Desapareció sin dejar rastro: tres décadas buscando al doctor Cuadrado

Me da que los tiros van por ahí...

Brasil es muy grande, me extraña mucho que conocidos suyos gallegos le viesen ahí, suena a rumores.

Por otro lado, no es el hermano el único que hace ruido:

Su esposa y sus tres hijos no saben nada más que lo que le pudo haber pasado.

"Para nosotros sería un alivio saber lo que pasó; es una herida abierta", dice su intermediario, también Fernando de nombre y médico de profesión.

Hola, @Clapper.

No es que lo vieran en Brasil conocidos suyos, es que lo comentaban abiertamente sus compañeros de trabajo cuando desapareció: Brasil y una mujer, compañera de trabajo, de la que se había enamorado profundamente, que le correspondía y con la que sabía que podía ser feliz. Que además pasaba de los treinta y cinco largos y tenía independencia económica. Esta mujer hubiera podido quedarse tranquila en su casa y eligió irse con él para iniciar una nueva vida juntos.

No sé si conoces a alguien que haya sido numerario del Opus Dei y haya salido del grupo. Son personas destrozadas psicológicamente y, a efectos de la vida civil, no pueden valerse por sí mismos porque NO SABEN NI LES CONVIENE QUE SEPAN HACERLO. Los hombres, en concreto, no saben ni freír un huevo, ni coser un botón, ni usar una lavadora. Para eso están las "numerarlas auxiliares" (antaño numerarlas sirvientas").




Cuando un numerario o numeraria expresa cualquier tipo de duda respecto al funcionamiento u organización, cuando tiene una crisis de fe, cuando se cuestiona el sentido de su vida dentro del grupo grupo se inicia un proceso de boicoteo y desgaste psicológico similar a otros grupos sectarios: se les culpabiliza, se les atormenta, se les margina.

Son personas que, psicológicamente, se han quedado en una edad mental que no coincide con su edad cronológica. Todas y cada una de sus decisiones tienen que consultarlas, no pueden formar lazos de amistad o confianza ni dentro ni fuera de la obra, hasta sus conversaciones más íntimas deben contárselas al director/a de la residencia y al director espiritual (generando así un clima de desconfianza y paranoia porque esa narración debe incluir también a otros compañeros), no se respeta la confidencialidad del Sacramento de confesión. Que no se enteren tampoco de que alguien se ha confesado con un sacerdote ajeno al Opus que le arman un auto de fe. Como estos, muchos más ejemplos.

Imagínate a un hombre que lleva desde la adolescencia (como era el caso de este señor) en un grupo de tal naturaleza, que aprueba su carrera, que inicia su vida laboral y contempla la vida de otras personas que no están consagradas a Dios a través del trabajo, que tal vez sean ateos pero que no roban, no matan, saben ser amigos, hijos, padres, hermanos, maridos, compañeros, ciudadanos cumplidores de la ley y hasta respetuosos con las creencias que él profesa. Después de años de observación se inicia un proceso de disonancia cognitiva: "Cómo es posible que dentro de la Obra se diga que la vida que llevan otros sea de perdición y pecado, cómo es posible que se hable de ellos con tanta condescendencia o que se les juzgue tan a la ligera? Mis compañeros (grupo de referencia) me demuestran aprecio y respeto, se han acordado de mí cumpleaños y me han hecho un regalo, mis pacientes me demuestran cariño y gratitud. Por qué no puedo tomar un café por la tarde, por qué no puedo estar en el equipo de fútbol, por qué no puedo comunicarme con nadie externo a la Obra? Podría ser católico fuera del Opus Dei y no ofender a Dios? Por qué me siento tan deprimido y no le encuentro sentido a la vida que llevo?".

Puedo imaginarme perfectamente a un hombre de más de 35 años planteándose el sentido de su vida y el horror psicológico que le hicieran vivir. Tal vez en su momento le pareció más sencillo y hasta decente decir que aceptaba ser supernumerario. Si uno deja de ser numerario (vida célibe) y continúa en el grupo procuran casarlo con una mujer que también esté en la obra (ex numeraria o supernumeraria soltera) cuanto antes mejor, no sea que de repente le dé por pensar o conocer a una mujer que le ayude a salir de la secta de manera definitiva.

En este caso se vio abocado al matrimonio como única vía de salida, supongo que después de poco más de un año de dejar de ser numerario. En cinco años de unión tienen tres hijos, con la responsabilidad y el compromiso que eso supone. Si él estaba ya enamorado y había iniciado otra relación, siendo como era una persona acostumbrada a ocultar sus emociones y sus auténticas ideas, pudo haber llevado una vida en apariencia "normal*. Siendo supernumerario tenía más libertad de acción y quién sabe si no contó con ayuda de compañeros o conocidos que lo veían hecho polvo.

Como no supo o no pudo hacer frente a la secta a la que perteneció durante muchos años, tampoco se vio capaz de decirle a su mujer que no quería seguir casado. Llega el día del aniversario de la boda y se dice que ya no en puede más y que no puede seguir fingiendo. A lo mejor ese día se precipitó su huida, quién sabe.

A mi me parece impresentable abandonar así a sus hijos, sin hacerles saber nunca que seguía vivo y se encontraba bien, que no se atrevía a entrar en contacto con ellos o lo que fuera. Si lo hijos continúan en la órbita del opus, se lo iban a poner muy complicado. Además conocen sólo la versión materna, no creo que nadie les haya hablado nunca de la infelicidad de su padre y lo anulado que estuvo como individuo. No sería una excusa sino una explicación.

No creo en la hipótesis del secuestro de ningún grupo terrorista, abortista o en la hipótesis del su***dio. Fue una desaparición voluntaria, por algo la policía no siguió investigando y se impuso el mutismo. Si ahora sus hijos desean saber algo más, tendrán más de un motivo bien fundamentado (probablemente asuntos legales o de herencias). Es un tormento el no saber qué ha pasado con un ser querido, el haber crecido con la ausencia de la figura paterna sin una explicación coherente. "Papá no nos quería? Por qué nunca hemos sabido qué le pasó a papá?".

Incluyo también a su mujer, que al menos se merecía saber que se iba para siempre (nota estilo: "Mari Carmen, no soy feliz con la vida que llevo. Perdona que sea tan cobarde y me marche así. No me busquéis porque no pienso volver. Que Dios me perdone"). Sí, sé que es muy peliculero, pero hubiera sido mucho mejor.

En fin, se trata de una tragedia humana muy común que ha sobrevolado la vida de tres personas que entonces eran niños inocentes y tienen derecho a saber qué le pasó a su padre.
 
Última edición:
Como ya comenté en su día, se encontró en el portal la bolsa con la compra que hizo…yo no le veo sentido a esa “huida” de repente antes de una cena…es que no cuadra por ningún sitio…
 
Hola, @Clapper.

No es que lo vieran en Brasil conocidos suyos, es que lo comentaban abiertamente sus compañeros de trabajo cuando desapareció: Brasil y una mujer, compañera de trabajo, de la que se había enamorado profundamente, que le correspondía y con la que sabía que podía ser feliz. Que además pasaba de los treinta y cinco largos y tenía independencia económica. Esta mujer hubiera podido quedarse tranquila en su casa y eligió irse con él para iniciar una nueva vida juntos.

No sé si conoces a alguien que haya sido numerario del Opus Dei y haya salido del grupo. Son personas destrozadas psicológicamente y, a efectos de la vida civil, no pueden valerse por sí mismos porque NO SABEN NI LES CONVIENE QUE SEPAN HACERLO. Los hombres, en concreto, no saben ni freír un huevo, ni coser un botón, ni usar una lavadora. Para eso están las "numerarlas auxiliares" (antaño numerarlas sirvientas").




Cuando un numerario o numeraria expresa cualquier tipo de duda respecto al funcionamiento u organización, cuando tiene una crisis de fe, cuando se cuestiona el sentido de su vida dentro del grupo grupo se inicia un proceso de boicoteo y desgaste psicológico similar a otros grupos sectarios: se les culpabiliza, se les atormenta, se les margina.

Son personas que, psicológicamente, se han quedado en una edad mental que no coincide con su edad cronológica. Todas y cada una de sus decisiones tienen que consultarlas, no pueden formar lazos de amistad o confianza ni dentro ni fuera de la obra, hasta sus conversaciones más íntimas deben contárselas al director/a de la residencia y al director espiritual (generando así un clima de desconfianza y paranoia porque esa narración debe incluir también a otros compañeros), no se respeta la confidencialidad del Sacramento de confesión. Que no se enteren tampoco de que alguien se ha confesado con un sacerdote ajeno al Opus que le arman un auto de fe. Como estos, muchos más ejemplos.

Imagínate a un hombre que lleva desde la adolescencia (como era el caso de este señor) en un grupo de tal naturaleza, que aprueba su carrera, que inicia su vida laboral y contempla la vida de otras personas que no están consagradas a Dios a través del trabajo, que tal vez sean ateos pero que no roban, no matan, saben ser amigos, hijos, padres, hermanos, maridos, compañeros, ciudadanos cumplidores de la ley y hasta respetuosos con las creencias que él profesa. Después de años de observación se inicia un proceso de disonancia cognitiva: "Cómo es posible que dentro de la Obra se diga que la vida que llevan otros sea de perdición y pecado, cómo es posible que se hable de ellos con tanta condescendencia o que se les juzgue tan a la ligera? Mis compañeros (grupo de referencia) me demuestran aprecio y respeto, se han acordado de mí cumpleaños y me han hecho un regalo, mis pacientes me demuestran cariño y gratitud. Por qué no puedo tomar un café por la tarde, por qué no puedo estar en el equipo de fútbol, por qué no puedo comunicarme con nadie externo a la Obra? Podría ser católico fuera del Opus Dei y no ofender a Dios? Por qué me siento tan deprimido y no le encuentro sentido a la vida que llevo?".

Puedo imaginarme perfectamente a un hombre de más de 35 años planteándose el sentido de su vida y el horror psicológico que le hicieran vivir. Tal vez en su momento le pareció más sencillo y hasta decente decir que aceptaba ser supernumerario. Si uno deja de ser numerario (vida célibe) y continúa en el grupo procuran casarlo con una mujer que también esté en la obra (ex numeraria o supernumeraria soltera) cuanto antes mejor, no sea que de repente le dé por pensar o conocer a una mujer que le ayude a salir de la secta de manera definitiva.

En este caso se vio abocado al matrimonio como única vía de salida, supongo que después de poco más de un año de dejar de ser numerario. En cinco años de unión tienen tres hijos, con la responsabilidad y el compromiso que eso supone. Si él estaba ya enamorado y había iniciado otra relación, siendo como era una persona acostumbrada a ocultar sus emociones y sus auténticas ideas, pudo haber llevado una vida en apariencia "normal*. Siendo supernumerario tenía más libertad de acción y quién sabe si no contó con ayuda de compañeros o conocidos que lo veían hecho polvo.

Como no supo o no pudo hacer frente a la secta a la que perteneció durante muchos años, tampoco se vio capaz de decirle a su mujer que no quería seguir casado. Llega el día del aniversario de la boda y se dice que ya no en puede más y que no puede seguir fingiendo. A lo mejor ese día se precipitó su huida, quién sabe.

A mi me parece impresentable abandonar así a sus hijos, sin hacerles saber nunca que seguía vivo y se encontraba bien, que no se atrevía a entrar en contacto con ellos o lo que fuera. Si lo hijos continúan en la órbita del opus, se lo iban a poner muy complicado. Además conocen sólo la versión materna, no creo que nadie les haya hablado nunca de la infelicidad de su padre y lo anulado que estuvo como individuo. No sería una excusa sino una explicación.

No creo en la hipótesis del secuestro de ningún grupo terrorista, abortista o en la hipótesis del su***dio. Fue una desaparición voluntaria, por algo la policía no siguió investigando y se impuso el mutismo. Si ahora sus hijos desean saber algo más, tendrán más de un motivo bien fundamentado (probablemente asuntos legales o de herencias). Es un tormento el no saber qué ha pasado con un ser querido, el haber crecido con la ausencia de la figura paterna sin una explicación coherente. "Papá no nos quería? Por qué nunca hemos sabido qué le pasó a papá?".

Incluyo también a su mujer, que al menos se merecía saber que se iba para siempre (nota estilo: "Mari Carmen, no soy feliz con la vida que llevo. Perdona que sea tan cobarde y me marche así. No me busquéis porque no pienso volver. Que Dios me perdone"). Sí, sé que es muy peliculero, pero hubiera sido mucho mejor.

En fin, se trata de una tragedia humana muy común que ha sobrevolado la vida de tres personas que entonces eran niños inocentes y tienen derecho a saber qué le pasó a su padre.
No sé qué decirte, lo de la bolsa de compra en el portal suena raro, y que después de tantos años no haya tenido contacto con nadie...

También hay mucha gente que habla de más e inventan o se montan películas. Indicio no hay ninguno de que huyese a Brasil con una mujer.
 
Me da que los tiros van por ahí...

Brasil es muy grande, me extraña mucho que conocidos suyos gallegos le viesen ahí, suena a rumores.

Por otro lado, no es el hermano el único que hace ruido:

Su esposa y sus tres hijos no saben nada más que lo que le pudo haber pasado.

"Para nosotros sería un alivio saber lo que pasó; es una herida abierta", dice su intermediario, también Fernando de nombre y médico de profesión.
Es más sencillo. Lo de las drogas yo no lo veo, la verdad.
Era solo un hombre que huía del Opus.
 
No sé qué decirte, lo de la bolsa de compra en el portal suena raro, y que después de tantos años no haya tenido contacto con nadie...

También hay mucha gente que habla de más e inventan o se montan películas. Indicio no hay ninguno de que huyese a Brasil con una mujer.
No sé qué decirte, lo de la bolsa de compra en el portal suena raro, y que después de tantos años no haya tenido contacto con nadie...

También hay mucha gente que habla de más e inventan o se montan películas. Indicio no hay ninguno de que huyese a Brasil con una mujer.
A mi no me dijeron nunca nada de Brasil, que yo recuerde, creo que lo leí en el foro, lo de Brasil.
Tampoco te hace falta otra mujer, aunque si que se rumoreaba que estaba con otra.

Yo creo que es as sencillo. Es una persona psicológicamente machacada por el Opus, tampoco puedes esperar un comportamiento racional de esa gente. A mi me dan pena todos, pero lo que si es certeza es que la policía siempre lo trató como una huida voluntaria, algo sabrían, no se...
 
Huye y deja la carne en el portal. Muy lógico
Mira, ya lo he expuesto antes. Una huida del Opus. Tú tienes tu opinión, y yo la mía.
Lógico no es, claro está.. Pero es que nada en ese entorno lo es.
A mi lo ridículo me parece lo de pensar en trapicheo de drogas o pisos farmacia. Pero no me burlo de ello. Es vuestra opinión.

Por lo que yo sé, y me han contado personas que trabajaban con él todos los días, era un tío raro, muy tocado el pobre, buena persona, pero sin mucha alegría. Y en el ambiente del trabajo nadie duda que se fue porque quiso. Se fue o escapó. Huyó. Del Opus. Supongo que intuyes lo difícil que es tomar una decisión así.

Y, vuelvo a insistir, la policía lo trató siempre como desaparición voluntaria. Otra cosa es lo que la pobre familia quiera creer, que bastante tendrán.

Lo de dejar la carne, pues mira. En plan, para la mujer. Ale ahí te queda, celebra tú nuestro aniversario.

El pobre debía ser una olla a presión.

Pero vamos, si te divierte más elucubrar con drogas, sicarios, deudas varias... Cada cual tiene su opinión, faltaba más.
 
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Pero digo yo si fuera huida se llevaría ropa, dinero, sus cosas, lo planearía de otra manera, no...? Que se fue con lo puesto ahí a la aventura?
Pero que lo tendría más que preparado, digo yo. Sólo que ese día, ante el panorama que se le presentaba, ya no pudo más y se largó.
Tenía una clínica privada, pasaba consulta además del curro en el Juan Canalejo, podía haber sacado toda la pasta que quisiera sin que se enterara la mujer. Justo unos días antes le dio el finiquito al chico que trabajaba allí con él. Como si fuera a cerrar.
A mi me parece que el panorama de celebración de aniversario que tenía en casa fue la gota que colmó el vaso. Yo creo, pero es mi opinión, que esperaba pasar esa última Navidad con la familia, pero por lo que sea, ya no pudo más. Pero es mi opinión, insisto.
 

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