EL VATICANO ¡Todo aquí!

Lo peor que le ha pasado a la Iglesia es Bergoglio, lo saben bien en su tierra, el General de los Jesuitas no aprobó que le hicieran Obispo, esta desde dentro destruyendo la propia Iglesia y mas no hace porque no puede, pese a quien le pese la destruccion vendrá si no cambiabn las cosas cuando el Papa benedicto XVI, desaparezca de este mundo Bergolio ha hecho una serie de movimientos muy perjudiciales , para el deposito de la fe, una cosa es ponerla al dia como queria Juan XXIII, y otra cosa demolerla como primero Pablo VI y despues Berglorio, de todos modos el Conclave que lo eligió no es muy valido, ya que fue un complot ( cosa prohibida taxativamente) entre varios cardenales, los llamados del conclave de san Galio, dicho piblicamente por el cardenal que movió los hilos, el cardenal sueco Danneles, lo que ocurrió es que los demás cardenales no supieron reaccionar, en el momento que se descubrió el pastel y ahi sigue la cosa Tampoco Bergolio ha querido dar respuesta cuando en su dia se le pregunto directamente
 
El bello Georg habla hasta de s*x*.Ha estado pachuchilo, el pobre...y el Papa Francisco lo ha relegado..no sabemos porqué.
Fue ingresado pòr un problema de riñon y fue cesado cuando el Cardenal Sahra de propaganda de la fe, junto con el papa Benedic to XVI, se opusieron en un libro a la deposicion del celibato sacerdotal, que sentó muy mal a Bergolio, porque eso es algo primordial en elsacerdocio catolico
 
DOMINIO PÚBLICO

Les habla el Vaticano​

ANA PARDO DE VERA
22/11/2021El Rey Felipe VI (2i), durante un encuentro con el Papa Francisco (3i), junto a la Reina Letizia (1i), en el Vaticano, 2014. (Foto de ARCHIV
Es complejo intentar abarcar cómo ha influido en la historia de la humanidad una institución religiosa y transversal como el Vaticano, aparte de mucho y con más oscuros que claros. He pasado el fin de semana en vilo dentro del libro Intrigas y poder en el Vaticano, de Vicens Lozano (Roca Editorial), y no he salido con menos ansiedad, ni de lejos. Precisamente, porque el libro lo es de un periodista experto en el tema y muy consciente del interlocutor que tiene enfrente: puro poder. Hay pocas narraciones con tanta información, tan intensa e inquietante como la de este libro.

Vicens Lozano ha trabajado durante 35 años en Roma y el Vaticano para TV3, la televisión pública catalana, y su conocimiento del terreno fangoso que pisa y de las fuentes sinuosas que le nutren es, en sí mismo, un relato. Por razones de imperiosa actualidad y máxima preocupación, he querido traer aquí un libro necesario para conocer la influencia global del poder católico y, sobre todo, su ascendencia sobre la negación de la democracia en episodios agónicos de la humanidad. En España sabemos muy bien de lo que hablamos, con un poder eclesiástico completamente volcado en la res publica.

Durante la lectura atravieso el relato de la convulsión interna que generaron los documentos de Vatileaks. Lo cuentan directamente a Lozano fuentes de la Santa Sede, que dan a conocer, por ejemplo, el prostíbulo oficioso de los cardenales y otras autoridades en Roma: "Me cuesta decirlo, pero hasta hace muy poco tiempo, dentro del Vaticano había un burdel de gran actividad", admite uno de estos purpurados, que no ahorra en detalles. El s*x*, la lujuria (pecado capital), sobrevuela la historia del Vaticano, por acción u omisión, siempre obsesionada la Santa Sede con reivindicar el celibato. La avaricia (ídem), también, en forma de búsqueda del control pleno del dinero y el poder, aunque, en realidad, la narración va desgranando cómo los poderosos cardenales y esa pequeña sociedad masculina que es el Vaticano caen una y otra vez en los siete pecados capitales que condenan de cara a la galería, y con no poca dureza: soberbia, las citadas avaricia y lujuria, ira, gula, envidia y pereza.

A los poderosos clérigos les pasa como a los reyes: viven en una dimensión paralela, donde la realidad que acontece fuera de los muros de San Pedro no se entiende igual que en el resto del mundo, sobre todo, el laico. Tras un relato del que sales entre agotada y enfadada, esta órbita paralela se confirma en la entrevista final del libro a Jordi Bertomeu, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la antigua Inquisición romana a la que este monseñor ha aprendido a "respetar y a querer".

La conversación da un caudal de información pese al recelo de Bertomeu con las entrevistas ("Sufre alergia a los medios de comunicación") Bertomeu, una de las personas de máxima confianza del Papa Francisco, se ocupa de luchar contra la pederastia de los curas, el asunto más oscuro y doloroso al que se enfrentan el Vaticano y su acual pontífice, teniendo en cuenta que sus antecesores no hicieron apenas nada, aparte de proteger a los violadores de niños.
La iglesia francesa analiza (bajo presión) cómo indemnizar los casos de pederastia
La iglesia francesa analiza (bajo presión) cómo indemnizar los casos de pederastia

Nada más lejos de mi intención que destripar un libro que debería ser de obligada lectura, para católicos/as y para todas las que intentamos informarnos lo mejor posible sobre aquello que, queriéndolo o no, condiciona nuestras vidas. Entre los católicos, apelo con especial énfasis a la Conferencia Episcopal Española, que se sigue resistiendo a abrir una investigación independiente sobre los abusos sexuales del clero, al modo de Francia o Portugal.

La lectura de este texto abrumador, la entrevista de Lozano a Bertomeu obliga a los obispos españoles a abordar de una vez por todas y con toda la contundencia de la Justicia ordinaria la pederastia, abusos sexuales y violaciones amparadas por la sotana y la cruz ("El encubrimiento del abuso sexual a menores, en una cultura de la hipersexualización y de la libertad ejercida sin ningún vínvulo, haciendo lo que a uno le aporta más placer sin mirar en primer lugar por el bien del otro, es una de las formas más graves de esta corrupción que también debemos afrontar en el seno de la Iglesia (...) Creo que en la mayor parte de los países esa colaboración está siendo clave para erradicar esta plaga". Aún no es el caso de España.

 

El papa Francisco defiende al arzobispo de París, que recientemente dimitió por una supuesta relación amorosa​

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Juan Pablo Elverdin

(CNN) - El papa Francisco defendió al arzobispo de París, Michel Aupetit, que dimitió recientemente por las acusaciones de que mantenía relaciones íntimas con una mujer, diciendo que el arzobispo fue víctima de pequeñas habladurías.
“Acepté su dimisión no en el altar de la verdad, sino en el de la hipocresía”, dijo el papa durante un encuentro con la prensa a su regreso de Atenas, Grecia, este lunes.

El papa admitió que el arzobispo había sido culpable de “pequeñas caricias, masajes” a su secretaria, pero aseguró que esos “no son los peores pecados”.

“Fue una falta contra el sexto mandamiento, pero no es total… Pero los pecados de la carne no son los más graves”, dijo Francisco citando el orgullo y el odio como más importantes.

El papa acepta la dimisión del arzobispo de París supuestamente implicado en una "relación íntima" con una mujer

El arzobispo negó que la relación fuera de carácter sexual.

“Si no lo sabemos, no podemos condenar”, dijo Francisco.

El papa culpó a los chismes ya la opinión pública de haber forzado al arzobispo a renunciar. “Cuando las habladurías sufrió y se incrementan hasta el punto de quitarle la reputación a una persona, ésta ya no puede gobernar”, dijo Francisco.

“Nuestra iglesia no está acostumbrada a un obispo pecador, queremos pretender que un obispo sea un santo pero todos somos pecadores”.

 

jueves, 24 de octubre de 2019​

El Concilio de Constanza: prost*tutas, cortesanas y una estatua.​



Parte I: El Concilio de Constanza: prost*tutas, cortesanas y una estatua.
Parte II: Imperia, la primera cortesana.

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Quién tenga la suerte de poder viajar al lago Constanza, una maravilla de la naturaleza, por algo es llamado la "costa azul alemana", podrá descubrir con asombro, si se acerca a la ciudad del mismo nombre, cómo a la entrada de su puerto les recibirá la enorme escultura de una provocativa mujer .

La mujer va vestida con unas finas gasas transparentes, que se abren para mostrarnos sus larguísimas piernas y su ropa interior. El vestido, abrochado con un cinturón, apenas cubre sus prominentes y redondeados pechos.

Escultura de Imperia.
Pero que la belleza de su figura no os impida ver lo que sostienen sus manos: la figura de dos personajes desnudos, una ataviado como un rey, y el otro, como un Papa, son la representación del emperador Segismundo y el Papa Martín V, dos de los hombres más poderosos de su época, y como bien simboliza la escultura, a pesar de todo su poder, sus corazones estuvieron en manos de esta hermosa mujer.

¿Quién es esta misteriosa mujer? Imperia Cocagna, era su nombre, y según relatan las fuentes, era la cortesana más bella que hubo en su época. ¿Queréis conocer la historia que se esconde tras esta estatua? Pues acompáñanos a una de las épocas más convulsas para la cristiandad y os mostraremos como el s*x* y el poder siempre han mantenido un estrecho vínculo, y la importancia histórica que tuvo Imperia, considerada como la primera cortesana de la historia.


La estatua

Esta singular escultura fue inaugurada en 1993, mide 9 metros y es obra de Peter Lenk. Como podrán suponer su inauguración fue todo un escándalo en la localidad, y es que ese puritanismo calvinista tan frecuente en estas tierras sigue muy vigente en la actualidad. Por suerte, la estatua se erigió sobre los terrenos privados pertenecientes a una compañía ferroviaria, por lo que la campaña pública para censurarla tuvo poco efecto. Además, poco a poco, se fue ganando el corazón de sus habitantes, convirtiéndose en uno de sus principales valores turísticos.

Para los más voyeristas podemos añadir que la estatua está situada sobre un pedestal que gira sobre su eje, por lo que cada cuatro minutos, la bellísima Imperia da una vuelta sobre sí misma, para que podamos admirar sus atributos sin problemas.

Como decíamos sobre sus manos sostiene dos personajes caricaturescos que personifican el poder terrenal y el poder espiritual... En su mano derecha se posa la figura del Emperador Segismundo que sostiene el globo imperial, en su mano izquierda se asienta el Papa cubierto por la tiara papal. Ambos poderes sucumben a la tentación, no sólo de la lujuria, sino también de la riqueza, del poder, de la ambición...

Aunque tal como dijo su creador: "Las personas de la bella Imperia no son ni el papa ni el emperador, sino saltimbanquis que se apoderaron de insignias del poder secular y espiritual. Libre a la interpretación histórica del observador decidir en qué medida los verdaderos papas y emperadores han sido, también, unos saltimbanquis."


Constanza

Nos situamos, estamos a las orillas de la ciudad de Constanza, ciudad que da nombre a este lago que hace frontera con tres países: Alemania, Suiza y Austria. Como podéis suponer esta maravilla natural ha sido un enclave histórico desde tiempos inmemoriales, tanto por su posición estratégica como puente sobre el Rin, como por ser un punto de cruce comercial de toda Europa, por lo que numerosas culturas han dejado su huella en este territorio.

La pequeña ciudad de Constanza se convirtió en un importante paso comercial y durante los siglos X al XV ganó enorme protagonismo, tanto que allí se celebró el Concilio de Constanza, un intento de poner orden dentro de una Iglesia Católica dividida, corrupta, analfabeta y pecaminosa. Sus objetivos: finalizar con el Gran Cisma de Occidente, un hecho insólito, ya que hubo varios Papas gobernando simultáneamente y, por otro lado, intentar reformar la Iglesia.

http://historsex.blogspot.com/2019/10/el-concilio-de-constanza-prost*tutas.html
 

El cardenal Becciu implica al Papa en el escándalo de corrupción en el Vaticano​

  • El purpurado defenestrado por Francisco ha involucrado a Bergoglio en el supuesto pago de un millón de euros a Al Qaeda para el rescate de una religiosa secuestrada, en el juicio en el que se lo juzga por el uso de 454 millones de euros de dinero para los pobres en operaciones inmobiliarias en Londres​

  • — El complot oculto contra el Papa Francisco


El macrojuicio que se celebra desde el mes de julio en el Vaticano, y que implica a una decena de personas –entre ellas, por primera vez en la historia, a un cardenal– en un escándalo de corrupción, ha tenido esta semana un nuevo e inesperado capítulo. Uno de los principales imputados por la compraventa de inmuebles de lujo y la creación de una red diplomática paralela a la de la Santa Sede –espías incluidos– implicó en la trama al mismísimo Papa.

El cardenal Angelo Becciu involucró a Francisco en el supuesto pago de un millón de euros a Al Qaeda para lograr la liberación de la religiosa Gloria Cecilia Narváez, secuestrada en Malí durante cuatro años y liberada el pasado mes de octubre.

Becciu, liberado por el Papa del secreto pontificio para poder declarar en el juicio, aseguró haber contratado a Cecilia Marogna –a quien los medios italianos llaman la “dama de Becciu”– para negociar el rescate de la religiosa. Marogna también está siendo juzgada por malversación, en concreto por haber recibido 575.000 euros por intermediaciones secretas y que gastó, entre otras cosas, en bolsos de Chanel. Fue ella, señala el purpurado defenestrado por Bergoglio, quien le puso en contacto con una sociedad británica, The Inkerman Group, que media en secuestros.

“Cada paso fue acordado con el Santo Padre”​

“En una de las audiencias de trabajo -relató Becciu en una 'declaración espontánea' de 50 folios-, expliqué el asunto al Papa. Se alegró de que se hicieran esfuerzos para liberar a la monja e inmediatamente comprendió la necesidad de no exponer al Vaticano a una publicidad innecesaria y, de hecho, perjudicial. Me dio la autorización para proceder y, cuando le pregunté si debía hablar con el comandante de la Gendarmería, me dijo que no, invitándome a asumir la responsabilidad personal de la iniciativa y añadiendo que el asunto debía ser confidencial entre él y yo, precisamente para evitar que se filtrara la noticia y se corrieran los riesgos antes mencionados”, dijo.

Becciu, de espaldas, durante el juicio
Con el supuesto beneplático papal, Becciu se reunió en Londres con tres empleados de Inkerman, nombrándose como intermediaria a Marogna, para evitar “la más mínima sospecha de rastreabilidad” de la presencia del Vaticano. La analista cobraría una cantidad una vez se hubiera producido la liberación de la religiosa. “En cuanto a los costes de la operación, los responsables de Inkermann me informaron de que no podían hacer una estimación concreta, dada la incertidumbre de las actividades a realizar, que bien podrían ser incluso superiores al millón de euros. (…). Les aseguré que respondería a su disponibilidad una vez que hubiera hablado con la persona adecuada y, naturalmente, no mencioné al Santo Padre (...). Debo decir que cada paso de esta operación fue acordado con el Santo Padre”, aseguró Becciu, quien culminó su intervención con una curiosa expresión: “¿Cómo puede ser que se haya explotado la persona del Santo Padre, creando un escándalo sin precedentes en la Iglesia?”.

A vueltas con el palacio de Londres​

En lo que no fue tan tajante Becciu fue en lo relativo a la compraventa del palacio de Sloane Avenue en Londres, por el que la Santa Sede ha podido perder 454 millones de euros procedentes del Óbolo de San Pedro, un fondo procedente de las iglesias de todo el mundo con donaciones para que, directamente, el Papa luche contra la pobreza en el mundo y que, hasta este escándalo, era gestionado por la Secretaría de Estado. En los años en que se produjo la supuesta estafa, Angelo Becciu era el Sustituto (número dos) de este organismo vaticano.

El edificio de la Sloane Avenue, en Londres, que fue adquirido con el dinero para la caridad.
Para la Fiscalía vaticana, Becciu y el resto de los acusados hicieron posible la compra del complejo a través del fondo Athena Capital, al que se hicieron hasta siete ingresos de 200 millones de dólares del Óbolo. El promotor de Justicia (fiscal) vaticano estima que, solo en el palacio londinense, se han destinado unos 454 millones de euros utilizando “esquemas totalmente anormales”. Otro fondo, el Centurion, con sede en Malta, pudo utilizar casi 71 millones de euros del Vaticano en inversiones en empresas como la juguetera Giochi Preziosi, la producción de películas como Rocketman o Men in Black o la adquisición de un inmueble en Roma por 13 millones de euros con la excusa, falsa, de que era una inversión del hospital Bambino Gesú.

En lo tocante al edificio de Londres, la fiscalía estima que Becciu pudo haber participado en dos de las ofertas de recompra del edificio, por importe de más de 350 millones de euros. Sí que parece probada la autorización del cardenal para la inversión de 200 millones de dólares del Óbolo de San Pedro en el fondo Athena “sin un mínimo de garantías y, sobre todo, sin ningún control para evitar que las ofrendas de los fieles pagadas para subvencionar obras de caridad se utilizaran para financiar temerarias incursiones especulativas”, según el informe de Fiscalía.

Del mismo modo, la fiscalía vaticana acusa a Becciu de haber entregado pagos sin justificar a varias empresas, entre ellas una cervecera, propiedad de uno de sus hermanos. Un mecanismo similar al utilizado para ayudar a amigos en las nunciaturas de Cuba o Angola, así como unas obras “escandalosas” en la Nunciatura en Egipto, facturadas a la carpintería de otro hermano de Becciu. En su declaración, el cardenal quiso minimizar el escándalo, y negó que el Papa tuviera “dudas” sobre su participación en la compra del palacio londinense, y circunscribió el castigo de Bergoglio en la supuesta participación de su hermano en el desvío de fondos para su empresa.

Según Becciu, el Papa le había transmitido que un semanario italiano estaba por publicar que su hermano “había metido la mano” en la gestión de fondos para una diócesis de la isla de Cerdeña: “Confieso que me quedé sin palabras, esa acusación fue tan absurda e infundada, como hoy los hechos finalmente muestran”, recordó el purpurado, quien aclaró que “de los 125.000 euros que asigné desde la Secretaría de Estado a Cáritas en Ozieri, 25.000 euros se utilizaron para maquinaria en el horno de la Cooperativa y 100.000 euros siguen en la cuenta bancaria a disposición del obispo. Entonces, ¿de dónde salió el dinero para enriquecer a mi familia? Esta es una acusación sin fundamento. ¡Sin embargo, era la madre de todas mis desgracias!”. El interrogatorio al cardenal continuará el 18 de mayo, con las preguntas del fiscal. Hoy por hoy, nadie descarta que su defensa, incluso, se plantee pedir que declare el mismísimo Papa.

 

El cardenal Becciu implica al Papa en el escándalo de corrupción en el Vaticano​

  • El purpurado defenestrado por Francisco ha involucrado a Bergoglio en el supuesto pago de un millón de euros a Al Qaeda para el rescate de una religiosa secuestrada, en el juicio en el que se lo juzga por el uso de 454 millones de euros de dinero para los pobres en operaciones inmobiliarias en Londres​

  • — El complot oculto contra el Papa Francisco


El macrojuicio que se celebra desde el mes de julio en el Vaticano, y que implica a una decena de personas –entre ellas, por primera vez en la historia, a un cardenal– en un escándalo de corrupción, ha tenido esta semana un nuevo e inesperado capítulo. Uno de los principales imputados por la compraventa de inmuebles de lujo y la creación de una red diplomática paralela a la de la Santa Sede –espías incluidos– implicó en la trama al mismísimo Papa.

El cardenal Angelo Becciu involucró a Francisco en el supuesto pago de un millón de euros a Al Qaeda para lograr la liberación de la religiosa Gloria Cecilia Narváez, secuestrada en Malí durante cuatro años y liberada el pasado mes de octubre.

Becciu, liberado por el Papa del secreto pontificio para poder declarar en el juicio, aseguró haber contratado a Cecilia Marogna –a quien los medios italianos llaman la “dama de Becciu”– para negociar el rescate de la religiosa. Marogna también está siendo juzgada por malversación, en concreto por haber recibido 575.000 euros por intermediaciones secretas y que gastó, entre otras cosas, en bolsos de Chanel. Fue ella, señala el purpurado defenestrado por Bergoglio, quien le puso en contacto con una sociedad británica, The Inkerman Group, que media en secuestros.

“Cada paso fue acordado con el Santo Padre”​

“En una de las audiencias de trabajo -relató Becciu en una 'declaración espontánea' de 50 folios-, expliqué el asunto al Papa. Se alegró de que se hicieran esfuerzos para liberar a la monja e inmediatamente comprendió la necesidad de no exponer al Vaticano a una publicidad innecesaria y, de hecho, perjudicial. Me dio la autorización para proceder y, cuando le pregunté si debía hablar con el comandante de la Gendarmería, me dijo que no, invitándome a asumir la responsabilidad personal de la iniciativa y añadiendo que el asunto debía ser confidencial entre él y yo, precisamente para evitar que se filtrara la noticia y se corrieran los riesgos antes mencionados”, dijo.

Becciu, de espaldas, durante el juicio
Con el supuesto beneplático papal, Becciu se reunió en Londres con tres empleados de Inkerman, nombrándose como intermediaria a Marogna, para evitar “la más mínima sospecha de rastreabilidad” de la presencia del Vaticano. La analista cobraría una cantidad una vez se hubiera producido la liberación de la religiosa. “En cuanto a los costes de la operación, los responsables de Inkermann me informaron de que no podían hacer una estimación concreta, dada la incertidumbre de las actividades a realizar, que bien podrían ser incluso superiores al millón de euros. (…). Les aseguré que respondería a su disponibilidad una vez que hubiera hablado con la persona adecuada y, naturalmente, no mencioné al Santo Padre (...). Debo decir que cada paso de esta operación fue acordado con el Santo Padre”, aseguró Becciu, quien culminó su intervención con una curiosa expresión: “¿Cómo puede ser que se haya explotado la persona del Santo Padre, creando un escándalo sin precedentes en la Iglesia?”.

A vueltas con el palacio de Londres​

En lo que no fue tan tajante Becciu fue en lo relativo a la compraventa del palacio de Sloane Avenue en Londres, por el que la Santa Sede ha podido perder 454 millones de euros procedentes del Óbolo de San Pedro, un fondo procedente de las iglesias de todo el mundo con donaciones para que, directamente, el Papa luche contra la pobreza en el mundo y que, hasta este escándalo, era gestionado por la Secretaría de Estado. En los años en que se produjo la supuesta estafa, Angelo Becciu era el Sustituto (número dos) de este organismo vaticano.

El edificio de la Sloane Avenue, en Londres, que fue adquirido con el dinero para la caridad.
Para la Fiscalía vaticana, Becciu y el resto de los acusados hicieron posible la compra del complejo a través del fondo Athena Capital, al que se hicieron hasta siete ingresos de 200 millones de dólares del Óbolo. El promotor de Justicia (fiscal) vaticano estima que, solo en el palacio londinense, se han destinado unos 454 millones de euros utilizando “esquemas totalmente anormales”. Otro fondo, el Centurion, con sede en Malta, pudo utilizar casi 71 millones de euros del Vaticano en inversiones en empresas como la juguetera Giochi Preziosi, la producción de películas como Rocketman o Men in Black o la adquisición de un inmueble en Roma por 13 millones de euros con la excusa, falsa, de que era una inversión del hospital Bambino Gesú.

En lo tocante al edificio de Londres, la fiscalía estima que Becciu pudo haber participado en dos de las ofertas de recompra del edificio, por importe de más de 350 millones de euros. Sí que parece probada la autorización del cardenal para la inversión de 200 millones de dólares del Óbolo de San Pedro en el fondo Athena “sin un mínimo de garantías y, sobre todo, sin ningún control para evitar que las ofrendas de los fieles pagadas para subvencionar obras de caridad se utilizaran para financiar temerarias incursiones especulativas”, según el informe de Fiscalía.

Del mismo modo, la fiscalía vaticana acusa a Becciu de haber entregado pagos sin justificar a varias empresas, entre ellas una cervecera, propiedad de uno de sus hermanos. Un mecanismo similar al utilizado para ayudar a amigos en las nunciaturas de Cuba o Angola, así como unas obras “escandalosas” en la Nunciatura en Egipto, facturadas a la carpintería de otro hermano de Becciu. En su declaración, el cardenal quiso minimizar el escándalo, y negó que el Papa tuviera “dudas” sobre su participación en la compra del palacio londinense, y circunscribió el castigo de Bergoglio en la supuesta participación de su hermano en el desvío de fondos para su empresa.

Según Becciu, el Papa le había transmitido que un semanario italiano estaba por publicar que su hermano “había metido la mano” en la gestión de fondos para una diócesis de la isla de Cerdeña: “Confieso que me quedé sin palabras, esa acusación fue tan absurda e infundada, como hoy los hechos finalmente muestran”, recordó el purpurado, quien aclaró que “de los 125.000 euros que asigné desde la Secretaría de Estado a Cáritas en Ozieri, 25.000 euros se utilizaron para maquinaria en el horno de la Cooperativa y 100.000 euros siguen en la cuenta bancaria a disposición del obispo. Entonces, ¿de dónde salió el dinero para enriquecer a mi familia? Esta es una acusación sin fundamento. ¡Sin embargo, era la madre de todas mis desgracias!”. El interrogatorio al cardenal continuará el 18 de mayo, con las preguntas del fiscal. Hoy por hoy, nadie descarta que su defensa, incluso, se plantee pedir que declare el mismísimo Papa.

Nada que no se supiera hace tiempo. Bergolio es mucho Bergolio
 
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