El Mar Menor sufre la mayor crisis de la agricultura sin control con cinco toneladas de peces muertos.

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El Mar Menor sufre su mayor crisis por los vertidos de la agricultura sin control con cinco toneladas de peces muertos​


Foco
CRISIS CLIMÁTICA
Operarios retiran del mar peces muertos en la orilla del Mar Menor, en Murcia
Operarios retiran del mar peces muertos en la orilla del Mar Menor, en Murcia EFE /Juan Carlos Caval
Santiago Cabrera Catanesi / Erena Calvo / Elisa M. Almagro
23 de agosto de 2021 21:51h
46
@SantiagoCabCat@erenacalvo
El Mar Menor, la albufera de mayor extensión de toda España, vuelve a agonizar. El exceso de nitratos vertidos sobre sus aguas deja cada día en sus costas el funesto rastro de cientos de peces muertos por anoxia. Desde el viernes 13 de agosto los episodios de muerte masiva de especies marinas por falta de oxígeno en el agua han acumulado cifras que superan ya la peor crisis sufrida en este lugar. Si en 2019 se retiraron 3.000 kilos de peces, crustáceos y moluscos muertos, en los apenas diez días de este episodio medioambiental se han sobrepasado los 5.000, según la Consejería murciana de Medio Ambiente, casi el doble de animales expulsados sin vida a la orilla.

"Suponiendo que ambos datos fueran ciertos porque, probablemente, son muchos más", apunta Pedro García, director de la asociación ecologista Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE). Dependiendo de dónde sople el viento y cómo se encuentre la presión atmosférica en la laguna, García se dirige en las últimas mañanas a una u otra playa del Mar Menor para recoger varios capazos de restos de fauna marina. Los animales mueren sobre todo por la noche porque es entonces cuando "el consumo de oxígeno se acelera".


La albufera ya sufrió su primera estocada más visible con la proliferación masiva de algas, conocida como la 'sopa verde', en el verano de 2016, seguida de una anoxia tres años después que mató a miles de peces. Esta segunda anoxia vaticina lo peor para el entorno natural, desprotegido ante la eutrofización –enriquecimiento excesivo en nutrientes– generada por la agricultura intensiva que la rodea, y que emplea esta laguna de agua salada como vertedero para sus nitratos, provenientes principalmente de fertilizantes. Según fuentes del Gobierno murciano, sobre el Mar Menor caen 5.000 kilos de nitratos al día por la rambla del Albujón –un cauce con caudal de agua– y 30 millones de litros de agua dulce.

Inacción y pelea política​

La crisis medioambiental ha vuelto a desatar una guerra política entre el Gobierno regional y nacional. El presidente Fernando López Miras compareció el viernes 20 de agosto de urgencia para abordar la situación y no tardó en reprochar al Estado su inacción y pedir la apertura de la gola de Marchamalo –un canal que conecta al Mar Menor con el Mediterráneo–, además de reclamar las competencias sobre la costa y cuenca de la albufera. También anunció la prohibición de verter nitratos en el Mar Menor aunque indicó que era el Gobierno central quien debía hacer cumplir esa restricción. El jefe del Ejecutivo murciano ha contado con el apoyo del presidente de su partido, Pablo Casado, que se ha dejado caer este lunes por Jumilla para insistir en que las competencias para el cese de vertidos es del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

La ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, visitará el Mar Menor el próximo miércoles y se reunirá con alcaldes y conservacionistas de la zona, según informa EFE. Ribera ha escrito al presidente del Ejecutivo murciano, Fernando López Miras, una carta en la que le traslada su confianza "en poder abordar este asunto de manera personal" con él y con su consejero de Medio Ambiente, Antonio Luengo. Ribera llegará a Murcia después de que su presidente anunciara una denuncia contra la ministra por "su inacción y falta de aplicación de medidas que contribuyan a la protección y recuperación del Mar Menor", y ella le contestara en una entrevista en Radio Nacional que la Región de Murcia "tiene competencias de sobra para velar para que no se envenene el Mar Menor" y que lleva "años sin hacer nada para evitar que el agua contaminada llegue a la laguna".

Tras la reaparición de peces muertos hace diez días, el Gobierno regional se escudó en las altas temperaturas. "El problema principal es la eutrofización", señala a elDiario.es Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de Ecología por la Universidad de Murcia (UMU), y miembro y cabeza visible del comité científico del Mar Menor, dependiente del Gobierno murciano. En invierno, la albufera resiste mejor la entrada de nutrientes por el freático –corrientes de agua que discurren por el subsuelo– y las ramblas que desembocan en ella, pero en verano "las altas temperaturas, el aumento de producción primaria agrícola, y la disminución de la salubridad del oxígeno agrava su estado", sostiene el investigador.

Una línea de pensamiento que comparte Julia Martínez, directora técnica de la Fundación Nueva Cultura del Agua y exmiembro del mismo comité cientı́fico que preside Ruzafa: "No se quiere reconocer que el problema principal son los vertidos de fertilizantes y la agricultura intensiva; lo volvimos a ver en 2019 y advertimos de que podía volver a pasar y que había cambiar el modelo de explotación agrícola". La además profesora UMU –que se desvinculó del comité al denunciar "manipulaciones" en su trabajo– lamenta que los últimos cinco años, tras la crisis eutrófica de 2016 con la 'sopa verde', se han perdido al no haber escuchado las autoridades autonómicas las recomendaciones de los científicos.

La científica Julia Martínez no obvia que las tres administraciones tienen responsabilidades sobre el estado de la laguna, pero es la Comunidad Autónoma la que tiene las competencias del regadío, de los vertidos tierra-mar, de la ordenación territorial, el medio ambiente y la gestión de la laguna: "No se ha hecho absolutamente nada". La Fiscalía regional ha abierto una línea de investigación por el estado de la albufera.



Culpables y soluciones



Para Martínez, las perspectivas de recuperación son "muy negativas" mientras no se asuma el origen y la gravedad del problema. A corto plazo, opina, es "imposible" revertir la situación, a medio y largo plazo "hay posibilidades de mejora, pero lentamente".

La petición de abrir la gola de Marchamalo solicitada por el Gobierno murciano despertó críticas entre la comunidad científica, y encuentra escasos apoyos más allá de su propio comité: "Es una solución en el contexto crítico actual. No se trata de abrirla de forma indiscriminada", defiende Ruzafa. Con su apertura en momentos puntuales se podría evitar lo que pasó en 2019, según el investigador. "El agua dulce que entró con la DANA hace dos años, al no tener salida, fue empujada por el viento hacia el fondo y desplazó la bolsa de anoxia hacia la superficie", algo que podría evitarse si se abre la gola, sostiene el experto. Desde la Administración regional han difundido un vídeo donde se puede ver una supuesta bolsa de anoxia que, según ellos, intenta salir al Mediterráneo a través de la gola.

Una solución que no comparte la catedrática de la Universidad de Alicante Francisca Giménez, que ya criticó la propuesta en declaraciones a este medio: "Cuando ingrese suficiente agua del Mar Mediterráneo al Mar Menor, lo que puede provocar es que entre también el patógeno que ha matado a la nacra en el Mediterráneo. Se está poniendo en riesgo a los últimos ejemplares de esta especie en peligro crítico de extinción".

Desde Ecologistas en Acción han interpuesto una denuncia por vía penal contra el Gobierno murciano para evitar que se drague la gola de Marchamalo. Su portavoz, Pedro Luengo, tacha la iniciativa de "ocurrencia para salir del paso", y alerta de que la apertura de estos canales, al ampliar el intercambio de agua entre el Mar Menor y el Mediterráneo, reducirá la salinidad dentro de la laguna y causará perjuicios a uno y otro lado de La Manga.

Ruzafa defiende que la solución pasa también por una mejor gestión del agua, y apela por el uso de desalobradoras, desnitrificadores y sistemas de conducción que permitan rebajar el nivel de nitratos del agua antes de que desemboquen en la albufera. El científico considera que la crisis en el entorno natural actual aún no supera en gravedad a la de 2019, situación que podría cambiar con "una gota fría o más altas temperaturas".

El comité de científicos del Mar Menor no ha estado exento de críticas. En 2019, tras la anoxia en la albufera, cuatro científicos se salieron del grupo de asesores –sumados a otros cuatro que se fueron con anterioridad– alegando "manipulación" desde el Gobierno regional. Ruzafa ha recibido críticas en ocasiones por su supuesta "cercanía" con la Administración regional. "La gente es muy libre de pensar lo que quiera. Yo tengo que cumplir con mi trabajo e intentar hacer las cosas bien. Mi preocupación es contribuir a que el Mar Menor se recupere".

Ley de protección del Mar Menor​

En julio de 2020, el PP, PSOE y Ciudadanos sacaron adelante una ley de protección para el Mar Menor. Una iniciativa legislativa cuyo contenido estrella fue la ampliación de la franja de protección en torno a la albufera de 500 a 1.500 metros –espacio en donde no se puede cultivar–, junto con la restricción del uso de fertilizantes a su alrededor. Además, incluye la prohibición de crear nuevos invernaderos en ese perímetro, y la obligación de restituir los regadíos ilegales. Una ley que no estuvo exenta de críticas desde asociaciones ecologistas o formaciones políticas, como Podemos, que la consideraban insuficiente.


Julio Más, exdirector del Centro Oceanográfico de Murcia, denunció en este medio que la Región "no aplica la directiva de nitratos ni el límite legal de 1.500 metros para el uso de abonos nitrogenados. No aplica las leyes que promulga, pero pide una serie de competencias que no tiene ninguna comunidad autónoma y que van en contra del criterio científico generalizado".

Por su parte, desde ANSE recordaron que llevan pidiendo medidas de mayor calado desde hace años, y "no se han puesto en práctica". "Pedimos que se redujera la superficie de agricultura intensiva a como mínimo 10.000 hectáreas de regadío; que la Administración se hiciera cargo de las 8.500 hectáreas de regadío ilegales que la Comunidad había negado hasta que la Confederación Hidrográfica confirmó su existencia; planteamos una red de filtros verdes de humedales y medidas para que las aguas residuales no acaben en el Mar Menor cada vez que hay una lluvia intensa", recuerda García.



Alternativas para salvar la albufera​

Paralelamente a las ley del Mar Menor y las propuestas de los últimos días del Gobierno murciano, hay en marcha dos iniciativas alternativas para proteger a la albufera. Una de ellas es hacerla sujeto de derechos: a través de una Iniciativa Legislativa Popular impulsada por ecologistas y académicos, se busca que tenga una personalidad jurídica frente a la que se pueda responder cuando se vulneren sus derechos. Para poder llevar la propuesta al Congreso de los Diputados, los impulsores tienen hasta el próximo 25 de octubre para conseguir 500.000 firmas. En su último recuento, en junio, rebasaron las 200.000 firmas. El siguiente será en septiembre, y la situación actual del Mar Menor ha contribuido a aumentar el número de firmantes, por lo que desde la plataforma están convencidos de que lo conseguirán. Hay decenas de puntos de recogida de firmas en toda España, e incluso algunos en otros países.

Unidas Podemos, por su parte, lanzó una campaña para que el Mar Menor sea parque regional y registrará una proposición no de ley (PNL) en el Congreso de los Diputados para lograr "soluciones definitivas" para la albufera. La iniciativa plantea crear una franja de protección en torno al Mar Menor, incorporando zonas ya protegidas como Calblanque y Las Salinas de San Pedro. "Un espacio libre de nitratos y de pelotazos inmobiliarios", agregó el diputado nacional por Murcia de Podemos, Javier Sánchez Serna. Otra de las propuestas de la iniciativa es la imposición de una tasa ambiental a las multinacionales de la agroindustria. Lo recaudado se destinaría a cofinanciar las inversiones necesarias para la protección y recuperación del Mar Menor, creando una partida específica en los Presupuestos Generales del Estado.

 
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«Analfabetos funcionales». El PP tiene las competencias del Mar Menor y recurrió y derogó la ley que protegía sus aguas​


El Mar Menor está sufriendo una tragedia climática debido a los vertidos sin control de la agricultura, que ha dejado casi 5 toneladas de pescado muerto según la Consejería murciana de Medio Ambiente.​



Pablo Casado afirmó que el Gobierno regional «no tiene competencias ni en cuencas hidrográficas, ni en ramblas, ni puede efectuar cualquier tipo de dragado del Mar Menor para permitir que esas balsas de agua, con excesivos nitratos, puedan salir al mar Mediterráneo».

«No vienen directamente del sector agrícola, prohibidos y precintados desde hace mucho tiempo, sino que están aflorando por acuíferos a los que han llegado hace muchos años».

Pero la realidad es otra:​

Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia, en su artículo 10 y punto 6, refleja que posee las competencias en «agricultura, ganadería e industrias agroalimentarias, de acuerdo con la ordenación general de la economía».

En el punto 9 también se dicta que tiene las competencias sobre la «pesca en aguas interiores, marisqueo, acuicultura y agricultura, así como el desarrollo de cualquier otra forma de cultivo industrial. Caza y pesca fluvial. Protección de los ecosistemas en los que se desarrollan dichas actividades».

La cosa no queda ahí:​

En 1979, los empresarios que crearon este problema se comprometieron con el Estado a reparar el daño causado devolviendo en lo posible la zona a su estado natural, pero nunca se hizo.

En 1987 el PSOE aprobó una ley para proteger las aguas del Mar Menor contaminadas, después de que en el año 1973 se permitiera el paso de embarcaciones por el ensanche y el canal.


En 2001 esta ley aprobada por el PSOE quedó sin efecto en 2001 tras el recurso del PP en los tribunales mediante la ley del Suelo.





 
Ver el archivo adjunto 2084765

«Analfabetos funcionales». El PP tiene las competencias del Mar Menor y recurrió y derogó la ley que protegía sus aguas​


El Mar Menor está sufriendo una tragedia climática debido a los vertidos sin control de la agricultura, que ha dejado casi 5 toneladas de pescado muerto según la Consejería murciana de Medio Ambiente.​



Pablo Casado afirmó que el Gobierno regional «no tiene competencias ni en cuencas hidrográficas, ni en ramblas, ni puede efectuar cualquier tipo de dragado del Mar Menor para permitir que esas balsas de agua, con excesivos nitratos, puedan salir al mar Mediterráneo».

«No vienen directamente del sector agrícola, prohibidos y precintados desde hace mucho tiempo, sino que están aflorando por acuíferos a los que han llegado hace muchos años».

Pero la realidad es otra:​

Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia, en su artículo 10 y punto 6, refleja que posee las competencias en «agricultura, ganadería e industrias agroalimentarias, de acuerdo con la ordenación general de la economía».

En el punto 9 también se dicta que tiene las competencias sobre la «pesca en aguas interiores, marisqueo, acuicultura y agricultura, así como el desarrollo de cualquier otra forma de cultivo industrial. Caza y pesca fluvial. Protección de los ecosistemas en los que se desarrollan dichas actividades».

La cosa no queda ahí:​

En 1979, los empresarios que crearon este problema se comprometieron con el Estado a reparar el daño causado devolviendo en lo posible la zona a su estado natural, pero nunca se hizo.

En 1987 el PSOE aprobó una ley para proteger las aguas del Mar Menor contaminadas, después de que en el año 1973 se permitiera el paso de embarcaciones por el ensanche y el canal.


En 2001 esta ley aprobada por el PSOE quedó sin efecto en 2001 tras el recurso del PP en los tribunales mediante la ley del Suelo.






Que devaluados están los títulos universitarios con estos políticos !!!
 

POLÍTICA

Uralde: “La especulación urbanística y la agricultura intensiva están matando el Mar Menor”​


Entrevista al líder de Alianza Verde y diputado de Unidas Podemos en el Congreso.


Uralde: “La especulación urbanística y la agricultura intensiva están matando el Mar Menor”

Juantxo López de Uralde, líder de Alianza Verde y diputado de Unidas Podemos en el Congreso
Juantxo López de Uralde (Donostia, 1963) lidera el partido Alianza Verde, integrado en Unidas Podemos, formación de la que es diputado en el Congreso desde 2016. El ecologista –que ha sido secretario general de CODA (Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental), director ejecutivo de Greenpeace España y líder de Equo– lleva décadas denunciando la situación del Mar Menor, y el tiempo –y los miles de peces muertos aparecidos en sus playas durante la última semana– le están dando, por desgracia, la razón. Al hilo de estos hechos, Uralde ha hablado con LUH.

PREGUNTA– Con 22 años ya fuiste elegido secretario general de CODA; llevas desde muy joven en el ecologismo. ¿Qué ha cambiado en estas cuatro décadas, tanto en el medio ambiente como en la lucha ecologista?

RESPUESTA– Son muchos años de activismo y de lucha contra el cambio climático y por la protección del medio ambiente. Si algo me preocupa, es que los peores escenarios del calentamiento global, lo que antes parecía “pesimista” o “alarmista”, ahora parecen ser cada vez los más probables, y así lo ha corroborado hace días el IPCC [Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático] con sus conclusiones. Por ser positivo, también ha cambiado mucho la conciencia de la sociedad, especialmente entre los más jóvenes, sobre la crisis ecológica y la emergencia climática. Y además ahora, desde las instituciones, las políticas verdes ocupan cada vez mayor centralidad en la agenda política.

P.– ¿Desde cuándo denuncian algunos ecologistas, tú entre ellos, la situación del Mar Menor?

Desde hace décadas. Por ponerte un ejemplo, en 2007, cuando estaba en Greenpeace, decidimos difundir una fotografía del Mar Menor mostrando el efecto futuro del cambio climático, mostrando La Manga del Mar Menor inundada por la subida del nivel del mar. Nos basábamos en las predicciones del IPCC, que –como se ha podido comprobar en el último informe que han presentado recientemente– se están quedando cortas en cuanto a la rapidez del avance del cambio climático. Nuestra intención era crear alarma sobre la urgencia de tomar medidas para luchar contra lo que ahora ya estamos de acuerdo en que es una emergencia climática; sin embargo, la reacción fue justo la contraria, y las compañías inmobiliarias de la zona nos demandaron, acusándonos de dañar el turismo y pidiéndonos una indemnización de 600 millones de euros.

P.– Después pasa lo que pasa…

R.– Estamos en 2021, y no sólo no se han tomado medidas serias y decididas para cuidar el entorno, sino que se han impulsado políticas, basadas en el ladrillazo, la especulación urbanística y la agricultura intensiva, que están provocando la muerte del Mar Menor.

P.– En resumen, ¿qué ha pasado, o qué está pasando, con el Mar Menor?

R.– Básicamente, el Mar Menor ha sido maltratado durante décadas, y ahora sufrimos las consecuencias de años de dejadez, que se muestran en muchos aspectos. Principalmente está el problema de los vertidos procedentes de una agricultura cada vez más intensiva, que hace que la ribera sea fuente de nitratos y fosfatos y genere un boom de microorganismos que consumen mucho oxígeno y dejan sin oxígeno la laguna. Es el proceso de eutrofización, que hace imposible la vida, y por eso están apareciendo peces muertos. Y además –como decía– está el aspecto urbanístico. Basta ver La Manga del Mar Menor, un auténtico despropósito urbanístico en una zona que debería haber sido protegida desde hace muchos años. Y con los consecuentes vertidos que eso provocó durante mucho tiempo…

P.– Desde Alianza Verde acusáis de “negligencia” a los gobiernos autonómicos de la Región de Murcia. ¿Por qué?


R.– Lo llevamos denunciando mucho tiempo; ahora desde las instituciones, pero antes desde el activismo. Durante muchos años –décadas–, las organizaciones ecologistas, prácticamente en solitario, llevan advirtiendo y reclamando soluciones, pero los sucesivos gobiernos del PP en Murcia –que han puesto por delante el interés económico de una agricultura cada vez más intensiva y con mayor consumo de fertilizantes y pesticidas– han agravado la situación. Lo que hoy denunciamos precisamente es que sólo en la Región de Murcia hay al menos 9.000 hectáreas de regadíos ilegales, y el Gobierno murciano no está haciendo nada para ponerles freno ni para parar los vertidos. Y ahora estamos viendo las consecuencias que tiene el no actuar contra las agresiones que está sufriendo este mar.

“La transición ecológica no es un eslogan, sino que debe implicar políticas activas para cambiar el modelo de manera profunda y transversal”

P.– ¿Hay forma de parar los pies a esa agricultura intensiva y a sus grandes multinacionales?

R.– Se puede parar los pies a la agricultura intensiva, igual que a cualquier otro sector –como por ejemplo el oligopolio eléctrico–, con voluntad política, pero para eso hay que querer poner por delante el bien común y la protección del medio ambiente, y no el interés económico. En un contexto de cambio climático –con cada vez menor disponibilidad de recursos hídricos–, es urgente adaptar los cultivos al agua disponible y frenar el crecimiento del regadío, a la vez que reducir la superficie regada actualmente existente. Si no, no sólo está sentenciado de muerte el Mar Menor, sino que acabaremos en una situación de colapso hídrico de consecuencias medioambientales, sociales y económicas muy graves. La transición ecológica no es un eslogan, sino que debe implicar políticas activas para cambiar de modelo de manera profunda y transversal, y esto afecta también, necesariamente, al sector agrícola.

P.–¿El cambio climático ha influido en la situación del Mar Menor?

R.– Indudablemente. El cambio climático constituye un factor potenciador de los riesgos, debido a su contribución en el aumento de fenómenos extremos. En un ecosistema tan vulnerable como es el Mar Menor, esto tiene un impacto devastador. Hoy, los estudios confirman aquellos pronósticos que hacíamos hace dos décadas en Greenpeace, y hasta hacen más graves las repercusiones del cambio climático en el Mar Menor, con subidas del nivel del mar más importantes de lo que creíamos. Pero también tiene una influencia –como decía– en la menor disponibilidad de agua y en el incremento de la temperatura.

P.– ¿Qué medidas deberían tomarse de ahora en adelante para salvar el Mar Menor, si es que aún se está a tiempo de hacerlo?

R.– Al Mar Menor se le ha dado un golpe de muerte, y el problema es que la situación que estamos viendo ahora no es por una acción o causa concreta, sino que es resultado de décadas de políticas negligentes por parte de los gobiernos murcianos. Ahora habrá que evaluar –como piden ANSE [Asociación de Naturalistas del Sureste] o WWF [World Wildlife Fund]–, a través de un estudio riguroso e independiente, el daño del que estamos hablando y sus causas, para poder actuar en consecuencia. Pero, de entrada, el Gobierno murciano debe frenar los vertidos que están matando el Mar Menor, y poner en marcha medidas para acabar con los regadíos ilegales. Esto es competencia del Gobierno de Murcia, y puede empezar ya. Otra medida importante, sin duda, sería la que hemos propuesto desde Unidas Podemos para crear y declarar el Parque Regional del Mar Menor, dotándolo así de la protección jurídica adecuada.Y, a la vez, se debe hacer una verdadera transición hacia un modelo productivo sostenible, para recuperar la zona y adaptarnos y mitigar los impactos del cambio climático.

P.– Si no se protege el medio marino, ¿lo que está pasando en el Mar Menor puede acabar pasando también en el Mar Mediterráneo?

R.– Sí, el Mar Mediterráneo es el que más se calienta –un 20% más que el resto de mares y océanos– y el que más rápido lo está haciendo en todo el mundo. Al tratarse de un mar cerrado, las consecuencias de cualquier pequeño incremento del nivel del mar serán drásticas. El impacto del cambio climático es más perceptible en el Mediterráneo, y en el Mar Menor será más grande. Si no tomamos conciencia de esto y si no se llevan a cabo políticas que verdaderamente protejan y cuiden nuestro medio marino, muy pronto veremos consecuencias dramáticas en el Mediterráneo.

P.– En su día calificaste de “lamentable” el espectáculo que diputados del PP dieron en 2016 en el Congreso, donde mostraron fotos de un mar con aguas cristalinas y tildaron de “demagogia” críticas como las vuestras. Ahora se llevan las manos a la cabeza; un clásico…

R.– Sí. Y aquel mismo día, como respuesta, denuncié en el Congreso que el Mar Menor se estaba muriendo por las toneladas de indiferencia, durante años, del Partido Popular. Ahora estamos viendo las consecuencias que tiene no actuar contra las agresiones que está sufriendo este mar, pero el problema es que [Fernando] López Miras, [Teodoro] García Egea o el propio Pablo Casado siguen con su indiferencia, mirando para otro lado y descargando una responsabilidad que es suya en el Gobierno de coalición.

 
El Mar Menor se ha convertido en una basura al cuadrado. El Pantano de San Juan tiene bastante mas categoría. Pero vamos que esto no es un desastre natural, es un desastre causado por el hombre.

Yo no creo que vaya a solucionarse. Que putada el que tenga casa. Yo llevo escuchando que La Manga está asquerosa desde hace ya varios años, no es de ahora.
 
Es un poco largo, así que pongo sólo el enlace.

De la 'sopa verde' a una segunda anoxia: las fechas que marcan el ecocidio del Mar Menor​


 

POLÍTICA

Uralde: “La especulación urbanística y la agricultura intensiva están matando el Mar Menor”​


Entrevista al líder de Alianza Verde y diputado de Unidas Podemos en el Congreso.


Uralde: “La especulación urbanística y la agricultura intensiva están matando el Mar Menor”

Juantxo López de Uralde, líder de Alianza Verde y diputado de Unidas Podemos en el Congreso
Juantxo López de Uralde (Donostia, 1963) lidera el partido Alianza Verde, integrado en Unidas Podemos, formación de la que es diputado en el Congreso desde 2016. El ecologista –que ha sido secretario general de CODA (Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental), director ejecutivo de Greenpeace España y líder de Equo– lleva décadas denunciando la situación del Mar Menor, y el tiempo –y los miles de peces muertos aparecidos en sus playas durante la última semana– le están dando, por desgracia, la razón. Al hilo de estos hechos, Uralde ha hablado con LUH.

PREGUNTA– Con 22 años ya fuiste elegido secretario general de CODA; llevas desde muy joven en el ecologismo. ¿Qué ha cambiado en estas cuatro décadas, tanto en el medio ambiente como en la lucha ecologista?

RESPUESTA– Son muchos años de activismo y de lucha contra el cambio climático y por la protección del medio ambiente. Si algo me preocupa, es que los peores escenarios del calentamiento global, lo que antes parecía “pesimista” o “alarmista”, ahora parecen ser cada vez los más probables, y así lo ha corroborado hace días el IPCC [Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático] con sus conclusiones. Por ser positivo, también ha cambiado mucho la conciencia de la sociedad, especialmente entre los más jóvenes, sobre la crisis ecológica y la emergencia climática. Y además ahora, desde las instituciones, las políticas verdes ocupan cada vez mayor centralidad en la agenda política.

P.– ¿Desde cuándo denuncian algunos ecologistas, tú entre ellos, la situación del Mar Menor?

Desde hace décadas. Por ponerte un ejemplo, en 2007, cuando estaba en Greenpeace, decidimos difundir una fotografía del Mar Menor mostrando el efecto futuro del cambio climático, mostrando La Manga del Mar Menor inundada por la subida del nivel del mar. Nos basábamos en las predicciones del IPCC, que –como se ha podido comprobar en el último informe que han presentado recientemente– se están quedando cortas en cuanto a la rapidez del avance del cambio climático. Nuestra intención era crear alarma sobre la urgencia de tomar medidas para luchar contra lo que ahora ya estamos de acuerdo en que es una emergencia climática; sin embargo, la reacción fue justo la contraria, y las compañías inmobiliarias de la zona nos demandaron, acusándonos de dañar el turismo y pidiéndonos una indemnización de 600 millones de euros.

P.– Después pasa lo que pasa…

R.– Estamos en 2021, y no sólo no se han tomado medidas serias y decididas para cuidar el entorno, sino que se han impulsado políticas, basadas en el ladrillazo, la especulación urbanística y la agricultura intensiva, que están provocando la muerte del Mar Menor.

P.– En resumen, ¿qué ha pasado, o qué está pasando, con el Mar Menor?

R.– Básicamente, el Mar Menor ha sido maltratado durante décadas, y ahora sufrimos las consecuencias de años de dejadez, que se muestran en muchos aspectos. Principalmente está el problema de los vertidos procedentes de una agricultura cada vez más intensiva, que hace que la ribera sea fuente de nitratos y fosfatos y genere un boom de microorganismos que consumen mucho oxígeno y dejan sin oxígeno la laguna. Es el proceso de eutrofización, que hace imposible la vida, y por eso están apareciendo peces muertos. Y además –como decía– está el aspecto urbanístico. Basta ver La Manga del Mar Menor, un auténtico despropósito urbanístico en una zona que debería haber sido protegida desde hace muchos años. Y con los consecuentes vertidos que eso provocó durante mucho tiempo…

P.– Desde Alianza Verde acusáis de “negligencia” a los gobiernos autonómicos de la Región de Murcia. ¿Por qué?


R.– Lo llevamos denunciando mucho tiempo; ahora desde las instituciones, pero antes desde el activismo. Durante muchos años –décadas–, las organizaciones ecologistas, prácticamente en solitario, llevan advirtiendo y reclamando soluciones, pero los sucesivos gobiernos del PP en Murcia –que han puesto por delante el interés económico de una agricultura cada vez más intensiva y con mayor consumo de fertilizantes y pesticidas– han agravado la situación. Lo que hoy denunciamos precisamente es que sólo en la Región de Murcia hay al menos 9.000 hectáreas de regadíos ilegales, y el Gobierno murciano no está haciendo nada para ponerles freno ni para parar los vertidos. Y ahora estamos viendo las consecuencias que tiene el no actuar contra las agresiones que está sufriendo este mar.

“La transición ecológica no es un eslogan, sino que debe implicar políticas activas para cambiar el modelo de manera profunda y transversal”

P.– ¿Hay forma de parar los pies a esa agricultura intensiva y a sus grandes multinacionales?

R.– Se puede parar los pies a la agricultura intensiva, igual que a cualquier otro sector –como por ejemplo el oligopolio eléctrico–, con voluntad política, pero para eso hay que querer poner por delante el bien común y la protección del medio ambiente, y no el interés económico. En un contexto de cambio climático –con cada vez menor disponibilidad de recursos hídricos–, es urgente adaptar los cultivos al agua disponible y frenar el crecimiento del regadío, a la vez que reducir la superficie regada actualmente existente. Si no, no sólo está sentenciado de muerte el Mar Menor, sino que acabaremos en una situación de colapso hídrico de consecuencias medioambientales, sociales y económicas muy graves. La transición ecológica no es un eslogan, sino que debe implicar políticas activas para cambiar de modelo de manera profunda y transversal, y esto afecta también, necesariamente, al sector agrícola.

P.–¿El cambio climático ha influido en la situación del Mar Menor?

R.– Indudablemente. El cambio climático constituye un factor potenciador de los riesgos, debido a su contribución en el aumento de fenómenos extremos. En un ecosistema tan vulnerable como es el Mar Menor, esto tiene un impacto devastador. Hoy, los estudios confirman aquellos pronósticos que hacíamos hace dos décadas en Greenpeace, y hasta hacen más graves las repercusiones del cambio climático en el Mar Menor, con subidas del nivel del mar más importantes de lo que creíamos. Pero también tiene una influencia –como decía– en la menor disponibilidad de agua y en el incremento de la temperatura.

P.– ¿Qué medidas deberían tomarse de ahora en adelante para salvar el Mar Menor, si es que aún se está a tiempo de hacerlo?

R.– Al Mar Menor se le ha dado un golpe de muerte, y el problema es que la situación que estamos viendo ahora no es por una acción o causa concreta, sino que es resultado de décadas de políticas negligentes por parte de los gobiernos murcianos. Ahora habrá que evaluar –como piden ANSE [Asociación de Naturalistas del Sureste] o WWF [World Wildlife Fund]–, a través de un estudio riguroso e independiente, el daño del que estamos hablando y sus causas, para poder actuar en consecuencia. Pero, de entrada, el Gobierno murciano debe frenar los vertidos que están matando el Mar Menor, y poner en marcha medidas para acabar con los regadíos ilegales. Esto es competencia del Gobierno de Murcia, y puede empezar ya. Otra medida importante, sin duda, sería la que hemos propuesto desde Unidas Podemos para crear y declarar el Parque Regional del Mar Menor, dotándolo así de la protección jurídica adecuada.Y, a la vez, se debe hacer una verdadera transición hacia un modelo productivo sostenible, para recuperar la zona y adaptarnos y mitigar los impactos del cambio climático.

P.– Si no se protege el medio marino, ¿lo que está pasando en el Mar Menor puede acabar pasando también en el Mar Mediterráneo?

R.– Sí, el Mar Mediterráneo es el que más se calienta –un 20% más que el resto de mares y océanos– y el que más rápido lo está haciendo en todo el mundo. Al tratarse de un mar cerrado, las consecuencias de cualquier pequeño incremento del nivel del mar serán drásticas. El impacto del cambio climático es más perceptible en el Mediterráneo, y en el Mar Menor será más grande. Si no tomamos conciencia de esto y si no se llevan a cabo políticas que verdaderamente protejan y cuiden nuestro medio marino, muy pronto veremos consecuencias dramáticas en el Mediterráneo.

P.– En su día calificaste de “lamentable” el espectáculo que diputados del PP dieron en 2016 en el Congreso, donde mostraron fotos de un mar con aguas cristalinas y tildaron de “demagogia” críticas como las vuestras. Ahora se llevan las manos a la cabeza; un clásico…

R.– Sí. Y aquel mismo día, como respuesta, denuncié en el Congreso que el Mar Menor se estaba muriendo por las toneladas de indiferencia, durante años, del Partido Popular. Ahora estamos viendo las consecuencias que tiene no actuar contra las agresiones que está sufriendo este mar, pero el problema es que [Fernando] López Miras, [Teodoro] García Egea o el propio Pablo Casado siguen con su indiferencia, mirando para otro lado y descargando una responsabilidad que es suya en el Gobierno de coalición.



Jjjjj Uralde, vaya personaje, si os contara.......
No ha trabajado en su p..ta vida.
La pasta pública que lleva cobrada.....

Ni Abascal le gana
Muy cerca Jonan Fernández

El Mar Menor solo tiene una solución, abrirlo con bocanas al Mediterráneo....
 
Última edición:
Jjjjj Uralde, vaya personaje, si os contara.......
No ha trabajado en su p..ta vida.
La pasta pública que lleva cobrada.....

Ni Abascal le gana
Muy cerca Jonan Fernández

El Mar Menor solo tiene una solución, abrirlo con bocanas al Mediterráneo....

Ésto parece el Planeta de los estúpidos. No pienses mal, es un libro que ha escrito Uralde.
 
Tiene 57 años, ya le ha dado el libro para vivir y bien, si lo escribió el, que lo dudo....

Es ingeniero agrónomo y fue director de Greenpeace y escritor . Está a mil leguas de Abascal.

Su familia fue perseguida y represaliada en otros tiempos....

Ayúdanos a seguir siendo 100% independientes​

En Greenpeace no aceptamos ni un euro de gobiernos, partidos políticos o empresas. Todo lo que hacemos es gracias a la contribución de nuestros socios y socias, que buscan proteger el medio ambiente para que las generaciones futuras puedan disfrutar de un mundo más verde y en paz.

 
Es ingeniero agrónomo y fue director de Greenpeace y escritor . Está a mil leguas de Abascal.

Su familia fue perseguida y represaliada en otros tiempos....

Ayúdanos a seguir siendo 100% independientes​

En Greenpeace no aceptamos ni un euro de gobiernos, partidos políticos o empresas. Todo lo que hacemos es gracias a la contribución de nuestros socios y socias, que buscan proteger el medio ambiente para que las generaciones futuras puedan disfrutar de un mundo más verde y en paz.


Greenpeace está subvencionado por los países productores de petróleo, incluyeando la "limpia" Noruega
Para hacer imposible que se produzca energía con nucleares, carbón, eólicas....
Se han inventado un cuento de cambio climático.

Y tu amigo Uralde un bienqueda moro, cobrando.
De verdad que no ha hecho otra cosa en su vida
Ahora se ha inventado lo de verde

Abascal aquí le conocemos todos, da para lo que da


De que iba a vivir Qatar ? con nucleares, eólicas y fotovoltaicas,,,, funcionando
Sabes que hace? paga Mundiales, paga Xavis, paga Guardiolas.... y a Greenpeace
 
Última edición:
Greenpeace está subvencionado por los países productores de petróleo, incluyeando la "limpia" Noruega
Para hacer imposible que se produzca energía con nucleares, carbón, eólicas....
Se han inventado un cuento de cambio climático.

Y tu amigo Uralde un bienqueda moro, cobrando.
De verdad que no ha hecho otra cosa en su vida
Ahora se ha inventado lo de verde

Abascal aquí le conocemos todos, da para lo que da


De que iba a vivir Qatar ? con nucleares, eólicas y fotovoltaicas,,,, funcionando
Sabes que hace? paga Mundiales, paga Xabi, paga Guardiola.... y a Greenpeace
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