Antes las investigaciones se hacían de otra manera y también es verdad que los niños a cierta edad ya iban más libres por la calle.
Es un caso según la Interpol junto con el del niño de Somosierra los dos mas extraños que tienen en sus archivos.
Pero el de David Guerrero yo considero que es aún mas oscuro. Nadie lo vio por la calle, ni en el autobús que tenía que coger, ni llegó a la exposición.
No conozco la zona y lo que dicen de atravesar un barrio conflictivo no se hasta que punto pudo ser determinante en su desaparición. No creo que se sepa nunca lo que pasó.
Yo apunté lo del barrio conflictivo, no es que defienda que tuviera que ser eso, solo daba una opción más porque me extraña que estando en el camino desde su casa a la exposición no se cite nunca, y es muy raro que se hubiera desviado por otro sitio andando porque tendría que haberlo hecho mucho porque lo que linda por un lado es el mar, no sabéis lo que era aquello en los años ochenta.
Que era un niño especial es evidente, ni gustaba ni le gustaban los niños. No veo raro que en aquellos años un niño de 13 años hiciera esos recorridos solo a las cinco de la tarde, por lo que han contando luego su padre iba a recogerlo cuando acaban las las clases, de hecho fue el que se dio cuenta de la desaparición cuando fue más tarde a la galería y nadie lo había visto.
Tampoco me parece raro que el suizo engañara al niño con oportunidades respecto a la pintura y lo interceptara antes de entrar. Quien se va a dar cuenta, tu ves a un hombre de cincuenta con un chico por la calle y no piensas ni retienes nada.