El problema no son las manos, son las goticulas que soltamos al hablar. La posibilidad de contagiarnos sigue siendo pequeña porque vamos solos al super y por tanto no hablamos con nadie pero no olvideis que hay reponedores sin mascarilla que a lo mejor están cantando o hablando cuando reponen. También es cierto que el problema principal es la carga vírica, no es lo mismo un médico que está expuesto continuamente y en grandes dosis a una persona que se lleva un paquete de alubias a casa. Yo recomiendo lavar con agua y jabón todo los envases y la fruta.Tampoco te agobies con eso.
No sé dónde vives, pero aquí en Madrid en mi casa la compra la hace mi marido. Sale de casa con las manos lavadas enfundadas en guantes de un solo uso; en el Ahorramás a la entrada le hacen frotarse las manos con gel desinfectante y ponerse otros guantes, los típicos de frutería, por encima de los guantes que él lleva, antes de empezar a comprar. Es casi matemáticamente imposible (vamos, imposible no hay nada, ya lo sabemos, pero casi, casi) que justo el paquete de arroz o de lentejas que coge puedan estar llenitos de coranavirus, como igual que él le han hecho a todos los demás que acceden al súper.