He llegado a este asesinato por la película La nuit du 12 (La noche del crimen), ganadora al César a mejor película este año, y que está inspirada en este caso. La película me ha parecido buenísima, porque se cuestiona eso de echarle la culpa a la víctima, porque su vida sentimental/sexual era bastante activa. Vamos, la típica revictimización, juicio sobre la vida sexual de las mujeres y el tema de no ser la víctima perfecta.
Lo que pasa es que he flipado bastante cuando he visto que la inspiración de los sospechosos que se van viendo y, que alucinas durante la peli porque parece un blanco y en botella, es bastante fidedigna con respecto a la realidad, pero que aún así, no hay nadie encausado.
No he encontrado información en español sobre el caso, así que lo que sigue es lo más completo que he encontrado, pero está traducido automáticamente desde el francés (ya sabéis, hay errores de traducción seguro).
Las partes resaltadas en rojo es la de los sospechosos del blanco y en botella.
¿Quién la quemó viva esa noche?
El 02/02/2022 a las 05:53
Nuestro reportero marca el número en su celular. Después de cuatro timbres, contestamos.
"Hola, llamo por el asesinato de Maud Maréchal en 2013...
Su interlocutor, al que localizó en Perpiñán, no oculta su molestia.
"Es una historia que quiero olvidar.
Nuestro periodista insiste:
"¿Tuviste una relación romántica con Maud?"
“No, ella era una amiga… Bueno, si, una vez, tuviéramos s*x*.
"¿Por qué te tatuaste su primer nombre después de su muerte?"
"¿Como sabes eso?" Pues sí, era muy buena amiga, así que me tatué su nombre…
"¿Dónde estabas la noche del asesinato?"
"Escucha, no tengo nada que ver con esta historia... ¡No te responderé más!"
Él cuelga. Sin duda, nueve años después de este atroz asesinato, nuestras preguntas son inquietantes. Hay que decir que el caso mezcla el horror con el misterio: muchos sospechosos, ningún culpable hasta la fecha... Y gente que se pregunta, cada día, si no se encontrará con el autor del crimen en la calle.
Maud está en buena forma, llena de proyectos
Todo comenzó el 13 de mayo de 2013. Esa noche, Maud Maréchal, de 20 años, salió a pie de la casa de sus padres en Lagny-sur-Marne, al este de París. Es una chica bonita, rubia, fina, atlética. Viste una blusa blanca debajo de una blusa de malla, jeans oscuros, botas Ugg forradas de piel y un abrigo negro con capucha. Aunque es mediados de mayo, hace mucho frío. Maud camina rápidamente. Va a casa de una amiga del barrio que está dando una fiestita y no ve la hora de encontrarse con sus amigas: hace diez días que no ve a nadie, estaba de vacaciones en Portugal.
En cinco minutos, está frente a la puerta de hierro negro de su amiga Marion, en el 5 de la avenida des Iris. Sube los pocos escalones que conducen a la puerta principal. Ella es la primera en llegar. Las dos chicas se instalan en la sala de estar y pronto dan la bienvenida a los demás invitados, que aparecen en orden disperso. Primero Lauriane, luego Vincent. Nicolás, el hermano de Maud, y su mejor amigo, Sébastien, son los últimos en llegar. El ambiente es distendido, hablamos de todo y de nada mientras tomamos una copa. Maud enciende un cigarrillo, toca su teléfono celular, habla de sus vacaciones. Está bronceada, en forma, llena de proyectos. Obtendrá su licencia de conducir, luego se inscribirá en un curso de capacitación como cuidadora. Por ahora, trabaja como camarera, pero después de completar una pasantía en un hogar de ancianos, cree que ha encontrado su vocación.
Cinco minutos a pie de casa
Lauriane sale primero alrededor de las 11 de la noche, pronto seguida por Nicolás. El chico le ofrece a su hermana que la lleve a casa, pero ella prefiere charlar un rato más con Marion. Sébastien y Vincent se van por turnos alrededor de las 23:30. Son las 2:00, según el relato de Marion, cuando ella acompaña a Maud hasta la puerta. Se encuentran para ir juntos al gimnasio al día siguiente. Maud solo tiene cinco minutos
caminar, como hemos visto, para llegar a casa. Pero ella nunca llegará allí.
Alrededor de las 3 a.m., a tiro de piedra, en la avenida du Docteur Bergognié, una patrulla de policía divisó una forma inerte, tirada entre la acera y la calzada. ¡Los hombres se acercan y comprenden con horror que tienen ante sus ojos el cadáver medio carbonizado de una mujer joven! Todo su costado derecho, pierna, torso y brazos quedaron horriblemente quemados... Muy pronto llegaron los refuerzos. Los técnicos del científico patrullan la zona.
Sin testigos, sin cámara
A 40 metros del cuerpo, descubrimos un bolso carbonizado, un encendedor, una colilla y un trozo de cordón de zapato. Estos 40 metros es la distancia que la víctima, transformada en antorcha humana, logró recorrer para intentar escapar de las llamas… También encontramos su teléfono móvil. Sus auriculares todavía están conectados. La desafortunada mujer debe haber estado escuchando música cuando fue asaltada, rociada con gasolina y quemada viva. Una muerte horrible. Inexplicable.
El cuerpo es rápidamente identificado como el de Maud Maréchal, pero la investigación, encomendada a la brigada criminal de la PJ de Versalles, promete ser difícil. No hay ADN en el cuerpo, ni testigo visual, ni cámara de vigilancia en esta zona residencial. La policía solo tiene dos testimonios de audiencia: un vecino dice que lo despertó el llanto de una mujer, alrededor de las 2 a.m. Otro, en un semisueño, habría escuchado a una mujer decir: "¡Alto! Interrumpido ! ". Es poco. Sobre todo porque a medida que avanzan las investigaciones, la lista de posibles sospechosos sigue creciendo. Podríamos hoy establecerlo de la siguiente manera.
1/ El hombre de la capucha
Un individuo que vestía una sudadera gris con capucha fue visto por dos transeúntes la noche del 13 de mayo de 2013, cerca de la escena del crimen. Parecía querer ocultar su rostro. Hasta la fecha, este personaje no ha sido identificado.
2/ El hombre de la camiseta
Unos años después del asesinato, el padre de Maud, Michel Maréchal, descubrió una camiseta abandonada donde se había encontrado el cuerpo de su hija. Avisó a la policía, la camiseta fue analizada. ¡Encontramos el ADN de un hombre conocido por actos de violencia - y por haber amenazado a varios de sus compañeros con quemarlos vivos! Detenido, puesto bajo custodia policial, el interesado afirmó haber tirado su camiseta en esta calle como podría haberla tirado en otra parte. Aseguró que no tuvo nada que ver con la muerte de Maud. Lo soltamos.
3/ ¿Una rival?
¿Y si el asesino fuera una asesina? La pista es aún más grave ya que otro residente afirma haber escuchado dos voces femeninas esa noche. La ausencia de forcejeo y el modus operandi -arrojar gasolina a la víctima y encender una cerilla- pueden sugerir un acto de venganza… Maud era muy hermosa. Su personalidad soleada y espontánea, sus atuendos sexys, sus tatuajes, llamaron la atención aunque ella no era realmente consciente del efecto que tenía en los hombres. Era una chica seria pero a la que le gustaba divertirse en los clubes, ir de fiesta, sin pensar que ciertas asociaciones podían ser peligrosas. ¿Era víctima de otra mujer, celosa de su éxito? Si es así, no sabemos quién podría ser.
4/ El “gitano”
Es un sospechoso particularmente interesante. Maud lo conoció en un club nocturno y lo llamó "el gitano". Ella salió con él por un tiempo, y luego su historia se volvió amarga. El tipo tenía un comportamiento agresivo y violento. Él la estaba siguiendo, merodeando por su casa... Cuando ella rompió, él dejó sus mensajes de odio en su contestador automático, amenazando con quemar su casa, ¡y a su familia con ella! Arrestado, escuchado por casualidad, el "gitano" primero afirmó no conocer a Maud. Luego admitió haber tenido una aventura con ella y también haberla acosado. Pero asegura haber dejado de molestarlo en 2012.
Curiosamente, la tarjeta SIM de este hombre dejó de emitirse el día después de la muerte de Maud. Explica: cuando se enteró del crimen, tuvo miedo de tener problemas por su relación pasada con la víctima y destruyó la tarjeta SIM. Agreguemos que el "gitano" niega cualquier participación en el asesinato de Maud Maréchal.
5/ Gauthier
La investigación en el entorno de la joven reveló que nadie, o casi, sabía que ella estaba en casa de Marion esa noche. Sin embargo, trece mensajes de texto en su teléfono móvil muestran lo contrario... Al menos alguien lo sabía: un tal Gauthier (nombre no real), un vago amigo de Nicolás, el hermano de Maud. Este chico estaba enamorado de la joven camarera. Obsesionado con ella, quería seducirla a toda costa, pero ella no estaba interesada. En la noche del 13 de mayo de 2013, la bombardeó con mensajes de texto en vano, con la esperanza de verla... ¿La buscó en la calle? Es posible, él mismo vivía a tiro de piedra. Su comportamiento después del asesinato es extraño: fue este Gauthier quien se tatuó el nombre de pila de la víctima, quien también afirmó haberse acostado con ella. En este último punto, los amigos de Maud son formales: es pura invención.
Otro dato inquietante: según Me Stéphanie Thierry Leufroy, la abogada de los padres de Maud Maréchal, Gauthier tenía acceso a bidones de gasolina almacenados en una casa particular. Que notó la desaparición de una de estas latas después de la noche del asesinato… Puesto dos veces bajo custodia policial, Gauthier sin embargo no es objeto de ninguna acusación. No se presentaron pruebas en su contra. Incluso si, durante uno de los dos interrogatorios, hubiera dicho esta asombrosa frase sobre el asesinato: "En cualquier caso, si soy yo, no me acuerdo".
¿Él no recuerda? Los padres de la niña no han olvidado nada. Recientemente participaron en el programa "Apelación a los testigos" en M6, como arrojar una botella al mar.Desde hace nueve años, Michel Maréchal va todos los días al cementerio de Lagny-sur-Marne para reflexionar sobre la tumba de Maud, su querida hija. Tenía 20 años, era hermosa, radiante, y alguien la mató de la manera más atroz... Un día, tendremos que averiguar quién lo hizo.
Aquí el original en francés:
www.lenouveaudetective.com
Esta era Maud:
Algunos otros datos son:
Lo que pasa es que he flipado bastante cuando he visto que la inspiración de los sospechosos que se van viendo y, que alucinas durante la peli porque parece un blanco y en botella, es bastante fidedigna con respecto a la realidad, pero que aún así, no hay nadie encausado.
No he encontrado información en español sobre el caso, así que lo que sigue es lo más completo que he encontrado, pero está traducido automáticamente desde el francés (ya sabéis, hay errores de traducción seguro).
Las partes resaltadas en rojo es la de los sospechosos del blanco y en botella.
¿Quién la quemó viva esa noche?
El 02/02/2022 a las 05:53
Nuestro reportero marca el número en su celular. Después de cuatro timbres, contestamos.
"Hola, llamo por el asesinato de Maud Maréchal en 2013...
Su interlocutor, al que localizó en Perpiñán, no oculta su molestia.
"Es una historia que quiero olvidar.
Nuestro periodista insiste:
"¿Tuviste una relación romántica con Maud?"
“No, ella era una amiga… Bueno, si, una vez, tuviéramos s*x*.
"¿Por qué te tatuaste su primer nombre después de su muerte?"
"¿Como sabes eso?" Pues sí, era muy buena amiga, así que me tatué su nombre…
"¿Dónde estabas la noche del asesinato?"
"Escucha, no tengo nada que ver con esta historia... ¡No te responderé más!"
Él cuelga. Sin duda, nueve años después de este atroz asesinato, nuestras preguntas son inquietantes. Hay que decir que el caso mezcla el horror con el misterio: muchos sospechosos, ningún culpable hasta la fecha... Y gente que se pregunta, cada día, si no se encontrará con el autor del crimen en la calle.
Maud está en buena forma, llena de proyectos
Todo comenzó el 13 de mayo de 2013. Esa noche, Maud Maréchal, de 20 años, salió a pie de la casa de sus padres en Lagny-sur-Marne, al este de París. Es una chica bonita, rubia, fina, atlética. Viste una blusa blanca debajo de una blusa de malla, jeans oscuros, botas Ugg forradas de piel y un abrigo negro con capucha. Aunque es mediados de mayo, hace mucho frío. Maud camina rápidamente. Va a casa de una amiga del barrio que está dando una fiestita y no ve la hora de encontrarse con sus amigas: hace diez días que no ve a nadie, estaba de vacaciones en Portugal.
En cinco minutos, está frente a la puerta de hierro negro de su amiga Marion, en el 5 de la avenida des Iris. Sube los pocos escalones que conducen a la puerta principal. Ella es la primera en llegar. Las dos chicas se instalan en la sala de estar y pronto dan la bienvenida a los demás invitados, que aparecen en orden disperso. Primero Lauriane, luego Vincent. Nicolás, el hermano de Maud, y su mejor amigo, Sébastien, son los últimos en llegar. El ambiente es distendido, hablamos de todo y de nada mientras tomamos una copa. Maud enciende un cigarrillo, toca su teléfono celular, habla de sus vacaciones. Está bronceada, en forma, llena de proyectos. Obtendrá su licencia de conducir, luego se inscribirá en un curso de capacitación como cuidadora. Por ahora, trabaja como camarera, pero después de completar una pasantía en un hogar de ancianos, cree que ha encontrado su vocación.
Cinco minutos a pie de casa
Lauriane sale primero alrededor de las 11 de la noche, pronto seguida por Nicolás. El chico le ofrece a su hermana que la lleve a casa, pero ella prefiere charlar un rato más con Marion. Sébastien y Vincent se van por turnos alrededor de las 23:30. Son las 2:00, según el relato de Marion, cuando ella acompaña a Maud hasta la puerta. Se encuentran para ir juntos al gimnasio al día siguiente. Maud solo tiene cinco minutos
caminar, como hemos visto, para llegar a casa. Pero ella nunca llegará allí.
Alrededor de las 3 a.m., a tiro de piedra, en la avenida du Docteur Bergognié, una patrulla de policía divisó una forma inerte, tirada entre la acera y la calzada. ¡Los hombres se acercan y comprenden con horror que tienen ante sus ojos el cadáver medio carbonizado de una mujer joven! Todo su costado derecho, pierna, torso y brazos quedaron horriblemente quemados... Muy pronto llegaron los refuerzos. Los técnicos del científico patrullan la zona.
Sin testigos, sin cámara
A 40 metros del cuerpo, descubrimos un bolso carbonizado, un encendedor, una colilla y un trozo de cordón de zapato. Estos 40 metros es la distancia que la víctima, transformada en antorcha humana, logró recorrer para intentar escapar de las llamas… También encontramos su teléfono móvil. Sus auriculares todavía están conectados. La desafortunada mujer debe haber estado escuchando música cuando fue asaltada, rociada con gasolina y quemada viva. Una muerte horrible. Inexplicable.
El cuerpo es rápidamente identificado como el de Maud Maréchal, pero la investigación, encomendada a la brigada criminal de la PJ de Versalles, promete ser difícil. No hay ADN en el cuerpo, ni testigo visual, ni cámara de vigilancia en esta zona residencial. La policía solo tiene dos testimonios de audiencia: un vecino dice que lo despertó el llanto de una mujer, alrededor de las 2 a.m. Otro, en un semisueño, habría escuchado a una mujer decir: "¡Alto! Interrumpido ! ". Es poco. Sobre todo porque a medida que avanzan las investigaciones, la lista de posibles sospechosos sigue creciendo. Podríamos hoy establecerlo de la siguiente manera.
1/ El hombre de la capucha
Un individuo que vestía una sudadera gris con capucha fue visto por dos transeúntes la noche del 13 de mayo de 2013, cerca de la escena del crimen. Parecía querer ocultar su rostro. Hasta la fecha, este personaje no ha sido identificado.
2/ El hombre de la camiseta
Unos años después del asesinato, el padre de Maud, Michel Maréchal, descubrió una camiseta abandonada donde se había encontrado el cuerpo de su hija. Avisó a la policía, la camiseta fue analizada. ¡Encontramos el ADN de un hombre conocido por actos de violencia - y por haber amenazado a varios de sus compañeros con quemarlos vivos! Detenido, puesto bajo custodia policial, el interesado afirmó haber tirado su camiseta en esta calle como podría haberla tirado en otra parte. Aseguró que no tuvo nada que ver con la muerte de Maud. Lo soltamos.
3/ ¿Una rival?
¿Y si el asesino fuera una asesina? La pista es aún más grave ya que otro residente afirma haber escuchado dos voces femeninas esa noche. La ausencia de forcejeo y el modus operandi -arrojar gasolina a la víctima y encender una cerilla- pueden sugerir un acto de venganza… Maud era muy hermosa. Su personalidad soleada y espontánea, sus atuendos sexys, sus tatuajes, llamaron la atención aunque ella no era realmente consciente del efecto que tenía en los hombres. Era una chica seria pero a la que le gustaba divertirse en los clubes, ir de fiesta, sin pensar que ciertas asociaciones podían ser peligrosas. ¿Era víctima de otra mujer, celosa de su éxito? Si es así, no sabemos quién podría ser.
4/ El “gitano”
Es un sospechoso particularmente interesante. Maud lo conoció en un club nocturno y lo llamó "el gitano". Ella salió con él por un tiempo, y luego su historia se volvió amarga. El tipo tenía un comportamiento agresivo y violento. Él la estaba siguiendo, merodeando por su casa... Cuando ella rompió, él dejó sus mensajes de odio en su contestador automático, amenazando con quemar su casa, ¡y a su familia con ella! Arrestado, escuchado por casualidad, el "gitano" primero afirmó no conocer a Maud. Luego admitió haber tenido una aventura con ella y también haberla acosado. Pero asegura haber dejado de molestarlo en 2012.
Curiosamente, la tarjeta SIM de este hombre dejó de emitirse el día después de la muerte de Maud. Explica: cuando se enteró del crimen, tuvo miedo de tener problemas por su relación pasada con la víctima y destruyó la tarjeta SIM. Agreguemos que el "gitano" niega cualquier participación en el asesinato de Maud Maréchal.
5/ Gauthier
La investigación en el entorno de la joven reveló que nadie, o casi, sabía que ella estaba en casa de Marion esa noche. Sin embargo, trece mensajes de texto en su teléfono móvil muestran lo contrario... Al menos alguien lo sabía: un tal Gauthier (nombre no real), un vago amigo de Nicolás, el hermano de Maud. Este chico estaba enamorado de la joven camarera. Obsesionado con ella, quería seducirla a toda costa, pero ella no estaba interesada. En la noche del 13 de mayo de 2013, la bombardeó con mensajes de texto en vano, con la esperanza de verla... ¿La buscó en la calle? Es posible, él mismo vivía a tiro de piedra. Su comportamiento después del asesinato es extraño: fue este Gauthier quien se tatuó el nombre de pila de la víctima, quien también afirmó haberse acostado con ella. En este último punto, los amigos de Maud son formales: es pura invención.
Otro dato inquietante: según Me Stéphanie Thierry Leufroy, la abogada de los padres de Maud Maréchal, Gauthier tenía acceso a bidones de gasolina almacenados en una casa particular. Que notó la desaparición de una de estas latas después de la noche del asesinato… Puesto dos veces bajo custodia policial, Gauthier sin embargo no es objeto de ninguna acusación. No se presentaron pruebas en su contra. Incluso si, durante uno de los dos interrogatorios, hubiera dicho esta asombrosa frase sobre el asesinato: "En cualquier caso, si soy yo, no me acuerdo".
¿Él no recuerda? Los padres de la niña no han olvidado nada. Recientemente participaron en el programa "Apelación a los testigos" en M6, como arrojar una botella al mar.Desde hace nueve años, Michel Maréchal va todos los días al cementerio de Lagny-sur-Marne para reflexionar sobre la tumba de Maud, su querida hija. Tenía 20 años, era hermosa, radiante, y alguien la mató de la manera más atroz... Un día, tendremos que averiguar quién lo hizo.
Aquí el original en francés:
Qui l’a brûlée vive ce soir-là ?
Notre reporter compose le numéro sur son téléphone portable. Au bout de quatre sonneries, on décroche. — Bonjour, je vous appelle au sujet du meurtre de Maud Maréchal, en 2013… Son interlocuteur,
www.lenouveaudetective.comEsta era Maud:
Algunos otros datos son:
- Maud había sido acosada telefónicamente previamente, había presentado una denuncia el año anterior a su muerte, pero quedó en nada. He encontrado que la denuncia era contra la persona que había amenazado con quemarla viva, es decir "el gitano". Este tipo llegó a estar bajo custodia policial, pero la justicia desestimó la pista, es decir, que le había enviado mensajes diciéndole que la iba a quemar viva a ella y a su familia en su casa.
- El cuerpo estaba entero quemado, salvo de las rodillas para abajo. Creen que el hecho de la destrucción de la cara es más producto de odio que de un pirado con el que se encontrara. Además, es raro que haya en un barrio de un pueblito, haciendo un día de frío, un pirado a las 3 am pero que encima lleve una garrafa de gasolina para lanzársela al primero que pase y le prenda fuego.
- Encontraron ADN en la ropa de Maud, lo analizaron y no saben de quién es, tampoco si es del asesino o si el asesino pudo plantarlo como prueba (esto dice el jefe de la investigación). También se encontraron trazas de sangre, pero no he encontrado si eran de la víctima o si se pudo analizar ADN de ahí.
- En los años que lleva la investigación, se ha entrevistado a 240 personas y se han practicado 5 detenciones. Ahora mismo no hay nadie detenido.
- Actualmente el caso lo lleva un equipo especializado en cold cases de Nanterre. Hay pedida una comisión rogatoria, que viene a ser "una solicitud de auxilio judicial que realiza un juez a las autoridades competentes extranjeras con el objetivo de obtener pruebas o información de otro país, ya sea sobre una persona física o jurídica". No he encontrado más info sobre esto último, pero lo que se me viene a la cabeza es que alguno de los implicados sea o haya vivido en otro país y lo que piden es si hay antecedentes.