DESARROLLO-PRODUCTIVIDAD-SOSTENIBILIDAD

BLANCAS, NEGRAS, DULCES, CON PEPITAS, SIN ELLAS...
Estas son las mejores uvas para despedir el último día del año

Una cena a la altura de la última noche del año debe contar con las mejores uvas para despedir este 2018. Desgranamos algunas de las variedades más peculiares


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Vie, 28 Dic 2018


De entre las múltiples tradiciones asociadas a las fiestas navideñas, hay una que nadie es capaz de saltarse: tomar 12 uvas en Nochevieja. Curiosamente, en un primer momento esta costumbre nació como una acción de protesta, como una burla de los chulapos madrileños a una alta burguesía que, en sus palacios y reuniones privadas, solía imitar a la corte francesa tomando uvas y champán.

José Abascal, alcalde de Madrid, publicó en 1882 un bando en el que prohibía los ruidosos festejos callejeros con los que el pueblo celebraba la noche de Reyes. Esta prohibición provocó que, la noche de fin de año, un grupo de madrileños decidiera hacer ostensible su enfado ridiculizando aquella costumbre burguesa y acudiera a la Puerta del Sol a tomarse las uvas al son de las campanadas. La acción tuvo más éxito del esperado y, dos años después, la prensa ya se hacía eco de esta 'costumbre'.


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¿Vale cualquier uva?

Está claro que la buena suerte que invocamos mientras nos tomamos las uvas no depende de la variedad que elijamos. Pero, puesto que se trata de una noche tan especial, qué menos que dedicar un poco de nuestro tiempo a elegir unas buenas uvas. Es el broche de oro a un año que termina y, sin duda, merece la pena apostar por la calidad. Blancas, negras, con y sin semillas, con denominación de origen, de variedades exclusivas… Si estás algo perdido, lo mejor es que preguntes a los expertos, los del Supermercado de El Corte Inglés. La calidad, frescura y excelencia son tres de las principales características de sus productos. Aquí te damos información de algunas de las mejores uvas del mercado:

- Uva de mesa embolsada de Vinalopó: es la única uva de mesa que cuenta conDenominación de Origen. Cultivada en la comarca del Vinalopó Mitjá (Alicante), tiene una característica que le hace sobresalir entre todas las demás, la técnica del embolsado: de forma manual, al comenzar la maduración de la uva (en el mes de julio), se seleccionan los mejores racimos y se envuelve cada de uno de ellos con una bolsa de papel especial. Esto sirve para proteger las uvas tanto de las inclemencias meteorológicas como de los posibles ataques de los insectos. El resultado es una uva de color uniforme, de piel fina y limpia, que no ha recibido tratamiento fitosanitario. Tiene dos variedades:

Uva Aledo: de grano grueso, es de maduración tardía, por eso permanece en la cepa hasta Navidad sin necesidad de pasar por cámaras frigoríficas

Uva Ideal o Moscatel Italia: muy jugosa, crujiente y de gran sabor a moscatel, con granos gruesos y redondos
- Moscatel Romano (también llamada Moscatel Alejandría o Moscatel de Grano Gordo). Una variedad antigua de uva dulce, extendida por todo el mundo por su gran aptitud como uva de mesa. Es grande, de forma elíptica y con un tono verde amarillo.

¿Quieres algo exclusivo y diferente? Apunta estas variedades:

- Autumm Royal: negra sin semillas, alcanza un alto contenido en azúcares, lo que le confiere un sabor excepcional.

- Sweet Celebración: roja brillante y con sabor dulce y afrutado.

- Sweet Sapphire: es una uva negra alargada y delgada sin semilla y se caracteriza por su sabor a regaliz.

- Cotton Candy: blanca o morada, sin semilla, con un especial sabor caramelizado a algodón de azúcar.



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Estas últimas cuatro variedades exclusivas puedes encontrarlas en el Supermercado de El Corte Inglés. Además, solo aquí puedes disfrutar durante todo el año de tarrinas de uvas blancas, negras o mixtas sin semillas, así como blancas o negras con semillas y de las zonas de producción más prestigiosas. Cuentan también con una marca exclusiva, La Vendimia. Otra de las ventajas de comprar en su frutería es que encontrarás las mejores variedades de las huertas del país, recolectadas y traídas hasta sus centros en solo unas pocas horas.

Aunque antes de escoger una variedad, ¿las prefieres con pepitas o sin ellas? El gusto de cada uno es el que manda; a muchas personas las uvas sin pepitas les parecen más cómodas de tomar. Hace un par de décadas se inició en California la producción intensiva de uvas sin pepitas, una variedad que ya existía, pero a la que no se había prestado especial atención. La idea cuajó en España y, de hecho, ahora somos los principales productores europeos.

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De la almendra al gin-tonic: elige los turrones con más clase

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Lo comemos una vez al año, es tradición, recuerdo, pero también innovación y nuevos sabores. Hay tantas variedades que a veces nos cuesta distinguir el mejor.


Verónica Gayá. Sab, 29 Dic 2018



Duro como para romperte un diente, tan blando que se corta con las manos, el goloso de chocolate, el dulce de yema o de atrevidos sabores como el gin-tonic o el sake, esta centenaria receta de recuerdo navideño no para de renovarse, ofreciendo en el mismo plato bocados para gustos tradicionales e innovadores.

El origen de este dulce bien podría encontrarse en cualquier lugar de la costa mediterránea o de Al-Ándalus, en cualquier tierra de almendras y mieles. Muchas son las historias que nos remontan a sus inicios, algunas hablan de una receta ganadora de un concurso promovido por los árabes que buscaba la mejor conservación de estos ingredientes para alimentar a los soldados en sus largos viajes, otros de un artesano catalán de apellido Turró, incluso las leyendas hablan de un rey enamorado que plantaba almendros a su triste esposa escandinava para asemejar sus prados florecidos en primavera a las montañas nevadas.


Fuera como fuese, lo que es seguro es que el turrón lleva siglos endulzando paladares y que el Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas de Turrón de Jijona y Alicante, ya confirma su existencia en estas tierras levantinas en el siglo XVI. Su secretario general, Federico Moncunill, sabe además por qué siempre lo comemos en Navidad: “La zona de Alicante es de secano, así que desde hace más de 400 años se recoge en septiembre la almendra de los campos”, explica el experto, “Como el agricultor de entonces se quedaba corto de ingresos, empezó a fabricar un dulce, seguramente de receta árabe, durante el mes de octubre, y ya con la llegada del frío del otoño, en noviembre, lo cargaba en las caballerías y se recorría España, sur y norte, vendiéndolo. Por eso llegaba en Navidad”, concluye.


“No nos interesa desestacionalizarnos, así tenemos un doble factor de compra, el turrón y que sea Navidad”


Porque si hay dos turrones de referencia en nuestras vidas son el de Jijona (el de almendras blando) y el de Alicante (el duro y blanco recubierto de obleas), que cuentan con su propia denominación de origen. 22 millones de barras son engullidas cada año en España con denominación, más de 40 millones de este tipo de turrón y, cada vez más, fuera de nuestras fronteras. Los países europeos colindantes, como Francia o Portugal, el sur de Estados Unidos, sobre todo por la gran presencia de hispanos, y Puerto Rico son solo algunos de los países dondenuestro dulce de almendras cada día conquista más bandejas.

El turrón viaja lejos, pero una vez pasado el 6 enero... en España nos cuesta, y mucho, comer turrón. “No nos interesa desestacionalizarnos -comenta Moncunill-, así tenemos un doble factor de compra, el propio turrón, que gusta, y que sea Navidad”. Cerca del 80 por ciento del turrón se sigue vendiendo en Navidad y fuera de esas fechas pocos son los que lo compran, a no ser que sean turistas. Es un mercado consolidado y maduro, pero eso no quita que quiera seguir creciendo, eso sí, cerca de la tradición. “Hemos avanzado mucho en el tema de cocina, de gourmet -cuenta desde el Consejo Regulador-, utilizando el turrón como ingrediente principal de otros dulces, como el helado de turrón de Jijona, o el barquillo o la galleta con turrón de Jijona, que están en cualquier momento del año en los lineales del súper”. La tendencia de la industria es satisfacer a un público al que le gustan las porciones individuales y los sabores menos dulces que le permitan cuidarse en esta época de excesos. Los turrones de sabores muy diferentes, los más rompedores, son llamadas de atención a las que responde el público bien, pero son sabores que no permanecen en el tiempo.

Para comprar un buen turrón
Si hablamos de nutrición: un bocado en el que más de la mitad de su peso es de almendra no tiene por qué ser un pecado navideño, sino más bien una pequeña licencia. Los ingredientes del turrón de Alicante son: almendra, miel pura de abeja, azúcares, clara de huevo y oblea, si nos mantenemos en ellos, vigilando la moderación, dado el alto porcentaje de azúcar, podemos sucumbir a la tradición y culminar las buenas comidas o los cafés de media tarde con este dulce extra. Eso sí, cuanta más almendra, mucho mejor.

La primera garantía para comprar un buen turrón es asegurarse de que cuenta con la denominación de origen de Jijona o Alicante. El Consejo Regulador del Turrón de Jijona distingue dos calidades: Extra, con un mínimo de 42 por ciento de almendra, y Suprema, con un mínimo de 60. Ambas calidades requieren a su vez un mínimo del 10% de miel pura de abeja.



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Foto: iStock


Comprando turrón de Jijona o de Alicante nos aseguramos de que los ingredientes son locales y la elaboración se corresponde con la receta ancestral. Cuando en el empaquetado leemos tan solo turrón duro o turrón blando, a nivel nutricional puede ser muy similar, sobre todo si también va etiquetado con el sello de Calidad Suprema, ya que algunos fabricantes siguen al pie de la letra la receta levantina, pero con productos de otros lugares. O puede ser que hayan añadido y eliminado ingredientes de la receta, lo que, por lo general, empeora su calidad nutricional y su sabor. Estos turrones fuera de la denominación de origen atienden a dos categorías inferiores más: la estándar (que requiere un mínimo del 40% de almendra) y la popular (un 30%). Muchas marcas blancas y otras más económicas tienden envasar estas opciones.

La buena noticia, para los más aversivos a los aditivos, es que el turrón se conserva bien de manera natural (unos 18 meses), así que en muy raras ocasiones podemos encontrar las famosas E- entre sus ingredientes, a no ser que nos salgamos de la más estricta tradición y vaganbundeemos por las tabletas de sabores chocolateados, frutales, por los arroces hinchados.... Para servir en la bandeja de turrones de Nochebuena otros sabores, como el chocolate, la trufa, la yema u otras sofisticadas delicias..., el proceso de elegir la mejor calidad se complica.



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Foto: iStock.


'Sin azúcares añadidos'. ¡Alerta, alerta! No eches al carro tan rápido este suculento aviso que calma tu remordimiento calórico y te martiriza por los dulces excesos navideños. Has de saber que solo lo vas a conseguir reducir calorías una media del 11 por ciento. Menos azúcares sí, pero en la mayoría de los casos a costa de edulcorantes y de un 4,5 por ciento de media más de grasa.

Turrón de chocolate. El ingrediente rey también arrasa en las fuentes de postres navideños. Los niños que crecieron con Suchard ya se han hecho grandes y no entienden las fiestas sin ese bocado grasiento de manteca de chocolate y arroz hinchado. Pero para elegir un buen turrón de chocolate es mejor fijarse en su ingrediente principal, que preferiblemente sea de eso, de chocolate, y no de azúcar.

Algunos locales de referencia artesanal
Para sorprender estas fiestas nada mejor que no dejar de lado los tradicionales sabores de la almendra, sin perder de vista las innovaciones cum laude de grandes firmas turroneras y reconocidos maestros reposteros.

  • Torrons Vicens es una de las grandes referencias de este dulce navideño, se trata de una empresa familiar que lleva elaborando turrones desde 1775. El turrón de Agramunt (localidad en la que están afincados, en Lérida) es muy parecido al de Alicante, almendra bañada en una crema blanca, dura y azucarada, aunque este se presenta en tortas redondas (también con obleas) y, al igual que otros muchos de sus turrones artesanos, tiene una mayor presencia del fruto seco. La misma casa es también referencia en innovación, y tiene una línea de Turrones Excellence, la más alocada, en la que han trabajado con Albert Adrià atreviéndose a mezclar en un mismo turrón los sabores clásicos con otros muy sorprendentes como la crema catalana, la piña colada, el queso o el curry con fresa.
  • La pastelería Ascaso es una de las referencias firmes en innovación turronera. Además de ser conocida por sus inmejorables pasteles rusos, la firma sorprende cada año con un sinfín de propuestas turroneras en las que la sutil mezcla de sabores y texturas no tiene límites. Hay turrones trufados de café irlandés, de pimienta rosa, de camellia o su ya famoso turrón Damasco, una mezcla de chocolates, albaricoques, especias y semillas de sarraceno. Cuenta con tres locales, en Huesca, Madrid y Zaragoza.


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Foto: iStock.


  • Las colas de la turronería Ivañez en Bilbao hablan por sí solas. Este local regentado por alicantinos sirve kilos y kilos del turrón de su tierra, además de polvorones con extra de almendra.
  • En cualquier rincón de esta misma ciudad se puede disfrutar de una receta de más de 300 años de historia, el turrón de Bilbao, un dulce navideño contundente de tres capas de praliné (blanco, tostado y negro) de 1 cm cada una, cubierto de chocolate.
  • Para deleitarte con lo más clásico y auténtico, lo mejor es darse un paseo porJijona y visitar Turrones Ramos, una casa fundada en 1890 donde almendra y Navidad colapsan los sentidos. La empresa tiene también tienda en el centro de Valencia.
  • En Madrid tres céntricos locales definen la mejor ruta del turrón para los amantes de lo clásico: El Riojano, Casa Mira y Lhardy son paradas obligatorias para los autóctonos y visitantes de la capital durante las fiestas navideñas.



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Los siete mejores roscones de Reyes que puedes disfrutar en Madrid

El Roscón de Reyes es uno de los bollos más consumidos del año a pesar de su estacionalidad. Destacamos siete establecimientos artesanales únicos.



DANIEL CAMIROAGA
Lunes, 31 Diciembre 2018



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El roscón de El Horno de Babbete se fermenta durante 24h, uno de los más suculentos de los que puedes encontrar en Madrid.




El Roscón de Reyes es uno de los bollos con un periodo de vida más corto y estacional, pero tan abrumador, que no existe otro postre, bollo o dulce que se consuma de forma tan masiva en tan sólo una semana al año. Aunque la producción se industrializa para poder hacer frente al monumental consumo de estas fechas, aún hay obradores que elaboran el roscón de forma artesanal. Harinas de primera calidad, mantequilla, huevos de granja, ralladura de naranja, y el ingrediente que le da ese toque diferencial que le hace único: el agua de azahar, que perfuma el brioche.


Estos son los siete mejores roscones de reyes en Madrid:


La Miguiña (Teruel 26) Precio: 25,70€/750Gr.
Un pequeño local escondido en el barrio de Tetuán que com
enzaba a despuntar hace tres o cuatro años como uno de los obradores más especiales en estas fechas. Aquellos que hace unos años adquirieron sus bollos, triunfaron y fueron el germen de un boca-oreja que se ha transformado en largas colas durante estas fechas. Begoña San Pedro y Marta Valcuende hacen un roscón único de miga densa pero alveolada, naranjas confitadas a fuego lento, masas reposadas 24h, agua de azahar de Luca de Tena, harinas de grano completo, aove y sal marina.


PRECIO
25,70€/750Gr.
Web: https://xn--lamiguia-j3a.es/


Panadario (Alonso Heredia 25) Precio: 32€/kilo.

Otro ‘outsider’, otra panadería fuera de los circuitos, éste, situado en el barrio periférico de La Guindalera, donde oficia el joven panadero Darío Marcos, que el año pasado fue galardonado como el mejor panadero de Madrid. Adornado con sutiles cubitos de naranja confitada en cubitos, y un brioche esponjoso que sin apenas adornos ni distracciones se cuela entre los mejores de la capital.

PRECIO
32€/kilo.
Web: https://panadario.es/

Formentor (Hermosilla 81)

Un clásico de todos los años. Desde su nueva ubicación, a escasos metros de la gran tienda que le hizo famoso, el maestro artesano Tomás Martín hace a mano miles de roscones en estos días. Bollería fina de miga elegante, suave regusto a mantequilla y uno de los más adornados con fruta escarchada y confitada.

PRECIO
28€/600Gr.
Web: https://formentorensaimadas.com/

El Horno de Babette. Precio: 20,45€/500Gr.

Una de las mejores panaderías de la capital hace uno de los roscones más simples, pero más suculentos de cuantos encontramos en Madrid. Sin adornos superfluos ni rellenos que puedan distraer de su verdadera esencia. El roscón de El Horno de Babbete se fermenta durante 24h, se añade naranja y limón rallados a mano, agua de azahar de Luca de Tena, mantequilla pura y aove que mantiene la miga esponjosa y firme.

PRECIO
20,45€/500Gr.
Web: http://elhornodebabette.com/

Moulin Chocolat (Alcalá 77)

Una de las grandes pastelerías de inspiración francesa en Madrid, cuyo roscón se cuela siempre entre los mejores. Una fermentación lenta, especial atención al amasado e ingredientes de gran calidad son los secretos de su éxito. De nuevo, agua de azahar de la firma Luca de Tena y ralladura de naranja y limón para aromatizar una miga muy bien construida que mantiene un equilibrio elegante de sabor, densidad y aromas.

Isabel Maestre (Pedro Muguruza 7), por 39,95€/6 personas

Una de las grandes de la cocina que hasta la apertura de su primer espacio físico, un café bistrot en el Gourmet de El Corte Inglés, era una figura desconocida para el gran público, elabora una pastelería de marcado carácter académico. Su roscón es el único que lleva una doble fermentación

PRECIO
39,95€/6 personas
Web: https://isabelmaestre.com/

La Duquesita (Fernando VI 2), por 56€/kilo

Más de cien años contemplan este gran establecimiento madrileño recuperado por Oriol Balaguer. Toda su bollería y repostería es de las más exquisitas de la capital. Su roscón artesano presenta una de las migas y sabores más elegantes y sutiles de cuantos puedan probar en estas fechas. Productos naturales y frutas confitadas de modo pausado; vainillas y mantequillas puras que aportan matices únicos a sus roscones.

PRECIO
56€/kilo
Web: https://laduquesita.es/


https://www.lainformacion.com/estil...&utm_medium=referral&utm_campaign=sinergia20m
 
Por qué te interesa saber de dónde viene la miel
La mayor parte de la miel que se consume en España es importada y en algunos casos está adulterada


BEATRIZ ROBLES MARTÍNEZ
14 DIC 2018


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Los consumidores desconocen el origen real de la miel que compran. AGÊNCIA BRASÍLIA


Indicar en la etiqueta el lugar de procedencia de determinados alimentos es determinante para los productores. Al igual que ha sucedido recientemente con la leche, el Gobierno trabaja en un Real Decreto que obligará a que la miel incluya su país de origen, mejorando la transparencia de la información que recibíamos hasta este momento y respondiendo a una demanda histórica de los apicultores españoles.

Los consumidores solo tenemos una herramienta para hacer elecciones alimentarias conscientes: la información veraz.

nformación en el concepto más amplio del término: conocimiento de los valores nutricionales de un producto, proceso de elaboración, composición, efectos metabólicos de determinados nutrientes o incluso cómo se han obtenido las materias primas desde el punto de vista social y ético.

Hay marcas que buscan despistar al consumidor poniendo reclamos como "miel envasada en los Pirineos". Envasada, no recolectada

Cada decisión alimentaria que tomamos tiene un impacto del que no siempre somos conscientes. Podemos reforzar estrategias de mercadotecnia desleales o desmontarlas, impulsar el crecimiento de empresas multinacionales o apoyar el desarrollo local, reforzar la compra inconsciente o apostar por un modelo de consumo más sostenible.

E incluso, en el ámbito individual, empeorar nuestra salud o mejorar nuestra calidad de vida.

La información alimentaria que recibe el consumidor es decisiva. De ahí la trascendencia de este proyecto de Real Decreto.

Lo que nos dice el etiquetado
La normativa vigente en España exige que se indique el país de origen en el que la miel haya sido recolectada, pero incluye una excepción si se trata de mezcla de mieles: en ese caso, es suficiente con que se indique "mezcla de mieles originarias de la UE", "mezcla de mieles no originarias de la UE" o "mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE", según las circunstancias concretas.

Además, no se establece una proporción mínima para la mezcla: 50% de la miel procedente de países de la UE y 50% de países de fuera de la UE o 99%-1%. No hay límite. Tampoco es necesario especificar cuáles son esos países.

De esta forma, lo que se encuentra mayoritariamente en el mercado son "mezclas de mieles originarias y no originarias de la UE" que cumplen así con la normativa. Pero hay varias circunstancias que pueden liar al consumidor.

La primera fuente de confusión es un requisito legal: la empresa que comercializa el producto tiene que identificarse en la etiqueta. Si es una empresa con sede en España, encontraremos un nombre y una dirección de nuestro país. Pero solo indica que quien la comercializa tiene su sede social en España, no implica que la miel haya sido recolectada aquí.

Pero también hay estrategias de márquetin que buscan intencionadamente despistar al consumidor, por ejemplo, incluyendo en los anuncios y en la etiqueta paisajes que recuerden parajes nacionales o, directamente, poniendo reclamos como "miel envasada en los Pirineos". Envasada, no recolectada. El diablo está en los detalles.

Cifras que importan
Cabría preguntarse si una información tan mínima como indicar el país de origen de la miel puede tener alguna repercusión real sobre el mercado. Y la respuesta la tenemos los consumidores: ¿sabemos de dónde viene la miel que compramos?, ¿nos importa su origen?, ¿pagaríamos más por conocer este dato?

Esto es lo que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación quiere averiguar con su consulta pública, en la que puede participar cualquier ciudadano.

Por el momento, lo que tenemos son otros datos. Aplastantes.

Aunque nuestro país produce miel suficiente para satisfacer el 79% de la demanda interna, exportamos el 77% de la miel recolectada. Y que el 82% de la miel consumida en España es importada.

Puede haber varias razones para exportar la mayoría de la producción, a la vez que tenemos que importar para cubrir la demanda. Pero hay un dato objetivo: según el Ministerio, exportamos cada kilo de miel a 3,96 €, y la importamos a 2 €/kilo.

Apicultores afectados, consumidores vulnerables
¿Por qué la miel española vale casi el doble que la miel que importamos de otros países?

La miel que importamos a España procede principalmente de China, que nos suministra el 57% de toda la miel que compramos a países de fuera de la UE. Un país con sistemas de producción y condiciones laborales muy distintas de las nuestras.

Por otra parte, la miel es un producto que se puede adulterar muy fácilmente. Al estar compuesta esencialmente por azúcares (entre el 75-85% de la composición es fundamentalmente glucosa y fructosa), se puede mezclar con jarabes (agua con algún azúcar de bajo coste) para conseguir mucha más cantidad de "miel" con un producto infinitamente más barato. La diferencia solo puede detectarse con métodos analíticos en un laboratorio: es una jugada maestra.

La venta de miel adulterada en la Unión Europea es una realidad: la Comisión descubrió que el 6% de la miel estaba adulterada con azúcar. Y cuando las muestras que aparentemente eran correctas se sometían a métodos de análisis más complejos, el fraude alcanzaba el 14%.

Los apicultores argumentan que en estas circunstancias no pueden ser competitivos. Por este motivo, países como Italia, Polonia o Grecia han incorporado la obligatoriedad de indicar el país de origen.

Esta decisión no gustó demasiado a la industria envasadora (que prefiere comprar la miel más barata y seguir etiquetándola como “mezcla de mieles de la UE y de fuera de la UE”) y reclamaron ante el Parlamento Europeo con escaso éxito; este organismo no encontró problema a ampliar la información obligatoria y extenderla también al lugar de recolección.

Varios países han mostrado interés en que se modifique la normativa europea para que indicar el lugar de recolección de la miel sea obligatorio en todos los estados miembros. España ha sido el último de ellos, y lo hizo en octubre de este año a través de una pregunta parlamentaria. un mercado más justo.

¿Qué podemos esperar?
El escenario que temen los apicultores es que se obligue a indicar los distintos países de origen de las mezclas de mieles, pero que simplemente haya que ordenarlos en orden decreciente, según la cantidad de miel que cada uno de ellos aporta a la mezcla final.

De esta manera, los consumidores seguiríamos sin saber qué cantidad de miel procede de cada uno de los lugares de recolección incluidos en el etiquetado. Encontraríamos, por ejemplo, "Países de origen: China, Argentina, Portugal, España" y podría significar que el 95% de la miel es de China, el 2% de Argentina, un 2% de Portugal, y un testimonial 1%, de España.

No parece muy transparente.

El papel de los ciudadanos
Cuando hablamos de información alimentaria, lo primero que tenemos que pensar los consumidores es "¿Entiendo lo que me dice la etiqueta?". No es una tarea sencilla y es profundamente injusta, porque se nos pide un esfuerzo desproporcionado en un acto tan cotidiano como la compra de alimentos. Pero hasta que consigamos un etiquetado más claro (que no nos cansamos de reivindicar), es la herramienta que tenemos.

Una vez conseguido esto, si consideramos que la información es insuficiente, luchemos porque sea más clara y leal. Esta vez, la movilización ciudadana y la reivindicación de los productores pueden dar resultados tangibles. Pero no puede quedarse a medias y es el momento de actuar participando en la consulta lanzada por el Gobierno.

Exijamos como consumidores información veraz que nos permita tomar decisiones alimentarias conscientes: esas que nos harán un poco más dueños de nuestras elecciones.

Beatriz Robles (@beatrizcalidad) es tecnóloga de alimentos y dietista-nutricionista, máster en auditoría de seguridad alimentaria y entusiasta de la divulgación científica (www.seguridadalimentariaconbeatriz.com

NUTRIR CON CIENCIA es una sección sobre alimentación basada en evidencias científicas y en el conocimiento contrastado por especialistas. Comer es mucho más que un placer y una necesidad: la dieta y los hábitos alimenticios son ahora mismo el factor de salud pública que más puede ayudarnos a prevenir numerosas enfermedades, desde muchos tipos de cáncer hasta la diabetes. Un equipo de dietistas-nutricionistas nos ayudará a conocer mejor la importancia de la alimentación y a derribar, gracias a la ciencia, los mitos que nos llevan a comer mal.

https://elpais.com/elpais/2018/12/14/ciencia/1544782810_147173.html
 
Nos estamos quedando sin café
La mayoría de las especies silvestres están en peligro de extinción amenazando la producción comercial



MIGUEL ÁNGEL CRIADO

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Café recién cosechado en Yayu, en el suroeste de Etiopía, la tierra del 'Arabica'. En vídeo, científicos británicos encuentran una planta de café perdida desde 1954. FOTO: A. SCHALLER | VÍDEO: EPV



La mayoría de las especies silvestres de café corren el peligro de desaparecer en las próximas décadas. De algunas solo quedan tres o cuatro plantas y de otras no hay noticias desde hace casi un siglo. Una de las amenazadas es la Coffea arabica, de la que proceden la mayor parte de las variedades cultivadas. Aunque solo tres especies tienen hoy interés comercial, la extinción de solo una de las demás amenaza el futuro tanto del café silvestre como el cultivado.

Casi el 100% de los 10 millones de toneladas de café en grano que se van a cosechar esta temporada son arábica o robusta (Coffea robusta). Hay una tercera especie (Coffea liberica) que se consume en diversas partes de África, pero su principal valor en el cultivo del cafeto es como injerto en el rizoma de las otras dos especies. En la naturaleza, sin embargo, hay mucho más café. Que se sepa, existen al menos 124 especies silvestres de Coffea. Y la mayoría no son originarias de las tierras húmedas de Etiopía. Las hay en Sierra Leona, en el extremo occidental del continente africano, hasta en el estado de Queensland, al este de Australia.

Ahora, investigadores del Real Jardín Botánico de Kew (Reino Unido) han determinado el estado en que se encuentran todas las especies silvestres conocidas de café. Los resultados, apoyados en una década de expediciones sobre el terreno, acaban de ser publicados en Science Advances. De las 124 especies, 75 están amenazadas (el 60%), según los criterios establecidos por la Lista Roja Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

"Entre las especies amenazadas de extinción están aquellas con potencial para ser usadas en el cultivo y desarrollo de los cafés del futuro"

El porcentaje de amenazadas sube hasta el 70% si se descuenta del total la casi veintena de especies de las que no hay datos fiables. De 14 no hay información reciente, en buena medida debido a las guerras que han impedido su estudio. De algunas, hace más de un siglo de las que no se tienen noticias y de cinco, todas asiáticas, solo hay pruebas en los herbarios occidentales. Del total, 13 están en peligro crítico de extinción y solo 35 han sido catalogadas como no amenazadas. Aunque el riesgo se da en todo la distribución geográfica del café silvestre, el drama se concentra en Madagascar, con 43 especies amenazadas, Tanzania, con 12, y Camerún, con siete.

"Entre las especies amenazadas de extinción están aquellas con potencial para ser usadas en el cultivo y desarrollo de los cafés del futuro", dice el responsable de la investigación del café en Kew principal autor del estudio, Aaron Davis. No se trata solo de que salvar una especie de la desaparición sea un valor en sí mismo, es que, aún sin tener interés comercial hoy, muchas de ellas pueden aportar resistencia a las enfermedades o ser capaces de enfrentar las cada vez más complicadas condiciones climáticas. "El aprovechamiento y desarrollo de los recursos del café silvestre podrían ser determinantes para la sostenibilidad a largo plazo del café", añade Davis.

Los autores del estudio clasificaron todas las especies en tres grupos según su actual y previsible relevancia futura para el cultivo comercial del café. En un primer grupo situaron a las parientes silvestres del arabica, el robusta y el liberica, además del Coffea eugenioides, un antecesor del primero. Su cercanía genética con las especies comerciales las convierten en reservas vitales para la renovación de su acervo genético. En un segundo grupo incluyeron 38 especies que, aunque no hibridan de forma natural con las comerciales, sí podrían aportar mejoras en resistencia, aromas, rendimiento... mediante las modernas técnicas agronómicas. En el último grupo hay 82 especies sin interés comercial ahora, aunque podrían ser aprovechables gracias a la ingeniería genética.


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A la derecha, grano de café arabica, a la izquierda uno de café ambongo, de Madagascar y en peligro de extinción. RBG, KEW


La principal especie amenazada, del primer grupo, es la arabica, sobre la que se basa el cultivo del café. Del segundo grupo, hay otras 23 especies en peligro. Y del resto, otras 51 especies. Para comprender el alcance de estas cifras y porcentajes, se pueden comparar con el estado general de la conservación de las plantas. Mientras que en el conjunto del reino vegetal, solo el 22% de las especies están amenazadas, lo están casi tres de cada cuatro cafeteras.

Entre las causas hay una natural y el resto de origen humano. La primera es la propia rigidez biológica del café. A pesar de que las variedades comerciales están presenten en todas las regiones tropicales del planeta, la mayoría de las especies silvestres se dan en franjas geográficas reducidas y localizadas, muy adaptadas a las condiciones locales. Por eso, perturbaciones humanas como la pérdida del hábitat, el avance de la agricultura o efectos del cambio climático como la reducción de la temporada de lluvias y el aumento de los días de calor, están afectando la resiliencia de los cafetales silvestres.

"En el café el tema es crítico. Solo hay dos especies que se usan comercialmente y de estas se utiliza solo una pequeña parte de la variablidad genética", recuerda el director del Centro Nacional de Investigaciones de Café de Colombia (Cenicafe), Álvaro León Gaitán, no relacionado con este estudio. "El problema es que en la medida en que cambian las condiciones de cultivo, toca cambiar las plantas y la poca diversidad genética utilizada en las variedades comerciales no da para seleccionar nuevos tipos de plantas", añade. De ahí la importancia de las especies silvestres, que pueden tener genes con respuestas a estos problemas. "Sin embargo, en el caso de arabica, se han degradado los bosques naturales de Etiopía y Sudán del Sur donde se originó la especie, por lo que se debe recurrir a las colecciones de germoplasma que se recolectaron en los años 60", completa el responsable de Cenicafe.

Aunque solo hay tres especies con interés comercial, en la naturaleza hay más de un centenar de especies de café

Pero el problema de la conservación in situ se agrava porque muchas de las especies silvestres no tienen copias de respaldo fuera. Buena parte de la biodiversidad vegetal (y animal) cuenta con estrategias de conservación ex situ. Ya sean los decimonónicos jardines botánicos, los herbarios o los bancos de semillas o de germoplasma, en varios sitios del planeta se guardan recursos de la mayoría de las plantas de interés para los humanos. Aquí, mientras el 71% de los 63 principales cultivos humanos cuenta con alguna copia de seguridad, solo la tienen un tercio de las especies cafeteras.

"A diferencia del frijol o el maíz, la viabilidad de las semillas de café se reduce significativamente si estas son secadas y congeladas (el embrión muere)", recuerda la investigadora del Global Crop Diversity Trust, Nora Castañeda, autora de aquel estudio con los 63 principales cultivos. "Por eso, es necesario contar con otras alternativas para la conservación de estos recursos genéticos, como los bancos de germoplasma de campo, cultivos in vitro, criopreservación, parques naturales e incluso en las mismas fincas de los productores", añade la científica colombiana. El objetivo de esta organización internacional, con sede en Bonn (Alemania) es preservar la diversidad de cultivos para proteger la seguridad alimentaria mundial.

Para Castañeda, los resultados del estudio (en el que no ha intervenido) son un reflejo del estado de vulnerabilidad de la vida silvestre en el planeta en general. "Sin embargo, no deja de sorprender que los parientes del café se encuentren dentro del grupo de plantas con mayor riesgo de extinción y que, además, son vulnerables pues carecen de acciones concretas para su conservación", dice en un correo. En 2017, en colaboración con el World Coffee Research, su organización publicó una estrategia global para la conservación del café. Estimaron que haría falta apenas un millón de dólares (880.000 euros) para "conservar en perpetuidad recursos genéticos de café que en este momento se encuentran en colecciones clave", destaca la científica colombiana.

VIDEO :

https://elpais.com/elpais/2019/01/16/ciencia/1547618734_434560.html
 
PRODUCTO DEL MES
EL 'CHORIZO' VEGANO QUE ESTÁ BUENO DE VERDAD
Calabaza, cebolla, ajo, pimentón, orégano, sal y aceite de oliva virgen extra: estos son los siete ingredientes con los que se elabora el Calabizo, un 'chorizo' sin animales que enamora a veganos y vegetarianos.

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Cerdo parece, calabaza es. CALABIZO



  • MÒNICA ESCUDERO 21/01/2019 -




  • La experiencia me dice que todos los vegetarianos echan de menos alguna de las comidas de origen animal, a las que renunciaron por motivos ideológicos pero no palatales. El chorizo y el jamón suelen ser las estrellas en estas conversaciones de nostalgia cárnica, supongo que por sus sabores potentes, su agradable textura y el arraigo de estos productos en la memoria colectiva. Para el jamón, desgraciadamente, todavía no hay un sustituto digno, pero sí se puede comer chorizo 100% libre de sufrimiento: lo fabrican en Galicia, está hecho de calabaza y se llama -redoble de tambores- Calabizo.

    Calabizo empezó a fraguarse en la cabeza de una de sus creadoras, la cocinera e Ingeniera Técnica en Industrias Agroalimentarias Sofía Calvo, mientras trabajaba de cocinera en un restaurante vegetariano. “Al ver que algunas personas vegetarianas echaban de menos este embutido, Sofía pensó en los chorizos de calabaza con algún ingrediente del cerdo que se hacen desde siempre en su tierra (El Barco de Valdeorras, en Ourense)”, nos cuenta Keila Pousa, otra de las tres socias fundadoras y directora comercial (Edurne Sendra de Saá, Directora Técnica, es la tercera pata de este banco).

    “A partir de ahí se le ocurrió la estupenda idea de ver qué pasaría si a esos chorizos se les retiraran los ingredientes de origen animal -grasa y magro de cerdo-, sustituyéndolos por aceite de oliva virgen extra, más calabaza y alguna otra cosa”.

    Después de muchas pruebas con diferentes variedades de calabaza, puntos de secado y demás variables, nació Calabizo, el primer “chorizo” vegetal. “Curiosamente las primeras pruebas las tuvimos que desarrollar en el Ceteca (Centro Tecnolóxico da carne) en Ourense (Galicia), porque era donde disponíamos de ahumadero y secaderos para elaborarlo”, recuerda Pousa. El resto del parto -tranquilo pero laborioso, impulsado por la Aceleradora de empresas Via Galicia, que apoya a emprendedores con proyectos innovadores- tuvo lugar en un pequeño obrador en Gondomar (Pontevedra), a principios de septiembre de 2015. A los 6 meses de salir al mercado, y a raíz del éxito y la inesperada demanda tuvieron que cambiarse a un obrador más grande -con un ahumadero y secadero mayores- para poder cubrir toda la producción: la fiebre del Calabizo no había hecho más que empezar.


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    Recién embutidos, sin ahumar ni secar. CALABIZO

    “El crecimiento fue importante, prácticamente triplicando la producción y teniendo que aumentar el equipo desde nuestros inicios”, recuerda Keila Pousa (además de las tres fundadoras, actualmente hay cuatro mujeres más en el equipo). A día de hoy, siguen creciendo: “Ahora mismo Calabizo está presente en más de 800 puntos de venta en toda España, que se pueden ver en este mapa”. A pesar del acelerón, algunas cosas se les resistieron más que otras: la primera referencia que sacaron al mercado fue Calabizo vegetal, embutido en una tripa artificial que contenía colágeno (como la mayoría de las tripas artificiales). “Cuando detectamos que esto era un problema en la comunidad vegana, rápidamente tratamos de buscar una solución y conseguimos , después de muchas pruebas, embutirlo en una tripa artificial de origen vegetal hecha a base de celulosa”, nos cuentan sus creadoras. Eso dio lugar al Calabizo vegano -el producto que más comercializan por una cuestión de demanda- 100% vegetal tanto en el contenido como el continente y con sello V Label de la Unión Vegetariana.

    Aunque el parecido sea sorprendente, desde Calabizo aseguran que nunca quisieron imitar a un chorizo de carne. “Teníamos claro que lo nuestro sería otra versión, no solo para la comunidad vegetariana sino también para personas interesadas en cuidar su alimentación, con problemas de colesterol que no pueden o deben comer embutidos tradicionales o interesadas en llevar un estilo de vida más saludable y rebajar el consumo de carne: nuestro producto es bueno para todos. Podrá gustar más o gustar menos, pero es saludable y sabroso”.

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    Tortilla de patata y Calabizo. CALABIZO

    A pesar de tener ingredientes muy diferentes -gran parte del encanto del chorizo lo pone la grasa del cerdo, seamos sinceros- la sensación al morder el Calabizo es tremendamente familiar. La diferencia más notable, precisamente por lo que acabamos de apuntar, es una textura bastante más blanda que la del embutido con animales (además de que no hace la típica bola que consigues si masticas un trozo de chorizo durante mucho tiempo sin tragarlo). “Es que Calabizo tiene un 90% de calabaza, que es más tierna” , apunta Pousa. El invento solo lleva seis ingredientes más, todos ellos naturales y reconocibles: cebolla, ajo, pimentón, orégano, sal y aceite de oliva virgen extra. Ni más ni menos.

    Este no-chorizo también existe en versión picante, con un punto de capsaicina alegre y difícil de encontrar en productos comerciales (por aquello de que tienen que gustar a todo el mundo). La plana mayor de la empresa responde así a su ausencia de miedo al picante: “El picante es algo muy subjetivo, lo que me pica a mi a lo mejor no te pica nada a ti. Hemos conseguido regular el punto de picante donde no sea ni tanto ni tan poco, y la demanda está en aumento, cada vez más personas los piden porque tienen su puntito”. Un dato curioso: se demanda más en el Mediterráneo que en Galicia.


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    Lentejas guisadas con Calabizo. CALABIZO

    No deja de ser curioso que sea precisamente en una zona de gran tradición cárnica y de matanza donde se ha inventado el Calabizo, y no podemos evitar preguntarnos por la opinión de los autóctonos de la zona rural ante algo que fácilmente podrían considerar un sacrilegio. Pousa nos cuenta que los más sorprendidos son los que no recordaban o nunca probaron los antiguos chorizos gallegos de calabaza de matanza. “En general nuestro chorizo tiene muy buena aceptación, sobretodo en la comunidad vegetariana: muchas personas nos escriben para darnos las gracias y comentarnos sus experiencias (no hay más que ver las redes sociales). Pero también lo compran mucho personas con colesterol o algún tipo de intolerancia que no les permite comer otros embutidos”. Otro punto a su favor es que muchos productos veganos son ultraprocesados, mientras Calabizo está libre de ingredientes ignotos, no contiene gluten, lactosa ni frutos secos -por lo que es apto para celíacos y diferentes tipos de alérgicos- y tiene una larga caducidad sin necesidad de nevera.

    Una vez lo tienes en tu alacena, ¿qué puedes hacer con él? En bocadillo o a trocitos para un picoteo o aperitivo está muy bueno, pero un golpe de calor multiplica las bondades y el sabor de Calabizo. Sus creadoras nos animar a cocinarlo de la manera que más nos guste, “primero con una simple vuelta de plancha y después incorporado en cualquier receta: potajes, tortillas, pasta, pizzas, cocidos veganos, arroces caldosos vegetales, con judías verdes al vapor o con habas”. Añadimos un par de cosecha propia: con puré de boniato es una delicia, y con champiñones y un huevo tienes un revuelto sabrosísimo. Si estas ideas se os quedan cortas, buscad el hashtag #recetasconcalabizo en Twitter e Instagram y encontraréis muchas otras recetas.


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    Solo con pan ya está muy rico. CALABIZO

    en este mapa, señalados en forma de gota de color azul). A la directiva le cuesta recomendar alguno porque les quieren a todos igual, pero al final conseguimos sonsacarles: “Nos da mucha vidilla Distrito Vegano en Madrid (Lavapiés), que además acaban de publicar un libro con recetas veganas y dos de ellas nos incluyen: tortilla vegana de patatas y el cocido madrileño (también vegano, claro)”.

    Seguir con la producción y satisfacer la creciente demanda ocupa gran parte de las energías del equipo, pero eso no les impide seguir tramando planes de futuro. “En breve lanzaremos al mercado un estupendo potaje de garbanzos con Calabizo, con sello ecológico y vegano”, nos chiva Keila Pousa, visiblemente contenta con el resultado. “Creemos que va a funcionar muy bien, porque realmente tiene sabor a potaje casero y tradicional”. Rico, sano, listo para comer, reconfortante y sin animales: a todos los cerdos del mundo les gusta esto.

    https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2019/01/17/articulo/1547718855_271192.html




 
La planta amazónica con más antioxidantes que el té
La infusión de guayusa es consumida desde hace más de 1.000 años por los indígenas de Ecuador como bebida energizante y antioxidante. La ciencia estudia si las propiedades que se le atribuyen son ciertas



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Hojas de guayusa, una planta originaria de la Alta Amazonía que se consume desde hace más de mil años por sus propiedades energéticas, antioxidantes y antiinflamatorias. JAIME GIMÉNEZ


JAIME GIMÉNEZ
Sapo Rumi (Ecuador)



Sus hojas son de un verde intenso y tienen el filo dentado. Brotan de las ramas del árbol como el agua de una cascada. Felicia Calapucha, indígena kichwa de la comunidad ecuatoriana de Sapo Rumi, sale a recogerlas con su cesta al hombro. Cada mañana, ella y su familia beben la infusión de guayusa, rica en cafeína, siguiendo la tradición de sus ancestros. Esta misteriosa y sagrada planta, que solo crece en la región amazónica más cercana a los Andes, ha despertado el interés de científicos y empresarios debido a su potencial medicinal y comercial.

En los últimos años, universidades de Ecuador y Colombia han comenzado a realizar estudios científicos sobre la guayusa. Aunque las pruebas de laboratorio todavía se encuentran en una fase temprana, varias investigaciones apuntan a que algunas de las propiedades curativas que postula el saber indígena podrían ser ciertas.

En este sentido, un equipo de investigadores de Ecuador y España halló 14 tipos de polifenoles y siete carotenoides presentes en la hoja de guayusa, lo que explica su gran capacidad antioxidante y, por tanto, su potencial para ralentizar el envejecimiento de las células. “Es la planta con más antioxidantes que existe en el mundo. Dicen que el té verde tiene muchos y que es una maravilla, pero la guayusa tiene muchos más”, asevera Jenny Ruales, profesora del Departamento de Ciencia de Alimentos y Biotecnología de la Escuela Politécnica Nacional.

“En nuestro cuerpo, por varias causas como la contaminación o el estrés, se generan unos compuestos llamados radicales libres que pueden producir un deterioro de los tejidos u órganos como el corazón o el cerebro e incluso provocar cáncer. Los antioxidantes detienen esa reacción, la neutralizan y evitan el daño en el organismo, previniendo también el envejecimiento”, afirma Ruales, que lleva siete años investigando sobre la guayusa.

Las pruebas están en una fase muy temprana, pero apuntan a que el uso ancenstral de la planta puede tener fundamento científico


El estudio también comprobó las propiedades antiinflamatorias de la planta, lo que podría validar el uso popular que se le daba a la guayasa para combatir el reumatismo, a falta de estudios clínicos que respalden definitivamente esta teoría. Lo que no hallaron los investigadores son indicios que otorguen a la hoja la capacidad para neutralizar las bacterias causantes de la diarrea, a pesar de que los indígenas también la utilizan con ese fin. Sin embargo, en uno de sus viajes de campo a la Amazonía, Ruales presenció un hecho que contradijo sus hallazgos.

“Uno de mis estudiantes se enfermó y tuvo una diarrea terrible. Íbamos a tomar la guayusa y yo avisé al chamán para que no le diera. Pero él dijo que le iba a sentar bien. Al final el estudiante tomó, vomitó y después le paró la diarrea”, narra la profesora. “No sé si fue efecto placebo o una coincidencia, porque los estudios antimicrobianos que hicimos con E. coli y Staphylococcus aureus dieron resultado negativo”, expone contrariada.

En otro trabajo llevado a cabo por Luis Sequeda, investigador de las universidades Javeriana y Nacional de Colombia, se constataron los beneficios que la guayusa tiene para la salud dental. Tras realizar estudios in vitro con bacterias cariogénicas se evidenció su potencial para combatir la caries en los dientes. Asimismo, Sequeda comprobó cómo las sustancias de la guayasa son eficaces contra los microorganismos que causan la periodontitis, una enfermedad que provoca infección o inflamación en las encías.

Todo ello hace pensar que los principios activos existentes en la hoja podrían utilizarse para crear nuevos medicamentos en un futuro. No obstante, los científicos consultados para este reportaje coinciden en señalar que todavía estamos muy lejos de encontrar guayusa en las farmacias.

“La fórmula farmacéutica consiste en llevar el extracto de la planta a una pastilla que sea estable, donde se pueda mostrar una fecha de caducidad. Ese es el reto, pero todavía falta mucha tela por cortar”, manifiesta Sequeda. “Sin embargo, desde la óptica de la medicina tradicional sí la podemos emplear bajo los criterios de los pueblos indígenas, porque ellos han mantenido una tradición. Ahí sí le veo una aplicación más rápida y más inmediata”, agrega el científico colombiano. Precisamente, el equipo de Ruales está trabajando en patentar un extracto de guayusa que sea certificado como alimento funcional, es decir, un suplemento dietario cuyos beneficios para la salud estén comprobados científicamente.

Una planta sagrada para los indígenas amazónicos
Desde hace más de 1.000 años, pueblos indígenas amazónicos han utilizado la guayusa como una planta medicinal. “Nuestros mayores la tomaban para despertar, les daba energía y además les ayudaba a tener los huesos fuertes y una buena dentadura”, explica Felicia Calapucha, de 49 años. “La guayusa es medicinal porque ayuda a rejuvenecer y por eso la tomaban cada día”, agrega con gesto de convencimiento.

Hoy en día, los kichwas amazónicos y los shuar de Ecuador son los pueblos originarios que mayor uso continúan dando a la planta. De todas formas, el ritual de ingesta se ha adaptado a los nuevos tiempos. Antiguamente, los indígenas se levantaban durante la madrugada para preparar la bebida al calor de la lumbre, bajo el cielo estrellado. Introducían una buena cantidad de hojas en el agua hirviente para obtener una infusión muy cargada que les diera fuerza para afrontar el largo día de cacería. Toda la familia se reunía alrededor del fuego para que cada miembro narrara lo que había soñado durante la noche y después interpretarlo juntos. Además, los abuelos aprovechaban el espacio para contar historias, transmitiendo su cosmovisión a los más jóvenes y aconsejándoles sobre sus problemas cotidianos. Se trataba de una planta sagrada cuya ingesta suponía una purificación y un aumento del poder de aquel que la consumía.

En la actualidad, la toma de guayusa ha perdido gran parte de ese misticismo para muchos indígenas. Solo en las comunidades más aisladas en la selvacontinúan realizando este ritual del mismo modo que lo hacían las viejas generaciones. En Sapo Rumi, situada a apenas 15 minutos en coche de Tena, la capital provincial, esa ceremonia ya solo la realizan en ocasiones muy puntuales o cuando reciben a visitantes. De todas formas, la familia de Felicia continúa tomando guayusa a diario. Ahora la beben fría, como un té helado que sirve para acompañar a las comidas y combatir el intenso calor amazónico. El consumo de la guayusa fría se ha popularizado también en las ciudades cercanas, donde todo restaurante que se precie ofrece una jarra a sus clientes. E incluso ha traspasado fronteras: hoy en día es posible encontrar bebidas energéticas de guayusa en tiendas de Estados Unidos o Reino Unido.

En 2016, el mercado de la guayusa movió 80 toneladas por valor de casi 600.000 dólares, y Estados Unidos fue principal importador con el 97%



El boom de la guayusa

La proliferación de estudios académicos sobre la planta ha ido de la mano de la aparición de varias empresas dispuestas a exportar guayusa al resto del mundo. La iniciadora de este auge fue la compañía Runa, fundada por dos jóvenes estadounidenses en 2008. En un principio, se trató de un emprendimiento social que compraba hojas de guayusa a agricultores indígenas de la Amazonía ecuatoriana para vender después sus productos en Quito, Nueva York o San Francisco. A ella le siguieron otras empresas dispuestas a competir en el incipiente mercado internacional de la guayusa. En la actualidad, según el organismo gubernamental Pro Ecuador, existen seis firmas que exportan la planta en forma de bebida y una más que utiliza la guayusa para fabricar crema solar. En 2016, este mercado movió 80 toneladas por valor de casi 600.000 dólares, siendo Estados Unidos el principal importador con el 97% del total.

Aunque las cifras todavía están lejos de ser espectaculares, se espera que aumenten considerablemente tras la reciente venta de Runa a la matriz de Vita Coco, una empresa norteamericana que aspira a convertirse en líder mundial en bebidas saludables gracias a la guayusa.

Este boom asociado a una planta desconocida hasta hace poco tiempo podría suponer un vaciamiento del sentido sagrado que tiene para los pueblos indígenas. Para Michael Uzendoski, antropólogo estadounidense residente en Ecuador desde hace 24 años, los beneficios de la guayusa están asociados a un estilo de vida propio de los antiguos pobladores de la selva: hacer mucho ejercicio, comer poco y no abusar de sustancias como el azúcar o el alcohol. “Creo que la guayusa es efectiva cuando mantienes una dieta seleccionada como la que llevaban los ancestros. El contexto social es muy diferente para un gringoque toma un energizante, no tiene el mismo significado porque para ellos es solo un producto más”, advierte en referencia a las bebidas energéticas a base de guayusa que se promocionan en Estados Unidos.

En cualquier caso, el incremento de la demanda de guayusa también ha supuesto una fuente de ingresos para las comunidades productoras. Según Wain Collen, quien a través de su empresa PlanJunto ha realizado consultorías para Runa durante los últimos cinco años, “la guayusa definitivamente ha generado beneficios económicos para esas familias y hay que tener en cuenta que la mayoría de ellas se clasifican como dentro de extrema pobreza. Entonces, aumentar aunque sea un poquito sus ingresos tiene un impacto”, sostiene. Sobre el aspecto cultural, Collen opina que “los kichwas se sienten muy contentos al sembrar y vender su guayusa, se ha generado un sentimiento de orgullo entre ellos. Es una manera de mantener esta tradición viva”.

Los kichwas se sienten muy contentos al sembrar y vender su guayusa, se ha generado un sentimiento de orgullo entre ellos


Sentada en la cocina de su casa en Sapo Rumi, Felicia bebe un sorbo de guayusa, fría y sin azúcar, mientras conversa con su hermano Esteban. Bajo el murmullo de los pájaros y el olor a pescado recién hecho, recuerdan las historias que les contaban sus abuelos mientras tomaban la planta sagrada. A sus 55 años, Esteban todavía es capaz de caminar durante doce horas por la selva virgen, acompañando a los turistas que desean conocer los lugares más recónditos de la Amazonía andina. De madrugada, Esteban se levanta para hacer fuego y cocinar la infusión de guayusa a orillas del río Achiyaku, que en kichwa significa “Río del Viejo Sabio”. Mientras sirve el humeante y oscuro líquido a los visitantes, esboza una sonrisa y recuerda: “mi abuelo fue un hombre fuerte, cuando tomaba la guayusa nos invitaba a los hijos y a los nietos para aconsejarnos sobre cómo cazar y pescar. Luego tocaba el violín mientras mi abuela cantaba. Por eso la guayusa es la bebida natural y de vida para nosotros”.

https://elpais.com/elpais/2018/12/27/planeta_futuro/1545914157_674509.html?por=mosaico
 
¿MENOS SANA QUE OTROS GRASAS?
El aceite de orujo de oliva: qué es y por qué lo estamos exportando

Varias organizaciones quieren revertir el desconocimiento que existe sobre este aceite. Un producto con propiedades saludables cuya producción acaba en su mayor parte fuera de nuestras fronteras


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El aceite de orujo de oliva busca dejar de ser el gran desconocido de los hogares españoles y recuperar el hueco que perdió en 2001 cuando una alerta alimentaria hizo que se inmovilizara cautelarmente y de manera transitoria el producto. En esa ocasión, el motivo fue la presencia de benzopireno en dos denominaciones comerciales: 'aceite de orujo refinado y de oliva' y 'aceite de orujo de oliva', un componente sobre el que no existía ninguna regulación, ni española ni europea, que definiera el máximo admisible de esa sustancia en los productos alimentarios.

Este suceso provocó que el consumo interno se colapsara y obligó al sector orujero a comercializar la producción en el mercado exterior para salvar la actividad. En la actualidad, el 85% de la producción se exporta a mercados como Italia, México, Estados Unidos o Emiratos Árabes. Una situación, la acontecida hace diecisiete años, que ha provocado que la cuota natural del aceite de orujo de oliva, según manifiesta la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva (Oriva), “haya sido ocupada por otros tipos de aceites de peor calidad tanto en los hogares como en el canal Horeca y en la industria alimentaria”.



A raíz de aquel episodio, muchos han sido los estudios que se han llevado a cabo desde distintos organismos para dar a conocer las 'bondades' de este producto. El objetivo de estas organizaciones es revertir el desconocimiento generalizado que existe sobre el aceite de orujo de oliva, tanto en el ámbito profesional como en del consumidor final. Una labor que necesitará de tiempo, considerando que, según un estudio realizado entre consumidores en España por GfK para la propia Interprofesional, “solo un 4,5% de encuestados mencionaron el orujo de oliva entre los aceites para consumir”.

Las investigaciones demuestran que el aceite de orujo es mucho más saludable que el de girasol


Con el fin de aportar más información sobre los beneficios que tiene la utilización del aceite de orujo de oliva en la cocina, fundamentalmente, en las frituras, Gloria Márquez, investigadora principal del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha realizado el estudio 'Comportamiento del Aceite de Orujo de Oliva en fritura y comparación con aceites de girasol convencional y girasol alto oleico'. El trabajo concluye que el “Aceite de Orujo de Oliva presenta un comportamiento mucho mejor en fritura discontinua (doméstica) y continua (industrial) que los aceites de girasol convencional y similar, o incluso, ligeramente mejor que los aceites de girasol alto oleico”.


Desconocidas propiedades
Con relación a la durabilidad, Gloria Márquez señala que los ensayos han evidenciado una elevada estabilidad del aceite de orujo de oliva. El estudio comparativo en fritura discontinua ha mostrado que, en los aceites ensayados y las condiciones establecidas, los aceites de girasol convencional han llegado a su nivel máximo de uso, fijado por normativa en el 25% de compuestos polares, en la 9ª-10ª fritura y los de girasol alto oleico en la 17ª-18ª fritura. Mientras, dos de los lotes de aceite de orujo de oliva han llegado a la 21ª fritura. “Esta buena estabilidad también se ha observado a lo largo de 40 frituras en los ensayos de fritura continua”, afirma la investigadora del ICTAN.


Según la investigación realizada por Márquez, la específica composición del aceite de orujo de oliva, muy rico en ácido oleico y compuestos bioactivos relevantes, le confiere elementos diferenciales en cuanto a durabilidad y efectos saludables. Jesús Francisco Rodríguez Huertas, catedrático de Fisiología y director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada, destaca su alto contenido en oleico. “Esta molécula tiene solo un doble enlace a mitad de su cadena mientras que el linoleico, ácido graso mayoritario del aceite de girasol, tiene dos. Esta pequeña diferencia es de gran relevancia puesto que los dobles enlaces son los puntos susceptibles a la peroxidación. De hecho, desde hace años sabemos que por cada oleico que se peroxida lo hacen antes 8 moléculas de linoleico y/o 16 de linolénico. Por ello, cuanto más oleico tenga un aceite, más resistente a los procesos peroxidativos, térmicos (frituras) incluidos”, apunta Rodríguez Huertas, quien ha efectuado diversos estudios sobre este tema.



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Foto: iStock.


Uno de los elementos diferenciadores basado en su contenido oleico es, según el estudio desarrollado por la investigadora de ICTAN, el efecto positivo que se atribuye al escualeno y al beta-sitosterol. Ambos compuestos, apunta Márquez, “consiguen un efecto protector tanto del aceite, haciéndolo más duradero y estable, como de la salud, con efectos beneficiosos para el organismo”.

El tecnólogo de los alimentos de la Universidad de Granada, Rodríguez Huertas, matiza que “hay que tener claro que tanto el aceite de orujo como el de girasol y girasol rico en oleico son refinados. En este proceso se pierden todos los compuestos menores, incluidos antioxidantes. Posteriormente se añaden, pero en el caso del aceite de orujo se hace añadiendo una pequeña cantidad de aceite de oliva virgen. Por tanto, el contenido de estas moléculas es muy bajo si lo comparamos con el de aceites de oliva extra virgen (sobre todo variedades picual o cornicabra). Además, en el proceso térmico se van perdiendo, por lo que no aportan mayor resistencia a la peroxidación de ácidos grasos y poco a la salud tras consumir frituras. Es cierto que no aparecen en aceite de girasol, pero insisto que por su bajo contenido no aporta efectos beneficiosos añadidos”.

Durante la fritura, el aceite de orujo mantiene cantidades considerables de compuestos bioactivos


Asimismo, Rodríguez Huertas insiste en que “tenemos la suerte de vivir en el Mediterráneo y nuestra dieta es el modelo a seguir por el resto de culturas en términos de salud. El aceite de oliva extra virgen es el alimento esencial de la dieta mediterránea y sus aportaciones en términos de salud son inalcanzables por ninguna otra fuente grasa”. Aun así, Rodríguez Huertas sostiene que si hay que elegir entre girasol y orujo para frituras, “las investigaciones de numerosos centros demuestran que el aceite de orujo es mucho más saludable que el de girasol y girasol alto en oleico”.


El de orujo frente a otros aceites
En comparación al aceite de oliva o aceite de oliva extra virgen, ¿qué cualidades distinguen al aceite de orujo de oliva frente a estos en fritura? ¿Cuál de ellos sería el más recomendable de cara al uso doméstico? Según Rodríguez Huertas, “desde el punto de vista técnico, el comportamiento de ambos aceites (orujo y extra virgen) en fritura es muy similar. Probablemente es más estable el extra virgen que el de orujo, pero la diferencia es pequeña, por lo que al final dependerá del bolsillo de cada comprador. En nuestros trabajos, demostramos que el consumo de aceite de oliva virgen tras varios procesos de fritura era mucho más saludable que el de oliva refinado (equivalente al de orujo)”.



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Foto: iStock.


Con relación a las propiedades saludables del aceite de orujo de oliva, durante la investigación se ha confirmado cómo “se mantienen cantidades considerables de compuestos bioactivos durante la fritura. Sobre todo, de los que le son exclusivos, es decir, los alcoholes triterpénicos y los alcoholes alifáticos”, señala Gloria Márquez. Los resultados biológicos obtenidos hasta ahora sobre estos últimos sugieren que pueden ejercer una función protectora contra el daño inflamatorio inherente a cualquier proceso patológico.

Amil López Viéitez, doctora en Farmacia, nutricionista y creadora de la Dieta Coherente, explica por qué el consumo de aceite de orujo de oliva, frente a aceites como el de girasol similar o girasol alto oleico, resultaría más beneficioso para la salud de quien lo consume. “Está compuesto en su mayoría por ácidos grasos monoinsaturados, que poseen un único doble enlace en sus moléculas, que le confiere una gran resistencia al calor. Además, sus compuestos fenólicos y los tocoferoles resultan los precursores de la vitamina E”, dice López Viéitez. La creadora de la Dieta Coherente subraya que el aceite de oliva aporta numerosos beneficios para la salud:

  • Mejora la circulación, el flujo sanguíneo y previene las molestias al caminar según un estudio del Centro de Investigación Biomédica (CIBERobn).
  • Reduce el colesterol por su contenido en ácido grasos monoinsaturados.
  • Tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
  • Mejora el nivel de azúcar en sangre, por lo que es ideal para que lo consuman los diabéticos.
  • Es bueno para la hipertensión, estimula la digestión, favorece la función de la vesícula y se puede usar como cosmético ya que hidrata, nutre y alisa la piel.
https://www.alimente.elconfidencial...7-26/aceite-orujo-oliva-buena-opcion_1595426/

 
Un zumo sostenible desde la naranja al brik


El grupo García Carrión presenta un envase de cartón 100% reciclable, de origen vegetal y que contribuye a reducir las emisiones de CO2

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Planta de zumo de naranja de Villanueva de los Castillejos (Huelva) del grupo García Carrión. GARCÍA CARRIÓN



EL PAÍS
11 FEB 2019

La sostenibilidad de un alimento no está solo en lo que se come. A la trazabilidad de las materias primas y el modo en que se obtienen, hoy se suma una conciencia por el último eslabón de la cadena: el envase, un elemento vital para medir el impacto ecológico de los productos y un factor que consumidores y empresas tienen cada vez más en cuenta en su toma de decisiones.

"Queríamos responder a esta preocupación por la sostenibilidad, que es cada vez mayor", sintetiza Antonio Moreno, director de la planta de exprimido Don Simón del grupo García Carrión, situada en Huelva, donde se elabora un zumo con naranjas naturales, de proximidad y sin tratamientos. Para responder a esa creciente conciencia verde del mercado, la popular marca de alimentación deja en el armario el plástico y estrena un traje de alta costura ambiental: un brik de cartón reciclable, vegetal y con el mínimo uso de tintas posible. Un envase idóneo para un zumo que, desde que se exprime hasta que se envasa, cuida del entorno, los campos de naranjos, de los que se nutre.

"El nuevo envase tiene tres propiedades básicas", explica Moreno. "Es 100% reciclable, más del 60% es de origen vegetal –el grupo trabaja para llegar al 80%– y consume un 53% menos de CO2 en su fabricación". El brik ha obtenido la certificación CFS, que garantiza su producción a partir de madera de bosques sostenibles. "Por cada árbol utilizado, además, se plantará uno nuevo", añade Moreno.

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Nuevos envases de zumo Don Simón del grupo García Carrión.


Estéticamente sobrio, de un color que remite a la madera de los árboles, en este envase se imprime directamente sobre el cartón, sin más añadidos. "El consumidor se está dando cuenta de que lo superfluo no aporta nada si perjudica al medioambiente", tercia Moreno. "Por eso hemos quitado todas las capas de tinta que lleva la decoración de un brik y nos hemos atrevido a pintar directamente".

El cambio busca satisfacer las preocupaciones ambientales del mercado, cada vez más concienciado con un consumo responsable. "Hemos hecho un test entre consumidores y este envase es ganador respecto a otros", afirma Moreno. Las propiedades del nuevo envase, que se estrenará en todos los productos de la gama Don Simón, están recogidas en el etiquetado, donde se informa de otra de las iniciativas verdes del grupo, la protección de la avutarda, a la que se destinan 250 hectáreas de la finca de Huelva para su crecimiento y reproducción en un entorno acondicionado.

Una planta triple cero
El cambio de envasado de García Carrión se alinea con la política de sostenibilidad del grupo, cuyo máximo exponente es la planta de zumo de Villanueva de los Castillejos (Huelva), la mayor productora de España: de aquí salen 200.000 toneladas al año, una cantidad que supone el 40% del total nacional de los zumos embotellados. Esta instalación pionera ha logrado alcanzar los llamados tres ceros, una filosofía que bebe de los principios de la economía circular: cero consumos netos de agua, cero residuos y cero emisiones contaminantes. "Lo llamamos bioeconomía", afirma Luciano García-Carrión. "Nada se tira, todo se recupera".



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Interior de la planta de zumo de naranja de Villanueva de los Castillejos (Huelva) del grupo García Carrión. GARCÍA CARRIÓN


  • Cero residuos: las mondas de naranjas que se derivan del proceso de producción, unas 200.000 toneladas de cáscara anuales, no se desechan: con estos residuos orgánicos se fabrican aceites, complementos para la alimentación del ganado, saborizantes y aromatizantes e incluso un perfume. También se estudia su conversión en biopoliéster, que serviría para fabricar botellas o envases.
  • Cero consumos netos de agua: García Carrión sustituyó el sodio de los productos de limpieza que llevaba el agua usada por potasio, un elemento que no perjudica los campos y permite reutilizarla para riego. El sistema ahorra 500.000 metros cúbicos anuales.
  • Cero emisiones contaminantes: atajar las emisiones de CO2 pasa, según Antonio Moreno, director de la planta, por las energías alternativas como el biogás, "una transición con la que se ha reducido el consumo de energía de origen fósil en un 40%".

https://elpais.com/economia/2019/02/07/actualidad/1549540399_630271.html
 
ENOLOGÍA
El vino y el roble, una eterna historia de amor


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De Burdeos a Borgoña pasando por La Rioja, grandes añadas del mundo viven su reposo, su evolución y su prestigio en el interior de los toneles de roble francés. Verdaderas piezas de artesanía únicas que preservan todo un legado


Melocotón, regaliz, vainilla, ahumados, savia… Uno de los caminos que ascienden desde Borgoña hacia la cordillera de los Vosgos anticipa los olores y los colores más íntimos de la bodega. La humedad destila entre los helechos del camino y hace crecer los hongos, disfrazados entre las hojas de los retoños de roble. Los rayos del sol apenas si pueden traspasar semejante capa vegetal, y la mezcla de frío invernal y de rocío convierte la vegetación en un manto de bisutería mágica que se mueve con cada soplo de brisa.

Allí, en uno de los robledales del bosque de Darney, entre ciervos y jabalíes y cerca de las míticas viñas de la Borgoña francesa, las uvas de esa zona, la pinot noir y la chardonnay, formalizaron hace más de 2.000 años una de las relaciones más duraderas y sabrosas de la historia. Le pidieron a la bellota que les protegiera y les ayudara a crecer y a desarrollar todas sus cualidades.

Desde entonces, las barricas de roble francés cuidan, preservan y condimentan algunos de los vinos más reconocidos y prestigiosos no solo en la Borgoña francesa, sino también en el resto del planeta. La pregunta es por qué. ¿Qué vieron los romanos cuando conquistaron la Galia en los contenedores de madera que ya utilizaban Astérix y Obélix? ¿Cuáles son los secretos que convierten algunas barricas de roble francés en objetos de culto enológico? ¿Es cierto que se puede saborear la historia en un sorbo después de los 200 años que necesita un roble francés?



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Dos leñadores cortan el roble elegido por Bodegas Luis Alegre. JORDI ADRIÀ


“El vino te cuenta una película cargada de aromas, sabores, experiencia y tradición. La uva es la protagonista, pero una parte se la transmite la madera. De lo que se trata es de lograr que el roble te cuente su historia, pero con las palabras que tú quieres, con los adjetivos que tú le pidas”, asegura el director gerente de Bodegas Luis Alegre, Alejandro Simó. Él conoce perfectamente ese roble, el Quercus petraea. Fue tonelero antes que enólogo y productor de sus propios vinos.

En un viaje sin precedentes al corazón de Borgoña, Simó ha embarcado a algunos de los mejores sumilleres de este país para descubrir sobre el terreno los secretos de la madera, desde el bosque hasta las manos de los artesanos, pasando por el aserradero y por uno de los mayores parques del mundo de curado de las duelas.

El bosque
“Silencio, se rueda”, parece que ordena alguien, porque en la parcela 256 del bosque de Darney no han madrugado ni los pájaros. El silencio es casi total, salvo por el crujir de algunas ramas. A más de dos horas al este de Beaune, la capital borgoñona, apenas si hay claros en el monte, pese a lo cual es un robledal ordenado. Marc Ballard, responsable de compra de troncos del aserradero de Merrain International, reclama la atención y coloca un cordón de seguridad a unos 40 metros de un roble marcado. Lleva 28 años ayudando a sus clientes a elegir los mejores ejemplares, después de otros 15 en un aserradero familiar en el que aprendió a radiografiar los troncos con su mirada.



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Arriba, un operario del arresadero retira las cortezas para evitar larvas y hongos. En medio, una cuña neumática parte de cuartos los troncos sin romper las fibras. Abajo, los taninos y resinas vuelven las duelas negras en el parque de secado. JORDI A


El ruido de la motosierra irrumpe durante apenas un minuto y deja paso a un estruendo sordo. Después de más de 180 años de crecimiento controlado, el roble cae hacia una zona limpia. “La imagen es muy potente”, explica el sumiller de El Celler de Can Roca, Alex Carlos. “Ahora el vino también va a tener sonido en mi imaginario. Es muy interesante contar a los clientes que degustan un vino cómo es la viña, pero también que sus aromas tienen que ver con el bosque del que viene la barrica”.

Olivier Pibot y Natasha Sukowsky, dos de los centenares de empleados públicos de la Office National des Forêts (Oficina Nacional de Bosques, ONF), observan a Ballard cuando inserta de un martillazo un código de barras en el tronco. Sus dimensiones, edad y geolocalización le acompañarán hasta la barrica. En Francia gran parte del sistema de gestión y explotación del bosque es público. Ellos certifican el origen de la madera hasta la bodega, y suya es la responsabilidad de repoblarlo, limpiarlo y seleccionar los retoños, controlando el número de ejemplares por metro cuadrado hasta el objetivo final de uno cada ocho metros. “El sistema público genera empleo local, recursos para la comarca, evita la especulación y garantiza a las siguientes generaciones el mismo bosque que nos encontramos”, explica Pibot. No les gusta hablar de precios, pero del tronco recién cortado van a salir cuatro o cinco barricas y costará unos 2.000 euros.

La humedad se mete hasta los huesos en esa zona del bosque. Una copa de vino de Finca La Reñana de Luis Alegre ayuda a fijar los conceptos y a quitarse el frío de encima. El glamour del roble francés empieza en el bosque. Con cuidados que se prolongan durante décadas, logran optimizar la estructura interna que lo hace extraordinario: granos finos en los que se encapsulan los sabores más preciados como vainilla o clavo, y líneas medulares, como los radios de una bicicleta, claras y marcadas.

El aserradero
Unas cuñas neumáticas trocean en cuartos longitudinales el tronco de Bodegas Luis Alegre. En el aserradero de Merrain International, del grupo Independent Stave Company, examinan sus fibras y su superficie para sacar los listones que compondrán la futura barrica. El criterio es el de la máxima calidad, no el del máximo aprovechamiento. Un láser verde propone el mejor corte en la superficie del tronco, mientras el especialista hace los ajustes en función de pequeños nudos o imperfecciones que localiza de forma visual. Algunos tienen sorpresa. Los bosques han sido espacios codiciados a lo largo de la historia. Entre sus robles se libraron largas y cruentas batallas. Un detector de metales vigila que no haya puntas de flecha, de lanza o metralla en su interior.


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Éric Nicolas introduce astillas de roble para ahumar una barrica. JORDI ADRIÀ


Uno de los especialistas explora con su dedo índice las líneas medulares radiales para comprobar que atraviesan la tablilla de forma que sellen cada listón. Con toda esa información se seleccionan las mejores maderas en una compleja línea de producción hasta que un experto decide qué cara irá hacia dentro de la barrica.

Ese es un momento esencial. “La cara que entrará en contacto con el vino es la que mira a las estrellas”, resume de forma poética Martín Arieta-Araunabeña, el director comercial de las tonelerías Quintessence, en Burdeos, y Tremeaux, en Borgoña, desde el tejado de la planta de proceso y juntado de duelas de Merrain. No es ninguna tontería, ya que la cara de la duela que tocará el vino se apila en el parque de secado mirando al cielo, para que el agua, el viento helado, la nieve y el frío o el sol le quiten los taninos más fuertes y las resinas indeseadas. Durante los dos o tres años que permanecen allí, el grado de humedad cae del 70% al entorno del 12%. Las duelas se vuelven negras durante el tiempo en el que sudan sus esencias.

La aventura desde el bosque hasta la bodega empieza a exigir ya determinadas decisiones: más o menos secado, más o menos exposición a los elementos. Todas ellas condicionarán los aromas futuros de la madera, explica Carlos Echapresto, premio Nacional de Gastronomía 2016 al mejor sumiller. “Siempre he tenido mucho respeto por la barrica francesa, pero ahora, después de comprobar el trato que dispensan a la madera, de alucinar con la sostenibilidad del sistema, mucho más”, asegura el sumiller del restaurante Venta Moncalvillo.

En una coyuntura en la que las añadas se están abriendo a los contenedores de cemento o de acero inoxidable, y a medida que los naturales y biodinámicos entran en el mercado, el sumiller bilbaíno Antonio García reivindica la historia de amor entre el vino y el roble, y la experiencia sensorial y emocional de su disfrute. “La barrica empezaba a estar en un segundo plano, pero ahora adquiere un relieve especial”, dice el que fuera presidente de la Asociación de Sumilleres de Euskadi y responsable de El Rincón del Vino.

La tonelería
Los enólogos de los extraordinarios vinos de La Romanée-Conti, Domaine Richebourg o Domaine La Tâche, en Borgoña, y de Château Pétrus o Château Margaux, en Burdeos, entre otros muchos en los cinco continentes, tampoco tienen dudas. Siempre eligen el roble francés de los aserraderos artesanales, y las manos y la nariz de los toneleros tradicionales. Coinciden en que la emoción de su descubrimiento y la elegancia de sus matices son mayores todavía si se entiende la danza mágica que inician las duelas en la tonelería, con el agua, el fuego y el humo.

Éric Nicolas lleva 36 años bailando con las barricas. Rodeado de llamas que salen del suelo, de aspersores de agua que controlan la humedad y de astillas de roble que las ahúman, su puesto es una de las claves de bóveda de la tonelería artesanal Tremeaux, en Beaune. Primero humedece y calienta las duelas para darles forma de barrica y ensamblar como si fuera un puzle cada una de las maderas. Los toneles de Borgoña son algo más tripones que los de Burdeos, 228 litros frente a los 225 de los bordeleses. El proceso es absolutamente manual y aromático. “Mira y huele”, dice Nicolas, “¿no te recuerda al pan?”.

Los artesanos conocen cada crujido de las duelas, cada tono; controlan la temperatura y su grado de humedad, vigilados por unos aspersores que aportan agua si el calor se desboca. Pero el que al final controla el levantado, el domado de la madera y el tostado es el especialista. Mueve las barricas, las escucha y acaricia mientras moldea a fuego lento su interior. Un poco más de humo, ahora más agua, un poco de presión y un toque de martillo para cambiar los aros provisionales por los definitivos. En Tremeaux doman el roble y los sabores para que el vino brille. “El vino es el ingrediente; la madera, el condimento”, aclara Martín Arieta tras una cata de vinos blancos con diferentes tiempos de tostado y ahumado.

“El roble francés lleva a su espalda una mochila de calidad, de tradición, de sostenibilidad y de trazabilidad, probablemente única en el mundo”, dice el sumiller de La Barra de Carles Abellan, Adrián Martín. “No es casualidad que muchos de los vinos top del planeta, de los más elegantes, reclamen la finura y la tradición, el saber hacer y la calidad de siglos del roble francés”.Quienes como Alejandro Simó reclaman una crianza de precisión, usan las barricas nuevas entre 21 y 24 meses para sus vinos de finca. Después pasan a segundos vinos de la casa y permanecen hasta seis años en la bodega hasta que su sabroso mensaje llega a las botellas.


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En Tremeaux ajustan las duelas con pequeños golpes para lograr estanqueidad. JORDI ADRIÀ


En esa parte de Borgoña, las duelas miran al cielo para que quienes degustan los vinos que las impregnan no dejen de soñar. Las barricas huelen a masa madre porque siguen fieles al compromiso milenario de cuidar las lágrimas negras y blancas de los mejores viñedos del planeta. 


https://elpais.com/elpais/2019/02/04/eps/1549300274_213883.html









 
Los quesos más deliciosos del planeta para los más queseros


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Manchego
El queso manchego se produce en la región de La Mancha, hogar de Don Quijote. Se elabora a partir de leche de oveja pasteurizada o no (según que se produzca en granjas o en industrias).




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Cabrales
Cabrales es un queso azul graso, elaborado artesanalmente en los picos de Europa, Asturias, concretamente dentro de la región administrativa del Concejo de Cabrales y algunas localidades de la región de Peñamerella Alta.



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Parmesano
El queso Parmigiano Reggiano o Parmesano es considerado como uno de los mejores quesos por los entendidos



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Tetilla
Queso típico de Galicia. Desde 1992, ha sido uno de los cuatro quesos que recibieron el reconocimiento DOP. Su nombre describe la forma del queso, un cono en forma de pera. Su color es amarillo pálido y su corteza es muy fina.



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Roquefort
Roquefort es un queso muy popular, se dice que era uno de los favoritos del emperador Carlomagno. En Francia, se le llama el "queso de reyes y papas".



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Camembert
Marie Harel creó el queso camembert original a partir de leche cruda en Normandía, Francia en 1791.



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Brie
Brie es el queso francés más conocido y por eso se le apoda "El rey los quesos". Es un queso de pasta blanda que lleva el nombre de la región francesa de Brie.



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Gorgonzola
Gorgonzola es uno de los quesos azules más antiguos del mundo. El queso se produce principalmente en las regiones del norte de Italia de Piamonte y Lombardía.



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Burgos


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Emmental
Este queso se produce en los cantones centrales de Suiza. Es un queso tradicional, sin pasteurizar, duro, elaborado con leche de vaca


SIGUE..





 
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Gouda
El queso gouda es originario de la ciudad del mismo nombre y se empezó a producir en el siglo XVII. Tradicionalmente se hace a partir de leche de vaca pasteurizada


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Gruyère
El nombre de este queso es el de un pueblo suizo. Su corteza de color marrón oxidado natural es dura, seca y con agujeros minúsculos



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Cheddar
El queso cheddar está hecho de leche de vaca, es un queso de pasta dura y natural que tiene una textura ligeramente quebradiza si está curado y suave si es tierno


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Feta
El queso Feta es sin duda uno de los más famosos quesos griegos, de hecho ocupa el 70% en el consumo de queso griego.



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Edam
Edam es un queso semiduro de color amarillo pálido, elaborado con leche de vaca y con un sabor ligeramente amargo y ligeramente salado


https://listas.20minutos.es/lista/l...sos-del-planeta-para-los-mas-queseros-437192/
 
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