Dos niños, de 3 años y 5 meses, asesinados en Moncada, Valencia

A ver si en alguna vez los de Podemos toman nota y dejan de colaborar con la tv de Irán (allí tienen pena de muerte y les mola ahorcar a los homosexuales, por serlo, y matar a pedradas a las mujeres infieles). Supongo que en esto también haremos la vista gorda...
Prima que no se te olvide Venezuela, que el Señor Maduro está matando de hambre a sus habitantes, nunca Podemos dirá nada ello
 
ese artículo está bastante bien.. me ha impactado verla a ella

https://www.lasprovincias.es/suceso...nos-asesinados-godella-20190317131551-nt.html

«María realizó varias declaraciones de forma espontánea en las que insinuó que su marido sabía dónde se encontraban los menores.

Sin embargo, la joven luego manifestó en la habitación 211 del Hospital de Llíria que Dios le había ordenado que matara a sus hijos

«la joven confesó que había enterrado los cadáveres, pero manifestó que ella no propinó los golpes a sus hijos, un bebé de cuatro meses y su hermano de tres años y medio, junto a la piscina de la parcela donde vivía la familia.»

«¿Pudo María despertar a los niños y sacarlos de la casa sin que se diera cuenta su marido? ¿Escuchó Gabriel los gritos de sus hijos? ¿Quién enterró los cadáveres? ¿Por que huyó la madre?»

«Antes de ingresar en la cárcel, el padre manifestó a los investigadores que los niños ya no se encontraban en la casa cuando él se despertó a primera hora de la mañana del jueves. Los menores ya habían muerto y estaban enterrados en la parcela, pero Gabriel no lo sabía, según una de las hipótesis que baraja la Guardia Civil

«El hombre discutió entonces con su mujer porque sospechaba que ella los había matado. Eran las 7.30 horas de la mañana. La joven salió corriendo y él la persiguió. Ambos iban desnudos. Varios vecinos que presenciaron la preocupante escena llamaron al 112 para alertar de lo que parecía una agresión sexual o un caso de violencia de género. Cuando llegaron los primeros policías locales a la parcela de Godella, el padre estaba dentro de la caseta y tenía rasguños en el rostro. Tras contar diferentes versiones sobre lo ocurrido, Gabriel dijo a los policías locales y guardias civiles que no debían preocuparse. «Están todos muertos», espetó.»

y luego asombroso que afirman en el artículo:

«Las dos pequeñas fosas fueron cavadas de noche

[cómo se veía¿?]
 

Adjuntos

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* Un off topic. O no...

La médica que mató a tres personas llevaba dos meses urdiendo el crimen
  • Noelia de Mingo, que acabó con la vida de tres personas en la clínica de la Concepción en la que trabajaba el 3 de abril de 2003, declaró ante el juez que "se sentía espiada"

La mente enferma de Noelia de Mingo Nieto, la médico residente que mató con un cuchillo, el jueves 3 de abril, a tres personas e hirió de gravedad a otras cinco en la clínica de La Concepción de Madrid llevaba "dos meses" planeando sus crímenes, según ha declarado ante el juez. Se "obsesionó" con que todo el mundo la "espiaba", y la tarde antes de su sangrienta odisea por los pasillos del hospital compró un cuchillo de 15 centímetros de hoja, que ocultó en el bolsillo de su bata blanca, y comenzó a recorrer el centro sanitario dando cuchilladas a diestro y siniestro. Sin importarle que las víctimas fuesen colegas, enfermos o familiares de éstos. Noelia llevaba cuatro meses sin tomar su medicación.

Noelia de Mingo, de 31 años y médica residente de reumatología de la clínica de la Concepción, propiedad de la Fundación Jiménez Díaz, se negó a declarar ante la policía. Pero sí lo hizo cinco días después ante una comisión judicial.

Sus crímenes no fueron un arrebato esporádico. En realidad, su confusa mente llevaba "dos meses" planeando una venganza. Sufría una grave "manía persecutoria", según los expertos forenses. Tenía claro cómo vengarse -con un cuchillo largo- pero no contra quién. "Me espiaban, grababan mis conversaciones...", declaró el pasado martes ante la comisión judicial que se desplazó al hospital Gregorio Marañón de Madrid, en cuya unidad psiquiátrica está ahora presa. Noelia no razonó quién o quiénes le hacían eso, la espiaban, ni el porqué.

Los enemigos exteriores que ella misma se forjó estaban sólo en su subconsciente, y distorsionados. "Sabían cosas de mí que sólo podían conocer si me estaban espiando", ha declarado. Para ella, muchos de los acontecimientos relevantes que la televisión emite en directo se difunden ahora, pero pertenecen al pasado. "La tele los manipula", sostiene Noelia, según han explicado a este periódico fuentes de las partes.

— Anoche comiste un yogur, ¿no?

— Sí, ¿y por qué lo sabes? -preguntó Noelia, intrigada, a una colega del hospital.

Este inocente comentario, hecho a Noelia por una colega sanitaria, martilleó su mente y pudo coadyuvar a la tragedia. "Me espían, me espían", se repetía. "¿Cómo sabe que comí un yogur si estaba yo sola? Me espían, me espían...", se autoconvencía.

En el hospital, entre sus compañeros, e incluso en casa, Noe-lia veía hostilidades por doquier. En los últimos meses, estaba encerrada en sí misma, mientras una obcecación irracional se apoderaba de ella. Sus demonios interiores estallaron con vehemencia la víspera del jueves 3 de abril. Ese día, según su propia confesión, acudió a una tienda de la zona de Alvarado, cerca de la plaza de Castilla de Madrid, y compró un enorme cuchillo, tipo jamonero. Pensó que la hora de la venganza había llegado.

Los expertos judiciales tienen interés en ir a esa tienda para preguntar a la dueña cuánto tiempo empleó Noelia en elegir el cuchillo, cómo lo miraba, si preguntó por otro tipo de armas...

— ¿Por qué compró usted un cuchillo y no lo cogió de casa? -le preguntaron los investigadores días después de los crímenes, en la habitación del área de psiquiatría del hospital Gregorio Marañón.

— Pensaba llevar el cuchillo conmigo durante varios días. Si hubiera cogido el de casa se habrían dado cuenta... -contestó segura.

Noelia, con gafas de alta graduación y 160 centímetros de altura, compró el arma y la ocultó en su bolso. Su enfermizo plan lo tenía muy meditado. En el hospital es obligado llevar la bata blanca y pensó que no era cuestión de ir por los pasillos con el bolso y la bata.

"¿Y dónde escondo el cuchillo para que no me lo vean?", se preguntó. Pronto halló la solución: abrió un agujero en la parte inferior del bolsillo, lo suficientemente grande para que cupiese la hoja, pero no el puño. De esa forma, la hoja (de 15 centímetros) caería sobre el muslo por dentro de la bata y nadie la vería.

El día de los hechos, Noelia acudió al hospital con el cuchillo dentro del bolso. Se cambió y se puso la bata e introdujo el cuchillo en el agujero. A continuación, se fue en busca de un motivo para emplearlo. A veces se metía la mano y se tentaba para tocarlo y cerciorarse de que el arma seguía ahí.

En su declaración judicial, Noelia dice acordarse perfectamente de cómo empezaron las agresiones y con quiénes se topó en su fiero recorrido por la clínica de la Concepción.

Su perturbada mente halló rápido el motivo que necesitaba para sacar el cuchillo. La excusa estaba en el control de enfermería, donde varias sanitarias colegas suyas hablaban distendidamente. "Están murmurando, seguro que es sobre mí", se dijo. No le hizo falta nada más: desenfundó el cuchillo y se abalanzó sobre ellas. Éstas, al ver el arma, se defendieron. Mientras forcejeaba de frente con una de ellas, otra colega, que a la postre fue su primera víctima mortal -Leilah el Ouamaari, médica residente de 26 años- la agarró por detrás.

A la de enfrente le asestó una cuchillada, que la dejó malherida y cayó al suelo. La inercia hizo que Noelia se reclinase hacia atrás y que Leilah, que la tenía agarrada por la espalda, también se precipitase al suelo.

Noelia portaba el largo puñal en su mano diestra. Al reclinarse, lanzó una primera cuchillada por detrás de su costado derecho. La hoja entró por el hemitórax (zona del pecho derecho) de Leilah, tan profundo que alcanzó el corazón. De las cinco cuchilladas que recibió Leilah, ésa, la que atravesó su pecho entrando por la derecha y atravesando casi de lado a lado la caja torácica, fue la que le segó la vida, según han dictaminado los forenses. Al igual que Noelia, Leilah era médica del hospital.

Con sus dos primeras víctimas en el suelo (Leilah debatiéndose entre la vida y la muerte y la otra sanitaria gravemente herida), Noelia comenzó una ruta por los pasillos del hospital que aún depararía más muertes.

Jacinta Gómez de la Llave, una paciente de 72 años, que estaba en un pasillo hablando por teléfono con su hijo, Francisco Javier Huertas, fue la segunda víctima mortal. Noelia la acuchilló y siguió su ruta a ninguna parte. Al borde de la muerte dejó también a Félix Vallés, que había ido al hospital a visitar a su esposa enferma. Vallés murió días después. También dejó malheridas a dos enfermeras y a una ayudante sanitaria a las que el azar cruzó en el homicida camino de Noelia.

— ¿Por qué acuchilló usted a los enfermos?

— Me estorbaron, eran obstáculos en mi camino, ha confesado, con frialdad, Noelia.

Al llegar al final de un pasillo, Noelia se volvió sobre sus pasos y entonces se topó con tres celadores que le bloqueban la salida, como esperándola, tratando de poner fin a su sangrienta odisea. Uno de ellos portaba en sus manos un barra metálica de las que se utilizan para sujetar en alto las bolsas de suero.

"¡O tiras al suelo el cuchillo o te abro la cabeza!", le gritó un celador a Noelia de Mingo. Eran las 14.30 del jueves 3 de abril y el horror se estaba cebando con la clínica de la Concepción de Madrid.

En ese momento, había herido de muerte a dos personas -a su colega Leilah y su paciente Jacinta Gómez- y causado gravísimas heridas a otras seis. Estaba enloquecida, y había asestado cuchilladas a diestro y siniestro, y sin discriminar a las víctimas: médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, pacientes y familiares de éstos.

Noelia miró la barra de hierro que el celador esgrimía con rabia entre sus manos y dejó caer su afilado cuchillo, empapado de sangre hasta el puño. No estaba solo. A este celador se le habían unido otros compañeros siguiendo el rastro de muerte que Noelia había ido sembrado por los pasillos de la tercera planta de la clínica de la Concepción, conocida también como La Concha.

Por fin, tras interminables minutos de pánico colectivo, el mortífero brote esquizofrénico de Noelia se recompuso y cedió al sentido común. Noelia se vio acorralada y se entregó.

Los celadores se abalanzaron sobre ella, cogieron del suelo el cuchillo y condujeron a Noelia a la unidad de psiquiatría del hospital, mientras llegaba la policía. Ni entonces ni después ha mostrado Noelia visibles gestos de arrepentimiento, según fuentes de la investigación, que desarrolla el Juzgado de Instrucción 33 de Madrid.

Cuando dejó caer al suelo el cuchillo, Noelia tenía "los ojos desorbitados", y las gafas rotas, según los testigos. Cuando cinco días después la comisión judicial la visitó en la unidad de psiquiatría del Gregorio Marañón, Noelia se quejaba con insistencia de que le habían roto las gafas y de que no veía bien.

La lucidez con que declaró y el lujo de detalles que aportó sobre su macabro periplo avivan dudas entre los investigadores sobre el grado de esquizofrenia de esta médica, en cuyo currículo profesional figuraban antes muchas curas y ahora tres asesinatos y otros cinco intentados. Y mucho dolor ajeno. Por ejemplo, el del novio de Leilah, o el del hijo de una de las pacientes acuchilladas justo cuando estaba hablando con su hijo por teléfono y comenzó a gritar.

Noelia admitió ante la comisión judicial que sabía a quién agredía, pero que su intención no era matar a nadie, sino defenderse de sus espías. "A nadie he dado en el corazón, ¿no?", preguntó a uno de los investigadores. "Sí, sí que ha dado usted en el corazón", le dijeron.

Ahora, serán los informes periciales los que primen en el dictamen judicial sobre el impacto real de la esquizofrenia en la arrebatada vida de esta médica residente.



CUATRO MESES SIN TOMAR LA MEDICACIÓN

Noelia de Mingo, que tiene dos hermanos y mantenía frecuentes desavenencias con sus padres fruto de su enfermedad, había sido diagnosticada de esquizofrenia.

Un psiquiatra le prescribió unas pastillas para combatir los cuadros de "manía persecutoria" que esporádicamente brotaban en su mente. Le diagnosticó las grageas para su mal, pero sin haberla tratado nunca personalmente, según afirman fuentes de la investigación.

Cuando en el hospital se desató su ira, Noelia llevaba casi cuatro meses sin tomar la medicación que le había prescrito el facultativo. Se había convertido en una bomba andante.

Durante esos meses, sin el freno de la medicación antiesquizofrénica, alimentó los demonios que llevaba dentro y que desencadenaron la tragedia del nefasto 3 de abril en la madrileña Fundación Jiménez Díaz.

Noelia era una chica que vivía en su propio mundo. No tenía novio ni amigos, y su vida social era un desastre: siempre comía sola, y cuentan algunos de sus colegas del hospital que alguna vez la vieron escribir en un ordenador apagado del hospital. "Pero es muy inteligente; en periodos de normalidad, la esquizofrenia no excluye la inteligencia", aclara un forense judicial.

Noelia se halla ahora en la unidad de psiquiatría del Gregorio Marañón, con una orden de prisión sin fianza. Solo la puede visitar su familia. Esta unidad pertenece funcionalmente a la prisión de Soto del Real. Pero es previsible que dentro de una o dos semanas sea trasladada al hospital psiquiátrico penitenciario de Fontcalent, en la provincia de Alicante. Entre otros, se le imputan tres delitos de asesinato —los de Leilah el Oumaari, de 26 años; el de Jacinta Gómez de la Llave, de 72, y el de Félix Vallés, de 72—, así como otros cinco intentados.

En el caso de enfermos mentales que cometen delitos graves, lo habitual es que estos vayan a juicio y que el tribunal les imponga la pena que merezcan en función de su gravedad. No obstante, en la misma sentencia, los jueces indican que la persona en cuestión es inimputable (es decir, que no es consciente de sus actos) y que le impongan una medida tendente a su curación, bien en un centro psiquiátrico cerrado (por ejemplo, el de Fontcalent) o abierto.

https://elpais.com/diario/2003/04/14/madrid/1050319462_850215.html
La médica que mató a tres personas en la Jiménez Díaz padece esquizofrenia paranoide

[...]
El estudio pericial concluye que la doctora Noelia de Mingo "presentaba un complejo sistema de delirios que describían una conspiración elaborada contra ella (...), llegando a generarse estructura de delirio cada vez más firme".

El informe añade que la estructura delirante de la médica "se alimentaba de alucinaciones auditivas, así como visuales" y explica, además, que desde la perspectiva forense el subtipo de esquizofrenia paranoide "es la que con más frecuencia desencadena actos agresivos y violentos por la riqueza y expresividad de sus síntomas", que persisten durante al menos seis meses.

"La característica principal", continúa el estudio pericial encargado por las familias de los fallecidos, "es la presencia de ideas delirantes y alucinaciones, unida además a la conservación de la inteligencia y no presencia de deterioro, por lo cual no se pierde la lógica para otros temas y, en ocasiones, la disfunción social / laboral no resulta muy acusada y apreciable para los demás", concluye.

El trastorno descrito, según las psicólogas, "está directamente relacionado con la conducta punible" y, según añaden, "aboca a la peritada a la comisión delictiva".

Conspiración elaborada

El informe también revela que De Mingo presentaba un complejo sistema de delirios "que describían una conspiración bien elaborada contra ella" y que se fueron haciendo más firmes con el paso del tiempo, "llegando a encapsularse hasta resultar irreductible".

Matizan los peritos que los hechos cometidos el pasado 3 de abril "corresponden a una motivación y una dinámica primariamente psicóticas" y "están en relación directa, y surgen en respuesta a las alucinaciones e interpretaciones delirantes descritas". "Además, como es característico de la esquizofrenia, se producen con gran carga de violencia, unido a una llamativa frialdad afectiva antes, durante y después de su producción", señalan.
https://elpais.com/diario/2003/06/11/madrid/1055330662_850215.html

La médica De Mingo creía que las ocho personas que acuchilló eran actores
  • "Era como un teatro. Ir a trabajar era como ir a actuar, como parte de un circo", dijo
Noelia de Mingo -la médica residente que el pasado 3 de abril acuchilló a ocho personas en los pasillos de la Fundación Jiménez Díaz, matando a tres de ellas- creía que tanto sus colegas como los pacientes "eran actores" que integraban un complot para asesinarla a ella y a su familia. En realidad, Noelia, que hoy tiene 30 años, sufre una gravísima e irreversible enfermedad mental: una esquizofrenia paranoide. Así lo han certificado las dos psicólogas a las que el juez ha encomendado que analicen su conducta. Tras su detención, ya internada en un hospital psiquiátrico, su madre fue a visitarla y le preguntó: "Hija, ¿pero qué has hecho?". "Si tú supieras, mamá... venían a por nosotros".

El pasado 3 de abril, Noelia sembró el pánico en el hospital de la Fundación Jiménez Díaz. Con un cuchillo de 15 centímetros de hoja, Noelia mató a su compañera Leilah el Oumaari y a los pacientes Félix Vallés y Jacinta Gómez. Además, hirió gravemente a otras cinco personas.

Hospitalizada en la actualidad en un psiquiátrico a la espera del juicio, Noelia ha confesado que oía voces y que tanto sus compañeros como los pacientes eran actores que tramaban matarla: "Era como un teatro que se montaba a mi alrededor, ir a trabajar era como ir a actuar, como formar parte de un circo", ha declarado a las psicólogas judiciales, María Paz Ruiz Tejedor y Concepción de la Peña. Noelia se incorporó al hospital en junio de 2000, con 28 años.

"Al principio mi relación con los demás fue satisfactoria", ha contado. Aunque las guardias le causaban "mucho estrés". Por eso pidió la baja en ese servicio y sus jefes se la concedieron. Es en la Semana Santa de 2001 cuando su esquizofrenia brota con fuerza. Según ella, escuchó a unos compañeros referirse a ella en los siguientes términos: "Hay una residente que es un poco vaga, esquizofrénica y tonta". "Pero aquello no me lo tomé como algo personal", ha explicado De Mingo a los peritos.

Después de Semana Santa, su enfermedad se agudiza: en su mente se forma la convicción de que dos médicos adjuntos del hospital habían hablado de su ropa interior y que éstos tenían instaladas cámaras en su casa y en el hospital para grabarla.

Esas personas, según Noelia, "estaban de pie y hablaban de mí a mis espaldas". En sus delirios, Noelia llegó a pedir a uno de los médicos ir a comer para demandarle una explicación. "Me dijo que eran cosas mías y que no había dicho nada... Pero en ningún momento me dio una explicación alternativa", razonó ella. Interpuso una denuncia contra ambos médicos por violación de su intimidad, pero luego la retiró al entender "que no tenía pruebas".

El brote fue a más. En una sesión clínica, y mientras sus compañeros exponían casos clínicos, Noelia comenzó a oír más voces. Éstas llegaban a su mente a través de la "megafonía, pero bajito; hablaban conmigo y me decían que yo era una retrasada mental y una bisexual". Noelia ha comentado que ella es heterosexual.

"Salí de la sesión pensando que podía tratarse de cosas mías, de mi cabeza, pero me convencí de que no era así, puesto que me decían cosas de mi infancia". Noelia pensó que quienes la grababan usaban una tecnología muy avanzada, "por satélite". Después de aquello, no conseguía centrarse y pidió la baja laboral. Su familia reclamó consejo a un médico, quien, sin examinarla, indicó que podía padecer una esquizofrenia y le prescribió una medicación antipsicótica. Tomó la medicación hasta enero de 2002. Pero las voces que oyó en aquella sesión médica no se iban de su mente.

"Iban a por los cinco miembros de mi familia y nos iban a quemar en la plaza (...) veía a hombres supermanes que me iban a tirar por una ventana". Ella creía que sus colegas también oían las mismas voces. "Ellos las oían, porque decían: 'Hola, vuélvete', y ellos se volvían".

Noelia, según los peritos, sufría en realidad alucinaciones auditivas y sensoriales. Para Noelia, las noticias que en casa veía por televisión y en los periódicos aludían a situaciones que ya habían sucedido tiempo atrás: "Cientos de personas leían el mismo periódico que yo", contó a los peritos.

"Las voces decían cosas de mí, cosas que hacía de pequeña, como chuparme el dedo y hacerme una cruz en la pierna cuando ésta se me dormía. Además, me insultaban diciendo que era tonta, subnormal, enferma mental, una salida...".

"Así estuve mucho tiempo, hasta que no aguanté más y un día pensé en comprar un cuchillo de cocina, de 12 o 20 centímetros de hoja, para amenazarles". Y lo hizo. Al día siguiente, 3 de abril, fecha de los crímenes, acudió con él al hospital.

"Dejé el cuchillo en el bolsillo de la bata, hice un agujero por abajo del bolsillo y en un momento lo saqué y lo utilicé". En ese momento, Leilah el Oumaari, una de las fallecidas, hablaba con otra compañera al lado de un control de enfermería. Ella pensó que hablaban y se reían de ella. Primero se dirigió a Leilah, a la que acuchilló brutalmente. Luego, cuchillo ensangrentado en mano, emprendió un mortal periplo por los pasillos del hospital dando cuchilladas a diestro y siniestro. Lo mismo daba que fuesen enfermos que colegas.

"Yo oía gritos que decían, ¿qué es esto? Yo no decía nada, no pensaba en nada, estaba furiosa por todo lo que había estado pensando". Un celador, con una barra de hierro en la mano, la acorraló y le dijo: "O sueltas el cuchillo o te abro la cabeza". Y lo soltó.






 
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y si no hubieran sido los padres? y si en realidad fuera verdad que les perseguía una secta ped*filia de altos cargos y les drogsron? tipejos parecidos a los de alcasser o bar España? creo que este matrimonio sabía mucho, se metió en temas que es mejor no saber porque aunque no lo parezca o al resto de los mortales nos parezca imposible o de cuarto Milenio existen quizás al saber tanto enloquecer o provocaron que lo hicieran
 
Buenooo, ya tenemos las conspiraciones para seguir con el negocio del bar España y Alcasser.
Deberíais saber que todos los que defienden éste tipo de teorías se hicieron ricos saliendo en programas, vendiendo exclusivas y escribiendo libros. Siempre diciendo que tenían videos y pruebas que nunca presentaron.

El hecho de que haya ocurrido en Valencia, es pura casualidad. Son un matrimonio de drogadictos pirados que han matado a sus hijos. Ya la madre de ella lo venía avisando, que su hija esquizofrénica no estaba capacitada para cuidar a sus hijos.

El tema de que son altos cargos del país que son pedófilos aburre ya muchísimo.

Se les podía ocurrir otra historieta más original, no creeis?

Ya me veo a los del blog de las sombras y a ciertos periódicos sensacionalistas, frotándose las manos.
 
Sus padres, María y Gabriel, llevaban 6 años de relación y eran muy conocidos en el pueblo valenciano.

La autopsia revela que los niños murieron por fracturas craneales tras recibir fuertes golpes. Los investigadores creen que la madre pudo haber sufrido un brote psicótico en el momento del crimen que habría sido avivado por el consumo de drogas. "Habían pillado opio y estaban hasta las cejas de 'enfarlopados'. Además tenían plantaciones en su casa", señala un vecino* que asegura conocer a la pareja.

https://www.antena3.com/programas/e...a-video_201903185c8f7ae60cf2268ba2a5b5ad.html
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nu sé..
pensaba que estábamos hablando de otro tipo de droga.
Por fumar cuatro porros y meter cuatro rayas no se te da por matar a tus hijos, esa maldad se lleva dentro
 
Malas noticias: es inherente a nuestra Constitución y al Tratado de la UE firmado por todos los paises miembros el rechazo por la pena de muerte. Los Europeos comprendimos hace tiempo ( primera y Segunda Guerra Mundial) que comportarnos como bestias no nos lleva a ningún lado.
Hasta que los ciudadanos despertaron de la manipulación y se dieron cuenta de que la justicia no protege a los buenos ciudadanos si no a los asesinos y criminales,y empezaron a surgir voces en contra.Todavía no tenemos el final del cuento.
 
Buenooo, ya tenemos las conspiraciones para seguir con el negocio del bar España y Alcasser.
Deberíais saber que todos los que defienden éste tipo de teorías se hicieron ricos saliendo en programas, vendiendo exclusivas y escribiendo libros. Siempre diciendo que tenían videos y pruebas que nunca presentaron.

El hecho de que haya ocurrido en Valencia, es pura casualidad. Son un matrimonio de drogadictos pirados que han matado a sus hijos. Ya la madre de ella lo venía avisando, que su hija esquizofrénica no estaba capacitada para cuidar a sus hijos.

El tema de que son altos cargos del país que son pedófilos aburre ya muchísimo.

Se les podía ocurrir otra historieta más original, no creeis?

Ya me veo a los del blog de las sombras y a ciertos periódicos sensacionalistas, frotándose las manos.
O masones o iluminatis como en el caso de Julen.
Al del blog de las sombras no sé cómo no se le cae la cara de vergüenza de meter tanta mierda sin ton ni son,cuando muchas de las teorías que presenta son perfectamente rebatibles con las pruebas e indicios que hay en el secreto de sumario de cada caso.
 
El escalofriante dibujo con el que la madre de Godella explica el crimen

dibuix.png


María Gombau, la madre que presuntamente mató a sus hijos en Godella (Valencia), pintó un inquietante dibujo y escribió una carta durante sus primeras horas en prisión. Los inquietantes documentos están siendo analizados por los psiquiatras de la prisión de Picassent donde la acusada está internada.

Ambos documentos, a los que ha tenido acceso Antena 3, hacen referencia al asesinato de sus hijos. Gombau titula la carta como Palabras del sol y la luna y en ella la presunta asesina escribe frases como "Unos nos manchamos para que otros sufran, con sufrir encuentran la gracia de Dios, y así, limpian a los primeros" o "No existe bien, no existe mal y el centro dura un instante. Es el círculo completo, lo único, un camino en ciclos (el TODO, en todos)". También explica "cómo llegar al paraíso".

El dibujo muestra un árbol con fuego
La misiva también recoge otras citas como "Los primeros en entrar son aquellos que cometieron el pecado, y se arrepintieron, de los últimos pasarán a los primeros".

El dibujo, por su parte, muestra un árbol rodeado de una llama de fuego con los nombres de los niños y el de ella y su pareja, Gabriel Salvador, que también está en prisión por el crimen de sus hijos.

Gombau fue trasladada el martes a una celda individual acristalada después de su sufrir una crisis nerviosa. La mujer dijo que las funcionarias de prisión eran parte "de la secta" y que "la querían envenenar". La mujer se puso agresiva con las trabajadoras de la prisión y tras ser reducida fue trasladada a una celda especial desde donde está sometida a un seguimiento más estricto.
 
Buenooo, ya tenemos las conspiraciones para seguir con el negocio del bar España y Alcasser.
Deberíais saber que todos los que defienden éste tipo de teorías se hicieron ricos saliendo en programas, vendiendo exclusivas y escribiendo libros. Siempre diciendo que tenían videos y pruebas que nunca presentaron.

El hecho de que haya ocurrido en Valencia, es pura casualidad. Son un matrimonio de drogadictos pirados que han matado a sus hijos. Ya la madre de ella lo venía avisando, que su hija esquizofrénica no estaba capacitada para cuidar a sus hijos.

El tema de que son altos cargos del país que son pedófilos aburre ya muchísimo.

Se les podía ocurrir otra historieta más original, no creeis?

Ya me veo a los del blog de las sombras y a ciertos periódicos sensacionalistas, frotándose las manos.
Yo siempre he pensado que algunos de esos puede tener algún problema mental...ver conspiraciones en todos lados, contra toda lógica y pruebas...
 
El escalofriante dibujo con el que la madre de Godella explica el crimen

dibuix.png


María Gombau, la madre que presuntamente mató a sus hijos en Godella (Valencia), pintó un inquietante dibujo y escribió una carta durante sus primeras horas en prisión. Los inquietantes documentos están siendo analizados por los psiquiatras de la prisión de Picassent donde la acusada está internada.

Ambos documentos, a los que ha tenido acceso Antena 3, hacen referencia al asesinato de sus hijos. Gombau titula la carta como Palabras del sol y la luna y en ella la presunta asesina escribe frases como "Unos nos manchamos para que otros sufran, con sufrir encuentran la gracia de Dios, y así, limpian a los primeros" o "No existe bien, no existe mal y el centro dura un instante. Es el círculo completo, lo único, un camino en ciclos (el TODO, en todos)". También explica "cómo llegar al paraíso".

El dibujo muestra un árbol con fuego
La misiva también recoge otras citas como "Los primeros en entrar son aquellos que cometieron el pecado, y se arrepintieron, de los últimos pasarán a los primeros".

El dibujo, por su parte, muestra un árbol rodeado de una llama de fuego con los nombres de los niños y el de ella y su pareja, Gabriel Salvador, que también está en prisión por el crimen de sus hijos.

Gombau fue trasladada el martes a una celda individual acristalada después de su sufrir una crisis nerviosa. La mujer dijo que las funcionarias de prisión eran parte "de la secta" y que "la querían envenenar". La mujer se puso agresiva con las trabajadoras de la prisión y tras ser reducida fue trasladada a una celda especial desde donde está sometida a un seguimiento más estricto.
La prensa y su sangrante falta de rigor. Tremendo.
 
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