Un mantón de Manila en España, es una obra de arte y no se utiliza para otra cosa, aunque ahora esté de moda hacer trajes con ese tipo de tela, que no es lo mismo. Es como utilizar un cuadro maravilloso para forrar un libro. Cada objeto tiene su uso, lo de reciclar está muy bien, pero no se reciclan ciertas cosasEl problema de ciertos regalos es que se regala algo que le gusta al dador que piensa poco en lo que puede gustarle al que lo recibe. El caso de este mantón, por muy obra de arte que fuera sólo les gustaba a las bordadoras pero Leti cuando lo vió quedó menos que horrorizada al ver en el centro del mismo la fecha de su boda y el nombre de Felipe, que a mi personalmente me parace de una catequez supina por parte de las bordadoras. Sólo ese detalle le inhabilitaba para ponérselo en actos oficiales, tales como el que hemos visto en la infanta Elena.
A mi no me parece mal que haya reutilizado este mantón y otros mas que le habrán regalado para darles un uso más de su gusto y aunque con otro uso, les ha dado visibilidad a unas prendas valiosas que sin embargo como artesanía está de capa caída en la mayor parte de España. Si esto ha servido para que otras personas se hagan prendas con mantones, pues indirectamente ha contribuído a dar trabajo a muchas bordadoras.