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pilou12
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¿Cuándo comienza el curso?
ver grafico:
http://www.elmundo.es/sociedad/2017/09/06/59aef99322601d34538b458b.html
8.100.000 alumnos y 700.000 profesores se incorporarán en los próximos días a las aulas con incertidumbre por lo que pasará con la Lomce
En unos meses, los partidos tienen que ponerse de acuerdo para alcanzar un pacto de Estado por la Educación, pero las relaciones entre el PP y el PSOE se han enfriado
La educación española inicia este curso dando pasos titubeantes por el alambre del pacto de Estado. Todo es provisional. El futuro de los 8.100.000 alumnos de enseñanzas no universitarias que durante los próximos días volverán a las aulas depende de que los políticos, las comunidades autónomas y los agentes sociales se pongan de acuerdo en los meses que vienen. Todo está paralizado en función de ese abrazo que deben darse el activista de la marea verde con el director del colegio privado, el defensor de la Religión con el partidario de la escuela laica, el padre que está a favor de los deberes y el que hace huelga contra ellos; PP y PSOE juntos de la mano, Ciudadanos y Podemos compartiendo sonrientes el bocadillo en el recreo. No va a ser fácil.
El curso comienza con una pseudoLomce llena de parches, remiendos y moratorias, y terminará -si todos logran ponerse de acuerdo- con un anteproyecto que recogerá la octava ley educativa de la democracia. Éste sería el mejor de los escenarios posibles, porque, tras la resurrección de Pedro Sánchez, las relaciones educativas entre populares y socialistas se han enfriado y se han evidenciado los obstáculos que hay en el camino, diferencias ideológicas de difícil arreglo que amenazan con echarlo todo a perder.
Mientras tanto, son muchas las voces en la comunidad educativa que hablan de «inestabilidad» e «inseguridad» en este curso. Así lo cree, por ejemplo, Carles López, presidente de la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (Canae): «Estos días entraremos en las aulas y no sabemos cómo van a ser las pruebas de final de etapa, ni cómo quedará la Selectividad».
Se enfrían las relaciones entre el PP y el PSOE
El pasado 31 de agosto, la secretaria de Educación del PSOE y portavoz de esta materia en el Congreso, Luz Martínez Seijo, anunció un «otoño calentito» y la presentación de tres proposiciones de ley con los temas tabúes del pacto: la enseñanza diferenciada por sexos, la Religión, la Educación para la Ciudadanía y el concierto educativo. No son cuestiones cruciales para la calidad del sistema educativo, pero sí los escollos más grandes para alcanzar un acuerdo, las líneas rojas en las que los partidos están menos dispuestos a ceder.
Por primera vez se han puesto estos asuntos sobre la mesa y, de paso, el PSOE ha abierto una nueva vía, paralela a la Subcomisión que se encarga de los trabajos del pacto en el Congreso, que no ha sentado nada bien. Marta Martín, portavoz de Educación de Ciudadanos en el Congreso, considera esta actuación una «absoluta irresponsabilidad», porque supone «alejarse de lo acordado», que era circunscribir todas las iniciativas a la Subcomisión.
Sandra Moneo, portavoz educativa de los populares en la Cámara Baja, no quiere entrar en polémicas -«Nuestra posición sigue siendo la misma de antes de verano: acabar con las comparecencias de expertos y empezar a negociar. Nuestra responsabilidad es intentar llegar por todos los medios al pacto»-, pero otras fuentes consultadas no ocultan la «preocupación» y «sorpresa» que existe en el PP por este «cambio de rumbo» del PSOE.
Entre otras cosas, porque los socialistas pueden juntar fuerzas con otros partidos y aprobar unas proposiciones de ley que, en teoría, obligarían al Ministerio de Educación a cambiar cuestiones muy simbólicas de la Lomce. El Gobierno, eso sí, puede dar largas y recurrir al Tribunal Constitucional, como ha hecho anteriormente, alegando que las iniciativas suponen una modificación del gasto público. Pero el pacto, mientras tanto, quedaría seriamente dañado.
Martínez Seijo explica que sus iniciativas «no son incompatibles con el pacto», sino una respuesta a la «parálisis del Gobierno» para solucionar aspectos «prioritarios y esenciales del sistema educativo». Su opinión es que la rueda debe seguir girando mientras se llega al acuerdo, que puede prolongarse en el tiempo hasta el curso 2019/2020.
«La Subcomisión le ha venido muy bien al Gobierno para no abordar los temas que hay que abordar. No le veo ninguna prisa, ni gestos en la línea de avanzar. Nosotros queremos un acuerdo, pero también que haya mejoras en la educación con carácter inmediato», argumenta.
El Gobierno se lo toma con calma
Buena parte de la comunidad educativa afea al ministro Íñigo Méndez de Vigoque este año haya estado más centrado en sus labores de portavocía del Gobierno que en cuestiones educativas. Hay muchas voces de distinto signo que, como la portavoz del PSOE, hablan de «parálisis» gubernamental. «Todo está sometido al desafío nacionalista de Cataluña y, hasta que se despeje esta cuestión, nadie va a hacer nada», valora Nicolás Fernández Guisado, presidente del sindicato de profesores Anpe.
«El pacto ha sido como una dosis de anestesia», añade Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO. «La Subcomisión iba a durar hasta junio y se ha prorrogado hasta principios de 2018. Mientras tanto, se mantienen las mismas políticas educativas, salvo en el caso de las reválidas, y el presupuesto no aumenta mucho. Hay inseguridad sobre muchas cosas y una situación de incertidumbre porque el Gobierno ha tomado decisiones provisionales. Parece como si viviéramos en el día de la marmota, el pacto lo posterga todo».
«Napoleón decía que, si quieres que algo se haga, encárgaselo a una persona y, si no quieres que se haga, encárgaselo a una comisión», apunta Felipe de Vicente, presidente de la Asociación Nacional de Catedráticos de Instituto. «Han congelado el pacto a base de ralentizarlo. Llevan un año y aún no hemos sacado nada en claro».
Un portavoz del Ministerio de Educación dice que «el Gobierno no hace más que cumplir con su compromiso de reformar la ley en el sentido de lo que decida el pacto». «¿Qué podemos hacer? ¿Cambiar la ley? Para cambiar la ley está la Subcomisión y no podemos saltarnos nuestro compromiso».
El problema es que los trabajos de la Subcomisión llevan su ritmo y los diputados no han empezado aún a sentarse a la mesa y negociar punto por punto. Estudiantes, profesores y padres coinciden en que el Gobierno sí puede ir tomando medidas en algunas cuestiones, como las becas, la activación del Observatorio Estatal de Convivencia Escolar, la atención al alumnado con necesidades especiales, el estatuto del profesorado, la situación de la Aneca...
Las autonomías, cada vez más a su aire
Fuentes educativas opinan que «las autonomías del PSOE se están envalentonando porque hay un vacío de poder en el Gobierno central». Se está extendiendo el sentir de que los gobiernos regionales están yendo cada vez más a su aire. Ha ocurrido en la Comunidad Valenciana con el anulado decreto del plurilingüismo, que aún no ha recibido una condena contundente por parte del equipo de Mariano Rajoy. Las competencias educativas están transferidas a las comunidades autónomas, pero expertos como Fernández Guisado piden más «vertebración y cohesión» y se preguntan si tiene sentido que cada región tenga sus propios libros de texto o su propio calendario escolar (en Murcia y en Navarrael curso comienza un día distinto en cada municipio y Cantabria ha suprimido las vacaciones de Semana Santa).
Hay algunas autonomías que permiten que alumnos con suspensos tengan el título de la ESO sin esperar a los exámenes de recuperación y no ha habido manera de que las evaluaciones externas se hagan de la misma forma en toda España. Si el pacto se derrumba durante los próximos meses, el Gobierno tiene la baza de volver a la Lomce pura y dura, pero la rebelión autonómica sería demoledora.
La «inestabilidad»
Profesores, estudiantes y padres hablan de un curso con «incertidumbre», «inestabilidad» e incluso «inseguridad jurídica». No saben muy bien cómo será la Selectividad, cómo obtendrán el título los alumnos de la ESO y si habrá o no reválidas. Fuentes del Ministerio dicen que todo va a seguir como el año pasado y que no habrá cambios hasta que el pacto llegue a buen término y haya un nuevo texto legal aprobado por el Congreso, pero ese mensaje aún no ha llegado a los 30.000 centros educativos que hay en España. Además, ¿qué ocurrirá si no hay acuerdo?
Los pasos del pacto
En el caso de que haya pacto, la nueva ley no comenzaría a funcionar hasta, como pronto, el curso 2019/2020. Este mes de septiembre terminan las comparecencias de los expertos en el Congreso y el siguiente paso es definir la metodología con la que se va a negociar. Cada partido se encuentra elaborando su propio guión con el compromiso de que, para principios de 2018, se redacte un texto conjunto a partir del cual el Gobierno pueda hacer un anteproyecto de ley que incluya las modificaciones que se pacten. Según las fuentes consultadas, el Ministerio de Educación podría tener un texto listo para comienzos del curso 2018/2019 con el fin de debatirse tanto en el Congreso como en el Senado. ¿Cuánto puede durar este trámite? Unos meses. La Lomce fue aprobada en Consejo de Ministros en mayo de 2013 y el 9 de diciembre fue publicada en el BOE. Esto significa que, si todo transcurriera sin demasiados obstáculos, la nueva ley se implantaría en el curso 2019/2020. Es decir, en plenas elecciones. Además del Congreso, hay una comisión en el Senado en la que tienen que comparecer todos los consejeros autonómicos y que también tiene que elaborar su informe. Y está, por último, el grupo creado en la Comisión General de Comunidades Autónomas. Todos ellos deben ponerse de acuerdo. OLGA R. SANMARTÍN