El problema no son las manos, son las goticulas que soltamos al hablar. La posibilidad de contagiarnos sigue siendo pequeña porque vamos solos al super y por tanto no hablamos con nadie pero no olvideis que hay reponedores sin mascarilla que a lo mejor están cantando o hablando cuando reponen. También es cierto que el problema principal es la carga vírica, no es lo mismo un médico que está expuesto continuamente y en grandes dosis a una persona que se lleva un paquete de alubias a casa. Yo recomiendo lavar con agua y jabón todo los envases y la fruta.
No sé ahí, pero en nuestro Ahorramás llevan mascarillas y guantes los empleados y tienen también la línea de cajas acondicionada con una especie de pantallas protectoras de metacrilato.
El riesgo cero no existe, me parece, pero es que ya tienen que darse tantas casualidades para que esté contaminado un paquete de lentejas, que sería el colmo de la mala suerte que te lleves a casa justo ése y que justo con ése se te olvide pasar el trapito con desinfectante o lejía diluída.