Dale color al pasado. Recuerdos.

De icono infantil a consumido por el amianto: ¿dónde está Espinete?
El entrañable personaje de «Barrio Sésamo» encarna uno de los misterios más extraños de la televisión española
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Espinete y Don Pimpón en «Espinete no existe» - RTVE
Espinete es uno de los personajes más entrañables de la televisión en España. Durante los años 80, en TVE, «Barrio Sésamo» se convirtió en todo un referente de entretenimiento de los más pequeños de la casa. Sin embargo, de la noche a la mañana, Espinete desapareció de la vida de los españoles después de haber dejado una honda huella en los corazones de los más jóvenes. ¿Qué sucedió con Espinete? Y, lo que es más importante, ¿dónde se encuentra actualmente?

En 1979 llegó a la primera de Televisión Española «Barrio Sésamo», un espacio que bebía del formato estadounidense. De hecho, incluía algunos de los sketches originales, como los de Epi y Blas, mientras que otros eran realizados por la pública para su versión nacional. En su primera temporada, los personajes españoles protagonistas fueron lagallina Caponata y el caracol Pérez Gil, y Espinete, en aquella época, no existía.

Espinete nació en 1983 en «Barrio Sésamo» con motivo de la segunda temporada del espacio infantil. Aunque el programa no se había movido apenas de sus bases, el muñeco conmovió enormemente a los más pequeños. El erizo era el descubridor del mundo a los niños y estos veían todo lo que les rodeaba a través de sus ojos. Entre 1983 y 1988 estuvo presente en las pantallas de los españoles. En total, se emitieron 274 capítulos en los que este erizo rosado se convirtió en toda una estrella.

El éxito de Espinete no tenía precedentes. Se había convertido en toda una referencia entre los más pequeños de la casa. Había logrado conseguir premios de televisión, como el TP de Oro. Y, en 1984, ante la espectacular repercusión del erizo, el Ayuntamiento de Madrid le invitó, junto al resto de compañeros de «Barrio Sésamo», para dar el pregón de las fiestas de Navidad en la capital junto al entonces alcalde Enrique Tierno Galván.

Pero, pasado 1988, Espinete desapareció de las pantallas de los españoles. ¿Qué sucedió con el personaje? «Barrio Sésamo» renovó por otras nuevas temporadas, pero el equipo decidió dejar de contar con los servicios del punzante amigo de los niños. Entonces, el erizo inició una función teatral que duró tan solo un año en escena. Desde entonces, Espinete se encuentra desaparecido.

Chelo Vivares, el motor de Espinete
Pero, en realidad, Espinete no es más que un muñeco gigante impulsado por los sueños y la ilusión de los niños, y movido gracias a Chelo Vivares, la mujer que residía en el interior del disfraz. Espinete llegó a la vida de Vivares cuando tenía algo más de 30 años, y su vida sufrió un radical cambio desde ese momento. «"Barrio Sésamo", profesionalmente, me aportó muchísimo. Fue un regalazo», ha reconocido en varias entrevistas, aunque recuerda que la experiencia fue dura. «Lo que le pasaba al traje de Espinete es que era hermético. Era muy cerrado, no tenía ventilación. Me movía como una bellaca, no paraba. Cada poquito tiempo había que sacarlo para poder respirar», reflexionó años después.

Uno de los detalles que más buscaba cuidar Vivares era su anonimato con el objetivo de que los niños no la identificaran cuando escucharan su voz fuera de escena. «No me reconocían porque yo me cuidaba muy mucho de no aparecer como Espinete. Fue un personaje que caló muchísimo, y entonces era muy frustrante que, de repente, llegara un niño y dijera "pues tu eres Espinete"». De hecho, durante años su identidad fue todo un misterio.

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Chelo Vivares enfundada en el disfraz de Espinete - RTVE
La carrera de Chelo Vivares no dejó de crecer. Se ocupó de realizar el espectáculo teatral en 1989 con su personaje, pero en 1990 le avisaron para meterse dentro del papel de un nuevo icono español: Curro, la mascota de la Exposición Mundial de Sevilla de 1992.

Pero su andadura en el mundo de la televisión no acabó con la desaparición de Espinete. Desde que dejó a Curro, Chelo Vivares se convirtió en actriz de doblaje y ha participado en multitud de series y películas. Entre sus producciones infantiles destacan personajes de «Harry Potter», «Futurama», «Las aventuras de Sonic el erizo», «Sonic X», «South park», varios personajes de «Los Simpsons», «Pokémon», «Padre de familia», «Diario de Greg», «Jessie», «Caillou» o «Phineas y Ferb». Y entre las producciones para los más adultos, destacan «Smallville», «Anatomía de Grey», «House of cards», «Manifest», «Orange is the new black», «Star trek», «Juego de tronos», «Castle», «The big bang theory», «The walking dead», «The good wife», «Scandal», «True blood», «Flashpoint», «Urgencias», «Doctor Who», «Mentes criminales», «Walker, Texas ranger», «Bones», «Aquellos maravillosos 70», «Embrujadas», «Fama» o «Expediente X».

De igual forma, Chelo Vivares también se ha dedicado profesionalmente al teatro. Entre su afición y buen hacer sobre las tablas, interpretó a Ponencia en el montaje de «La casa de Bernarda Alba» de Hugo Pérez de la Pica en el Teatro Español en 2014. Además, es una habitual de las obras que se representan en la sala alternativa Tribuñe, en Madrid.

En el terreno personal, Vivares no lo ha tenido nada sencillo. Juan Ramón Sánchez fue su gran amor, y ambos coincidieron también en «Barrio Sésamo». Sánchez interpretaba a Chema, el panadero, con quien compartió bastantes escenas dentro en la serie. Ambos compartieron 30 años de romance que, por desgracia, finalizó en 2008 con el fallecimiento del actor. «Hemos estado 30 años juntos, toda una vida. Celebramos una boda, a pesar de que no nos queríamos casar al principio. Fuimos tal cual, sin ningún tipo de florituras. Hicimos una fiesta super buena. Juan y yo tuvimos un hijo que ya tiene más de 30 años. Es magnífico», recordó Chelo Vivares en una entrevista en «Sálvame».


Pero, ¿qué sucedió con el disfraz de Espinete? Este es uno de los grandes misterios de la televisión en España del siglo XXI. Espinete quedó abandonado en las instalaciones de RTVE en Prado del Rey (Madrid). Almacenado entre otras piezas históricas de la pública, esperaba que alguien desempolvara sus púas para volver a hacer reír a los niños. Pero ese momento nunca ha llegado y, seguramente, nunca sucederá.

Desde 1956, la cadena pública almacenaba algunos de sus objetos históricos más importantes. Piezas de vestuario y atrezzo se amontonaban en los estudios 10 y 11 de Prado del Rey, conocidos en la corporación como los «estudios de color». Sin embargo, la crisis que vivió la corporación por el fibrocemento provocó que estos estudios se tornaran muy grises.

La contaminación por amianto, material que se encontraba en los estudios de Prado del Rey, había afectado al contenido que se almacenaba en el interior de los platós. Entre estos se encontraban los trajes de Alfredo Urdaci, todos ellos de la firma Armani o el vestuario de Doña Letizia en su época de presentadora de informativos y, por supuesto, el disfraz de Espinete. Ante la noticia del amianto RTVE no tuvo más remedio que destruir las instalaciones, incluyendo el contenido que se guardaba en su interior.

El equipo de vestuario del ente público recibió la orden de recoger todo lo que pudieran en dos horas, al más puro estilo de «Supervivientes». En total, 50.000 piezas a recuperar en 120 minutos, una tarea imposible. Por ello, el equipo intentó llevarse los objetos más reconocibles con los que se fueron encontrando por el breve recorrido que hicieron.

Entre los objetos recuperados destacan dos Electroduendes y la bola de «La bola de cristal» y, de «Barrio Sésamo», un Don Pimpón dañado por el maltrato del tiempo. En cambio, ni de los vestidos de Letizia ni de los trajes de Urdaci ni de Espinete se ha vuelto a saber nada.

La empresa SGS, encargada del desamiantado de las instalaciones y el contenido de los estudios, certificaron que, ante la fibrosidad del vestuario, no se podía garantizar que las fibras de amianto se limpiaran adecuadamente, por lo que se determinó que los estudios fueran demolidos y el material histórico que guardaban, destruido al considerarse las prendas «materiales contaminados no recuperables».

La empresa realizó la demolición de los estudios y, junto a su contenido, conducido con decenas de camiones al vertedero de San Fernando de Henares, propiedad de la Comunidad de Madrid. Se podría considerar que este es el lugar en donde yace el rosado erizo. Sin embargo, no hay nada que lo confirme.

A pesar de los registros que se llevaron sobre todo el proceso, ningún documento recoge ni la salida, ni la contaminación, ni la entrada en el vertedero de gran parte del contenido de los estudios 10 y 11 de RTVE en Prado del Rey. Además, al tratarse de residuos contaminados, se encuentran encapsulados en el vertedero y analizar su contenido es imposible. Por ello, la corporación abrió una investigación en el Consejo de Administración de la pública. Sin embargo, con la salida de los anteriores dirigentes y la llegada de Rosa María Mateo a TVE, dicha investigación todavía no se ha cerrado.
https://www.abc.es/play/television/...donde-esta-espinete-201907270152_noticia.html
 
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'Con las manos en la masa', 35 años del primer (y mejor) programa de cocina de la televisión
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'Con las manos en la masa', 35 años del primer (y mejor) programa de cocina de la televisiónRTVE

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  • Carmen López

    La cocina puede ser el lugar más cálido de la casa y no solo por los fogones. Mientras se prepara la comida y se trajina con las ollas, se tararea, se escucha la radio y se habla con cercanía. Elena Santonja sabía el ambiente que se genera entre ollas y lo supo utilizar para sacar el lado más relajado de los famosos que invitaba a su programa. Con las manos en la masa fue primer espacio de cocina que se emitió en la TVE y nunca se ha vuelto a hacer algo así.

    Por sus 335 episodios -que se emitieron desde 1984 a 1991- pasaron cantantes, actores, escritores, cocineros y hasta un ama de casa de Granada, Loreto Cardenete. Su hijo pequeño -tenía nueve- escribió al programa para que la invitasen: además de cocinar bien, había escrito su propio recetario que recogía las recetas aprendidas por tradición oral.


    Con la naturalidad que la caracterizaba, Santonja soltó que: "Hoy en día se publican a la semana dos libros de cocina, lo cual es un disparate [aunque ella misma sacó cuatro entre 1987 y 1998]", instando a las editoriales a fijarse más en trabajos como del de Cardenete y menos en otras moderneces. En 2019, más de una empresa con poder habría puesto el grito en el cielo ante tal declaración en la televisión.

    Esa frescura era una de las claves del encanto de Santonja, que además de presentar también escribía los guiones junto a Álvaro Lion-Depetre. "Con Elena era fácil, porque era la perfecta presentadora: bailaba, cantaba, era buena actriz, extraordinariamente culta, cinéfila, micóloga, entomóloga, magnífica pintora además. Ya digo que nos divertimos", recordó su compañero cuando ella murió en octubre de 2016.

    Hay un famoso en mi cocina
    Quienes ya fuesen televidentes allá por los 80, posiblemente recuerden más la sintoníade su apertura que el propio programa. Escrita por el dúo Vainica Doble -integrado por Carmen Santonja (hermana de Elena) y Gloria Van Aerssen- y cantada por Van Aerssen y Joaquín Sabina, tiene un puesto más que relevante en el imaginario colectivo del país (o, al menos, en el de los que ahora tienen más de 35 años).

    "Siempre que vuelves a casa/ me pillas en la cocina/ embadurnada de harina/ con las manos en la masa", es la frase que abre una cadena de nombres de platos tradicionales de la gastronomía española como bacalao al pil-pil, bonito con tomate o lacón con grelos. Algunos platos quizás no eran tan conocidos fuera de su lugar de origen como el cochifrito (Segovia) o el morteruelo (Castilla-La Mancha) pero precisamente ese era uno de los objetivos del programa: acercar la cocina tradicional al público.

    La estructura del programa era básica pero eficaz. Santonja recibía a un personaje conocido en la cocina del plató y juntos preparaban dos recetas. Generalmente, estaban relacionadas con el lugar de origen de la persona o su vida, aunque no todos sabían del todo qué estaban haciendo. Uno de los ejemplos más claros es el de Joaquín Sabina, que dejó claro que no tenía ni idea de preparar unos callos a la madrileña por más que Santonja intentase ayudarle.



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    Joaquín Sabina en 'Con las manos en la masa'


    El caso contrario es el de un joven Víctor Manuel que, rebosante de asturianía, cocinó unas fabes con chirlas y unas cebollas rellenas además de escanciar sidra y preparar un paté de cabrales en cuatro minutos. Pese a las tentativas de la anfitriona de intervenir en la preparación de los platos, el cantante impuso sus modos de cocinillas experimentado. Acabaron celebrando con unos culines de sidra, sin rencores.

    Muchos y muchas de las que se pusieron ante los fogones de aquella cocina simulada -que se fue modernizando con el tiempo aunque nunca perdió su estilo costumbrista- pertenecían al círculo de amistades de Santonja. Chus Lampreave, amiga desde la Academia de Bellas Artes de San Fernando; Verónica Forqué, hija de Carmen Vázquez-Vigo y José María Forqué o Fernando Fernán Gómez, el actor con el que prepara "lentejas sin nada".

    Es inevitable recordar a Pedro Almodóvar, en plena escalada al éxito mundial, cocinando una caldereta de cordero según la receta de su madre. Tuvo miedo del aceite que salpicaba al freír la carne, llamó a su madre (supuestamente) para consultarle sobre cuándo tenían que echar el ajo, comentó las curiosidades del canibalismo y hasta planteó el argumento de una película sobre la guerra de Vietnam que rodaría en Alicante. Apareció hasta una pata de jamón como la que Carmen Maura usó para librarse de su marido en Qué he hecho yo para merecer esto.

    Sara Montiel mantuvo su porte de diva del cine mientras cocinaba unas gachas manchegas con sus torreznos y su harina de titos, que después se comió rebañando de la sartén como manda la tradición. Allí contó cómo llegó a Madrid desde Campo de Criptana para ganar dinero en el mundo del espectáculo, que su primer beso en el cine fue con Fernán Gómez y que a Gary Cooper le encantaban los taquitos mexicanos. El Gran Wyoming acudió con El Reverendo y contra todos los pronósticos preparó un marmitako de bonito con pericia.

    Pero por allí no solo pasaron integrantes de la farándula del momento, sino que también cocinaron nombres relevantes del gremio gastronómico como la famosa Simone Ortega, la profesora y estudiosa Clara María González de Amezúa o los cocineros Ramón Ramírez o Luis Irizar (el primer invitado). Porque otro de los objetivos de Con las manos en la masa era la divulgación de la cultura gastronómica.

    Entre bromas y preguntas personales, Santonja explicaba datos de historia gastronómica, como que los pimientos llegaron a España después del "descubrimiento" de América y soltaba referencias a autores y expertos en el tema. Los episodios eran como clases magistrales de gastronomía tratada como un aspecto más de la cultura (pop) como la música o el cine.

    Los achaques de la vejez
    El visionado del programa con la perspectiva del paso del tiempo -hace 35 años de la emisión de su primer episodio- provoca sensaciones encontradas. El ritmo de la televisión ha cambiado mucho en tres décadas y los episodios pueden parecer ahora interminables aunque solo duren 20 minutos. Los decorados están a años luz de los que rodean a los hermanos Torres y los gráficos son la pesadilla de cualquier diseñador.

    También hay trazas de machismo aún normales en la época incluso en programas dirigidos por gente como Santonja. Por ejemplo, el actor Álvaro de Luna aprende a cocinar porque se ha quedado solo en casa - "de Rodríguez"- y no sabe ni cómo funciona una sartén. Al final del episodio, se desvela que lo que quiere es prepararle la cena a su amante.

    También se ha calificado de machista la canción de "las vainicas" y Sabina, por el diálogo que mantiene el marido que llega hambriento a casa y la mujer que le hace la comida ante sus exigencias. Puede verse como tal o como una denuncia de la situación habitual de las amas de casa que tienen que cumplir los deseos culinarios -y de lo que sea- de sus esposos aunque hayan hecho cursos para "cordon bleu".

    Más difícil de disculpar es el clasismo evidente de En la cocina con Elena, programa que siguió a Con las manos en la masa, donde ellarepresentaba a una señora que lidiaba con su criada mientras cocinaba. El espíritu estaba más cerca de Escenas de matrimonio que del anterior. No duró más que unos meses aunque el final vino por otro problema.

    Santonja y Lion-Depetre se negaron a publicitar los productos de la sociedad Alimentos de España, que patrocinaba el programa, sin cobrar. Según declaró ella a El País en aquel momento: "Es un uso de mi imagen, que tiene fama y prestigio, para que TVE se embolse el dinero de la publicidad". Un año después, una sentencia obligó a indemnizar con 10 millones pesetas a Elena Santonja y casi 9 a Álvaro Lion-Depetre por despido improcedente. Karlos Arguiñano se convirtió después en el cocinero oficial del canal.



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    Chus Lampreave, en 'Con las manos en la masa'


    Sin embargo, las críticas pierden contra los elogios. Con las manos en la masa fue un ejercicio de divulgación cultural a través del entretenimiento que marcó un precedente que no se ha podido igualar. Aunque la oferta de telecocina en la parrilla televisiva sea abundante y los sucesores de Santonja tengan su propio mérito, algo se quedó en los fogones de aquel plató ochentero.

    Quizás con los años el concepto se haya quedado obsoleto o puede que la cocina tradicional haya perdido el interés del público, pero a nadie le amargan unas migas con chocolate. Y que Chus Lampreave te explique que un garbanzo es bueno si "tiene cara de vieja y culo de moza" (y después reconozca el rostro de Orson Welles en uno) es pura magia televisiva.

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    Bollos rellenos y pollo con papillas

http://vertele.eldiario.es/noticias/con-las-manos-en-la-masa-cocina-television_0_2142985716.html
 
Game Boy, la portátil de Nintendo que revolucionó el mundo de los videojuegos
La consola de bolsillo de la firma de Kioto cumple este año su 30 aniversario
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@abc_tecnologia
Madrid
Actualizado:02/08/2019 08:25h
Nintendo 64, la consola superpotente que se estrelló contra la primera PlayStation

Quién sabe si Nintendo comprendía hace 30 años, cuando lanzó la Game Boy, lo que la portátil supondría para la historia de los videojuegos. Tanto tiempo después, la consola de la firma de Kioto sigue muy presente. Y es que sigue siendo uno de los sistemas favoritos de los jugadores de siempre. De aquellos que tuvieron la oportunidad de disfrutarla gracias a títulos como «Súper Mario Land», «Zelda: Link's Awakening», «Kirby's Dream Land» o «Donkey Kong». De aquellos que preferían gastarse toda la paga en pilas AA, que el sistema devoraba en menos de 15 horas, antes que renunciar a la pura diversión que ofrecía la consola.

Como ha sido habitual hasta hace poco, Game Boy fue lanzada en Japón algo antes que en el resto del mundo. La fecha escogida fue el 21 de abril de 1989. Sin embargo, en España, así como en el resto de Europa, se hizo esperar hasta finales de 1990. Nintendo había depositado muchas esperanzas en su pequeña portátil. Y lo cierto es que buena parte de la culpa del éxito del sistema la tuvo el juego escogido por los de Kioto para acompañarla en su llegada a las tiendas: el «Tetris». El juego desarrollado por el ingeniero informático ruso Alekséi Pázhitnov se convirtió en un fenómeno que todavía a día de hoy se mantiene.

Para conseguir la licencia de este título, Nintendo tuvo que luchar intensamente con Atari, que también contaba con un sistema portátil. Su sistema, la Atari Lynx, también comenzó a comercializarse en 1989, y se convirtió en la principal rival de Game Boy hasta que Sega se unió a la fiebre de las consolas de bolsillo con su Game Gear un año después.

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La Game Boy de la Guerra del Golfo
Posiblemente, si dejamos a un lado el riquísimo catálogo con el que la dotó la firma de Kioto, el principal punto positivo de Game Boy residía en su resistencia. Mucha (muchísima) más que la de los sistemas de la competencia. Así lo demuestra, por ejemplo, el que Nintendo exhibiese en una exposición de 2017 una Game Boy que había sufrido los efectos de un bombardeo durante la Guerra del Golfo. El sistema, que tenía el frontal completamente derretido y chamuscado, seguía funcionando como si el tiempo no hubiese pasado.

En lo que se refiere a su apartado técnico, la consola de bolsillo contaba con una CPU de 8 bits; montaba, además, una pantalla LCD que, en ocasiones, no permitía que el juego fuese tan visible como debía. Especialmente cuando las pilas AA se encontraban en las últimas. Sus dimensiones eran perfectas para llevar la consola a cualquier parte, aunque Nintendo ya se preocupó en su momento de sacar maletines oficiales que permitiesen transportarla con mayor comodidad.

La «Pocket» y la «Color»
Lo cierto es que el sistema caló entre los usuarios con facilidad. Pero la tecnológica nipona no se durmió en los laureles y fue lanzando cada poco tiempo una nueva revisión del sistema. Así llegó en 1996 la Game Boy Pocket, un dispositivo que contaba con un tamaño inferior al original, lo que la hacía más manejable. También se comercializó en diferentes colores, entre los que se encontraba el verde, el azul, el amarillo o el rojo.

La revisión no gozó del mismo éxito que su predecesora. También tenía una autonomía inferior, que en este caso Nintendo coloca en las 10 horas. No hubo que esperar demasiado, para que llegase su sustituta a las tiendas de todo el mundo. Para 1998, Game Boy Colorhizo su entrada en escena.

La principal característica de esta se encontraba en que era capaz de correr los juegos en color. Se dejaba así a un lado la imagen en blanco y negro característica de su hermana mayor. Vino acompañada en el tiempo de dos de los juegos más característicos en la historia de las portátiles, el «Pokemon Azul» y el «Pokemon Rojo». Las primeras entregas de una franquicia que sigue contando con el apoyo de millones de fanáticos de los videojuegos en todo el mundo.

Legado
Los más de diez años que la portátil de Nintendo se mantuvo en producción se saldaron con unas ventas que sobrepasaron de largo los 100 millones, lo que la mantiene en el tercer puesto entre las videoconsolas más vendidas de la historia. En el año 2001 le dio el relevo a la nueva portátil Game Boy Advance, que supuso un gran salto técnico respecto a su antecesora.
https://www.abc.es/tecnologia/video...o-mundo-videojuegos-201908020130_noticia.html
 
Cinco gadgets antiguos que tienes en tu trastero y que ahora cuestan una fortuna
Lo retro está de moda y hay muchos coleccionistas dispuestos a rascarse el bolsillo por tus viejos dispositivos
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SeguirRodrigo Alonso@RodAlonsoo
Madrid
Actualizado:09/08/2019 09:23h

Lo retro está de moda, especialmente en lo que se refiere a la tecnología. Sólo hace falta realizar un rastreo rápido en Google para encontrar innumerables anuncios de venta de dispositivos que, en muchos casos, superan de largo los 30 años; pero que despiertan el interés de una amplia gama de coleccionistas; ya sientan preferencia por los videojuegos, los ordenadores, los reproductores de música o los teléfonos. Gadgets que, en muchos casos, pueden llegar a alcanzar precios de venta superiores a los mil euros en portales como eBay. Y, ¿quién sabe? Es posible que usted tenga alguno echando polvo en su desván y todavía no lo sepa.

Apple-I
No son pocos los amantes de la tecnología que se reconocen como adictos a Apple. Así lo demuestra el que cada vez sean más los que se lanzan a coleccionar dispositivos antiguos de la firma de la manzana mordida. La compañía nació en la década de los setenta, mucho antes de que los teléfonos inteligentes o las «tablets» fuesen algo más que una quimera propia del cine de ciencia ficción. Por entonces, la tecnológica se encontraba centrada en el desarrollo de ordenadores. El primero de ellos fue el Apple-I, del que apenas se vendieron unos pocos centenares en la época.

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El ordenador Apple-I - Cynde Moya
Pues bien, en estos momentos ese dispositivo, desarrollado por los cofundadores de la empresa Steve Jobs y Steve Wozniak, está valorado en unos 375.000 dólares. Al menos, ese es el precio que se pagó en 2018 por uno en buen estado. «La Apple-I tenía una potencia terriblemente baja comparada con la Apple-II», recordaba Wozniakrecientemente en una entrevista con BBC. El ingeniero afirmó, a su vez, que calculan que en la actualidad solo debe haber unos 75 Apple-I en todo el mundo, y de estos únicamente 15 funcionan correctamente.

Súper Nintendopuede superar de largo los 700 euros en caso de que se encuentre completa (con las instrucciones y con la caja de cartón en buen estado). Un precio que puede parecer de locos, pero que se queda corto si se compara con otros, como buena parte del catálogo de valoradísima Neo Geo, o con títulos que brillan por su excepcionalidad.

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Ese es el caso del «Gamma Attack» de la Atari 2600. Por este juego, del que únicamente existe una copia, se llegó a pagar en su momento cerca de 500.000 dólares. Una cifra completamente fuera de mercado, pero que bien puede valerlo dada su extrema rareza. Así que, ya sabe, si todavía conserva alguno de sus sistemas antiguos y no les da uso, puede sacarse un buen pellizco vendiéndolos de segunda mano.

Sony Walkman TPS-L2
Las cosas como son, las cintas de música y los walkman nuncan han destacado por ofrecer un sonido de calidad. Sin embargo, todavía a día de hoy, 40 años después de su aparición, siguen siendo de interés. Así lo demuestra el Walkman TPS-L2 de Sony. Este fue el primer reproductor de este tipo que se lanzó al mercado, y en la actualidad alcanza precios que se mueven entre los 400 y los 1.000 euros. La popularidad de la película de Marvel «Guardianes de la Galaxia», en la que se puede ver al protagonista utilizándolo a menudo, han ayudado a que el dispositivo se encarezca.

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Cinexin
Posiblemente uno de los aparatos más recordados por aquellos que crecieron entre los años setenta y los ochenta. El proyector era muy simple. Permitía visualizar películas cortas, con una duración de unos pocos minutos, accionando una manivela. Pero era suficiente para tener a un niño embelesado durante horas. Actualmente el Cinexin Súper 8 puede superar tranquilamente los 100 euros en subastas de internet, siempre y cuando se encuentre en buen estado y completo.

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Motorola StarTAC 130
Aunque por momentos pueda parecer que hemos nacido con un teléfono inteligente en la mano, lo cierto es que no hace mucho vivíamos en un mundo completamente analógico. Un mundo en el queno existía Facebook. Donde nuestros datos estababan seguros. Donde no sentías que podías ser localizado por cualquiera en cualquier momento. Donde, posiblemente, eras un poco más libre.

En la década de los noventa, antes de que internet terminase de ponerlo todo patas arriba, los teléfonos móviles estaban muy lejos de convertirse en lo que son en la actualidad. Ya saben, llamadas, SMS, despertador, el juego de la serpiente y poco más. Pues bien, algunos de esos dispositivos han alcanzado precios completamente prohibitivos en la actualidad, como es el caso del Motorola StarTAC 130. Este terminal, que se desplega como si fuese una concha, puede alcanzar facilmente en subasta más de 300 euros si se encuentra en buen estado.

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El Motorola StarTAC - wikimedia

https://www.abc.es/tecnologia/abci-...ora-cuestan-fortuna-201908082307_noticia.html
 
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