02 FEB 2012 | A. L. G. Madrid También colocó en sus empresas a su hermano. Cargó a la empresa Aizoon un viaje familiar.
El Duque de Palma, Iñaki Urdangarín, contrató a tres de sus sobrinos en la empresa Aizoon, cuya propiedad comparte al 50% con su esposa, la Infanta Cristina. Gracias a estas contrataciones el yerno del Rey pagó menos impuestos. Y es que, como ya ha publicado LA GACETA, esta empresa familiar facturó en cinco años hasta 2,5 millones de euros, pero sólo pagó 125.000 de Impuesto de Sociedades, gracias, entre otras cosas, a los gastos por contratos de personal.
Más en concreto, el Duque de Palma tuvo contratados en Aizoon a tres hijos del matrimonio formado por su hermana mayor, llamada Ana, y Carlo Gui. Lucía Gui Urdangarín trabajó como arquitecta en Aizoon entre 2006 y 2008. Y sus hermanos Jan y Lucas hicieron lo propio entre 2007 y 2009. Los tres fueron dados de alta en el régimen general de la Seguridad Social. Así consta en un informe de la Agencia Tributaria que obra en el Sumario de la causa por la que el yerno del Rey y varios de sus socios están imputados.
En 2007, primer año en el que los tres hermanos coincidieron como trabajadores de Aizoon, esta empresa declaró haber abonado 83.455,949 euros a sus doce empleados. Y al año siguiente Aizoon pagó, siempre según consta en el citado informe de la Agencia Tributaria, hasta 108.780,13 euros a sus 11 empleados.
Contratar a familiares no constituye delito alguno, por supuesto. Pero puede ser utilizado, como hacen muchas empresas, para inflar el gasto de personal y así tributar menos a Hacienda. Es de sobra conocido que cuantos más gastos presente una empresa, menos paga por el Impuesto de Sociedades. De hecho, otros medios ya han publicado que Urdangarín habría contratado precisamente en la empresa Aizoon a tres empleados fantasma que no llegaron a percibir sueldo alguno.
PredilecciónNo obstante, los investigadores de la pieza separada número 25 del caso Palma Arena no han probado que Urdangarín usase a sus familiares para esos menesteres. Pero lo que en el Sumario queda claro es que el yerno del Rey tenía especial predilección por contar con su familia en sus negocios.
Además de los hijos de su hermana Ana, el Duque de Palma tuvo a sueldo a su hermano Miguel. Según los datos que aparecen en el Sumario, Miguel cobró varias cantidades de las empresas de su hermano. En concreto, recibió 6.000 euros del Instituto Nóos y otro tanto de De Goes Center for Stakeholder Management SL. Esta empresa está considerada por los investigadores como la pantalla que presuntamente fue utilizada para desviar fondos al paraíso fiscal de Belice.
Además, el yerno del Rey regaló a sus hijos Juan y Pablo el 16,6% de la sociedad Namaste. También les hizo consejeros de la entidad, pese a que en aquel momento tenían 3 y 4 años, respectivamente.
Otra prueba de las relaciones establecidas entre la familia de Urdangarín y sus negocios es el ya conocido viaje a Roma. Un correo electrónico encontrado por los investigadores del caso demuestra que el Duque de Palma cargó a la citada Aizoon un viaje de familiares. El email, enviado por su secretaria personal y ya publicado en este diario, decía así: “Con respecto al hotel de Roma del viaje de la familia Urdangarín en septiembre, me dice Iñaki que los paguemos todos desde Aizoon y él ya arreglará cuentas con sus hermanos”.
La declaraciónDe estos y otros asuntos tendrá que responder el Duque de Palma el próximo 25 de febrero. Ese día el juez instructor de la causa, José Castro, le tomará declaración en los Juzgados de Palma de Mallorca. A finales de diciembre, Castro imputó a Urdangarín por esta causa y acordó llamarle a declarar. En un principio la fecha era otra, pero los abogados de otros encausados en el asunto pidieron ampliar el plazo para preparar los testimonios de sus clientes. Y, finalmente, Castro retrasó la fecha en la que se sentará cara a cara, por primera vez, con el yerno del Rey. Un dispositivo especial velará en los juzgados por que la toma de declaración se desarrolle sin ningún tipo de incidente.
Elevados pagos a sus empleadosEn los años 2009 y 2010 la empresa Aizoon, propiedad de Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina, siguió pagando altas cantidades a sus empleados, pese a que apenas tenía actividad. Y es que la empresa mantuvo un “nivel elevado de remuneraciones a los trabajadores”, a pesar de no tener “casi imputaciones” por sus ingresos y pagos. Así reza el informe de la Agencia Tributaria que analiza las cuentas de los imputados en la causa.