. Cómo le de un apretón...a ver cómo hace. Exacto, yo tuve claro desde el principio que iría ahí. La intimidad es absoluta, no le va a ver nadie ni tan siquiera las presas que cumplen en Brieva. El componente psicológico es importante y estar ahí sólo sin relacionarse con presos comunes le dará una sensación de no cárcel que la que tendría en un módulo , aunque sea de respeto, con más presos.
CASO URDANGARIN
Así es la cárcel de mujeres en la que cumple condena Urdangarin
El nivel de aislamiento en la cárcel elegida por el exduque de Palma será prácticamente total
Entrada de visitas de la cárcel de Brieva (Ávila). / CADENA SER
TWITTER DE PILAR VELASCOPILAR VELASCO
MARÍA ÁNGELES HERNÁNDEZ
Madrid
Ávila
18/06/2018 - 09:47 h. CEST
Pasadas las ocho de la mañana del lunes, Iñaki Urdangarin ha ingresado voluntariamente en la cárcel de Brieva, un centro que se construyó en 1989 y que se encuentra a 7 kilómetros de la capital, en un pequeño barrio anexionado que tiene 38 vecinos censados. La prisión tiene 162 celdas,ahora mismo está aproximadamente al 60% de su capacidad, y está clasificado como cárcel para presas ordinarias aunque ha tenido reclusas de primer grado condenadas por terrorismo. Recientemente el Ministerio del Interior se gastó más de 1 millón de euros en reparar el sistema de calefacción
Urdangarin ingresa en la prisión de Brieva para cumplir la condena de Nóos
El centro elegido por el cuñado del rey cuenta con un pequeño módulo -de tres o cuatro celdas- que permanece desde que se construyó el centro pensado por si tenía que ingresar algún hombre recluso.
El módulo en el que residirá Urdangarin apenas se ha usado, salvo la excepción de algún preso que estaba colaborando con una causa judicial, y en su momento por el exdirector general de la Guardia Civil, Luis Roldán, que estuvo en él durante diez años.
Según fuentes penitenciarias consultadas por la Cadena SER, en su día a día Iñaki Urdangarin solo verá al funcionario que le lleve la comida ya que no puede participar en las actividades comunes de las presas. Ni siquiera en las actividades del patio. Para ello, el módulo cuenta con su propio pequeño espacio para salir de la celda.
Y encima el hijo no se los traga, hay que ser cafre.
