Coronavirus

Para nosotros tampoco hay test. Hoy el Dr Fernando Simón ( Que hasta hoy contó con la defensa de muchos del gremio) dijo que a los sanitarios enfermos se les hacia la prueba y después a los otros integrantes del grupo de trabajo y es una total mentira, no hacen test rápido, ni pcr ni serólogicos, nada.
Ya te imaginarás por qué para Montero si hay ?
Cuidate mucho poli.ya se que estáis prácticamente desprotegidos por mucho que lleguen mascarillas etc no son suficientes. Ánimo! Y gracias
 
Ya, pero si hoy había más de 7.000 casos más que ayer, ¿a todos esos les hacen el test o es a pito, pito, gorgorito? Y si no llegan los nuevos test, ¿ya lo harán por sorteo o como?
La opción correcta es la B: Pito, pito, gorgorito.
Un clásico. Tradicional con rima consonante.
 
Angelitos ...


CRISIS DEL CORONAVIRUSRutte, el más duro de los ‘halcones’
Holanda lidera la oposición de los eurobonos, que reclaman España, Portugal e Italia para combatir la crisis sanitaria

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“Repugnante”. El primer ministro portugués, António Costa, elegía sin apenas pensarlo esa palabra para desacreditar la ocurrencia del ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, de sugerir que algunos países pedían dinero para hacer frente a la pandemia por derrochadores. El énfasis del adjetivo empleado por Costa, que incluso repitió, describía el hastío del Sur de Europa hacia la actitud de La Haya, erigida como líder de los halcones, de abusar del cuento de la hormiga y la cigarra para cerrarse en banda a la creación de unos eurobonos para afrontar la mayor emergencia que vive el continente desde la Segunda Guerra Mundial.

El comentario del ministro holandés en el pasado Ecofin soliviantó a Lisboa, Madrid y Roma. “Holanda quería anticiparse a lo que venía, pero fue una provocación”, dicen fuentes diplomáticas. “Lo que venía” cuando Hoekstra tomó la palabra en el Ecofin del lunes era una ofensiva de nueve países para la creación de los eurobonos ante la celebración de una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno. Para Holanda, esa idea suponía cruzar el Rubicón. “No veo ninguna circunstancia bajo la cual cambiemos nuestra posición”, advirtió Mark Rutte, primer ministro holandés.

“Está muy claro que el Gobierno de Rutte sigue con las mismas posiciones de línea dura en la UE, como viene haciendo desde la crisis de la deuda soberana”, sostiene Natascha van der Zwan, de la Universidad de Leiden. En el último año, Holanda ha estado al frente de varios bloqueos en el seno de la UE, casi siempre por cuestiones económicas. Torpedeó la creación de un potente Presupuesto para la zona euro —aun cuando así lo ha reclamado hasta el BCE—, obstaculizó las negociaciones para un Presupuesto de la UE y ahora pretende ligar cualquier ayuda a Italia o España por la pandemia a un programa de rescate con condiciones.

Los Países Bajos, el quinto socio de la UE en tamaño económico, aspiran a ocupar el hueco liberal que deja Londres. Para ello, en el terreno económico han dejado de lado su alianza tradicional con Bélgica y Luxemburgo —partidarios de una mayor integración de la zona euro— y han tejido alianzas con nórdicos y bálticos para frenar los argumentos de Francia e imponer su doctrina de disciplina fiscal. “Entre ser cola de león o cabeza de ratón, Holanda intenta lo segundo”, dice un diplomático. La Haya se ha erigido como líder de ese grupo, bautizado como “Nueva Liga Hanseática”.

El Sur de Europa ve en Rutte el encargado de hacer el trabajo sucio a la canciller, Angela Merkel, que prefiere no tener que bajar al barro. Pero, según publicó el diario holandés De Volkskrant, en la cumbre de febrero Merkel desaprobó el “comportamiento infantil” del holandés, que irritó también a Emmanuel Macron o Pedro Sánchez. Esos choques con Berlín, París o Madrid han llevado a sus socios hanseáticos a tomar cierta distancia respecto a Holanda. “No es sostenible decir siempre no sin proponer nada a cambio”, sostienen fuentes diplomáticas. Desde otro de los países del Norte se expresa también cierta preocupación: “No es agradable ver que en Bruselas se ha popularizado la expresión de ‘Mark Rutte y los siete enanitos’”.

Esa alianza ya mostró sus flaquezas en la negociación del Presupuesto de la UE, cuando los bálticos cerraron filas en torno a los fondos de cohesión e Irlanda y Finlandia hicieron lo propio con la política agraria. E Irlanda, por ejemplo, apoya los eurobonos. La posición de Rutte y Hoekstra tampoco es unánime en Holanda. Ni entre los halcones. El presidente del Banco de Holanda, Klaas Knot, se desmarcó al defender la política fiscal para garantizar la solidaridad y una respuesta europea a la crisis. Los laboristas y verdes holandeses se han desmarcado también de la posición de Rutte. Incluso dentro de la coalición de Gobierno ha habido voces críticas desde el liberal D66.

Los analistas ven en la negativa de compartir costes de Rutte, líder de los liberales de VVD, y de Hoekstra, democratacristiano, una forma de atraer votos que irían a la extrema derecha. “En parte es producto de su ideología, puesto que la derecha es en general menos solidaria y defensora de la austeridad, tanto dentro como fuera de casa. Hoekstra y Rutte están yendo a los votantes de la derecha populista antes de las elecciones del año que viene”, sostiene Catherine de Vries, de la Universidad Bocconi.

Van der Zwan explica que la austeridad practicada en la última década ha tensionado el sistema sanitario, pero también ha permitido que ahora Rutte se presente ante las familias y empresas con generosas ayudas. “Son medidas que pueden recordar los votantes holandeses cuando elijamos gobierno en marzo de 2021. Lamentablemente, todavía hay bastantes votantes que están a favor de una posición de línea dura dentro de la UE y que sienten que no deberían pagar un rescate al sur de Europa”, añade.


UN ESTILO PROPIO QUE HA FORJADO UNA ESTIRPE
Los ministros de Finanzas holandeses han sido capaces de crear una suerte de estirpe en un tiempo récord. En las poco más de dos décadas de existencia del Eurogrupo han forjado un estilo propio: lenguaraces, impasibles y partidarios de sacar mucho el palo y poco la zanahoria. Y, sobre todo, férreos defensores de la ortodoxia. No les tembló el pulso para señalar a Alemania y Francia cuando rompieron las reglas fiscales en la década pasada, para apretar las tuercas a España, Grecia y Portugal durante las peores fases de la crisis del euro o arremeter el año pasado contra Italia. El Sur todavía recuerda la frase del exjefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem refiriéndose a los países del Sur: “No puedo gastarme el dinero en alcohol y mujeres y después pedir ayuda”.
 
Yo sigo con mi lista primas..
me gusta saber que empresas, marcas, deportistas o famosos están arrimando el hombro y quien simplemente hace stories de IG..

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La Vecina Rubia
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Jaguar Land Rover
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No es el feminismo lo que jode, ese fin de semana se tenía que haber parado cualquier celebración masiva, manifestaciones, partidos de fútbol, viajes, actividades de todo tipo... Pero no hubo güevos y no le vale a nadie porque no es creíble que el día 8 no había peligro y el 9 teníamos la pandemia metida hasta en los zapatos.
Tampoco ayudan las soflamas de "mata más el machismo que el coronavirus" para justificar esa manifestación que estuvo presente en toda España, no he escuchado a ningún forofo decir "mata más no ir al fútbol, que el coronavirus".
Decir imbecilidades no ayuda, mejor se admite la equivocación porque el mal ya estaba hecho.
Exactamente. Es que la responsabilidad del gobierno no se queda solo en el 8M, que fue lo más grave con cientos de miles de personas arracimadas en la calle. Asamblea de Vox, concierto de la Pantoja, partidos de futbol con equipo italiano y forofos italianos infectados entrando a mansalva...Falta de control en los aeropuertos...
 
En mi humilde opinión:
No se va parar, se intentará ralentizar.

Cuando el numero de infectados, y hospitalizados baje, habrá que ir levantando la cuarentena por fases.

Yo creo que en este año, nos olvidaremos de conciertos, discotecas o restaurantes abarrotados, manifestaciones, partidos de futbol y otros deportes. Cualquier evento que suponga aglomeraciones de gente no se podrá hacer.
Las fronteras tendrán que seguir cerradas, porque en otros países donde no se toman medidas o las medidas son mas suaves, habrá muchos infectados.

Y seguirá habiendo contagiados, gente en UCI y fallecidos, pero en una cantidad que no sature la sanidad, y sus trabajadores estén desbordados.
Muchas gracias Antonio43 .
Yo sin tener idea me parece que lo que dices tiene mucha lógica y visto lo visto y como nos han informado de mal que no supieron valorar el alcance de este virus ya te hace pensar que habrá que ser cautos cuando podamos mezclarnos .

este país no va a ser el mismo
 
LA CRISIS DEL CORONAVIRUSMichel: “¿Tenemos acuerdo, Pedro?” Sánchez: “No. Así es inaceptable”. Así fue la tensa cumbre de la UE
España e Italia se plantaron en seco frente a Alemania y Holanda

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Ya llevaban demasiadas horas dando vueltas sin acuerdo. Así que Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, hizo un receso con su equipo para buscar un punto de encuentro en medio de la cumbre europea del pasado jueves para hacer frente a la crisis del coronavirus. Cuando Michel volvió, creía tenerlo. El italiano Giuseppe Conte, aliado con Pedro Sánchez —una escena que recordó a la cumbre de junio de 2012, en pleno debate sobre la austeridad, cuando Mario Monti y Mariano Rajoy se plantaron ante Angela Merkel— ya había amenazado varias veces con bloquear la cumbre ante las resistencias del holandés Mark Rutte y la canciller alemana. Ella es la única que sigue allí, ocho años después, de nuevo frente a una alianza de Italia y España, esta vez respaldados por siete países, Francia incluida. La reconstrucción que ha hecho EL PAÍS con fuentes de varias delegaciones muestra la intensidad de la discusión.

Michel vio a Sánchez con dudas.


—¿Tenemos un acuerdo, Pedro?

—No, Charles. Así es inaceptable. No puedo aceptar un lenguaje vago y hablar de varias semanas cuando mi país tiene la emergencia sanitaria que tiene. Hemos pedido seguro de desempleo común y no me lo estáis dando. El mandato al Eurogrupo tiene que ser claro.

Sánchez se plantó y amenazó con no firmar la declaración. La discusión, que ya llevaba horas, se complicó aún más. El holandés Rutte, el más duro, ya había tenido un intenso cruce con Conte, que rechazaba cualquier referencia al mecanismo europeo de rescate en la resolución final. Para Italia, con la situación económica más delicada, eso supondría el estigma de un rescate con condiciones, como el de Grecia en 2010. Algo inaceptable por una crisis de la que nadie es culpable y afecta a todos por igual, insistía Conte apoyado por Sánchez y otros.

—Si Italia quita la mención al Mede [el mecanismo de rescate] nosotros eliminamos todo el resto del párrafo—, se fajó Rutte. Merkel salió en su apoyo y aconsejó al italiano no despreciar el Mede.

—Es un instrumento muy bueno. Al final es el que te va a ayudar. No seas tan crítico. Si lo que estás esperando son los coronabonos, no van a llegar nunca. Mi Parlamento no lo aceptaría. Estáis generando expectativas que no se van a cumplir y lanzando mensajes de división—, protestó Merkel, molesta por la carta de nueve países para pedir los coronabonos.

Al final, Sánchez y Merkel también discutieron abiertamente:

—Esto es claramente insuficiente. No puedo ir a mis ciudadanos con esto en este momento. Necesito un lenguaje claro—, insistió Sánchez.

—Pedro, te equivocas. Dices que el párrafo no es nada, pero hay gente trabajando, hay que dejarles—, sugirió la canciller, que pretendía dejar el asunto para el Eurogrupo, que reúne a los ministros de Finanzas.

—Angela, te escucho, pero es claramente insuficiente. Ya hemos estado aquí. Si no les damos un mandato claro, ya sabemos qué va a pasar. ¿No entendéis la emergencia que estamos viviendo?

—¿Pedro, como puedes decir que no la entiendo?—, se molestó la alemana.

—Necesito que entendáis la urgencia del momento.

—Pedro, nosotros estamos ya al límite. Ya hemos hecho muchos compromisos.

—Yo también he hecho muchos compromisos en una situación muy difícil.

—Pedro tiene razón—, terció el francés Emmanuel Macron. —Estoy con él en que no podemos pasar nuestra responsabilidad política al Eurogrupo. Esto es un tema político, no podemos dejarlo en manos de los ministros de Finanzas, que reproducen las posiciones de cada uno,

Macron, con todo, tuvo mucho menos protagonismo que otras veces, según fuentes de varias delegaciones. “Fue como un partido de fútbol. Después de las intervenciones de algunos primeros ministros, saltábamos como si hubieran metido gol”, se entusiasma una de las delegaciones participantes. Las normas de distanciamiento impusieron que la cita se celebrase por videoconferencia, lo que auguraba una breve reunión para dar el visto bueno a una declaración conjunta llena de intenciones tan buenas como vagas. Pero la rebelión de España e Italia cambió el escenario. Y los participantes consultados describen las seis horas de teléfono como una de las cumbres más apasionantes de los últimos tiempos, llena de esgrima fina y con alguna puñalada dialéctica trapera, con Merkel, Sánchez, Conte y Rutte como los grandes protagonistas de un duelo a cuatro que acabó en tablas y dejó el desenlace para el partido de vuelta, dentro de dos semanas.

La cita arrancó a las cuatro de la tarde con la intervención de Michel, que intentó poner en valor las medidas que se han adoptado desde el comienzo de la crisis, como la compra de material o la inversión de 170 millones de euros en investigación sobre la posible vacuna. El turno pasó a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que, tras su intervención inicial, mantuvo silencio. Fue la gran ausente de la cita junto al discreto protagonismo de Macron.

Los presidentes del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, y del Eurogrupo, el ministro portugués Mário Centeno, fueron los encargados de describir el dramático escenario económico que se avecina. “Afrontamos una recesión que puede oscilar entre el 2% y el 10% de caída del PIB”, avisó Lagarde, según fuentes de los asistentes. La francesa recordó que el gasto fiscal aprobado hasta ahora equivale a dos puntos del PIB. Pero cree que podría ser necesario duplicarlo hasta el 4%, una ingente multiplicación de recursos que no todos los países pueden permitirse con sus propios medios. Centeno, según las fuentes, también se sumó a la descripción de un panorama bastante apocalíptico.

La primera ronda de intervención desde las respectivas capitales no anticipaba sorpresas, dado que la posición de cada Gobierno era conocida, con el bando de la ortodoxia fiscal encabezado por Alemania y Holanda, y el grupo partidario de una respuesta fiscal europea agrupado en torno a “la carta de los nueve”, suscrita el día antes por Francia, Italia y España, entre otros.

“Arrancó Merkel, que entraba desde su casa, sin vídeo, solo con una foto de ella en la pantalla, muy joven por cierto, y, curiosamente, con la voz de una intérprete, no la suya”, apunta uno de los presentes. La ronda siguió sin contratiempos. Michel podía confiar en una cumbre tranquila de poco más de dos horas.

La sorpresa llegó con la conexión con Roma y Madrid. Sánchez y Conte “despreciaron el borrador de la declaración y ambos dijeron que ese texto no valía para nada”, apunta una fuente diplomática.

La cumbre acababa de estallar. Michel intentó reconducir la situación, tirando de su conocida habilidad para el compromiso y de sentido del humor.

—Creo que tenemos un pequeñito problema con el párrafo 14—, ironizó el presidente, en alusión a la parte de las conclusiones que había desatado la tormenta. Las pantallas estallaron en una carcajada ante la broma de Michel. La primera y última antes de abordar el “pequeñito problema” durante varias horas.

Sánchez y Merkel también chocaron a cuenta de la propuesta española para que los presidentes de las cinco instituciones europeas (Comisión, Consejo, Parlamento, BCE y Eurogrupo) elaboren un informe sobre las posibles fórmulas de financiación de una respuesta europea a la crisis del coronavirus.

Nein [No], se oyó desde la pantalla de Berlín, ya con la voz de Merkel, pero sin su imagen en directo.

—Angela, ¿cómo es posible que no confíes en un informe elaborado por nuestras instituciones?—, le espetó Sánchez.

—Porque propondrá cosas que no puedo asumir—, respondió Merkel, convencida de que los cinco presidentes (entre los que hay una francesa, un italiano, un portugués y un belga) acabarían proponiendo algún tipo de mutualización de deuda (coronabonos o eurobonos) inaceptable para Berlín.Resultado: el presidente del Parlamento, David Sassoli, y Centeno se cayeron de la lista. Y Merkel exigió mantener a la alemana Von der Leyen. A cambio, Sánchez logró que se incorporase el nombre de la francesa Lagarde.

“Hubo un momento en que pensamos que era imposible llegar a un acuerdo”, reconocen fuentes cercanas a Michel. En realidad no hubo pacto, sino más bien un plante de España e Italia, que ha dejado más en evidencia las posiciones duras de los mismos que en 2012 apostaban por la austeridad y ahora siguen rechazando los coronabonos casi como si les fuera la vida en ello. “No generen falsas expectativas”, insistía Merkel. El “nein” sigue ahí. En dos semanas, con la crisis del coronavirus avanzando sin freno por toda Europa y destruyendo vidas, empleos y empresas, llega la segunda vuelta.
 
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