P
pilou12
Guest
Matar Un Ruiseñor ( TO KILL A MOCKINGBIRD, Harper Lee, 1960 )
PREMIO PULITZER
Reseña
Novela de la escritora Harper Lee publicada en 1960, es una reconocida y clásica novela de la literatura Norteamericana.
Sus personajes principales Atticus Finch y Scout Finch han pasado a la historia como personajes memorables, y la historia del juicio a Tom Robinson es también ampliamente recordada.
Desde la manera de ver el mundo de una niña de ocho años, la autora nos transporta a una época y lugar (Año 1935, Estado de Alabama en el sur de EE.UU.) en la que todavía queda mucho para llegar a una cierta tolerancia entre razas -aún hoy seguimos con esa asignatura pendiente, por mucho que hayamos progresado— consiguiendo, con una trama magistralmente ligada, hacernos reflexionar sobre las injusticias que vemos cada día.
Cierto es que hay muchas frases que quedan muy por encima de las que podría pronunciar una niña de esa edad, por ejemplo ésta: «No, todo el mundo tiene que aprender, nadie nace sabiendo..., ... No, Jem, yo creo que sólo hay una clase de personas. Personas.» pero entiendo que podemos ser algo permisivos y concederle esa licencia porque, a cambio, nos hace disfrutar de la lectura de esta obra con unos pasajes, ora divertidos, ora dramáticos, mostrándonos el contraste de una sociedad en la que están obligados a vivir gentes de muy diferente opinión con gentes que ni tan siquiera se consideran autorizadas a tener opinión.
Es, en suma, un libro para paladear, que te atrapa desde el principio con esos diálogos tan infantiles, aunque no por ello menos maduros, y que te introduce en la vida de aquella sociedad heredera de tantos prejuicios racistas en la que sólo unos pocos habían soltado ese lastre y tenían una perspectiva mucho más amplia del mundo, luchando día a día, pasito a pasito, desde la minoría para hacerse escuchar y construir ese camino tan largo y tortuoso como es el de la igualdad entre las personas.
PREMIO PULITZER
Reseña
Novela de la escritora Harper Lee publicada en 1960, es una reconocida y clásica novela de la literatura Norteamericana.
Sus personajes principales Atticus Finch y Scout Finch han pasado a la historia como personajes memorables, y la historia del juicio a Tom Robinson es también ampliamente recordada.
Desde la manera de ver el mundo de una niña de ocho años, la autora nos transporta a una época y lugar (Año 1935, Estado de Alabama en el sur de EE.UU.) en la que todavía queda mucho para llegar a una cierta tolerancia entre razas -aún hoy seguimos con esa asignatura pendiente, por mucho que hayamos progresado— consiguiendo, con una trama magistralmente ligada, hacernos reflexionar sobre las injusticias que vemos cada día.
Cierto es que hay muchas frases que quedan muy por encima de las que podría pronunciar una niña de esa edad, por ejemplo ésta: «No, todo el mundo tiene que aprender, nadie nace sabiendo..., ... No, Jem, yo creo que sólo hay una clase de personas. Personas.» pero entiendo que podemos ser algo permisivos y concederle esa licencia porque, a cambio, nos hace disfrutar de la lectura de esta obra con unos pasajes, ora divertidos, ora dramáticos, mostrándonos el contraste de una sociedad en la que están obligados a vivir gentes de muy diferente opinión con gentes que ni tan siquiera se consideran autorizadas a tener opinión.
Es, en suma, un libro para paladear, que te atrapa desde el principio con esos diálogos tan infantiles, aunque no por ello menos maduros, y que te introduce en la vida de aquella sociedad heredera de tantos prejuicios racistas en la que sólo unos pocos habían soltado ese lastre y tenían una perspectiva mucho más amplia del mundo, luchando día a día, pasito a pasito, desde la minoría para hacerse escuchar y construir ese camino tan largo y tortuoso como es el de la igualdad entre las personas.