Sí, incluso la manera pactada con la que hablaron con uno de ellos al que eligieron como portavoz (a la chita callando, por supuesto). Ahora no me acuerdo de detalles, pero a la vista estaba el tremendo lío que tenían montado y que lo primero que hicieron fue reorganizar el negocio, tanto este como los otros. Ha habido un pacto de silencio brutal, creo que en ese ovillo encontraríamos algunas respuestas. Desde luego para desvincularse mintieron.¿No os resulta raro que no haya estado los reporteros dando la matraca en el burguer y el restaurante? Al principio si, pero se diluyó pronto. A los propietarios la prensa no los machaca, ni a la novia. Que suerte tener influencias!