La ultraderecha se convierte en el segundo partido más votado de Suecia

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La mañana de las elecciones, los suecos amanecían ayer con la noticia de una violación múltiple a una joven de 20 años en el centro de Sundsvall, en una zona peatonal habitualmente muy concurrida cualquier sábado por la noche. Es un tipo de acto violento al que los suecos se han tenido que acostumbrar en los últimos años, como los tiroteos entre bandas de narcotraficantes con trasfondo migratorio.

Esta realidad, tan lejana del perfecto estado de bienestar sueco, junto con la amenaza rusa, han pesado sin duda sobre el resultado electoral. El partido de la ultraderecha Demócratas de Suecia (SD) ha logrado el sorpaso sobre el Partido Moderado, de centro derecha, y se ha convertido en la segunda formación política sueca más votada.

La mano dura contra la criminalidad y la prioridad de las políticas de Defensa han beneficiado a su líder, Jimmie Åkesson, que mantiene también una posición relativamente escéptica ante la Unión Europea y que se ha hecho con el 20,5% de los votos. A la espera de que avance el recuento, la socialdemócrata Magdalena Andersson, que en su primera legislatura ha dado el paso histórico de solicitar la adhesión de Suecia a la OTAN y que ha obtenido el 29% de los votos, no podría volver a dirigir el gobierno ni siquiera formando un bloque que reúna a toda la izquierda sueca.

Esa hipotética coalición obtendría 173 escaños, mientras que el bloque conservador y la ultraderecha podrían reunir 176. A pesar de ello, el gran perdedor de la jornada es el Partido Moderado, que con solo el 16% de las papeletas pierde relevancia política y deja de ser el referente del voto conservador.

«Las colas siguen siendo largas en algunos colegios electorales y algunos han necesitado permanecer abiertos más allá de la hora de cierre de las urnas, por lo que puede llevar algo más de tiempo el recuento», explicaba anoche Anna Nyqvist, secretaria permanente de la Autoridad electoral, después de conocerse los sondeos a pie de urna y tras decidir que todos los votantes que estuvieran ya en la cola a las 20:00 horas podrían depositar su voto. Sobre estos frágiles porcentajes, la televisión pública SVRT calculaba al cierre de las urnas un gobierno en manos del bloque de izquierda, en el que Andersson lograse implicar a los verdes, el centro y el partido de la izquierda, a pesar de las evidentes dificultades.

La líder centrista Annie Lööf, se ha abierto por primera vez durante esta campaña a formar gobierno con los socialdemócratas, pero solamente si no está incluido también el Partido de la Izquierda, al que afea su rechazo a la OTAN y sus vínculos con movimientos kurdos relacionados con el terrorismo. La excomunista Nooshi Dadgostar, por su parte, ha mostrado sus reticencias a sentarse a hablar con Lööf. El recuento, sin embargo, fue concediendo ventaja a medida que avanzaba al bloque conservador, en el que también habría grietas muy significativas a la hora de formar gobierno.

Conservadores y democristianos han roto por primera vez en esta campaña electoral el cordón sanitario que excluía a SD de cualquier gobierno durante las últimas dos décadas y se ha mostrado dispuesto a gobernar con Åkesson, lo que abre la puerta a una inédita e hipotética coalición que también reviste importantes escollos. El principal foco de tensión surgiría sin duda entre el ala dura de SD y los liberales, que hace solo un año gobernaban con los socialdemócratas. En la fase final de la campaña, en uno de los últimos actos, el líder liberal rehusó viajar en autobús con el resto de formaciones y organizó un traslado por su cuenta solamente para evitar coincidir en el mismo vehículo con miembros de Demócratas de Suecia.

Independientemente de que sea uno u otro bloque el que se haga con la escasa ventaja una vez terminado el recuento, es probable que el país escandinavo enfrente una larga formación de gobierno, como sucedió después de las elecciones de 2018. Andersson declaró anoche que está dispuesta a trabajar con todos los partidos excepto los Demócratas de Suecia y se mostró «muy decepcionada» por el hecho de que «otros partidos hayan decidido de manera diferente a este respecto». Respecto a lo que más inmediatamente afectará al resto de Europa , una de las grandes diferencias entre los dos bloques es la política energética.

El bloque de izquierda apuesta por las renovables a medio plazo, mientras que la oposición defiende la construcción de nuevos reactores nucleares con generosas subvenciones públicas. Suecia puso fin a la moratoria nuclear en 2010, pero siempre que el número total de reactores no excediese los diez entonces activos ni se construyesen otros nuevos. Desde entonces, las compañías energéticas han cerrado cuatro reactores por falta de rentabilidad y la oposición culpa al gobierno de apostar por una energía «menos estable» como la eólica.


Jimmie Akesson, un controvertido líder​

Sus primeros pasos en la política los dio con el Partido Moderado, de centro derecha, tras sus estudios de Ciencias Políticas en la Universidad de Lund. Pero su trabajo como diseñador de páginas web para la empresa British Medical Journal Aktiv, cofundada por el secretario general de SD, tiró de él hacia la formación radical. Su peinado impecable, gafas y perfecto afeitado blanquean su labor de convertir un movimiento marginal antiextranjeros, ('Keep Sweden Sweidish'), en una alternativa de gobierno. Entró en el Parlamento en 2010 con el 5,7%, tras una campaña omnipresente que le pasó factura. En 2014 admitió su adicción a los juegos de azar en línea y estuvo de baja seis meses para desintoxicarse. En alguna ocasión ha declarado que los musulmanes son «la mayor amenaza extranjera desde la II Guerra Mundial».
 
No sé de dónde has sacado este artículo pero está super super sesgado, yo vivo en Suecia y además trabajo como criminóloga y bueno chica, qué quieres que te diga..........hay un interés por parte de la dcha europea en pintar Suecia como si fuese el Bronx, por ser el país con una política de asilo muy positiva, y claro, hay que señalar que inmigrantes = crimen, y que si suecia da papeles a inmigrantes y pueden campar por europa = hay que cargarse a Suecia.

Solo en Madrid ya hay más violencia, ataques, bandas, violaciones, etc que en toda Suecia.

PD: El % mayor de viogen en Suecia es siempre de suequitos blancos, así como las bandas de narcos, que usan a los inmis como camellos pero los jefes de zona y/o a escala mayor siempre son suecos tipicos de buena familia
 
La mañana de las elecciones, los suecos amanecían ayer con la noticia de una violación múltiple a una joven de 20 años en el centro de Sundsvall, en una zona peatonal habitualmente muy concurrida cualquier sábado por la noche. Es un tipo de acto violento al que los suecos se han tenido que acostumbrar en los últimos años, como los tiroteos entre bandas de narcotraficantes con trasfondo migratorio.

Esta realidad, tan lejana del perfecto estado de bienestar sueco, junto con la amenaza rusa, han pesado sin duda sobre el resultado electoral. El partido de la ultraderecha Demócratas de Suecia (SD) ha logrado el sorpaso sobre el Partido Moderado, de centro derecha, y se ha convertido en la segunda formación política sueca más votada.

La mano dura contra la criminalidad y la prioridad de las políticas de Defensa han beneficiado a su líder, Jimmie Åkesson, que mantiene también una posición relativamente escéptica ante la Unión Europea y que se ha hecho con el 20,5% de los votos. A la espera de que avance el recuento, la socialdemócrata Magdalena Andersson, que en su primera legislatura ha dado el paso histórico de solicitar la adhesión de Suecia a la OTAN y que ha obtenido el 29% de los votos, no podría volver a dirigir el gobierno ni siquiera formando un bloque que reúna a toda la izquierda sueca.

Esa hipotética coalición obtendría 173 escaños, mientras que el bloque conservador y la ultraderecha podrían reunir 176. A pesar de ello, el gran perdedor de la jornada es el Partido Moderado, que con solo el 16% de las papeletas pierde relevancia política y deja de ser el referente del voto conservador.

«Las colas siguen siendo largas en algunos colegios electorales y algunos han necesitado permanecer abiertos más allá de la hora de cierre de las urnas, por lo que puede llevar algo más de tiempo el recuento», explicaba anoche Anna Nyqvist, secretaria permanente de la Autoridad electoral, después de conocerse los sondeos a pie de urna y tras decidir que todos los votantes que estuvieran ya en la cola a las 20:00 horas podrían depositar su voto. Sobre estos frágiles porcentajes, la televisión pública SVRT calculaba al cierre de las urnas un gobierno en manos del bloque de izquierda, en el que Andersson lograse implicar a los verdes, el centro y el partido de la izquierda, a pesar de las evidentes dificultades.

La líder centrista Annie Lööf, se ha abierto por primera vez durante esta campaña a formar gobierno con los socialdemócratas, pero solamente si no está incluido también el Partido de la Izquierda, al que afea su rechazo a la OTAN y sus vínculos con movimientos kurdos relacionados con el terrorismo. La excomunista Nooshi Dadgostar, por su parte, ha mostrado sus reticencias a sentarse a hablar con Lööf. El recuento, sin embargo, fue concediendo ventaja a medida que avanzaba al bloque conservador, en el que también habría grietas muy significativas a la hora de formar gobierno.

Conservadores y democristianos han roto por primera vez en esta campaña electoral el cordón sanitario que excluía a SD de cualquier gobierno durante las últimas dos décadas y se ha mostrado dispuesto a gobernar con Åkesson, lo que abre la puerta a una inédita e hipotética coalición que también reviste importantes escollos. El principal foco de tensión surgiría sin duda entre el ala dura de SD y los liberales, que hace solo un año gobernaban con los socialdemócratas. En la fase final de la campaña, en uno de los últimos actos, el líder liberal rehusó viajar en autobús con el resto de formaciones y organizó un traslado por su cuenta solamente para evitar coincidir en el mismo vehículo con miembros de Demócratas de Suecia.

Independientemente de que sea uno u otro bloque el que se haga con la escasa ventaja una vez terminado el recuento, es probable que el país escandinavo enfrente una larga formación de gobierno, como sucedió después de las elecciones de 2018. Andersson declaró anoche que está dispuesta a trabajar con todos los partidos excepto los Demócratas de Suecia y se mostró «muy decepcionada» por el hecho de que «otros partidos hayan decidido de manera diferente a este respecto». Respecto a lo que más inmediatamente afectará al resto de Europa , una de las grandes diferencias entre los dos bloques es la política energética.

El bloque de izquierda apuesta por las renovables a medio plazo, mientras que la oposición defiende la construcción de nuevos reactores nucleares con generosas subvenciones públicas. Suecia puso fin a la moratoria nuclear en 2010, pero siempre que el número total de reactores no excediese los diez entonces activos ni se construyesen otros nuevos. Desde entonces, las compañías energéticas han cerrado cuatro reactores por falta de rentabilidad y la oposición culpa al gobierno de apostar por una energía «menos estable» como la eólica.


Jimmie Akesson, un controvertido líder​

Sus primeros pasos en la política los dio con el Partido Moderado, de centro derecha, tras sus estudios de Ciencias Políticas en la Universidad de Lund. Pero su trabajo como diseñador de páginas web para la empresa British Medical Journal Aktiv, cofundada por el secretario general de SD, tiró de él hacia la formación radical. Su peinado impecable, gafas y perfecto afeitado blanquean su labor de convertir un movimiento marginal antiextranjeros, ('Keep Sweden Sweidish'), en una alternativa de gobierno. Entró en el Parlamento en 2010 con el 5,7%, tras una campaña omnipresente que le pasó factura. En 2014 admitió su adicción a los juegos de azar en línea y estuvo de baja seis meses para desintoxicarse. En alguna ocasión ha declarado que los musulmanes son «la mayor amenaza extranjera desde la II Guerra Mundial».
Es que Suecia lleva dos décadas cayendo en picado, en cuanto a economía, educación y sanidad. Y le tendrán que echar la culpa a alguien. Cuando es toda de ellos. Cambiaron sus planes de educación por frikeces novedosas que no funcionan, han tenido un frenazo en desarrollo económico del copón (como todos, claro, pero es que ellos tienen a los Noruegos al lado, y no deben soportar que los vecinos paletos a los que miraban por encima del hombro, sean ahora los vecinos ricos). Ya hay emigración de suecos, sobre todo a Dinamarca y Noruega.

Y encima, el Rey es un putero y lo tienen cogido por los huevos por sus tropelias nocturnas. Pero no es culpa de los inmmigrantes. Es culpa de los suecos, que por cierto, a veces desprenden un tufillo a nazi que tira para atrás.
 
Yo es que los veo un pueblo muy muy poco capaz de mirar al pasado con honestidad y valentia. Han tenido momentos lamentables en el siglo XX. La barbaridad que hicieron a los Samis, o como pasaron mucho de los Noruegos durante la WWII. Pero... mutis. No se... Son turbios a veces.
 
Yo es que los veo un pueblo muy muy poco capaz de mirar al pasado con honestidad y valentia. Han tenido momentos lamentables en el siglo XX. La barbaridad que hicieron a los Samis, o como pasaron mucho de los Noruegos durante la WWII. Pero... mutis. No se... Son turbios a veces.
Te doy toda la razón, los Suecos no saben más que decir que todo está mal menos lo que hace Suecia, tienen 0 autocrítica en nada, pero 0 eh?, y el país a ido de mal a peor desde que se abrieron al liberalismo económico, pero bueno, esa es otra historia. Nunca ha funcionado muy bien aquello de que los hospis y los colegios sean privados pero vivan de subvenciones, si no, que le digan a USA.
 
De aquí

Es que no falla eh? Es ir a caballo ganador (los del periódico, no tu)

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Wow. Me estáis dejando de piedra. Nunca he estado en Suecia y no puedo opinar en primera persona, pero tengo una amiga muy cerca que quiere irse el año que viene a vivir a Gotemburgo y lo pinta como un país ideal, donde hay mucho trabajo y seguridad, se cobra bien y la gente es majísima.
 
La mañana de las elecciones, los suecos amanecían ayer con la noticia de una violación múltiple a una joven de 20 años en el centro de Sundsvall, en una zona peatonal habitualmente muy concurrida cualquier sábado por la noche. Es un tipo de acto violento al que los suecos se han tenido que acostumbrar en los últimos años, como los tiroteos entre bandas de narcotraficantes con trasfondo migratorio.

Esta realidad, tan lejana del perfecto estado de bienestar sueco, junto con la amenaza rusa, han pesado sin duda sobre el resultado electoral. El partido de la ultraderecha Demócratas de Suecia (SD) ha logrado el sorpaso sobre el Partido Moderado, de centro derecha, y se ha convertido en la segunda formación política sueca más votada.

La mano dura contra la criminalidad y la prioridad de las políticas de Defensa han beneficiado a su líder, Jimmie Åkesson, que mantiene también una posición relativamente escéptica ante la Unión Europea y que se ha hecho con el 20,5% de los votos. A la espera de que avance el recuento, la socialdemócrata Magdalena Andersson, que en su primera legislatura ha dado el paso histórico de solicitar la adhesión de Suecia a la OTAN y que ha obtenido el 29% de los votos, no podría volver a dirigir el gobierno ni siquiera formando un bloque que reúna a toda la izquierda sueca.

Esa hipotética coalición obtendría 173 escaños, mientras que el bloque conservador y la ultraderecha podrían reunir 176. A pesar de ello, el gran perdedor de la jornada es el Partido Moderado, que con solo el 16% de las papeletas pierde relevancia política y deja de ser el referente del voto conservador.

«Las colas siguen siendo largas en algunos colegios electorales y algunos han necesitado permanecer abiertos más allá de la hora de cierre de las urnas, por lo que puede llevar algo más de tiempo el recuento», explicaba anoche Anna Nyqvist, secretaria permanente de la Autoridad electoral, después de conocerse los sondeos a pie de urna y tras decidir que todos los votantes que estuvieran ya en la cola a las 20:00 horas podrían depositar su voto. Sobre estos frágiles porcentajes, la televisión pública SVRT calculaba al cierre de las urnas un gobierno en manos del bloque de izquierda, en el que Andersson lograse implicar a los verdes, el centro y el partido de la izquierda, a pesar de las evidentes dificultades.

La líder centrista Annie Lööf, se ha abierto por primera vez durante esta campaña a formar gobierno con los socialdemócratas, pero solamente si no está incluido también el Partido de la Izquierda, al que afea su rechazo a la OTAN y sus vínculos con movimientos kurdos relacionados con el terrorismo. La excomunista Nooshi Dadgostar, por su parte, ha mostrado sus reticencias a sentarse a hablar con Lööf. El recuento, sin embargo, fue concediendo ventaja a medida que avanzaba al bloque conservador, en el que también habría grietas muy significativas a la hora de formar gobierno.

Conservadores y democristianos han roto por primera vez en esta campaña electoral el cordón sanitario que excluía a SD de cualquier gobierno durante las últimas dos décadas y se ha mostrado dispuesto a gobernar con Åkesson, lo que abre la puerta a una inédita e hipotética coalición que también reviste importantes escollos. El principal foco de tensión surgiría sin duda entre el ala dura de SD y los liberales, que hace solo un año gobernaban con los socialdemócratas. En la fase final de la campaña, en uno de los últimos actos, el líder liberal rehusó viajar en autobús con el resto de formaciones y organizó un traslado por su cuenta solamente para evitar coincidir en el mismo vehículo con miembros de Demócratas de Suecia.

Independientemente de que sea uno u otro bloque el que se haga con la escasa ventaja una vez terminado el recuento, es probable que el país escandinavo enfrente una larga formación de gobierno, como sucedió después de las elecciones de 2018. Andersson declaró anoche que está dispuesta a trabajar con todos los partidos excepto los Demócratas de Suecia y se mostró «muy decepcionada» por el hecho de que «otros partidos hayan decidido de manera diferente a este respecto». Respecto a lo que más inmediatamente afectará al resto de Europa , una de las grandes diferencias entre los dos bloques es la política energética.

El bloque de izquierda apuesta por las renovables a medio plazo, mientras que la oposición defiende la construcción de nuevos reactores nucleares con generosas subvenciones públicas. Suecia puso fin a la moratoria nuclear en 2010, pero siempre que el número total de reactores no excediese los diez entonces activos ni se construyesen otros nuevos. Desde entonces, las compañías energéticas han cerrado cuatro reactores por falta de rentabilidad y la oposición culpa al gobierno de apostar por una energía «menos estable» como la eólica.


Jimmie Akesson, un controvertido líder​

Sus primeros pasos en la política los dio con el Partido Moderado, de centro derecha, tras sus estudios de Ciencias Políticas en la Universidad de Lund. Pero su trabajo como diseñador de páginas web para la empresa British Medical Journal Aktiv, cofundada por el secretario general de SD, tiró de él hacia la formación radical. Su peinado impecable, gafas y perfecto afeitado blanquean su labor de convertir un movimiento marginal antiextranjeros, ('Keep Sweden Sweidish'), en una alternativa de gobierno. Entró en el Parlamento en 2010 con el 5,7%, tras una campaña omnipresente que le pasó factura. En 2014 admitió su adicción a los juegos de azar en línea y estuvo de baja seis meses para desintoxicarse. En alguna ocasión ha declarado que los musulmanes son «la mayor amenaza extranjera desde la II Guerra Mundial».
La última frase del artículo tiene todo el sentido del mundo, para mí. Quizá es exagerado lo que dice el tío este. Pero que tienen mucho peligro, es un hecho.
 
Wow. Me estáis dejando de piedra. Nunca he estado en Suecia y no puedo opinar en primera persona, pero tengo una amiga muy cerca que quiere irse el año que viene a vivir a Gotemburgo y lo pinta como un país ideal, donde hay mucho trabajo y seguridad, se cobra bien y la gente es majísima.

9 años llevo viviendo yo aquí, y es como todo, si va a venir por una Erasmus o algo así temporal, es un país maravilloso, otra cosa es vivir aquí y aguantar el racismo.

Seguridad está muy por encima de la mayoría de países de la UE, pero como todo, no es perfecta. Yo diría que solo está por encima Noruega, Finlandia, Dinamarca y Suiza.

Lo del trabajo y cobrar es otra historia, depende de en lo que pretenda trabajar, la verdad es que hay mucho paro (comparado en %) incluso para los mismos suecos.
Y los sueldos pues igual, depende, pero vamos que para trabajar en un super te paguen 2000 pavos suena muy bien, pero cuando te das cuenta que tienes igual o peor situación que en España cobrando 900..... Es un país complicado, la mayoría de españoles que vienen se vuelven en menos de 5 años, no aguantan, pero como en todos lados, siempre hay pros y contras.
 
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