
Vamos, que de Rufián y su compaña se espera que sirvan para hacer llegar al neofrentepopulismo a posiciones de gobierno en España (y también en la región) y a partir de ahí intentar llevarnos, con "mano de hierro", a la "Pluricosa confederal" y al acorralamiento de "la derecha".
 
Clasistas, racistas, homófobos, supremacistas, xenófobos hay en todos los rincones del planeta y tienden a concentrarse a la derecha del espectro politico pero todo hay que decirlo: las derechas vasca y catalana han conseguido eliminar de sus programas las propuestas más retrogradas y frenado en seco el discurso del odio en el espacio público. Hoy el PNV y el PdCAT son tan progres o más que el PSOE y se presentan como partidos liberales asimilables al centro derecha y centro izquierda del norte de Europa.

Se han sacudido la caspa. aleluya.

Como dice el articulo, llegaba un "fin de ciclo" y la cacatúa de los ocho apellidos catalanes y la chochez del nonagenario Heribert --ninguno de los cuales desempeñaba cargo alguno en sus respectivos partidos y hablaban a título particular -- fueron los últimos balbuceos de un nacionalismo decimonónico que Jordi y Carod se encargaron de afear /cerrales el pico a los respectivos. El que quiera promover el odio, en la terraza de su casa mientras riega las plantas.

La derecha rojigualda, por contra, es un punto y aparte. Se lo pasa hablando de abortorios, el cánceres feministas y la reeducacion de homosexuales mientras se mofa de "padros y madros", feminazis y lesboterroristas; se lo pasa leyendo listas de apellidos no-castellanos que vienen a robar el pan de nuestros hijos, alertando de invasiones enemigas , proclamando la necesidad de limpiar Badalona y anunciando "reconquistas" varias; se lo pasa criminalizando a menores pobres y renegridos mientras adula a infantitas rubias y de ojos azules (teatros en pie aplaudiendo, cosa mas ridícula) y busca reintroducir asignaturas en las escuelas para el fortalecimiento del espíritu nacional y el fomento de la virilidad al tiempo que suprime las de educación sexual y en la igualdad.

No hay por donde cogerla. Una conjura de "haters".

Los españoles harian bien en des-obsesionarse con las derechas ajenas y ocuparse urgentemente de la que tienen en casa, que se quedó atascada por siempre en el franquismo.

Que se puede ser conservador y católico practicante sin mofarse y promover el ODIO hacia quienes no lo son eh.
 
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